Sempiterno

Sempiterno

“… Dicen que para encontrar al amor verdadero, se debe buscar alguien con quien discutas, con quien te rías, con quien llores y que ames… pero no conozco la definición de amor verdadero, solo conozco… el amor sempiterno…”

 

Se sentó dejando las manos debajo de sus muslos, temblaba a causa de los nervios, aquel chequeo no era algo nuevo, pero cada vez se sentía peor y Kang Seulgi sabía que algo no andaba bien con ella.

Miró a sus padres de reojo con los ojos lagrimosos, suspiró asintiendo “Entiendo lo que dice doctor pero no quiero quedarme encerrada en un hospital esperando quien sabe cuánto tiempo más por un donante que ni siquiera existe” “Las probabilidades de que tu corazón disminuya su ritmo cardiaco mientras realizas algún tipo de actividad física extrema son altas, pero no puedo negarte que te quedes en una cama de hospital mirando a la nada, eso tampoco beneficiaría mucho a tu corazón, menos con tu estilo de vida” la muchacha de cabellos castaños se cruzó de brazos volviendo a resoplar, llevó una de sus manos a los ojos y se enjugó las lágrimas que intentaban escapar de sus ojos volvió a mirar al hombre canoso ajustarse las gafas mientras revisaba los papeles “Doctor, si no encontramos un donante de corazón para nuestra hija ¿qué posibilidades tiene de vivir solamente con el suyo trabajando al mismo ritmo que ya lleva?” pidió la madre de Seulgi buscando la mano de su marido para intentar no quebrarse en el lugar, Seulgi volvió a cerrar sus ojos, era una conversación que nunca se acababa y lo único que deseaba en ese momento, era sentarse frente a aquella persona.

 

Dejó su bebida sobre la mesa del lugar, todos le miraban de reojo, una chica sentada con el cabello desordenado, con lentes de sol dentro de un local cerrado que solo cubría sus ojos enrojecidos por las lágrimas, eso era lo que miraban y a ella no le importaba, solo estaba metida en sus pensamientos, tratando de buscar las palabras necesarias para explicarle todo a su amiga, la única que estaba metida en su mente y en su frágil corazón; su teléfono sonó y miró de reojo “Llego en cinco minutos, estoy despidiéndome de Bo” rodó sus ojos, el mensaje tenía un corazón al lado del apodo que le tenía su amiga al novio, pero aquello para Seulgi era molesto, de alguna manera, deseaba deshacerse del muchacho, aunque no podía competir con él, según aquella chica, él era perfecto.

Se presionó las sienes y miró su reloj una vez más “Siento llegar tarde” alzó la vista, aquella muchacha de sonrisa radiante apareció en el lugar deslumbrando para sus ojos “Tú siempre llegas tarde” disparó arqueando una ceja, una sonrisa se le escapó de los labios, incluso cuando su mundo estaba oscureciéndose, ella podía iluminarlo para Seulgi, sí, así creía que era Bae Joohyun, la rubia más encantadora que podía haber conocido en el tiempo de vida que llevaba sobre la tierra, arrugó la nariz mirándole detenidamente “¿Sucede algo?” pidió apenada la llegada tomando asiento frente a la muchacha de ojos felinos “Volviste a teñir tu cabello, ahora es más rubio” destacó mirándola mientras una sonrisa burlona se posaba en sus labios, Joohyun enrojeció pasándose una mano por sus cabellos “No puedo creer que lo notaras, es solo un tono más… él ni siquiera se fijó” comentó en tono bajo, Seulgi rodó los ojos “Es porque él no te mira tanto como lo hago yo” declaró cruzándose de brazos, descansó su espalda contra el respaldo de la silla bajo la atenta mirada de Joohyun, quien le miraba con sus mejillas ardiendo ante el comentario, Seulgi se dio cuenta de lo que había dicho pero ya no podía retractarse y solo le miró apenada “Yo no…” “Seul… no me molesta” contestó volviendo a sonreír, la castaña desvió la vista nerviosa “Y bien… ¿qué me querías decir? Me enviaste un mensaje diciéndome que tenías algo importante que contarme” pidió bajando la vista a su bolso, Joohyun no se dio cuenta de la mirada nerviosa que le dedicó Seulgi, no pudo observar el terror contenido en los ojos de la chica porque buscaba algo dentro de su bolso “Quizás… ¿fuiste a tu chequeo?” volvió a preguntar la rubia, levantó la vista y sus ojos se encontraron con aquellos felinos apagados.

 

Seulgi, le pidió a Joohyun que esperara por su respuesta, no era capaz de decirle en ese lugar cuando todavía tenían mucha tarde para estar juntas, no quería que le viese llorar, solo quería sentirse segura, sentirse normal y no pensar que a cada minuto, se estaba muriendo más. Joohyun se quedó mirándole durante un largo tiempo, mientras la castaña que era menor jugaba en los juegos de aquel parque de diversiones, sonreía abiertamente mientras veía a Seulgi tan tranquila, a Joohyun algo le inquietaba de aquel mensaje, conocía muy bien a su amiga pero sus preocupaciones jamás las expresaba.

 

Repasó los bordes de la manga de su chaqueta, se mordía los labios, nerviosa, a su lado Joohyun estaba apoyada a su hombro mientras volvían a casa, y aun no se sentía capaz de poder decirle todo lo que el doctor le había indicado, su diagnóstico; Seulgi miró a su compañera de asiento y sonrió moviendo el hombro “Ya debemos bajarnos” pronunció con calma, la rubia se separó mientras restregaba las manos contra sus ojos para despertarse “¿No le molesta a tus padres que me quede en tu casa? No traje nada” comentó apenada la mayor entre ambas, Seulgi arrugó el ceño extrañada pero una sonrisa pintaba sus labios “¿De qué hablas? Vienes desde los diez años a mi casa y veamos… ¿cuánto se supone que tienes?” pidió sonriendo, ambas bajaron del autobús y mientras le miraba de reojo antes de rodar los ojos, Joohyun sonrió “Veintidós” respondió mirándola, la menor volvió a levantar sus cejas “Son doce años desde que te conocen y ¿crees que ahora se molestarán porque te vienes a dormir en casa?” “De acuerdo, está bien pero no puedes omitir que aún me debes decir porque me mandaste un mensaje tan urgente, se suponía que no nos veríamos hoy y pasaría mi día con…” la mayor decidió callar al notar la expresión triste de la castaña, alcanzó su mano y la atrajo a su cuerpo, estrechándola contra el suyo “¿Qué es lo que sucede contigo Bae?” pidió apenada, normalmente la llamaba por su apellido cuando estaba totalmente fuera de sí, Joohyun la apretó más contra su cuerpo “Sea lo que sea, yo voy a estar contigo Seulbear, no voy a dejarte nunca” confesó la rubia suavemente, Seulgi sintió como su cansado corazón descansaba en el cálido de la mayor, escondió su rostro en el cuello de la rubia y dejó que ésta acariciara sus cabellos.

