Jueves

Despertaron en la mañana, Krystal ya había empezado a intentar contactar con su madre mediante el celular. Jessica en cambio, estaba callada, cogió la videocámara y fue directamente hacia la puerta, siendo detenida por la voz de su hermana la cual, sonaba nerviosa y hasta cierto punto desesperada.

—¿A dónde crees que vas?

—Voy con la abuela.

—¿Estas bromeando? Esta loca por dios, Jessica, tu misma lo viste anoche.

—Esta enferma. —Le corrigió, gruñendo por lo bajo para agarrar la manilla de la puerta y girarla, dispuesta a seguir su camino, Krystal se levantó desde donde estaba y puso su mano en el hombro de Jessica, la cual ni se inmuto, sólo detuvo sus acciones y espero a que dijese algo.

—Por favor…

—Tome mi decisión Krystal. Vine aquí con un propósito y lo cumpliré, haré que los abuelos perdonen a nuestra madre. Grabare eso y luego, nos vamos el sábado.

La menor gruño, soltando bruscamente a su hermana y regresando a ver la pantalla de la computadora con los labios torcidos y el entrecejo fruncido, notablemente molesta por la terquedad e ingenuidad de Jessica.

Jessica en cambio, no le tomo importancia. Bajo las escaleras viendo a su abuela en la cocina limpiando la mesa, en cuanto la anciana se giró a encararla, esbozó una sonrisa amable, era como si…fuese una persona completamente distinta al ser que solían ver por las noches.

—¿Necesitas ayuda, abuela?

La anciana asintió con la cabeza. — Ya estoy un poquito vieja y no puedo limpiar bien el horno. —Continuó. — ¿Podrías entrar y limpiarlo desde adentro?

Jessica se extraño un poco, sin embargo sonrio y asintió con la cabeza, abrió el horno viendo que estaba apagado así que no habría peligro, asomo la cabeza y cogio el trapo, apoyando la rodilla en la puerta limpiando el perímetro que alcanzaba.

La abuela observaba sus acciones, sin embargo después de unos pocos minutos hablo.

—Pero hija, entra completamente, quiero que este bien limpio.

Jessica paso saliva nerviosa, obedeciendo y entrando, sentía miedo pues, en lo más recóndito de su imaginación, podía presentir que su abuela en algún momento u otro se transformaría en su mayor pesadilla y que, sin previo aviso cerraría el horno y lo prendería.

Sin embargo, aquello sólo era imaginación de una pequeña niña sugestionada.

Cuando termino, salió del horno, limpiándose el sudor de la frente, su abuela sonrio agradeciéndole el gesto y cerro el  horno con Jessica afuera, finalmente, Jessica pronuncio palabra.

—Me gustaría hacerle una entrevista, ¿Cree que se pueda?

La mujer parecio pensárselo un poco, pero finalmente acepto sin pretextos, ambas fueron a la sala, Jessica puso una silla frente al sofá mientras prendia la cámara y enfocaba a su abuela sentada frente a ella.

—Abuela, ¿Podrías decir algo sobre mamá? A mi y a mi hermana nos gustaría mucho que las cosas se arreglaran entre ustedes así que….aquí realmente la pregunta es; ¿Has perdonado a mamá?

—No…ese tema no. Largo, largo, largo…

La abuela se puso tensa, inmediatamente sus ojos se dispararon de un punto a otro, estaba respirando rápido y su expresión era de confusión y terror, Jessica se alarmó un poco.

—Abuela, ¡Tranquila! Yo…yo no quería sacar ese tema sólo…Espera, espera…te contare una historia.

—¿Una…una historia?

Su abuela poco a poco se calmó con lo último.

—Había una niña que…se fue de casa de sus padres porque creyó haber encontrado el amor sin embargo…aquello no era más que una simple ilusión, ella paso por mucho dolor y sufrimiento, yendo a medicarse seguido y con la culpa dentro de ella. —Hizo una pausa, notando que su interlocutora estaba tranquila. — Todas las noches, ella llora y se arrepiente de dejar a sus padres, tiene temor de volver con ellos y que no la reciban, porque siente que ellos la odían y que no merece ningún perdón…Abuela, ¿Tu…tu perdonarías a esa niña?

La abuela, conmovida sonrió, sus ojos estaban cristalinos.

—¿La niña esta muy arrepentida?

—Si, lo esta.

—…Creo…que si la perdonaría.

Finalmente Jessica detuvo la grabación, tenía el elixir de curación.

Jueves por la tarde

Krystal seguía igual que en la mañana, en todo el día no había querido cruzar palabra con Jessica sin embargo tenía la capacidad de no resultar sospechosa y convivía de vez en cuando con sus abuelos, ellos habían salido de la casa para dar un paseo en el bosque cerca de ahí, por lo que ella y Jessica se quedaron solas.

De pronto escucharon que alguien llamaba a la puerta, Krystal se levanto del sillón debido a que sabía que Jessica estaba ocupada. Se acerco a la puerta y abrió, viendo a una chica un poco similar a ella, que tenía una caja de regalo entre sus manos, la visitante pareció sorprendida por su prescencia, sin embargo inmediatamente sonrió.

—Hola cariño, ¿Tus abuelos están por aquí?

Krystal negó.

—Vale…—Extendio la cajita, a lo que Krystal la recibió tímidamente sin saber que decir. — ¿Podrías decirles que es de parte de Im Yoon Ah? Y que vayan pronto al hospital hay unas…noticias un poco inquietantes. —Lo explico con suavidad, a lo que la menor asintió. — ¡Muchas gracias!

Dijo ella, yéndose apenas agradeció. Krystal se quedo con la duda sin embargo, entro de nuevo a casa y dejo la caja en la mesa, al parecer era un pastel o algo así.

—¿Quién era?

Pregunto Jessica.

—Una chica…creo que conocía a los abuelos, pero no estoy segura.

Jessica se encogió de hombros, para luego mirar su cámara, ya había guardado todas las grabaciones en su computadora y borrado todas las tomas que quedaban en el aparato visual, por lo que ahora tenía más espacio.

Se levanto, yendo hacía el estante donde habían muchas fotos y adornos, apartando algunos de ellos y poniendo la videocámara ahí, tapándola con lo mismo que había apartado sin embargo, dejando espacio para que el lente pudiese enfocar.

—¿Qué estas haciendo? —Krystal se acerco, frunciendo el ceño.

—Dejare esta cámara grabando en la noche…No puedo seguir con la duda.

Krystal no se negó, por primera vez Jessica tenía una buena idea en todo el tiempo desde que habían llegado.

Viernes por la mañana

Jessica se levantó temprano, para ir hacia donde había dejado la cámara y subir rápido a su habitación sin que sus abuelos se dieran cuenta.

Reprodució el video con ansias, Krystal se acerco también para ver.

A partir de las 11:03, la cámara pudo captar