Mis pies corren por los pasillos de la escuela una vez que la campana suena  anunciando el recreo,  la adrenalina corre por mis venas amenazando con hacer explotar mi cuerpo, pero quizá no se compara por la manera en que  mi corazón late en mi pecho,  me escabullo  en la marea  de estudiantes eufóricos, es viernes y la primavera pone loco a todos, mientras Wheein grita mi nombre para tener cuidado, alzo mi manos dándole tranquilidad, estoy segura que ahora mismo ella está poniendo los ojos en blanco y negando con la cabeza ante mi actitud, yo solo tengo en mi mente un pensamiento: Moon Byul Yi

He estado enamorada de este cabezota desde hace un año atrás cuando su sonrisa inocente se escapó de sus labios, estrellándose en mis ojos, dejándome congelada, ¿cómo podría alguien ser tan hermoso?, bueno aparentarentemente si.

Pero tengo un problema, esta estrella que le gusta brillar escondida no se deja alcanzar, le he pedido en total 10 veces que salga conmigo, siempre me dice que no, pero es inevitable volverlo a intentar cuando este magnetismo que siento es imposible de ignorar,  pero soy Kim Yong Sun  soy  demasiado  obstinada, así que mis miradas obvias se encuentran en el patio del recreo con las de ella cada vez, ella la desvía siempre.

Moon Byul Yi era un año menor que yo, una estudiante geek, con este estilo de jeas y camisetas grandes, me hace querer arrastrarla al armario de utilería y confesarle mis sentimientos, éramos bastante diferentes, su silencio hacia ruido alborotador a mi ser extrovertido, me tenía como un cachorro tras su amo y no lo podía negar en absoluto, la ´popular Kim Yong Sun enamorada locamente de la geek y cerebrito Moon Byul Yi, no lo podía  era la verdad y yo era todo menos una mentirosa así que no fui nada sutil a mis emociones.

 

  Ya en la gran cafetería, la veo sentada con un café en frente,  leyendo un libro poco interesante, no es que yo sea una mala estudiante, era una regular con buenas notas para asegurar un lugar en la UNS pero ella, lo único que hacía era leer esos tontos libros, me acerco  con mi propio almuerzo, ella me mira por unos segundos para saber que era yo y luego vuelve a su libro, y en esos ligeros segundos, mi corazón se detuvo, una sola mirada, su rostro y esos labios solo me hacían viajar a un verano donde soy sostenida en sus brazos

– ¿Cuando aceptaras salir conmigo Moon Byul Yi?– ella sigue mirando su lectura entonces se lo saco de las manos – Ya te dije que no me interesa salir contigo– dice de manera molesta y vuelve a sacarme el libro – ¿Hasta cuando vas a rechazarme?– la miro directamente y una vez más ella desvía la mirada, estoy segura a ver visto un ligero sonrojo en esas ys mejillas de hámster – Hasta que me dejes en paz–  pero entonces yo la abrazo  en respuesta y ella salta ni bien lo siente, se levanta y se dirige hacia la salida – No me rendiré Moon Byul Yi– lo grito, no siendo ajenas a las miradas de los demás

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– Hasta cuando dejaras de acosar a Moon Byul Yi?– Wheein lo dice perezosamente mientras bebe la malteada de chocolate que esta frente a ella

Cada viernes después de clases ambas vamos a la heladería cerca de nuestra casa a beber malteadas y a pasar el rato, la heladería tenía este toque de los noventa que ambas amábamos,

– Hasta que me haga caso– digo mirándola con toda la convicción del mundo, mientras bebia malteada de fresa y comía un roll de canela – No te has puesto a pesar que en serio no le gustas y lo que haces es cuestionable legamente, quizá no le agradas eonni – Wheein esperaba mis reacciones dejando de tomar la malteada por un rato – No la estoy acosando, es que me gusta Wheein no sé qué hacer ya hice de todo siempre me rechaza– siento una punción de culpa estaba pensando tanto en mí que no pensé en ella quizá ella tiene razón