Después de varias horas de vuelo, finalmente llegaron a destino. En el transcurso del viaje, Tyler se la había pasado revisando facturas, llevaba el control de dinero que se gastaba en la empresa. A él no le gustaba perder, y si faltaba un centavo hacía un drama por ello.
Jessica por su parte había decidido dormir, andaba corta de tiempo últimamente y lo necesitaba. Sólo esperaba que estas mini vacaciones fueran para descansar y que su acompañante no salga con temas de trabajo.

Al descender del avión, se dirigieron en busca de las valijas en el interior del aeropuerto.
El plan era ír directamente a casa de la familia Jung; los padres de la fémina los esperaban a ambos para almorzar todos juntos.
Cuando salieron del aeropuerto, Tyler alzó uno de sus brazos para hacerle señal a un taxi; el conductor bajó del vehículo y guardó una de las valijas en el capot y la restante fué a parar al asiento trasero junto con Jessica. Seguido Tyler subió al lugar de copiloto justo antes de que el señor taxista abordara su móvil. Este se puso en marcha y luego de indicarle la dirección, partieron rumbo a la casa.

El transcurso de viaje hasta la casa, no era muy largo, sólo fue cuestión de veinte minutos quizás, mas tardar veinticinco.
Cuando finalmente llegaron, el muchacho se ocupó de pagar y bajaron del auto. De repente la puerta principal se abrió y la madre de Jessica salió casi corriendo a recibir a su hija y a su yerno.

—Ohh, ¡era hora de que llegaran!. —le dijo apretujando entre sus brazos a la pareja.

—Ay mamá, sólo han pasado algunas horas desde que hablamos por ultima vez. —mencionó Jessica esbozando una sonrisa delicada.

El padre de la antes nombrada salió tiempo después, pero no estaba solo; alguien seguía sus pasos por detrás.
Jessica no pudo visualizar quién era porque la estatura de aquella persona no se lo permitía; pero cuanto el hombre se hizo a un lado, dejó al descubierto a su hija menor, SooJung, o como otras personas la llamaban. Krystal.

Soojung y Jessica no se veían desde hace un buen tiempo, ambas ocupadas con sus diferentes asuntos cotidianos de la vida y laborales por igual.
Antes de que sus calendarios las separaran, ellas mantenían contacto a menudo. A la hora que fuera, en un pequeño rato libre que tuvieran, la que podía llamaba a la otra. Pero todo eso acabó cuando su agenda se vieron apretadas. Ya no había tiempo.
Desde entonces pasaron como dos meses que no hablaban o se veían; lo que resultaba un poco incómodo.

Al ver a Jessica, Soojung corrió hacia ella y la abrazó felizmente; estaba mas que claro que a la menor de las hermanas no le agradaba Tyler, así que solo lo saludó de lejos con un áspero "Hola".
Todos entraron a la casa, apenas se ingresaba se podía ver el living comedor; la mesa ya estaba arreglada, lista para el almuerzo. El sabroso aroma de la carne asada inundaba el ambiente.

—Acomódense por favor. —dijo la madre— Chicos dejen sus valijas en las habitaciones. Cariño tu déjala en tu habitación, Tyler te he preparado la habitación de huéspedes, es la que está aquí abajo. Ve por el pasillo y encontrarás la puerta allí. —le indicó la señora Jung a ambos.

Cada uno fué por su lado y Soojung siguió a Jessica por detrás.
Al llegar a la habitación la menor cerró la puerta detrás suyo.
—¿Cómo has estado?. —preguntó a su hermana mayor.

—Muy bien, ¿Y tu?. —respondió a la vez devolviendo la pregunta. Un silencio incómodo pero corto se hizo presente en la habitación, luego de oír a su madre llamarlas desde la sala.
—Escucha SooJung, lamento mucho no poder volver a comunicarme contigo. —comenzó a hablar, pero Krystal interrumpió su discurso.

—No, no te preocupes, todo está bien. Después de todo, yo tampoco te llamé o lancé señales de humo.