Junhyung

 

Un nuevo día y la misma rutina. O casi.

 

“Hyung~~ ¿Te importa sacar la basura cuando salgas? Ayer se me olvidó y hoy tengo que ir primero a hacer unas copias de unos apuntes...” Dongwoon me gritaba desde su habitación.

“¡Yah! ¡Dongwoonah! Sabes que el contenedor no me pilla de camino” Me asomé por su puerta.

“Será sólo un momento... Y hoy no tienes tanta prisa... ¿Porfa?” Me estaba poniendo esa carita de pena, esa que nunca fallaba. Maldito.

“Está bien, está bien, pero no pongas esa cara otra vez” Dije volviendo a mi habitación. Como odiaba que me hiciera eso.

 

Me puse la cazadora, cogí la mochila y fui a por la dichosa bolsa de basura.

 

“¡Me debes una!” Le grité mientras salía por la puerta.

“Yeah, yeah~ Lo que sea hyung~” Le escuché decir mientras cerraba la puerta y me ponía en camino hacia el contenedor.

 

No sé cómo pero siempre me dejo engañar por ese idiota. Y vaya vuelta más tonta he tenido que dar. “Nunca aprenderás Junhyung, nunca...” De camino al metro unos gritos pidiendo auxilio llamaron mi atención y me acerqué asustado al parque infantil que tenía a escasos metros de mí.

 

“¿Pero qué narices...?”

 

 

Kikwang

 

Empieza un nuevo día, pero parece que este va a ser largo y complicado. Yoseobie no se siente nada bien. Parece estar sufriendo mucho, y yo no sé que hacer para ayudarle.

 

“¡Ayuda!” “¡Ayuda por favor!” “¡Que alguien nos ayude!” Gritaba todo lo fuerte que podía sin separarme demasiado de donde Yoseobie dormía.

“Kwangie... Duele... Duele mucho... ¿Voy a morir?” El pobre Seobie me preguntaba mientras se encogía cada vez más.

“No digas tonterías, no te va a pasar nada. Mira, parece que alguien me ha oído. Aguanta un poco más” Le dije mientras salía de nuestro escondite bajo los arbustos.

 

“¡Ayu..”

 

 

 

Y fue en ese momento cuando nuestra vida cambió.