 

Luego de cenar y conversar con los padres de Seulgi, Joohyun comenzó a desesperarse, estar sentada sobre la cama de la menor, mirándola fijamente mientras terminaba de hacer sus estiramientos, esperando que de una vez por todas le dijese lo que sucedía, Seulgi por su parte aunque había evitado y aplazado todo el tiempo posible decirle la verdad, sabía que debía hacerlo y era el momento de que lo supiese, de que fuera su paracaídas “Baechu… ¿qué pensaste la primera vez que te dije que estaba enferma del corazón?” pidió nerviosa, jugaba con sus manos, la mayor no había pensado que lanzaría la pregunta de esa manera y se desconcertó, mordió sus labios intentando aclararse, buscando las ideas “Bueno yo… creí que… te-te-tenía miedo” tartamudeó bajando la vista, sus mejillas ardieron y sus ojos comenzaron a ponerse vidriosos “¿Por qué?” Seulgi estaba expectante, quería todo de la mayor, necesitaba saberlo porque era su última oportunidad, la rubia volvió a levantar la vista fijándola en los oscuros y profundos ojos de la menor “Porque podía perderte en cualquier momento… Seulgi, por favor, explícame lo que está pasando” exigió sintiendo sus manos temblar, la muchacha de ojos felinos se acercó a ella, sentándose a su lado y agarrando sus manos “Hoy durante mi chequeo mensual el doctor me dijo que si no encontramos un trasplante dentro de dos meses… es probable que yo…” no pudo continuar su oración y simplemente escondió su rostro de la mayor, Joohyun al escuchar aquello no supo cómo reaccionar y solo se quedó estupefacta.

Sabía bien lo que seguía en lo mencionado por Seulgi y las lágrimas no tardaron en hacerse presentes, llenando sus ojos, la menor se había recostado sobre sus piernas y Joohyun sabía que lloraba, las salinas habían empezado a humedecer su jeans, pasó sus manos por la espalda y cabellos de Seulgi “Yo… necesitaba que lo supieras, eres la única que me puede mantener firme en la tierra” confesó sin separarse de su lugar, la mayor le tomó por los hombros “Seul quiero que me mires” suplicó sintiendo como su corazón se desgarraba al ver a la débil chica mirándola con los enrojecidos ojos y su nariz de la misma manera “Dime ¿hay algo que yo pueda hacer por ti?” “¿Qué?” “Lo que te digo, no quiero pensar lo peor, pero quisiera que estos dos meses si son los últimos, vivas todo lo que te ha faltado durante lo que llevas viviendo” los ojos felinos de Seulgi descendieron a los labios de la mayor y un escalofrío recorrió su espalda “Ha-ha-hay algo que q-q-quiero” tartamudeó bajando la vista nerviosa, Joohyun le miró extrañada por su reacción y sus manos aterrizaron en las mejillas de la menor acariciándolas con sus pulgares, Seulgi le miró apenada “Haría lo que sea por ti Seul, pídeme lo que quieras” la castaña cerró sus ojos disfrutando de la sensación, aquellas manos cálidas que le reconfortaban, se mordió el labio inferior y “¿Po-po-podrías ser mi n-novia?” tartamudeó sintiendo sus manos empaparse en un sudor frío que recorrió su espalda, Joohyun le miró atónita, tragó saliva nerviosa, no podía creer lo que estaba escuchando “Pero Seulbear, yo ya tengo novio… ¿qué dirá él si…?” “Me dijiste que te pidiera cualquier cosa, la verdad es que… siempre me has gustado Bae y no puedo evitar sentirme de ésta manera”

 

Joohyun se giró sobre la cama, no dejaba de mirar a su acompañante, Seulgi dormía y al fin parecía no mostrar ninguna preocupación en su rostro, llevó una de sus manos hasta la mejilla de la castaña, suspiró profundamente “¿Qué haré contigo?” pensó en su fuero interno, recordando la petición de la chica, no le respondió nada pero ella en realidad se moría de ganas de ser la novia de aquella joven castaña que revolucionaba sus hormonas más de lo que alguna vez pudo haberlo hecho su novio, Joohyun solo estaba confundida, no quería ser descubierta, pero ¿qué perdía al tratar de ver feliz a la chica que también gustaba de ella? Una sonrisa apareció en el rostro de la rubia “Te gusto” pensó pasando la punta de sus dedos por la nariz de la menor deslizándola hasta la frente y bajando hasta sus labios “Déjame quererte, voy a demostrarte lo que alguien enamorado puede hacer para ver feliz a su persona” deslizó sus manos por debajo de las mantas y con temblorosa precipitación atrajo a Seulgi, abrazándola, sintiendo su proximidad al percibir la respiración acompasada de la castaña chocando contra sus mejillas, cerró sus ojos e intentó dormir, le daría su respuesta en la mañana del día que se acercaba.

 

La castaña abrió sus ojos, pestañeó por un par de segundos y se dio cuenta que a su lado ya no se encontraba aquella chica, apretó los labios, un gemido se ahogó en su garganta cuando aquel nudo se acomodó en ese lugar y pronto escondió su rostro bajo las mantas “Te traje el desayuno” detuvo los primeros sollozos, le quitaron las mantas del rostro y una brillante sonrisa apareció ante sus ojos “¿Pensaste que me había ido?” “Joohyun, yo…” la mayor puso su dedo sobre los labios de Seulgi “No tienes que decir nada, tenías miedo de que simplemente me marchara sin responderte ¿verdad? Suponías que estaba rechazándote ¿cierto?” habló encogiéndose de hombros, Seulgi miraba a la rubia aturdida, sabía que estaba en lo cierto, ella si había creído todo ello y simplemente asintió moviendo su cabeza “Lo cosa es que… yo, tengo novio, Bogum me creería una loca si le dijese que me lo pediste” declaró sin mirarla, jugaba a enrollar su cabello en los dedos, Seulgi entendió y asintió deprimida “Sé que fue una propuesta alocada, yo entiendo que tú no…” “No me interrumpas Seul, aun no termino de hablar” pidió volviendo a poner uno de sus dedos sobre los labios de la menor, la chica asintió con las mejillas ardiendo, Joohyun volvió a sonreír sin dejar de mirarla “Sin embargo, no hay razón para que le diga sobre esto ¿cierto?” la menor entrecerró los ojos sin dejar de mirarle “¿Qué quieres decir con eso?” Joohyun le dio una mirada juguetona antes de desviarla “Estoy diciendo que ya que es la primera vez que tendrás novia, seré yo quien te lo pida como alguien que sabe… ya sabes” agregó con una risilla que se arrancó de su garganta, Seulgi le miró impresionada, sus ojos se volvieron a cristalizar y bajó la vista arrugando su ceño, la mayor preocupada le tomó el rostro “¿Hice algo mal? ¿Me equivoqué?” la menor negó dejando que sus lágrimas escaparan por sus mejillas “Es solo que estoy feliz” Joohyun apretó los labios y suspiró profundamente “Kang Seulgi ¿quisieras ser mi novia?” Seulgi sonrió sin poder dejar de sollozar “Sí, sí quiero serlo”

