Domingo por la tarde

—Sólo tienes que mirar hacia la cámara, como si fuera una entrevista. —Se escuchó una voz detrás de la cámara, la cual capturaba a una mujer mayor que parecía aguantarse la risa por las acciones de su hija.

—Si me grabas demasiado te gastaras toda la batería, y me supongo que molestaras a tus abuelos queriendo grabarlos todo el tiempo.

La camarógrafa inflo los mofletes, apagando la cámara quejándose por lo bajo.—Uhm…—Miro a su madre, la cual despeino a la chica para después levantarse. — Ve y empaca tus maletas, busca a tu hermana para que haga lo mismo.

Jessica asintió. Era la hija mayor, tenía quince años de vida y estaba profundamente obsesionada con captar su entorno con un click de su video cámara. Busco los cables y la conecto para tener suficiente batería para poder grabar el recorrido. Bostezó un poco, subiendo las escaleras para buscar a su hermana, Krystal.  Ella estaba navegando por internet hasta que escuchó el crujido de la puerta al abrirse y pudo divisar a Jessica asomándose por ella.

—¿Ya terminaste de empacar? El tren sale esta noche y llegaremos mañana temprano, no queremos impacientar a nuestros abuelos.

Krystal suspiró, cerrando la tapa de su computadora y negando con la cabeza. — Jessica, ni siquiera sabemos cómo son…—La mayor revoleó los ojos.

—Por supuesto que no lo sabemos, nunca los hemos visto. —Agregó como si fuera obvio, acercándose y sentándose en el rincón del sofá, dándole unas palmaditas en la espalda a su consanguínea. — Es por eso que vamos, mamá debe conocer a otras personas y tener un descanso de nosotras…sabes que ella ha ido a terapia desde que nuestro padre se fue de la casa y ella peleó con los abuelos. Además de que es posible que tenga otro pretendiente, ¿O acaso no te agrada el hombre con el que está saliendo mamá?

Krystal bajo la mirada inquieta, torciendo los labios. — No es que no me agradé, simplemente…olvídalo, está bien. Terminaré de empacar pero necesito estar sola. —Masculló, a lo que Jessica asintió saliendo de la habitación.

Krystal no pudo evitar reprimir una mueca, mientras guardaba su ropa y demás en la maleta, volteando hacia la puerta cuando escucha el llamado de su madre. Cerró la maleta y bajo las escaleras, viendo a Jessica grabando con la videocámara y a su madre en el sillón, pues tal parecía que Jessica esta vez había logrado convencer a su madre de dar detalles.

 —Krystal, quédate al lado de tu hermana, no podré dejarlas personalmente debido a que no creo que sus abuelos quieran…—La mujer río amargamente, buscando las palabras indicadas. — Verme, sin embargo debo darles precauciones y descripciones para que los reconozcan cuando las vayan a recoger en la estación de tren.

Jessica sonrió mostrando interés, sin embargo Krystal muy apenas cambio su expresión, sentándose en el sillón de manera perezosa.

—A su abuela le gustaba mucho cocinar galletas…recuerdo que cuando yo era niña solía bajar a escondidas en la noche para robármelas. —Se río, recordándolo. —preferiría que cuando ustedes estén con ellos no mencionen mi…independencia, ¿Está bien? Eso sería todo…

—¿No quieres dar más detalles? —Preguntó Jessica, a lo que la ‘’entrevistada’’ negó.

—No, apaga eso ya. Tengo que irlas a llevar a la estación, será un viaje largo en tren, así que vayan preparándose.

Domingo por la noche.

Ya habían abordado y estaban sentadas en la cabina correspondiente, Jessica asomó su cámara por la ventana, grabando a su madre la cual hacia varías muecas graciosas y fingía estar corriendo para alcanzar la ventanilla de ambas, cosa que incluso logró hacer reír a Krystal.

Cuando el tren se alejó lo suficiente su madre se quedo ahí sonriendo de manera nostálgica para después regresar a su casa, todo estaría bien, había avisado a los abuelos que sus nietas la pasarían con ellos con una semana de anticipación.

Todo saldría bien.

¿No?