final.

"Feliz Navidad"

Luhan se había esmerado en que la decoración de la casa estuviera perfecta, no había nada fuera de su lugar. En la punta del árbol había una dorada estrella que brillaba demasiado para el gusto de Sehun, que había estado refunfuñando todo el día por la importancia que le daba Luhan a la decoración. 

—Al final se dañará toda la decoración y no servirá para nada —había dicho, pero Luhan se había limitado a echarle una mala mirada y mandarlo a comprar un montón de comida innecesaria para los invitados. Sehun había querido decirle que la comida iba a ser un gasto tonto, pero al ver la mirada de Luhan decidió salir corriendo antes de peligrar por su vida. Cuando volvió se encontró con una sala llena de luces de colores en la que resonaban villancicos que él no oía desde que tenía cinco años y una madre. 

  — ¿Por qué te tardaste tanto? —preguntó Luhan, sonriendo. Pero era más una sonrisa que sabía que le traería problemas. Sehun hizo un gesto de desentendimiento.

  — ¿A qué horas se supone que llegan todos? —preguntó, ansioso. Había estado esperando por la supuesta "fiesta de navidad" desde hace ya más de un mes. Estar en abstinencia por tanto tiempo le molestaba. Desde que había empezado a hacerlo, no había pasado más de tres semanas sin sentir aquella adrenalina que recurría su cuerpo después de ver los ojos cerrarse y las respiraciones agitadas. Sonrió a sí mismo cuando sintió los escalofríos de solo pensarlo.

  — Si te emocionas tanto antes de hacerlo —susurró Luhan, por detrás—, dañaras toda la diversión del asunto.

X

A las ocho de la noche, los invitados habían empezado a llegar. 

Primero habían llegado los Kim. Un montón de hermanos que a Sehun no le agradaban en lo más mínimo. Tenían una banda de garaje donde se la pasaban practicado día y noche y no dejaban descansar en paz. Sehun no se hubiera molestado si hubieran sido buenos, pero la verdad era que los gritos de película de terror que Jongdae osaba llamar cantos atraían las almas en pena del cementerio. Y ni hablar del supuesto prodigio de la guitarra, Minseok, que la pasaba tocando una y otra vez el tema de apertura de Dragon Ball, como si no hubiese sido capaz de superar su infancia con un padre abusador y una madre borracha.

Habían entrado con un excelente humor y se habían sentado en el gran sillón que le había costado una fortuna a Sehun. Decidió en ese momento que después de la fiesta, quemaría ese sillón con toda la casa. Los cuatro chicos se habían enfrascado en una conversación sobre videojuegos y actrices o. Si hubiera sido por el menor, hace ya mucho tiempo estarían fuera de su casa, pero la mirada de advertencia de Luhan le había detenido.

Después de ellos, el presidente de la junta de inmigrantes chinos, Wu Yifan, llegó en compañía de un chico asustadizo que tenía cara de querer asesinarlo, otro que parecía apunto de desmayarse de sobredosis en el tapete de bienvenida y una botella de champagne. A este le saludó con una sonrisa, la botella que traía en las manos ayudaba a que el encanto del hombre creciera. Los otros dos, evidentemente más jóvenes que él, miraban la sala con curiosidad, y casi se echaron a correr cuando vieron la mesa llena de galletas navideñas y chucherías que había comprado a petición de Luhan. 

  —Perdona su forma de actuar —masculló Yifan, que estaba a punto de cavar un hoyo en el suelo por la vergüenza—. Llegaron la semana pasada. Son estudiantes de último año en la escuela loca. Aún están tratando de adaptarse.

Sehun dio una sonrisa tranquilizadora. —No te preocupes, Kris —puso una mano en su hombro—, lo entiendo perfectamente.

Yifan le dio una sonrisa de alivio y se unió a la conversación de los hermanos Kim, que ahora rezaba sobre el nuevo campeonato de League of Legends. Sehun quiso golpearles la cabeza, pero de nuevo la idea de ver a Luhan enojado lo detuvo.