 

La castaña estaba perdida en su mundo, jugueteaba con la bombilla sin dejar de sonreír, pestañeó al ver una mano moviéndose frente a sus ojos, volvió su mirada y una sonriente Seungwan le miraba “¿Qué decías?” la chica de cabello castaño claro suspiró “Te preguntaba si ya se dieron un beso, pero por esa miradita tuya creo que sí” “Te equivocas” se quejó Seulgi llevándose a los labios el jugo, Seungwan le miró asombrada “Entonces ¿qué te tiene así?” pidió estudiando la mirada de la otra joven, la mayor por días entre ambas sonrió ampliamente y miró hacia todos lados antes de aproximarse a la muchacha “Ésta noche saldremos juntas, iremos al cine y luego me llevará a un lugar que no quiso decirme” Seungwan abrió los ojos de par en par y su expresión de sorpresa provocó carcajadas en Seulgi, la menor cambió su semblante por uno más picaresco “¿No has pensado que ella quiera hacerte algo en el cine?” dijo sonriendo coqueta, la chica de mirada felina dejó de reír al escucharla y sus mejillas pronto ardieron “Deja de decir ese tipo de cosas, ella no piensa así” “Pero lo quieres de todas maneras, te gustaría que esa chica te tocara hasta la consciencia” agregó antes de largarse a reír al ver el rostro completamente rojo de Seulgi “¿Por qué tienes esa clase de pensamientos?” “Muy bien, lo siento pero tienes que admitir que quieres todo de ella” la mayor juntó sus manos y jugueteó con sus dedos, estaba totalmente avergonzada por los comentarios de su mejor amiga pero sabía que tenía razón; Su teléfono vibró y miró de reojo a la chica que le acompañaba “Debe ser tu princesa vestida con capa y antifaz” Seulgi alzó una ceja ante el comentario de Seungwan y ésta sonrió golpeando su hombro “Solo vete, debe querer verte” la mayor sonrió, besó su mejilla y se fue del lugar “Espero que pueda hacerte feliz el tiempo que te queda de vida” pensó la joven sintiendo dolor al entender que ésta era la última petición que tenía antes de dejar el mundo.

 

La temblorosa mano de Seulgi acarició la tela del asiento, buscaba que la mayor le agarrara la mano, pero estaba totalmente pendiente de la película que veían y ella se aburría, normalmente estaría completamente inmersa en la trama pero había un factor que lo impedía y estaba sentada a su lado mirando la película, sujetando con su otra mano la cabeza “Parece que no te estás divirtiendo” susurró Joohyun sin mirarla, los ojos felinos de la menor estaban posados sobre el rostro de la rubia, sus ojos se cruzaron y una sonrisa ladina se posó en los labios de la mayor “¿Quieres que nos vayamos de aquí?” volvió a preguntar, Seulgi se mordió el labio inferior, la chica le conocía tan bien que a pesar de no hablar ella ya estaba tomando su mano y tirando delicadamente fuera del lugar “Perdóname… yo no podía…” “Está bien, quiero complacerte en todo Seul, supongo que quieres que estemos a solas” Seulgi nerviosa asintió, su timidez frente a su novia había incrementado y solo por ese cambio de título en su relación “Quiero llevarte a un lugar especial y luego iremos a mi casa, podemos ver una película allí… solas” agregó esbozando una coqueta sonrisa en sus labios, la castaña tragó saliva pero aceptó.

Seulgi respiró hondo cuando observó hacia arriba, la gran torre que se presentaba ante ella, miró a la mayor que aun aferraba su mano, una sonrisa apareció en el rostro de ella, pero Seulgi seguía dudosa “¿Por qué estamos aquí?” pidió tímidamente, la rubia se limitó a mirarla con una sonrisa pegada en los labios y tiró de su mano obligándola a que le siguiera el paso calmo hacia aquella torre “Seguro que la reconoces ¿verdad?” “Es la torre Namsan, pero no entiendo…” “Quiero que cuando pienses en mí… recuerdes cosas maravillosas, quiero que pongamos un candado con nuestros nombres” confesó la mayor volviendo a mirarla, Seulgi sintió su corazón agolpar su pecho, pero no era doloroso, sino que era la sensación más maravillosa que creía podía sentir, pero aquella expresión preocupó a la mayor “¿Estás bien?” pidió acercándose lo suficiente para ponerla más nerviosa, Seulgi bajó su mirada a sus brazos, los aferraba con firmeza la mayor y sonrió dejando caer su frente contra uno de los hombros de Joohyun “Tengo miedo de lo que siento por ti, temo que realmente no correspondas mis sentimientos… no me lastimes Baechu” suplicó la castaña, Joohyun se quedó de piedra al escuchar aquello pero sabía que no podía hacer mucho, ella la quería, pasó sus brazos por la espalda de la menor y le acarició apretándola contra su cuerpo, apoyó su mentón “Jamás voy a lastimarte Seulbear, no seas tontita”

 

Y los días para ambas continuaron su trayecto de una buena manera, Seulgi creyendo que era la única feliz de poder pasar más tiempo con Joohyun, disfrutando de la sensación que le brindaba la mayor al hacerle sentir querida, cada momento que habían compartido y a pesar de que la mayor no le había dado un beso todavía, Seulgi era feliz. Joohyun por su parte también era feliz, no le importaba en absoluto el haber discutido cientos de veces con su novio a causa de su alejamiento, pues ella sentía que estaba engañando a la menor al estar cerca del muchacho. Se sentaron una frente a la otra, ambas no dejaban de mirarse y una sonrisa tímida apareció en los labios de la castaña “Es extraño, la primera vez que subí a una rueda de la fortuna fue con mi padre, él dijo que la próxima vez que lo hiciera sería con una persona especial” confesó mirando a la rubia sonreír abiertamente al escuchar aquello, alcanzó sus manos y las llevó a sus labios soltando aire tibio sobre ellas, Seulgi enrojeció, todavía no se acostumbraba completamente a los mimos y la manera cariñosa de ser que tenía Joohyun “¿Yo soy esa persona especial?” pidió alzando una ceja, una sonrisa tiró de los labios de la menor y asintió “Eres la única con la que quisiera compartir esto” Joohyun volvió a sonreír más ampliamente, el silencio había reemplazado todo sonido en aquel pequeño espacio, mientras estaban en ese pequeño lugar que les permitía ver todo el parque de diversiones, ambas se miraban fijamente y las sonrisas fueron desapareciendo, miradas profundas y labios que intentaban buscarse fueron los sustitutos, la rubia llevó una de sus manos a la mejilla de Seulgi y la acarició “Te quiero Seul” susurró acercándose lo suficiente para rozar los labios de la menor, ella se estremeció bajo la boca de Joohyun, incontables veces había soñado con ese momento pero jamás pensó que sería mejor que en sus sueños, la boca de la mayor ejerciendo presión, respirando pesadamente mientras sus brazos rodeaban el cuello de la rubia para atraerla y disfrutar de la sensación más placentera que había experimentado en la vida, lentamente se separaron por falta de oxígeno pero continuaban intercambiando cortos besos entre sonrisas juguetonas y miradas cómplices, Joohyun fue la primera en pegar su frente contra la de Seulgi “Creo que me volveré adicta a tus labios Seul… ¿Es un problema?” preguntó respirando agitada, la castaña la miró fijamente, observó las largas pestañas de la mayor que permanecía con los ojos cerrados “Depende de lo mucho que quieras a Bogum oppa” contestó la menor volviendo a la realidad, la rubia abrió los ojos de golpe, volvió a sentarse correctamente en su lugar y su ceño se frunció con el hecho de pensar en el joven “¿Qué se supone que significa eso?” “Cuando yo muera, tú seguirás tu vida con él… yo…” volvió a ser interrumpida por la mayor que la acalló con un beso “No vuelvas a repetir eso, no estoy lista para perderte” declaró acariciando la nuca de la menor, Seulgi decidió callar, no sabía que pensar de las actitudes que a veces demostraba Joohyun.

