Si le preguntabas a alguien acerca de Do Kyungsoo y Byun Baekhyun, recibías diferentes respuestas.

Son guapos, decían las chicas del instituto.

Son populares, decían los chicos del mismo.

Son un dolor de cabeza, contestaban los sirvientes de ambas mansiones.

Pero a pesar de cualquier cosa y cualquier persona, todos coincidían en algo: son los mejores amigos.

Sí los veías caminar por la calle, tal vez podrías no notarlo, pero para las personas que los ven y conviven día a día con ambos jóvenes, eso era más que obvio.

Mejores amigos, compañeros desde la infancia, casi hermanos.

Ninguno sabía lo que era la amistad pero lo descubrieron juntos. Kyungsoo que no había tenido ningún amigo verdadero y Baekhyun que nunca quiso confiar en nadie. Al final, a la fuerza y sin quererlo, descubrieron la amistad pura que unía sus caminos, junto a una persona que no esperaban y en la que menos pensaban.

Pero sucedió y llevaban siendo amigos por más de 10 años.

Si Kyungsoo necesitaba algo, Baekhyun estaba ahí.

Si Baekhyun le pedía ayuda, Kyungsoo se la prestaba.

Era apoyo mutuo. Era diversión, risas y montones de aventura. Era la confianza y el cariño que les faltaba, el que pudieron conseguir en esa otra persona.

Algo puro, algo casto, tal vez lo único bueno en sus vidas llena de mascaras y sonrisas falsas. Lo único valioso que tenían.

Y era tan sorprendente porque ¿Cómo dos personas tan diferentes podían ser mejores amigos? Sí, es cierto que Kyungsoo era menos efusivo que Baekhyun y que el rubio era un completo niño mimado, la mayor parte del tiempo.

Pero no eran tan diferentes, solo que nadie más lo sabía.

Solo con Byun, Kyungsoo podía ser completamente él mismo. Decir y hacer cosas que jamás haría o diría. Porque Baekhyun le daba esa confianza, le daba esa libertad. Sé quien quieras pero que sea conmigo.

Y solo Kyungsoo entendía a Baekhyun de una manera superior. Conocía sus gustos, sus aficiones, sus miedos y él conocía los suyos.

Quizá sea porque ambos pasaron por cosas similares, Kyungsoo húerfano de madre desde los 7 años y Baekhyun cuyos padres murieron cuando niño y fue criado por su tío; niños ricos a los que solo quieren por dinero, sin un amigo, sin cariño. Teniendo todo y a la vez nada.

Ahora se tenían a ellos.

Kyungsoo siempre dio gracias al cielo o a donde fuera, por haber conocido a su loco mejor amigo. Gracias a él está donde está ahora. Y no podía estar más en deuda con ese rubio chiflado.

Pero se le iba a olvidar todo lo endeudado que se sentía, si el tipo no aparecía en los próximos cinco minutos. ¡Lo llevaba esperando una hora! Y cuando llamó a la mansión Byun le dijeron que el joven había salido hace mucho y cuando le marco a Baekhyun, ni siquiera le contestó.

-¡Kyungsoo!- hablando del Rey de Roma, Baekhyun venía corriendo hacia él, con la nariz roja por el frio, una enorme sonrisa y dos cafés calientes en mano.

-Hasta que llegas, Byun- contestó algo molesto, tomando uno de los vasos y llevándoselo a la boca, buscando entrar en calor. Hizo una mueca de asco, demasiado amargo.

-Tonto, ese es el mío- entre risas, el más alto intercambio los vasos, entregándole a Kyungsoo el suyo, que era más azúcar que café.

Ignorando las ridiculeces de el otro, el pelinegro comenzó a caminar dentro del centro comercial donde habían quedado encontrarse. Baekhyun lo siguió sin afectarle ni un poco que Kyungsoo tuviese esa cara de amargado, pues él venía completamente feliz.

-¿No me vas a preguntar por qué estoy feliz?- le preguntó con una sonrisa. Kyungsoo bufó.

-Siempre estas feliz.

-¿No me vas a preguntar por qué estoy demasiado feliz?- insistió el rubio, exasperandoló. Ya había notado que el chico estaba más feliz de lo normal, pero sabía que al final Byun se lo contaría, preguntara o no.

-¿Por qué?- respondió cansado, mejor seguirle el juego a Baekhyun, que no lo dejaría tranquilo hasta que preguntara.

-¡Conocí al amor de mi vida!

Kyungsoo lo miró con una ceja alzada. ¿El amor de su vida? ¿Otra vez? Trató de reprimir su sonrisa burlona pero no lo logró.

