¿Cómo empezamos?
Me arriesgué y dije “¡Hyung!”.

Juro que mi intención no era enamorarme, mucho menos yo enamorarlo. Pero la vida siempre sale con sorpresas.

No sabía que él había pasado por un mal momento, aún lo estaba, de hecho. Él quería desaparecer… Pero yo llegué a “salvarlo”, aunque eso lo supe después. ¿Qué hubiese pasado si nunca le hubiera hablado? No quiero ni pensarlo.

Íbamos a tomar un helado, pero terminamos yendo a comer (con lo hambriento que soy). Me abrió la puerta y me corrió la silla (si, aún recuerdo esos detalles).
“¿A dónde quieres ir ahora?”
“Al espacio.”
“No creo que me alcance para ir al espacio…”

Fuimos al parque. 

Él me dijo que llevaba tres meses en este lugar, y hablamos de otras tonterías mientras él me empujaba en el columpio, sentía que estaba volando. Yo también intenté empujarlo pero no pude hacerlo volar…

Regresamos al dormitorio (yo me hice el cansado para que él me cargara, creo que soy muy buen actor.)

Luego vimos una película de terror… incompleta porque a mí me dio mucho miedo y no pudimos terminarla.

Después de eso él quería obligarme a dormir, pero yo no quería hacerlo, no quería hacerlo porque quería seguir con él, quería hacer cosas con él, compartir cosas con él… Y ahí estábamos los dos recostados en su cama, bromeando y haciendo tonterías… Entonces él, de la nada, besó mi mejilla. Mi cara se puso roja, me sentí como un tonto. Así que después de eso, besé su frente.
“¿Me quieres hacer competencia hasta en eso, saeng?”
“Hmm… tal vez.”
“No puedes.”
“¿Y eso por qué?”
“Porque podrías perder.”

Se acercó mucho a mí, mucho. Podía sentir su respiración, y sin pensarlo, yo… besé sus labios rápidamente, estaba totalmente apenado, jamás había besado a alguien. Igual según él, yo “perdí” (pero eso fue porque me rendí, en realidad no perdí, que quede claro).

Pero él tampoco se quedó de brazos cruzados… Después, el robo un beso de mí, ¡Lo robo! Robar es ilegal, por cierto… Aunque debo admitir que me gustó, jamás alguien me había besado, quería conocerlo más, y que me besara más… Pero eso él no podía saberlo, aún no, era muy pronto.
“¿Hyung, por qué hiciste eso?
“Por nada, sólo me diste curiosidad.”

Debo admitir que quedé algo decepcionado por su respuesta… “Me diste curiosidad” ¿Qué se supone que significa eso?! Cuando a mí me da curiosidad un insecto, no voy y le doy un beso… Aunque después logré entender a qué se refería.
Después de ese beso vinieron otros, y otros (y estoy seguro de que esos no fueron “por curiosidad).

Definitivamente comencé a sentir algo por él, me gustaba. Pero ¿mis sentimientos eran correspondidos? Era algo que me preguntaba a mí mismo con frecuencia ya que él no lo demostraba de la misma manera. Hasta que un día, llegó a admitirlo, me puse feliz, pero lo que le siguió hizo que mi felicidad disminuyera, él no quería algo serio con alguien, no estaba listo, además estaba conociendo a más personas y, lo más importante, “aún no olvidaba a su ex.”

Los ex novios son personas peligrosas.

Así que me desilusioné, aunque no lo demostré mucho, después de todo entendía el porqué de 
sus acciones.

Y estuvimos así por varios días, yo no tenía muy claro qué éramos, nos besábamos, nos hacíamos cariñitos, pero aun así no éramos nada formal, me parecía muy extraño. Hasta que un día logré percatarme de que a él le gustaba alguien más, y en efecto, él me lo confirmó. 

Obviamente me puse triste de nuevo, pero tampoco podía culparlo ya que las emociones son algo que no se puede controlar, esa frase se la dije algunas veces y hubiera sido muy patético contradecir mi propio consejo.
“¿Quieres que te de tu espacio, Ricky?”

Pero yo no quería, yo sólo quería estar con él aunque tenía claro que no era la única persona en su vida (aunque él sí lo era en la mía). A pesar de aquello seguíamos comportándonos de la misma manera, pasaron varias semanas y un día él se enfermó, yo me ofrecí a cocinar una sopa para él, porque una vez leí por ahí que la sopa ayuda cuando alguien se enferma, y a mí no me gusta que él esté enfermo.