 

El par de ojos felinos volvieron a fijarse en el mensaje que escribía la mayor “¿No podemos vernos?” una débil sonrisa adornó sus labios y pronto comenzó a escribir en el teléfono “Es día de ejercicios según el cardiólogo, estoy en el hospital y si no me siento bien después, tendré que quedarme por esta noche aquí, es casi mi segundo hogar así que me tienen una habitación” contestó antes de guardar su teléfono en el bolsillo de la chaqueta que dejó de lado “Bien señorita Kang, los ejercicios que debe realizar los hará en la habitación que le indique así que por favor sígame” la menor siguió a la enfermera dejando todas sus cosas guardadas en esa habitación; sus piernas poco le respondían y la energía usada en esa tarde había sido demasiada para su cansado corazón, el chequeo que le estaban realizando era peor que todos los demás y lo único que deseaba era llegar a esa habitación “No podré verla por hoy” pensó entristecida, repasó con la punta de sus dedos los bordes de la puerta y relamió sus labios, necesitaba beber un poco de líquido, al abrir la puerta de la lujosa habitación, encontró algo inesperado “¿Qué haces aquí?” preguntó sorprendida, Joohyun estaba sentada leyendo un libro, alzó la vista cuando escuchó la voz de aquella muchacha y sonrió ampliamente “Dijiste que tendrías que quedarte aquí, y yo no quería dejar de verte así que… bueno, aquí estoy” concluyó con una sonrisa apenada, Seulgi entró con pasos temblorosos y la mayor lo percibió aproximándose con zancadas a la menor “Permíteme ayudarte” tomó delicadamente uno de los blanquecinos brazos de Seulgi y lo pasó por sus hombros para que pudiera apoyarse mientras con su otra mano disponible, agarró por la cintura a la joven “Gracias por estar acá” “No me agradezcas, necesito saber que he sido de gran ayuda para mi novia” declaró orgullosa la joven, desde aquella vez en la rueda de la fortuna, no volvieron a hablar del novio de Joohyun; “¿Puedo quedarme contigo?” preguntó volviendo a apoyar sus brazos sobre las mantas de la cama, Seulgi le miró hacia abajo, suspiró volviendo a agarrar una de las manos de la mayor, acarició con la punta de sus dedos, la suave piel de aquella cálida mano “Quisiera que te quedaras, pero eso no depende de mí” “Me ocultaré, y a la noche cuando nadie entre a tu habitación, saldré y dormiré aquí mismo, vigilando que no suceda nada” “Estás diciendo tonterías ¿de qué hablas?” un suave golpe en la puerta llamó su atención, la puerta se abrió y una enfermera ingresó “Señorita Kang ¿cómo se encuentra?” “Muy cansada” respondió acariciando los bordes de la manta que cubría sus piernas, Joohyun la observaba, estaba absolutamente pendiente de todas las acciones que realizaba la chica, notó en sus ojos el temor cuando volvieron a poner el estetoscopio contra su pecho para sentir su ritmo cardíaco, alcanzó una de las manos de la menor y apretó con suavidad, Seulgi le miró fijamente y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro “¿La señorita pasará la noche cuidándole?” pidió la enfermera con una sonrisa pegada a los labios al notar como ambas jóvenes se miraban con ternura, ambas volvieron su vista apenadas, era evidente la forma con la que se demostraban cariño ante los ojos del mundo y aunque Seulgi creyera que era solo por el favor que Joohyun estaba cumpliendo para ella, la mayor lo disfrutaba.

 

Besó cortamente los labios de la menor una vez que le vio dormir y salió de la habitación, caminó por los pasillos del hospital menos agitado después de las largas horas que habían pasado, miró su reloj, eran las diez de la noche y ella quería beber un poco de café, de reojo, observó al doctor que atendía desde pequeña a Seulgi “Doctor Kim” llamó al hombre, avanzó a paso rápido hasta él “Señorita Bae ¿cómo ha estado?” preguntó el hombre amablemente, la joven sonrió “He estado bien gracias, siento mucho haberlo interrumpido en su trayecto pero necesitaba preguntarle sobre el estado de Seulgi” “Bueno por ahora estamos haciendo lo posible por encontrar un donante de corazón, no hemos logrado que suba en la lista de pacientes que necesitan algún trasplante pero me he comprometido con los padres de Seulgi, no me quedaré de brazos cruzados, he visto crecer a esa niña, es casi como mi hija” admitió el hombre arreglándose las gafas, Joohyun asintió mordiéndose el labio por dentro, tenía miedo de pensar en la cantidad de tiempo que le quedaba de vida a la castaña “Doctor… ¿Qué tanta actividad física puede hacer Seulgi?” “¿Qué tipo de actividad?” pidió el hombre, la rubia enrojeció bajando la vista, no era extraño que se hubiese puesto de esa manera, el doctor le miró y suspiró encogiéndose de hombros “Señorita Bae, tengo entendido que usted es la novia de Seulgi, supongo que me quiere preguntar al respecto por temor a tener relaciones uales con ella y que le pueda suceder algo ¿no es así?” la muchacha le miró avergonzada, sus ojos brillaron, precisamente esa era su mayor preocupación, quería darle toda la experiencia del amor a la menor pero temía que pasara lo peor “No debe preocuparse, debe esperar que ella quiera y se sienta tranquila, en el caso de personas con alguna insuficiencia cardiaca, lo más importante es que se sienta confiado y tranquilo” “Entiendo, muchas gracias doctor Kim” agregó con las mejillas ardiendo, el hombre sonrió y se alejó de Joohyun.

