capitulo 5

Besos

Viejos Amantes, Nuevos Extraños...

tiffany

Los ángeles

En la Actualidad

17 Años

-Ella está regresando.

Tres palabras.

Tres palabras que enviaron mi vida en picada.

Tres palabras que me aterrorizaban.

Ella está regresando.

Miré fijamente a Yuri, mi amiga más cercana, apretando mis libros fuertemente contra mi pecho. Mi corazón despegó como un cañón y los nervios me abrumaron.

- ¿Qué dijiste?-susurré, ignorando a los estudiantes a nuestro alrededor en el pasillo, todos corriendo a su siguiente clase.

Yuri puso su mano en mi brazo.

-tiffany, ¿estás bien?

-Sí-respondí débilmente.

- ¿Estás segura? Te pusiste pálida. No te ves bien.

Asentí, tratando de ser convincente, y pregunté:

- ¿Quién...quién te dijo que ella estaba regresando?

-Wendy y Sooyoung-respondió-Estaba en clase con ellas y estaban diciendo que su papá ha sido transferido de nuevo aquí por la empresa-se encogió de hombros-Esta vez, para siempre.

Tragué.

- ¿A la misma casa?

Yuri parpadeó, pero asintió.

-Lo lamento, tiffany.

Cerré los ojos y tomé una tranquila respiración.

Ella iba a estar en la casa de al lado de nuevo... su habitación justo enfrente de la mía otra vez.

- ¿tiffany? -preguntó Yuri, y abrí los ojos. Su mirada estaba llena de simpatía- ¿Estás segura de que estás bien? Solo has estado aquí un par de semanas. Y sé lo que hará ver a taeyeon...

Forcé una sonrisa.

-Voy a estar bien, Yuri. Ya no la conozco. Dos años es mucho tiempo, y no hemos hablado ni una vez en ese tiempo.

Yuri frunció el ceño.

-tiff...

-Estaré bien-insistí, levantando la mano-Necesito llegar a clase.

Estaba alejándome de Yuri cuando una pregunta apareció en mi cabeza.

Miré hacia mi amiga por encima de mi hombro, la única amiga con la que había seguido en contacto en los dos últimos años.

Mientras que todos pensaban que mi familia se había ido de la ciudad para cuidar a la tía enferma de mi mamá, Yuri sabía la verdad.

- ¿Cuándo?-reuní el coraje de preguntar.

La cara de Yuri se suavizo cuando se dio cuenta qué quería decir.

-Esta noche tiff. Llega esta noche. Wendy y Sooyoung están regando la noticia para que las personas vayan al campo esta tarde para darle la bienvenida. Todos van a ir.

Sus palabras se sintieron como una daga punzante en mi corazón.

No había sido invitada.

Pero, de nuevo, no debería estarlo.

Deje Los ángeles sin una palabra.

Cuando volví a esta escuela, sin estar del brazo de taeyeon, me volví la chica que siempre debería haber sido, invisible para el grupo de los populares.

La chica rara que usaba moños en el pelo y tocaba el violonchelo.

Nadie, excepto por Yuri y SeoHyun, le había importado que me hubiera ido.

- ¿tiffany?-llamó Yuri de nuevo.

Parpadeé de regreso a la realidad y me di cuenta de que los pasillos estaban casi vacíos.

-Mejor ve a clase Yuri.

Ella dio un paso hacia mí.

- ¿Vas a estar bien tiff? Estoy preocupada por ti.

Me reí sin humor.

-He pasado por cosas peores.

Agaché la cabeza y corrí a mi clase antes de que pudiera ver la simpatía y la lástima en el rostro de Yuri. Entré a mi clase de matemáticas, deslizándome en mi asiento justo cuando el profesor comenzaba la clase.

Si alguien me preguntaba más tarde sobre qué había sido la clase, no sería capaz de decirles.

Por cincuenta minutos en todo lo que pude pensar fue en la última vez que vi a taeyeon.

La última vez que me sostuvo en sus brazos.

La última vez que presionó sus labios contra los míos.

Cuando hicimos el amor, y la mirada en su hermoso rostro cuando fue alejada de mi vida.