Me encontraba cortando algunas zanahorias, cuando él me hizo una pregunta.
“No me comentaste si encontraste a alguien especial en tu vida o ¿Aún no?”

No sabía si mentirle o decirle la verdad, pero mentir es malo así que opté por la segunda opción.
“Tú eres especial, lo sabes.”
“¿Ah sí? ¿Qué tan especial?”
“Él más especial, supongo.”

Y fue ahí cuando contestó algo que me hizo sumamente feliz.
“¿Sabes algo? Voy a arriesgarme, quiero acercarme más a ti, saeng.”

Eso fue algo que valoré mucho, ya que yo sabía su situación, sabía que él tenía miedo, sin embargo, él iba a arriesgarse por mí, sólo por mí… No quería formalizar aún, pero se supone que íbamos a hacerlo en un futuro.

Pero… de inmediato recordé que a él supuestamente “le gustaba alguien más”.
“Hyung, ¿no te gustaba alguien más? Pensé que no estarías preparado para esto…”
“No, no lo estaba, pero te lo dije por un motivo grande.”

¿Cuál era el motivo grande? Claro, la persona peligrosa, su ex. Ese chico le había dicho que no podía salir conmigo porque yo era su mejor amigo. ¡Ja! También había mandado amigos suyos a espiarme, que cobarde. Así que él había dicho eso para protegerme, de alguna manera me sentí especial ya que él me había protegido. Así que lo acepté. Él había hecho lo correcto, y me dijo que se sentía tranquilo conmigo.

Ese mismo día, hicimos el amor, yo nunca lo había hecho, más bien el me enseñó a hacerlo, por decirlo de alguna manera. Después de hacer eso me sentí más conectado, cómo si una parte mía se hubiera quedado con él al terminar aquel acto. Y quería hacerlo otra vez, con él, sólo con él, era en único que despertaba eso en mí (y lo sigue siendo).

Soy una persona celosa, lo admito, es uno de mis mayores defectos, y él logró darse cuenta de eso, pero aun así me quería. Nuestra vida como “pareja informal” me gustaba mucho, me hacía bastante feliz, yo no podía esperar a que fuéramos una pareja formal, odio esperar, aunque por él, estaba dispuesto a hacerlo, valía mucho la pena.

Le dije que quería un perrito y minutos después ya estábamos yendo a comprarlo… Fue aquel día, aquel día ocurrió ese suceso, no quiero acordarme, admito que aún me dan ganas de llorar al hacerlo, ni siquiera quiero escribirlo, pero debo hacerlo, ya que es parte de nuestra historia, y todas las historias, queramos o no, tienen una parte mala, es la que 
viene a continuación…

“Saeng...debo ser sincero contigo sobre mi ex. Yo.....aún sigo queriéndolo y realmente quisiera cambiar mis sentimientos por él, pero, no quiero lastimarte al decirte todo esto, aunque de seguro ya lo hice.”

¿No quería lastimarme?! ¿En serio?! ¿No quería lastimarme? Muy tarde. Por un instante se me cruzó la idea de que eso fuera una broma pesada, el solía bromear, para mi mala suerte, 
claro que no era una broma.

¿Ahora te das cuenta por qué dije que los ex son personas peligrosas?

"Lo bueno dura poco." Había escuchado esa frase, sin embargo nunca creí que fuera verdad... Porque las cosas buenas uno las cuida más ¿no? Y por eso es muy difícil que duren poco tiempo... Pues estaba equivocado, creo que la frase que aplicaría en nuestro caso, es: "Demasiado bueno para ser verdad." Si, supongo que todo era muy bueno, supongo que me ilusioné bastante rápido y que lo quise más de lo que debía quererlo.

No lo entiendo, todo iba tan bien, era casi perfecto... Me estaba llevando a comprar un perrito, íbamos a comprarlo juntos... Y de la nada todo se esfumó, los planes que tenía con él, todos los besos que íbamos a darnos, las caricias, las risas... así de rápido se fue todo. Incluso pareciera que todo lo que vivimos fue un sueño, pero yo no quería ser despertado tan rápido, tan repentinamente... Quería seguir durmiendo, soñando...

Estaba triste, decepcionado... No podía creer que él me había DEFENDIDO de aquella persona antes, pero ahora me estaba cambiando por él... Por "el enemigo".