 

Joohyun había recibido un mensaje de su novio hace unas horas, y solo por ese día había decidido que no vería a la menor, por más que le doliera estar lejos de la joven, debía cumplir como novia con el chico que a pesar de todo, insistía para continuar con su relación. Se sentó en la arena, apoyando su cabeza contra sus rodillas y suspiró hondamente, ya no estaba segura en absoluto de que su relación con el chico era lo que quería “Te traje esto” alzó la vista al oír la profunda voz de Bogum, el joven se sentó a su lado, le entregó la lata de limonada y suspiró pasando su brazo por los hombros de la joven “Esto es lindo” comentó mirando el atardecer, Joohyun tragó nerviosa, no se sentía cómoda estando de esa manera con él, ya no quería seguir así, su pulso se aceleró cuando el moreno acercó su nariz a sus cabellos y lo olfateó antes de depositar un beso “Te amo Bae” susurró contra el oído de la rubia, Joohyun no emitió ni un solo sonido, sus labios se mantenían apretados y Bogum lo tomó como una señal de que algo andaba mal, se separó de ella intentando que sus miradas conectaran “¿He hecho algo mal?” “Bo… no eres tú el problema, yo…” “Entonces ¿qué quieres?” se quejó poniéndose a la defensiva, su semblante cambió “Yo he intentado aceptar el hecho de que te la pases con tu amiguita, con Seulgi porque creo que me amas pero cuando quiero verte pones excusas y actúas indiferente conmigo. Dime una cosa ¿aún me quieres como la primera vez?” pidió mirándole fijamente, Joohyun en completo silencio lo observó, acercó su mano hasta el rostro de él y acarició su piel con la punta de sus dedos “Lo siento” respondió bajando la vista apenada, el muchacho asintió mordiéndose el labio, desvió la vista “Ya no nos veremos más Bae” aclaró suavemente sin mirarla, Joohyun en ese mismo silencio inquebrantable tomó sus cosas y se alejó del lugar, su mente decía que estaba bien, pero su corazón que era una persona cruel al enamorar al chico y acabar con todo de esa manera.

 

La menor estaba sentada sobre su cama, con su pijama y una manta enorme cubriendo todo su cuerpo, bebía un poco de la sopa que su madre había preparado para ella durante la tarde y veía una película, estaba tan abstraída en la pantalla que no notó cuando la puerta de su habitación recibió suaves toquecitos desde el otro lado, pero sus ojos se dirigieron rápidamente a la persona que ingresaba en su habitación, con el ceño fruncido, le miró mientras pausaba la película “¿Qué haces aquí?” pidió entre sorprendida y avergonzada, Joohyun estaba parada en el lugar, sus ojos estaban apagados, Seulgi notó el extraño humor de la mayor y extendió sus manos mientras separaba la manta de su cuerpo, Joohyun caminó hasta ella y se sentó de espaldas a la menor, Seulgi tragó y dejando todas las cosas de lado, puso sus manos sobre los hombros de la rubia y le atrajo hasta pegar su cuerpo al suyo “Necesitaba verte para saber si me haces feliz” confesó respirando hondamente, su tono suave y juguetón no estaba allí, Seulgi asustada bajó la vista y deslizó una de sus manos por el brazo de la mayor “¿Y qué resolviste al venir?” Joohyun reflexionó sobre aquello por unos eternos segundos antes de esbozar una sonrisa y mirar a la menor “Que sí, a pesar de que haya sido un día duro, si puedo verte a ti, solo a ti, puedo ser feliz” contestó antes de depositar un beso en la mano que había alcanzado unos segundos atrás, Seulgi enrojeció pero se sintió completamente enamorada de la mayor cuando dijo aquello; “¿Tus padres no llegarán temprano?” pidió sorprendida Joohyun mientras terminaba de tragar un pedazo de pizza con queso, Seulgi sonrió pasando una servilleta sobre los manchados labios de su novia “No, por eso me quedé encerrada en mi cuarto” la mayor asintió mirando de reojo la pantalla que desde el momento en el que ingresó a su habitación había estado pegada en la misma escena “¿Qué estabas viendo?” “Elizabethtown, es una película americana muy linda” “¿Por qué no la terminamos de ver? Te debo una película juntas de todos modos” habló ladeando la cabeza la mayor, Seulgi asintió retrocediendo un poco la película “Pero me voy a sentar aquí” declaró Joohyun y lo siguiente que ocurrió fue que las mejillas de Seulgi ardieron porque la mayor se había sentado detrás de ella pero completamente pegada a su cuerpo “Así podremos ver abrazadas la película ¿te gusta?” pidió la mayor sonriendo, Seulgi solo hizo un gesto de asentimiento con su cabeza.

 

Joohyun miraba detenidamente la película, estaba comenzando a aburrirse, era la segunda que veían y Seulgi se mantenía completamente en silencio, no había hecho ni un solo movimiento, y por la mente de la mayor pasó una idea mientras observaba desde un costado a la menor, sonrió al ver como las mejillas le ardían al ver la escena representada por los actores, ambos se estaban besando pasionalmente mientras el actor acariciaba el muslo de su coprotagonista, los labios de Seulgi se secaron y por un momento deseó ser la coprotagonista, pero aquel actor fuera la chica que estaba sentada detrás de ella.

Joohyun se humedeció los labios sin despegar su mirada del cuello suave de la castaña “¿Q-qué haces?” tartamudeó sorprendida Seulgi al sentir los labios de la rubia sobre su cuello moviéndose suavemente, se mordió el labio estremeciéndose y tirando su cabeza hacia atrás “Seul… te deseo” susurró pasando lentamente sus manos por los bordes del pijama de la menor “Qui-quiero hacerlo, te necesito” gruñó mordiéndole el cuello, Seulgi gimió con su corazón latiendo agitado, se llevó una mano al pecho asustada por la velocidad en la que su corazón latía, la mayor continuó besándola pero a su vez, una de sus manos se desplazó sobre la de ella “No te preocupes, si no quieres hacerlo o si te sientes cansada, yo me detendré… voy a cuidarte Seulgi” declaró llevando sus labios hasta la mejilla de la castaña, Seulgi le miró sorprendida y enternecida por la preocupación de la mayor, la amaba y no podía estar más segura de que era con ella que quería tenerlo todo antes de morir “Pero… mis padres podrían llegar y…” “Déjame darte placer, esto será lento pero no será la única vez ¿bien? Solo quédate en tu posición ¿De acuerdo?” susurró acariciando con su nariz la mejilla y bajando por el cuello de la menor, Seulgi se estremeció y asintió dejándose hacer. Deslizando sus manos, las metió por debajo de su pijama “Te quiero tanto Seul” una de sus manos acarició los muslos de la menor sintiendo el calor que emanaba contra su piel aquel lugar íntimo, su otra mano había viajado hasta uno de los pechos de la menor y lo masajeaba y apretaba de vez en cuando, disfrutando de los suspiros que escapaban por los labios de la castaña “Bae…” susurró cerrando los ojos, la mayor detuvo sus caricias y besó su cuello y mejilla “¿Estás bien? ¿No te duele nada?” “No creo que pueda sentir dolor si me haces sentir de esta forma” “Entonces, por favor… solo aguanta un poco, el dolor pasará pronto” continuó la mayor y una extraña expresión cruzó el rostro de Seulgi, pero al sentir los dedos de Joohyun colarse por sus bragas e introducirse en su interior comprendió dejando escapar un gemido totalmente provocado por la excitación que le causaba sentir el movimiento de aquellos dedos “¿Se siente bien?” pidió la mayor, una sonrisa cansada se formó en el rostro de Seulgi y asintió “Te amo Joohyun” confesó con las mejillas ardiendo y sabía que no era por la manera en que le estaba haciendo sentir, Joohyun sonrió y besó sus labios desesperada, ella también la amaba pero no sabía cómo decirle, no tenía idea de cómo amortiguar su propio dolor, pero al menos sabía que estaba haciéndola feliz.