-El to amor de tu vida en lo que va del año, querrás decir- le corrigió, recibiendo un golpe en el hombro de Baekhyun, más por haberle interrumpido la historia que por haberse ofendido realmente.

-Estoy hablando enserio- fingió una cara seriedad absoluta que le duró lo mismo que tardó Kyungsoo en reírse y él en acompañarlo- Bueno ya, el punto es que trabaja en la cafetería en la que compre nuestro café hoy, porque la otra estaba cerrada. Lo vi y fue amor.

-¿Un mesero?

-No- hizo una pausa dramática- un músico.

-¿Un músico? No… ¿otro músico, Byun Baekhyun?

-¡Oye! No he salido con ningún músico, lo más cercano podría ser Jinki, pero no creo que jugar al Guitar Hero cuente como carrera musical- Kyungsoo rodó los ojos ante su comentario.

-Me refería a Chanyeol.

Baekhyun frunció el ceño por medio segundo, y su sonrisa tembló un poco ante la mención de dicho nombre, antes de volver a su expresión feliz.

-Chanyeol tocaba el violín, eso no lo hace un músico..- Kyungsoo, quien también tocaba el violín, lo miró mal- O sea no esa clase de músico, sabes a lo que me refiero.

-Por desgracia, sí.

Entraron a una tienda de ropa para chicas, ganando varias miradas extrañadas y otras coquetas de las clientas.

-Buenas Tardes, ¿puedo ayudarles en algo?- se acercó una de las jovenes empleadas, con una sonrisa.

-Un vestido- respondió Kyungsoo, mirando las prendas.

-¿Qué tipo de vestido?

-No tengo idea ¿uno de fiesta?-le preguntó al rubio, este se encogió de hombros.

-A Joy le gustan las flores y los encajes.

-A ti te gustan las flores y los encajes- gruñó el más bajo. Baekhyun sonrió.- Algo con flores y encajes.

La chica asintió con una sonrisa antes de retirarse por el pedido. Ambos chicos siguieron mirando la ropa, tal vez podrían comprarle algo más a la chica, que cumplía años al siguiente día. Byun siguió con su relato.

-Como te decía, es el vocalista de una banda que toca en esa cafetería ¡Son asombrosos! Lo vi mientras cantaba y me quedé prendado- relataba con entusiasmo excesivo. Aunque Kyungsoo siguiera viendo vestidos, sabía que tenía su atención.- terminó la canción y vinó a mi mesa…

-Te fuiste a comer mientras yo te esperaba en medio del frío- no era una pregunta y Baekhyun sonrió culpable.

-Fueron unos minutos..

-Te tardaste una hora.

-Lo que sea, el tipo estaba buenísimo. Tenía toda ese look tan rockero y el aura de "Soy un jodido bad boy, perras" ¡me enamore! Y es alto, con buen cuerpo y su cabello era tan wow y ¡Oh dios! ¡su sonrisa! ¡Kyungsoo debiste ver su sonrisa!- lo tomó de los hombros emocionado.

-Okay, okay, estaba guapísimo. Nos quedo claro a todos en la tienda, ¿qué paso despues?

-Platicamos un rato, sobre cualquier cosa y me preguntó qué haría mañana...

-La fiesta de Joy- le recordó, temiendo que el rubio los dejara plantados para irse con su nueva conquista.

-Mañana en la noche- continuó- me invitó a salir, iremos despues de la fiesta de Joy.- sonrió casi dando brinquitos en su lugar.

-¿A donde te llevara?- Baekhyun no pudo responder pues llegó la chica con los vestidos que le habían pedido.

-Tenemos estos vestidos, que son de nuestra nueva colección…

-Estos cuatro, talla 5.- Kyungsoo no la dejó terminar, una ojeada a las prendas y supo cuales le gustaría a su prima tener. La muchacha asintió y se dirigieron a la caja a pagar.

-Dijo que veríamos a donde ir, será improvisado- contestó el más grande una vez salieron de la boutique.

-Hmm.

Caminaron a una tienda de crepas que estaba más adelante, Kyungsoo escuchando como su amigo hablaba maravillas del chico al que había conocido. Si era sincero, estaba feliz por él. Hace mucho tiempo que no veía a Baekhyun tan emocionado y menos por una persona.

"Quizá esto será algo bueno en nuestras vidas" pensó Kyungsoo.

-Y a todo esto ¿cómo dijiste que se llamaba el sujeto- preguntó el pelinegro mientras esperaba su crepa de banana y chocolate. Baekhyun sonrió cayendo en cuenta que no había dicho el nombre del objeto de sus deseos y sonrió aún más al recordarlo.

-Jongin. Se llama Jongin.

Pero Kyungsoo no sabía que era todo lo contrario.

Sus vidas ya no serían iguales.