Inútilmente, me pregunté cómo lucía ahora.

Ella siempre fue más bajita que yo, pero de buen físico, bien construida.

Pero, como para el resto de su cuerpo, dos años era un largo tiempo para que una persona cambiara a nuestra edad.

Sabía eso mejor que nadie.

Me preguntaba si sus ojos aún se veían oscuros como la noche. Me preguntaba si aún llevaba el pelo largo hasta más debajo de los hombros, y si aún lo alejaba cada pocos minutos, ese irresistible movimiento que enloquecía a todas las personas.

Y por un breve momento, me permití preguntarme si aún pensaba en mí, la chica de al lado.

Si alguna vez se preguntó qué estaba haciendo en algún momento en particular.

Si alguna vez pensó en esa noche.

Nuestra noche.

La noche más asombrosa de mi vida.

Entonces pensamientos oscuros me golpearon duro y rápido.

La pregunta que me hizo sentir enferma físicamente... ¿había besado a alguien más en el paso de dos años?

¿Le había dado a alguien sus labios, cuando me los había prometido a mí por siempre?

O peor: ¿había hecho el amor con otra persona?

El agudo sonido de la campana me sacó de mis pensamientos.

Me levanté de mi asiento, caminando hacia el pasillo.

Estaba agradecida de que fuera el final del día escolar.

Estaba cansada y dolida.

Pero más que eso, me dolía el corazón.

Porque sabía que taeyeon estaría de regreso en la casa de al lado desde esta noche, en la escuela mañana, y no sería capaz de hablarle.

No sería capaz de tocarlo o sonreírle, como había soñado hacer desde el día que no regresé sus llamadas.

Y no sería capaz de besarlo dulcemente.

Tenía que permanecer lejos.

Mi estómago se revolvió cuando me di cuenta de que probablemente no se

Preocuparía por mí nunca más.

No después de que simplemente la corté, sin explicación, de la nada.

Empujando las puertas hacia el frío y fresco aire, inhalé profundamente. Sintiéndome mejor al instante, puse mi pelo detrás de mis orejas.

Ahora que estaba más corto y estilizado, siempre lo sentía extraño.

Extrañaba mi pelo largo.

Comenzando mi caminata a casa, sonreí al cielo azul y las aves cantando en las cimas de los árboles. La naturaleza me calmaba, siempre lo había hecho.

Solo había recorrido unos cuantos metros cuando vi el auto de Wendy, rodeado por los viejos amigos de taeyeon. Sunny estaba en la multitud.

Agaché la cabeza y traté de pasarlos rápido, pero ella gritó mi nombre. Me detuve de golpe y me forcé a girarme en su dirección.

Sunny se apartó de donde había estado apoyada en el auto y se acercó.

Soo intentó jalarla para que regresara, pero ella se alejó de su mano. Vi por su expresión de suficiencia que no iba a ser amable.

- ¿Has escuchado?-me preguntó, una sonrisa en sus labios rosas.

Sunny era hermosa.

Cuando volví a la ciudad, no podía creer cuán hermosa se había vuelto. Su maquillaje siempre estaba perfecto y su largo pelo castaño perfectamente estilizado.

Ella era todo lo que una persona quería en una chica, y todo lo que la mayoría de las chicas querían ser.

Puse mi pelo detrás de mi oreja, un hábito que mostraba mis nervios.

- ¿Escuchar qué?-pregunté, sabiendo exactamente lo que quería decir.

-Acerca de taeyeon. Está volviendo a Los ángeles.

Podía ver el brillo de alegría en sus ojos marrones. Alejé la mirada, determinada a mantener la compostura, y negué con la cabeza.

-No, sunny, no lo había escuchado. No he estado de regreso mucho tiempo.

Vi a so, caminando hacia el auto, Yuri caminando detrás de ella. Cuando vieron a sunny hablándome, se apresuraron a unirse a nosotras.

Las amaba por eso.

Solo Yuri sabía dónde había estado el pasado par de años, por qué me había ido.

Pero desde el minuto en que regresé, Soo había actuado como si nunca me hubiera ido.

Eran verdaderas amigas, me había dado cuenta.