Unos minutos después, los exitosos abogados, Park Chanyeol y Byun Baekhyun llegaron junto a sus esposas. Sehun no lo tenía confirmado pero pensaba que había un lío entre ellos dos, y también alguno entre sus esposas, de hecho, a veces pensaba que habían intentado hacer lo que una película que había visto hace un largo tiempo: pretender que se casaban cuando en realidad eran tan solo amigos para evitar las habladurías de las personas. En este caso, fue Luhan quién los recibió, sonriendo con cortesía y besando las mejillas de Joy e Irene. Las dos mujeres iban tomadas de las manos mientras sus esposos las seguían, murmurándose cosas entre ellos. Sehun rodó los ojos en un intento de ignorar la obviedad del asunto. 

El último en llegar fue Kyungsoo, su ermitaño vecino que gustaba de ahuyentar los niños de su prado y encerrarse en su casa por semanas enteras sin ver la luz del día. Él era el que más le agradaba a Sehun, que había esperado que no apareciera.

Ya cuando todos estuvieron reunidos, Luhan se encargó de ponerle seguro a la puerta discretamente, y luego invitarlos a pasar a la mesa.

  —Esta navidad —anunció, llamando la atención de todos, con el vino barato que Sehun había comprado hace tres meses en el supermercado de la esquina—, he querido reunir a todos mis amigos en una sola cena. Cada uno de ustedes nos ha bienvenido desde que nos mudamos aquí. Incluso han tolerado al gruñón de Sehun —en ese momento Sehun consideró la idea de aventarle el pavo por la cabeza, pero probablemente más que divertir a sus invitados, los ahuyentaría, Luhan le guiñó un ojo—, y nos han ayudado con su apoyo. Por ejemplo —sonrió divertido—, la voz de Jongin me ha hecho darme cuenta de que con Sehun he tenido suerte, porque podría haber sido peor —se escucharon unas pequeñas risas disimuladas—, gracias a Yifan he podido encontrar a otras personas de mi mismo origen, con los que he podido ayudarme a no perder mi chino en un mundo de coreanos presumidos y, hablando de presumidos —volteó la mirada hacía Chanyeol y Baekhyun, este último parecía estar a punto de gritar, mientras el otro lo miraba con suficiencia—, le agradezco a Chanyeol, Baekhyun, Joy e Irene, por darme un ejemplo de lo mal que hubiera podido ser mi matrimonio si hubiera seguido la idea de Two Weddings and A Funeral, si, chicos, todos los sabemos. Y agradecería si Chanyeol pudiera dejar de tocar a Baekhyun bajo la mesa mientras trató de dar mi discurso y Joy pudiera dejar de intentar meterle mano a Irene, por favor —ambos hombres se pusieron tan rojos como los tomates de la ensalada y las chicas miraron a Luhan con cara sorprendida—. Y Kyungsoo, nuestro pequeño Kyungsoo. Estoy tan feliz de que estés aquí. Tu ayuda ha sido la mejor de todas. Recuerda, tienes un pase libre

Kyungsoo sonrió, algo extraño en él, los demás lo vieron como si se tratara de un loco, y Joonmyun golpeó con el hombro a Jongin le guiñó un ojo al más bajito, que enarcó una ceja en un gesto de seducción. —No creo que vuelva a casa esta noche, hyung —murmuró en el oído de su hermano, que lo volteó a ver con repulsión.

 —Eres asqueroso, Jongin —masculló en respuesta—, si te lías con el rarito me negaré a abrirte la puerta en la mañana.

Jongin se encogió de hombros, sonriendo con suficiencia. —Te recuerdo que tengo llaves, idiota.

Joonmyun lo miró con fastidio, antes de fijar la mirada en uno de los chicos hiperactivos que Yifan había traído con él. Estaba seguro de que de una manera u otra, terminaría en un hospital. Y Joonmyun tendría que acompañar al idiota de Yifan de nuevo. 

Luhan volvió a llamar la atención, golpeando el vaso como si estuvieran en la cena de alguna película. —Quiero dar un brindis por la navidad —dijo, sonriendo—, y que la fiesta comience.