 

Rebuscó entre sus cosas, la mayor había guardado un pequeño regalo para la menor en su habitación pero no lo encontraba y mientras Seulgi se encontraba sentada en la sala de estar mirando los alrededores, a veces bajaba la mirada para responder a los mensajes que Seungwan le enviaba y no podía evitar sonreír o soltar risitas por los torpes comentarios de la menor “¿Te diviertes?” una suave y aterciopelada voz interrumpió su conversación y levantó su vista, Joohyun sonreía juguetona, Seulgi se mordió el labio por dentro y tragó saliva “Estaba hablando con Seungwan y yo…” “Me encanta ver como sonríes mientras disfrutas de cualquier cosa” se sentó a su lado y tomando sus manos las acarició “Quiero darte algo, es muy importante para mí y ya que dentro de unos días te internarán, quiero que lo tengas, para que me recuerdes durante las noches que no te pueda acompañar” “¿Qué es?” la mayor sacó apenada una cajita aterciopelada, los ojos de la menor brillaron, el contenido de la cajita era un anillo con las iniciales de ambas y Seulgi no pudo hacer nada más que abrazar a Joohyun “Es muy lindo, gracias” pronunció besando cortamente sus labios, la mayor sintió sus mejillas arder, no estaba acostumbrada a la espontaneidad que había comenzado a observar en su novia, pero era feliz de tenerla tan cerca “Yo quiero hacerte feliz el tiempo que sea necesario” “Me has hecho feliz hasta el último minuto que he vivido… gracias por esto Baechu, sé que debió ser un poco sacrificado ser mi novia, pero ya no…” Joohyun había tomado su rostro y le había plantado un beso, no quería escuchar sus palabras, ni siquiera había sido capaz de declarársele, movió sus labios ansiosos contra los de la menor que correspondió eufórica, quería disfrutar cada minuto de la sensación que le provocaba la mayor “Atesoraré todos estos recuerdos, hasta mi última exhalación” pensó en su fuero interno disfrutando del beso.

 

Unos días habían pasado desde que la menor había sido internada en la clínica, sus padres estaban preocupados porque por mucho intento, su doctor no había logrado encontrar un donante en la ciudad compatible con la joven; acarició sus sienes mientras miraba por la ventana, desde su cama todo era más aburrido y no podía ni siquiera moverse del lugar “Cariño, pronto te vendrán a buscar para llevarte a pabellón” entró la madre de la castaña y Seulgi asintió suspirando y volviendo a desviar su mirada al cielo “¿Tienes miedo?” pidió la mujer sentándose a su lado y alcanzando su mano, Seulgi volvió a mirarla y asintió formando una pequeña sonrisa en sus labios “Éste último tiempo he sido muy feliz, he hecho todo lo que quería hacer antes de morir y a pesar de que soy muy joven, yo… no puedo estar más tranquila de lo que estoy ahora” “Pero ¿qué hay de tener una familia?” Seulgi suspiró sonriendo “Mamá, desde que supe de mi enfermedad no pensé en un futuro tan extenso para mí” la mujer sintió sus ojos humedecerse y la joven acarició sus manos arrepentida de lo que había dicho “Mamá…” unos toques a la puerta interrumpieron lo que quería decir y las enfermeras ingresaron a la habitación “Estamos listas para llevarte” la castaña asintió nerviosa, volviendo a acomodarse en su cama, su madre retrocedió con una pequeña sonrisa “Tu padre pronto vendrá del trabajo, estaremos esperándote, te amamos hija” “Los amo también” pronunció con una pequeña sonrisa en los labios, un dolor se había acomodado en su pecho, lo único que la entristecía más que pensar en perder su vida durante la cirugía a corazón abierto, era que su novia no llegara para decirle que estaría esperándola junto a sus padres.

 

Joohyun corría por los pasillos del hospital, se tardó más al rendir el examen para terminar su último semestre antes de comenzar su tesis, pero tenía en mente que debía llegar para besar por última vez a Seulgi, al encontrar el pasillo que llevaba a los pabellones, observó al médico de la joven mientras salía del lugar, dejó escapar un profundo suspiro, entristecida, no lo había logrado, se acercó al hombre “Doctor Kim, ¿cómo va la operación de Seulgi?” el hombre le miró extrañado “Señorita Bae, Seulgi ya no está aquí…” no pudo escuchar más, sus oídos se cerraron a cualquier sonido y el aire fue bloqueado, parecía no entrar más nada a su pecho y lo último que vio fue al doctor mirarle extrañado, todo fue absolutamente borroso después.

 

Seulgi comenzó a abrir lentamente sus ojos, como un rayo, el dolor en su cabeza se hizo presente al forzar la vista contra la luz, observó a todos lados y suspiró pestañeando, se acomodó sobre la cama y lentamente retiró las mantas y levantó la bata de hospital que cubría su cuerpo, una enorme cicatriz estaba en su pecho y sus ojos pronto se llenaron de lágrimas “Estoy viva” pensó en su fuero interno, la puerta se abrió de golpe y miró esperando que fuera quien creía que era “Mamá” “Por dios, Seulgi, estás despierta, llamaré al doctor” “Mamá espera” no alcanzó a decir o preguntar nada, ya había salido nuevamente del lugar. Fue observada por el médico, tenía muchas preguntas por hacer y nadie le respondía, hablaban de ella pero no con ella “Gracias doctor” hizo una breve reverencia la mujer y cerró la puerta limpiándose las lágrimas que se resbalaban por sus mejillas, miró a su hija y se sentó tomando sus manos “¿No estás feliz? Podrás hacer una vida sin ningún problema de ahora en adelante y…” “Mamá ¿por qué nadie me está respondiendo?” pidió seria, sin entender nada, la mujer se quedó atónita “Lo siento, solo que estamos muy emocionados pero anda, pregunta todo lo que necesites saber” “Primero ¿dónde estamos? Porque ésta no era mi habitación antes de que saliera a pabellón” la mujer apretó ligeramente las manos de su hija, nervios e inseguridad fue lo que vio reflejado en los ojos de su madre, la castaña comprendía cada vez menos “Es una larga historia hija pero trataré de explicarla de una manera que no te altere, solo… acomódate y deja que mamá hable” pidió soltando sus manos y caminando por el pequeño espacio “El día de tu operación, entraste a pabellón y te sedaron, iban a empezar cuando uno de los enfermeros ingresó a pabellón con el teléfono en mano, habían encontrado un donante aquí, en Busan” los ojos de la menor se abrieron de par en par, no podía creer que había estado a miles de kilómetros de Seúl y ni siquiera tenía idea “Por lo que decidieron que nos trasladaríamos en un helicóptero, yo viajé contigo y papá hizo el recorrido más largo a viajar por Corea en el auto” agregó agitando sus manos con una sonrisita en los labios, Seulgi tuvo que levantarse la mandíbula con la mano, estaba sorprendida “¿Busan? Pero mamá… ¿Qué hay de mi vida allá?” pidió nerviosa, sus manos temblaban, bajó la vista con sus ojos llorosos y por fin observó algo diferente, en su mano derecha había un anillo y sus ojos volvieron a posarse en los de su madre “¿Dónde está Joohyun? Mamá ¿dónde está ella?” “Supongo que en Seúl hija, ella no llegó antes de que nos marcháramos” “Tenemos que volver, ahora… necesito un teléfono, yo…” la puerta volvió a abrirse y el señor Kang, el padre de la joven ingresó con una sonrisa en sus labios al ver a su hija despierta “Mi princesita… te has vuelto una guerrera” besó la cabeza de la menor mientras acariciaba sus mejillas, Seulgi por un instante se dio cuenta de que aquella desesperación, era algo muy pequeño frente a la felicidad que desbordaban sus padres al verle con vida, suspiró, tendría mucho tiempo para volver por Joohyun.