- ¿Qué está pasando aquí?-preguntó Soo casualmente, pero pude escuchar el borde de protección en su voz.

-Le estaba preguntando a tiffany si sabía que taeyeon estaba regresando a los ángeles esta noche-respondió sunny secamente.

Soo me miró con curiosidad.

-No sabía-le dije.

Soo me sonrió con tristeza.

Seohyun caminó detrás de su novia y puso un brazo sobre su cintura. La castaña movió su barbilla hacia mí en saludo.

-Hola, tiff.

-Hola-respondí.

Seohyun se volvió hacia sunny.

-sunny, taeyeon no ha hablado con tiffany en años, te lo dije. Ella ya ni siquiera la conoce. Por supuesto que no sabía qué estaba regresando, ¿por qué en el mundo le diría?

Escuché a SeoHyun y supe que no estaba siendo cruel conmigo. Pero eso no quería decir que sus palabras no hirieran tan profundo como una estaca en el corazón.

Y ahora lo sabía, sabía que taeyeon nunca hablaba de mí.

Era obvio que ella y SeoHyun habían permanecido en contacto.

Era obvio para mí que ahora no era nada para taeyeon.

Que nunca me mencionaba.

Sunny se encogió de hombros.

-Solo me preguntaba, es todo. Ella y taeyeon eran inseparables hasta que se fue.

Tomando eso como mi pista para irme, moví la mano.

-Tengo que irme-rápidamente me di la vuelta y fui a casa.

Decidí atravesar el parque que me llevaría a Los ángeles. Mientras caminaba por el bosque vacío, los árboles de cerezo desprovistos de sus hermosas hojas, una tristeza me llenó.

Esas ramas estaban tan vacías como yo me sentía. Ansiando la cosa que las completaban, pero sabiendo que sin importar cuánto lo desearan, ellas no la tendrían de vuelta hasta primavera.

El mundo simplemente no funcionaba de esa forma.

Cuando llegué a casa, mi mamá estaba en la cocina.

michelle estaba sentada en la mesa haciendo su tarea.

-Oye, cariño-dijo mi mamá.

Me acerqué a ella y le di un abrazo, agarrándola por la cintura solo un poco más apretado de lo usual.

Mi mamá levantó mi cabeza, una mirada preocupada en sus cansados ojos.

- ¿Qué está mal?

-Solo estoy cansada, mamá. Voy a ir a acostarme.

Mi mamá no me dejó ir.

- ¿Estás segura?-preguntó, poniendo su palma en mi frente, revisando mi

Temperatura.

-Sí-prometí, moviendo su mano y besándola en la mejilla.

Caminé a mi habitación y miré fijamente por la ventana a la casa de los kim.

Estaba igual.

Nada diferente del día en que se habían ido para volver a Seúl.

No la habían vendido.

El señor Kim le había dicho a mi mamá que sabían que estarían de vuelta en algún momento, así que la mantuvieron.

Amaban el vecindario y amaban la casa.

Una empleada doméstica la había limpiado y arreglado cada pocas semanas durante dos años para asegurarse de que estuviera lista para su regreso.

Hoy, todas las cortinas estaban levantadas y las ventanas abiertas para que entrara aire fresco.

La empleada claramente se estaba preparando para la inminente llegada.

El regreso a casa que estaba temiendo.

Cerrando las cortinas que mi papá puso para mí cuando volví a casa hace algunas semanas, me acosté en mi cama y cerré los ojos.

Odiaba sentirme fatigada todo el tiempo.

Por naturaleza, era una persona activa, que veía el sueño como una pérdida de tiempo cuando podía ser pasado afuera en el mundo, explorando y creando recuerdos.

Pero ahora no tenía opción.

Me imagine a taeyeon en mi mente, y su rostro se quedó conmigo mientras caía en un sueño.

Era el mismo sueño la mayoría de las noches, taeyeon sosteniéndome en sus brazos, besando mis labios y diciéndome que me amaba.

No sé cuánto tiempo dormí, pero cuando desperté, fue por el sonido de camiones llegando.

Ruidosos golpes y voces familiares venían del otro lado del patio. Sentándome, quite el sueño de mis ojos.

La comprensión me llegó.