Y yo sólo me preguntaba: "Changhyun, ¿Qué fue lo que hiciste mal? ¿En qué te equivocaste? ¿En qué fallaste?" Y me sentí como un fracaso, sentí que no era lo suficientemente bueno, y lloré y lloré... derramé tantas lagrimas en varias ocasiones (no frente a él... no quería que me viera de esa manera), me arrepentí de muchas cosas, mi mente era un desastre y mi corazón, ese ni se diga... Lo peor es que no podía odiarlo, ni siquiera podía culparlo. Me sentía idiota, impotente y dependiente de él.

Yo sólo respondí con un “está bien”, aunque claramente no lo estaba. Y así fue como él me dejó, me cambió… Pensé en irme de aquel lugar, porque ¿verdaderamente podía soportar el verlo con alguien más? Por suerte un buen amigo me detuvo y me dijo que no me fuera.

Recuerdo que todos los días veía que él estaba conectado, tenía la esperanza de que el me hablara y me dijera que todo había sido un mal sueño o que regresara conmigo, pero aquella esperanza se fue esfumando día con día. Yo no le hablaba porque no quería ser una molestia, después de todo él me había dejado por una razón. Y no entendía por qué me sentía tan mal, de verdad, me sentía sumamente mal, nunca pensé sufrir tanto por ello, sin embargo lo hice, y juro que no estoy exagerando.

¿No es irónico que la persona que más feliz me hacía, ahora fuera el motivo de mis lágrimas? 
No, no lo es, se llama amor. 

Aun así yo jamás hablé mal de él, jamás lo maldije, jamás le deseé el mal, al contrario, yo esperaba que el fuera muy feliz, incluso 
aunque no estuviera a mi lado.

Intenté conocer más personas, intenté querer a alguien cómo lo quería a él, pero simplemente no pude, porque yo no quería a alguien como él, yo lo quería a él.
Conocí a este chico, el chico al cual le conté lo que había sucedido y el chico que dijo haberse enamorado de mí al poco tiempo, pero yo sólo lo veía como un amigo... No era capaz de ver a nadie más con los mismos ojos con los que veía a Joe, incluso si ya no hablábamos.

Con el tiempo fui mejorando y ya no me sentía tan triste, aunque la tristeza siempre estaba ahí.
14 de agosto. No sé por qué recuerdo tan bien esa fecha. El día en el que él se hizo novio de alguien más, alguien que no era su ex. Esa fue la gota que derramó el vaso. Me había dejado , supuestamente, por su ex, pero ahora tenía una relación con alguien que ni siquiera era él, con una persona totalmente diferente, me sentí engañado y burlado. Ahora si, me enojé, cayeron más lágrimas, y en un impulso, decidí retirarme de aquel lugar, era demasiado para mí estar ahí, así que lo anuncié, yo no esperaba que alguien me detuviera, después de todo no tenía muchas amistades ahí…

"Después de la tormenta, viene la calma."

Alguien me detuvo, y no sólo alguien, era él.
“Por favor no te vayas [...] yo te quiero, Ricky.”

Y sólo esas palabras bastaron para convencerme de que me quedara (aunque si me lo hubiera pedido alguien más, no lo hubiera hecho).
Él aún me quería, aún no me había olvidado, aún pensaba en mí. Pero yo estaba confundido, si aún sentía todo eso ¿por qué no me lo hizo saber? ¿Por qué no me habló? Después de estar hablando varias horas logré perdonarlo y nos reconciliamos. Al cabo de un corto periodo de tiempo, nuestra relación volvió a ser como era antes, incluso nos besamos de nuevo... hicimos el amor otra vez... y recuerdo que a pesar de todo lo que había ocurrido, yo aún sentía mariposas en el estómago al estar con él, mi corazón aún palpitaba más rápido al tenerlo cerca.

“Te amo.” Me dijo un día, esas dos palabras que jamás creí que saldrían de sus labios, al menos no dirigidas hacia mí, y yo también lo amo, creo que lo amaba desde hace tiempo pero no me di cuenta porque nunca había sentido algo así.
Pero había un problema… su novio. Él no quería lastimarlo, ese chico había confundido su amistad con algo más, y Joe, al recibir aquella propuesta, no tuvo corazón para negarse. Terminó con él días después, e inmediatamente al hacerlo, me dijo:

“Tú eres mi novio ahora.” No me lo pidió, sólo me lo dijo. Ya éramos “pareja no formal” de nuevo, y yo, como la primera vez, no podía esperar a formalizar.

24 de agosto. Esa es la fecha en la que oficialmente nos hicimos pareja, nuestra fecha especial.