 

Se acomodó las gafas, pasó una hoja y continuó leyendo, a pesar de todo el ruido que estaban realizando a sus alrededores, Joohyun estaba metida en sus estudios, necesitaba terminar de leer ese libro para continuar con su tesis; un golpe en su hombro le hizo levantar la cabeza después de una hora pegada al libro, se quejó pero vio la sonrisa de aquella chica “¿Qué haces aquí? ¿No ves que estoy estudiando?” reclamó arrugando la nariz, frente a la rubia estaba Seungwan y no podía ser peor para la mayor, cada vez que le veía, recordaba a su novia, a la chica que más amó y de la que no se pudo despedir “Es solo que vamos a hacer una fiesta, Eric quiere celebrar que aprobó su examen y…” “¿El que reprobó el semestre pasado?” la menor se encogió de hombros y Joohyun esbozó una sonrisa torcida, no estaba feliz realmente “Él solo quiere buscar un pretexto para hacer fiestas, pero yo no estoy en su lista de invitados, no…” “Por favor Hyun unnie ¿seguirás con ese pretexto de tu duelo por Seulbear?” el lápiz que la mayor tenía en su mano se partió por la fuerza ejercida y volvió a mirar a la chica “No es un pretexto, yo no he podido recuperarme desde que se fue… ella… yo no fui capaz de decirle cuánto la amaba… ni siquiera…” sus ojos se llenaron de lágrimas y Seungwan la atrajo permitiéndole esconder su rostro contra su pecho mientras lloraba “No pude verla sonreír, no vi sus ojos brillantes, no pude responderle jamás a sus ‘te amo’” se lamentó, la menor acariciaba sus cabellos, a ella también le dolía, habían pasado apenas unos cuatro meses desde que Seulgi había muerto o era lo que creían ellas.

 

“¿Recuerdas… que te conté sobre el significado de la palabra Sempiterno?” Seulgi pestañeó observando a la que era su mejor amiga en ese momento, sintió su corazón dar un vuelco cuando los dedos de la mayor tocaron los suyos “Creí que era solo un juego de palabras que habías inventado” confesó apenada la menor, estaba feliz porque estaba con Joohyun “Es solo que tengo un exquisito vocabulario que nadie comprende” se jactó la mayor, Seulgi alzó una ceja y pronto comenzó a reír “¿Hablas en serio?” comentó sin dejar de reírse, Joohyun sorprendida, se tiró encima de la menor y comenzó a hacerle cosquillas, la castaña no pudo evitarlo, se desarmaba en risas debajo de la mayor “Al menos te daré una razón para que te rías, niña” inquirió mientras veía una mueca extraña en el rostro de la menor y detuvo sus dedos, no quería agitarla mucho porque sabía de su problema, se quedó allí, sobre ella y le miró fijamente, Seulgi se mordió el labio por dentro, tenía escrita vergüenza en toda su cara pero Joohyun parecía no notarlo “¿Quieres saber el significado de Sempiterno?” la menor asintió mirándola fijamente, la rubia sonrió ampliamente “Sempiterno es aquello que no parece tener ni un principio pero tampoco un fin” concluyó sentándose a su lado, miró de reojo a la menor “Lo que tú y yo tenemos, es Sempiterno”

 

Se despertó de golpe, miró a todos lados, aquel sueño o especie de recuerdo vino a su mente y no pudo evitar acurrucarse y volver a llorar, extrañaba a la mayor, pero Seulgi no podía viajar hasta dentro de dos meses más a Seúl por sus chequeos para saber cómo andaba su corazón “Pronto volveremos a estar juntas” susurró cerrando sus manos.

 

Un profundo suspiro volvió a escapar por los labios de la mayor, miraba fijamente al mar, se arregló los lentes con su mano disponible y sus pies comenzaron nuevamente su camino hacia aquel sitio donde aún recordaba habían estado juntas por última vez, Joohyun llevaba meses sin poder dormir sin antes llorar por las noches, el recuerdo de su difunta novia hasta donde ella sabía, seguía persiguiéndola, soñaba cada noche que la menor reía cerca de ella, a veces sentía el tacto suave de sus dedos sobre su rostro y otras su perfume golpeteando su nariz, disfrutaba esos momentos pero cada vez rogaba que fueran eternos; cerró sus ojos recostando su cabeza sobre su almohada, lo último que quería escuchar aquel día era a cualquier persona reclamándole por su afán de continuar recordando a Seulgi “¿Por qué ellos deben meterse en mis asuntos? No saben cuánto duele” sus ojos se llenaron de lágrimas, la quería de regreso, rogaba e imploraba cada vez que podía que el cielo se la devolviera, que al menos le dieran la posibilidad de despedirse “Al menos déjame que se lo diga… déjame decirle que la amo” rompió en llanto volviendo a esconder su rostro contra la almohada.