 —Y que la fiesta comience —murmuraron los demás, Sehun esbozó una sonrisa, por supuesto que la fiesta comenzaría.

X

Dos horas después Chanyeol había besado apasionadamente a Baekhyun, Yifan había intentado liarse con tres de los Kim, Kyungsoo se había llevado a Jongin al baño principal, el chino asustadizo se le había insinuado a Sehun (esto lo había puesto de primeras en la lista de Luhan), el chino drogado había improvisado un porro en la mitad de la sala y Joy había hecho quién sabe qué cosas con Irene, porque había sonado como una de esas películas o que ponía Minseok a la noche a todo volumen, y los anfitriones ya estaban por empezar.

Primero, habían echado a Kyungsoo y Jongin del baño, Kyungsoo parecía más que feliz, y despidió con un beso apasionado que le había provocado arcadas a Sehun al moreno, que parecía triste de que el mayor tuviera que irse a "preparar unas bolsas" justo en ese momento. Cuando habían tenido a su vecino favorito fuera de su casa, habían procedido a volver a llamar la atención de sus invitados. 

Luhan sonrió dulcemente, mientras clavaba el cuchillo en el pecho del chino asustadizo que había pensado en besar a Sehun, los gritos se escucharon de parte de los demás. —La fiesta ha empezado —anunció, y Sehun sonrió abiertamente, subiendo el volumen de la radio—, y no tardará en acabar.

 

X

Las manos de Sehun escurrían el liquido caliente, formando figuras en el suelo, le hacía cosquillas la forma en que caí por su piel, pero le daban esos escalofríos que tango le gustaban. Luhan lo miró, con una sonrisa adorable, así, sonriendo como un niño pequeño con sangre cayendo por sus manos y un par de cuerpos a su alrededor, a Sehun le parecía que esta era su versión retorcida y extraña del paraíso. Acercándose a él, tomó su rostro, acercándolo poco a poco.

 — ¿Ha salido bien, eh? —preguntó el mayor, susurrando. Habían disfrutado de aquello con un interés erso, todos los eventos ocurridos aquella noche habían sido grabados y enviado a Kyungsoo, que después los enviaría a ellos (eso era si no decidía quedarse con la cinta para ver su pequeña aventura con Jongin, una y otra vez).

 —De maravilla, Lu —respondió, mordiéndose el labio—, aunque me dolerá quemar este vecindarios, ¿Sabes? Primero tendremos que sacar un par de cosas de las casas y...

Luhan lo interrumpió, pasando su dedo por los labios del menos, ocasionándole esos agradables escalofríos de nuevo, solo que de una manera más intensa. —Lo primero es lo primero —dijo en un tono seductor, agarrándole por la camisa y besándolo.

Sehun no dudó en corresponderle ni por un segundo, tratando de acercar su cuerpo al del otro cada vez más. Un gemido salió de sus labios al sentir la fricción de sus cuerpos, y casi sin darse cuenta, se encontró sin camisa, tratando de quitarle los pantalones a Luhan. Él rió y de alguna forma, terminaron en el suelo. 

Sin saber como, terminaron sobre el cuerpo de una de las chicas, y Luhan lo apartó sin cuidado de ellos, sus manos volvieron a teñirse de rojo y al sentir la calidez Sehun volvió a gemir, sin disimulo. Se dieron la vuelta, esta vez quedando Sehun bajo Luhan, que desabrochaba los pantalones del menor.

 — ¿No te parece esto un poco mórbido? —preguntó, mientras movía la cabeza de Sehun para dirigirse a su cuello, metiendo una de sus manos entre los pantalones del otro.

Sehun sonrió, como si fuera niño que había acabado de cometer una travesura. — ¿No es esa la mejor parte?

 

 

 

N/A: Escribir esto último fue incomodo cuando mi papá decidió empezar a orar lol ;-; Además mis vecinos han puesto música popular a todo volumen...

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
bluecats
#1
baia baia se ve bueno uwu
bluecats
#2
baia baia se ve bueno uwu