Tuvimos algunas peleas gracias a mis celos y a su carácter, pero al igual supimos salir adelante, sólo una de ellas fue grande, yo me puse celoso de cierta persona por algo que llegué a ver, era de esperarse, las cosas se salieron de control y fue todo muy feo, pero pudimos arreglarlo... A mí no me gusta pelear y no quiero que se repita, así que por eso ambos estamos cambiando, por nuestro propio bien.
Incluso el me contó que lo hice llorar varias veces... ¡varias veces! yo no sabía que lo había hecho llorar y ya no quiero que llore por mi causa (a menos que sea de felicidad). También supe que el estaba planeando desaparecer, pero yo llegue en el momento perfecto, y gracias a mí, decidió quedarse. Por eso el dice que yo "lo salvé". Yo siempre voy a salvarlo.

Cumplimos un mes, fue un gran logro sobre todo para él, ya que sus relaciones pasadas no habían durado tanto tiempo. Nos mudamos juntos, con nuestros bebés (nuestra casa es muy bonita, tiene piscina), ahora compartimos cuarto, y cama, me gusta eso porque a mí no me agrada dormir solo.

El 3 de octubre, me pidió que me casara con él, a lo cual yo acepté de inmediato, sin dudarlo ni por un segundo y con gusto (debo admitir que mi mano se ve más linda con aquel anillo). Mucha gente puede decir que “es muy pronto” pero no nos importa, porque ambos estamos seguros de que queremos un futuro juntos. 
Nuestro amor es grande, bastante grande…

Hace poco cumplimos dos meses y él me llevó a ver las estrellas, por alguna razón brillaban mucho ese día... las estrellas me recuerdan a él. El próximo mes es nuestra boda, ¡ya quiero vernos a los dos en traje! Estoy muy feliz, él me hace muy feliz, él es mi felicidad, mi persona especial… Es mi todo. No puedo imaginarme una vida sin él.

Hemos pasado momentos muy especiales juntos. Jamás imaginé sentirme así por alguien, decir "te amo" todos los días y comportarme de una manera cursi, pero gracias a él ahora soy así. 

El sólo hecho de pensar en nuestra vida juntos, en la familia que formaremos, hace que mi corazón lata tan rápido que parece que va a salirse de mi pecho.

Lo amo, jamás me cansaré de decirlo, mi malvavisco, mi pollito, mi “lápiz”, mi babo, mi feo, mi futuro esposo… Aprendí muchas cosas de él, aprendí a amar, y aunque suene feo, también a llorar... Pero aún faltan cosas por aprender, aunque para eso no hay prisa, porque aún nos queda mucho tiempo juntos.

No sé que haría si lo perdiera de nuevo, es algo que no quiero ni pensar. Quiero tenerlo a mi lado por siempre… Que esta felicidad nunca acabe, ver su sonrisa todos los días, aquella sonrisa tan hermosa, la más hermosa. Hacerlo reír, porque el saber que yo lo hago feliz basta para yo ser feliz también. Creo que estoy demasiado enamorado, es el efecto que él causa en mí, y me encanta. Aunque sea coqueto con sus amigos, aunque a veces se enoje con facilidad, aunque tenga esos "defectos" que el odia tanto, pero que a mí no me molestan para nada, al contrario, lo amo y lo seguiré amando para siempre.

¿Cometió errores? Si. Pero todos lo hacemos, al menos todos los humanos, los errores sirven para aprender, para saber que no hacer en un futuro, y sobre todo, aquel "error" cometido en el pasado, ha servido para unirnos mucho más, y saber apreciarnos, agradecer la presencia uno del otro...

Y esa es nuestra pequeña historia de amor, claro que pasaron más cosas entre todo esto, pero si me pongo a contarlo todo, jamás terminaría… 
La historia no tiene final, y eso es lo que la hace aún más especial, que aún la estamos escribiendo y lo seguiremos haciendo, y espero que nunca termine.

Y bueno ¿quién es “él”?

Eres tú, Lee Byunghun, tú que estás leyendo esto, aunque ya conozcas la historia al derecho y al revés, tú que me pediste que escribiera esto para ti, y espero no decepcionarte, tú, la persona de quien estoy enamorado, la persona que supo ganarse mi corazón en poco tiempo y no perderlo a pesar de las dificultades, y la persona que de igual manera me entrego su corazón, el cual prometo cuidar por siempre.

Gracias por existir, gracias por amarme, y... gracias por tomarte el tiempo de leer esta historia, espero haberte sacado una sonrisa con esto.

Le Byunghun, te amo… Pero eso ya lo sabes ¿no?

~Ricky