 

“¿Cómo que cree que estoy muerta?” Seulgi miró a sus padres, habían pasado los dos meses y por fin le dieron el alta, estaba totalmente recuperada y podía rehacer su vida, pero cuando llamó a su mejor amiga para decirle la buena noticia, no sabía que se encontraría con aquella situación, Seungwan creía estar drogada porque aquella chica le estaba hablando y Seulgi tuvo que aclararle toda la situación, la joven le explicó que todos creían que había muerto durante la operación pero sus padres habían querido estar a solas despidiendo a su hija, aquella creencia no excluía a su novia falsa hasta el momento de la operación “Seulgi, ella está muy mal” el corazón de la castaña dio un vuelco, cuando le preguntó por Joohyun esperó una respuesta más optimista, de todas maneras sabía que seguía con Bogum “¿Nunca te lo dijo verdad? Ella estaba completamente enamorada de ti, si lo hubiese sabido antes… pasa días sin salir de su departamento, ella no ha podido superarte” los ojos felinos de la menor se desviaron al camino fuera del auto, estaba nerviosa, necesitaba llegar a Seúl pronto y su padre por el espejo retrovisor notaba la desesperación de la chica “¿Sigues allí Seulbear?” pidió la menor por medio del teléfono, Seulgi se mordió el pulgar, desde que había despertado en el hospital de Busan, la desesperación la carcomía, sentía vergüenza al pensar que solo aparecería delante de la chica como si nada hubiera pasado tras muchos meses desaparecida y haciéndole creer que estaba muerta, sin embargo, también estaba emocionada al saber cómo reaccionaría al verle y su nuevo corazón latía feliz “Me ama” pensó en su fuero interno logrando esbozar una pequeña sonrisa en los labios “Sabes… ¿te puedo llamar después? Me siento cansada y seguimos viajando” “Claro, por todos los cielos, Joohyun se pondrá contenta cuando…” “¿Podrías guardarle este secreto?” mordió sus labios desesperada, su mejor amiga se había quedado muda y creyó que la llamada había terminado “¿Por qué no puedo decirle?” “Quiero… sorprenderla yo misma”

 

Una sonrisa bordeó los labios de la durmiente Joohyun, a pesar de estar sumida en un profundo sueño, sus comisuras involuntariamente se estiraban formando una pequeña sonrisa en sus labios “Se… Sempi… Sempiterno, sí…” dio un pequeño brinco en su cama y despertó de golpe sintiendo su corazón latir de forma violenta “Sempiterno” volvió a pronunciar, y sus ojos se abrieron como platos, dejando su cama de lado, saltó hacia el mueble más próximo y comenzó a buscar dentro de los cajones aquello que era muy importante para ella “Sí, somos eso… pase lo que pase” una sonrisa creció en sus labios, miró el anillo que había escondido, volvió a deslizarlo entre sus dedos y suspiró “No volveré a olvidarlo Seul” sus ojos desbordaron en lágrimas cuando su mente se llenó de recuerdos de la menor “Como me gustaría poder abrazarte una vez más” susurró con la voz temblorosa mirando la pequeña joya en su mano, pero no vio venir aquel golpeteo incesante en la entrada de su hogar, extrañada por la poca paciencia de la otra persona, salió a su encuentro.

 

Seulgi respiraba agitada, sin dejar de golpetear aquella puerta que si fuese necesario, derribaría solo para volver a verla, en su momento de desespero, olvidó también que tenía timbre pero ya no importaba eso “Vamos… abre” rogó nuevamente golpeando la puerta “¿Qué rayos sucede que golpean tan fuerte… la puerta?” dijo aquello último sin saber si era cierto lo que sus ojos veían, la castaña no se imaginó nada, ninguna situación como para cortar con la tensión que sabía nacería en un principio “Eh… Hola… yo… me tardé mucho en la operación” comentó con una torpe sonrisa, bajó la vista apenada, Joohyun no podía creer lo que estaba viendo, frente a sus ojos, estaba ella, la luz de su vida, era Seulgi “¿Eres… real?” pidió asustada, no quería que fuese un mal sueño, la menor pilló completamente desprevenida a la rubia al tomar su mano y llevarla al lugar donde latía su corazón “¿Te parece que esto sea falso?” preguntó sintiendo sus ojos humedecerse, Joohyun le miró con los ojos vidriosos, bajo su mano, podía percibir el latir del corazón de Seulgi y una sonrisa volvió a surgir de sus labios “Mi Seulgi” la apresó entre sus brazos, escondiendo su rostro contra el cuello de la menor mientras lloraba, las manos de la castaña acariciaban la espalda de Joohyun “Perdóname por no decirte que estaba bien, perdóname por no llamarte nunca, yo no…” “Está bien, todo está bien ahora” cortó la mayor sin dejar de abrazarla, Seulgi aceptó la calidez de la chica.

 

Joohyun enredaba sus dedos en algunos mechones del cabello de la menor, no podía creerlo aún, estaba la chica que amaba ante ella, y una serie de preguntas vinieron a su mente “¿Cómo pasó?” “Encontraron un donante en Busan, y me trasladaron en helicóptero, estuve hasta hace unos tres días allá” respondió admirando a la mayor que parecía estar perdida entre sus cabellos, sonrió y acarició la cintura de la joven “Creí que te había perdido, que no había logrado llegar a la operación, pero estás aquí ahora… conmigo” repuso sonriendo, Seulgi se acomodó en el asiento y le miró con una ceja alzada “Bae… ¿qué somos ahora? Se suponía que el trato de ser novias acababa con mi operación” Joohyun pudo comprenderlo, ni siquiera tuvo tiempo de decirle todo lo que sentía, bajó la vista y alcanzó las manos de la castaña, observó que aun usaba el anillo y sonrió “¿Recuerdas… cuál era el sinónimo que nosotras usábamos para nuestra relación?” pidió volviendo a mirarla sin soltar sus manos, Seulgi antes de sonreír “Sempiterno” contestó acariciando las manos de la mayor con sus dedos “Eso fuimos, somos y seremos por toda la vida Seul, me dediqué a darte tantos buenos recuerdos que olvidé que ambas debíamos compartirlos y la cosa es que…, estoy arrepentida de no haberte dicho desde un principio lo mucho que te amo Seulgi” declaró mirándola seriamente, la menor se derritió ante los ojos sinceros de Joohyun “Te amo, siempre lo he hecho y quiero pasar el resto de mi vida contigo” las mejillas de la menor ardieron por la declaración tan profunda pero enternecida “¿Entonces me amas como para pasar el resto de tu vida conmigo? Ahora tengo una vida mucho más extensa que antes” comentó sonriendo, Joohyun volvió a sonreír y apretó ligeramente sus manos “Quiero pasar mil vidas y muchas más contigo, te quiero, te amo Seul y… ¿me aceptarías una vez más… como tu novia?” Seulgi se lanzó sobre la mayor estampando sus labios sobre los de ella, disfrutó del beso más dulce que la mayor le había correspondido “Es mi manera de decirte que sí, que quiero estar por siempre a tu lado” pronunció antes de volver a besarla y jurarle su amor sempiterno.

Sempiterno

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
Munusuo #1
Demasiado perfecto :')
Todo, de principio a fin :')
angeles48 #2
Creí q tendría un final triste pero hermoso, y me sorprendiste! Fue increíble! Me encantó! Jejeje felicitaciones y gracias! :D
DAscolli #3
Chapter 1: Soulie! Casi me da un infarto cuando empecé a leer (he leido lo suficiente como para saber que este tipo de historias nunca terminan bien) pero te quedó hermosisimo. Lakdlakxmslsnfla
Nos leemos<3