Ella estaba aquí.

Mi corazón comenzó a latir.

Latía tan rápido que me sujeté por miedo a que fuera a salirse de mi pecho.

Ella estaba aquí.

Ella estaba aquí.

Salí de la cama y me posicioné frente a las cortinas cerradas. Me agaché cerca así podía escuchar lo que estaba pasando. Distinguí las voces de mamá y papá entre el bullicio, junto con las voces familiares del señor y la señora Kim.

Sonriendo, me estiré para quitar la cortina.

Me detuve; no quería que me vieran. Retrocediendo, corrí escaleras arriba a la oficina de mi papá.

Era la única otra ventana que daba hacia su casa, una ventada donde podía esconderme a plena vista debido a la cubierta que la protegía del brillante sol.

Me moví al lado izquierdo de la ventana, solo en caso de que cualquiera levantara la mirada. Sonreí de nuevo cuando mis ojos cayeron en los padres de taeyeon.

Apenas lucían diferentes.

La señora Kim estaba tan hermosa como siempre. Su pelo estaba más

Corto, pero además de eso era exactamente la misma.

El señor Kim tenía un poco más de canas, y parecía que había perdido algo de peso, pero la diferencia era pequeña.

Un niño salió corriendo por la puerta y mi mano voló a mi boca cuando vi que era el pequeño Ricardo. Tendría cuatro ahora, calculé.

Había crecido mucho.

Mi corazón se apretó.

Lucía exactamente como un pequeño taeyeon.

Observé a los trabajadores amueblar la casa con increíble velocidad. Pero no había señal de taeye.

Eventualmente mis padres volvieron adentro, pero seguí vigilando la ventana, esperando pacientemente por la chica que había sido mi mundo por tanto tiempo que no sabía dónde comenzaba ella y terminaba yo.

Más de una hora pasó.

La noche llegó y estaba perdiendo la esperanza de verla.

Mientras estaba a punto de dejar la oficina, vi movimiento detrás de la casa de los Kim.

Cada uno de mis músculos se tensó mientras atrapaba un pequeño vistazo de luz brillando en la oscuridad. Una nube blanca de humo apareció en el aire por encima del área de césped entre nuestras casas.

Primero no estaba segura de lo que estaba viendo, hasta que una figura vestida de negro, emergió de las sombras.

Mis pulmones dejaron de funcionar cuando la figura entró al brillo del farol y se detuvo.

Chaqueta de cuero de motociclista, camiseta negra, jeans negros ajustados, tenis negro y un largo y brillante pelo negro.

Me quedé mirando fijamente, con un nudo en mi garganta, mientras que la chica impresionante levantaba su mano y la pasaba por su largo pelo.

Mi corazón se saltó un latido.

Porque conocía ese movimiento.

Conocía esa figura.

La conocía.

La conocía tan bien como me conocía a mí misma.

Taeyeon.

Era mi taeyeon.

Una nube de humo salió de su boca de nuevo, y me tomó unos minutos darme cuenta de lo que en realidad estaba viendo.

Fumando.

Taeyeon estaba fumando.

Taeyeon no fumaba; ella nunca habría tocado los cigarros.

Mi abuela había fumado toda su vida y había muerto demasiado joven de cáncer de pulmón.

Siempre nos habíamos prometido que ni siquiera lo intentaríamos.

Estaba claro que taeyeon había roto esa promesa.

Mientras la veía dar otra calada, y alejar su pelo por tercera vez en unos minutos, mi estómago cayó. La cara de taeyeon se levantó hacia el brillo de la luz y exhalo una corriente de humo a la fría brisa de la noche.

Así que aquí estaba.

La taeyeon Kim de diecisiete años, y era aún más hermosa de lo que pude haber imaginado.

Sus ojos oscuros eran tan brillantes como habían sido siempre. Su una vez infantil rostro era ahora mayor y completamente impresionante.

Solía bromear con que era tan guapa como una diosa.

Mientras estudiaba cada parte de su rostro, estaba segura de que su aspecto los superaba incluso a ellos.

No podía apartar mis ojos.

Taeyeon terminó su cigarro y lo tiro al piso, la luz de la colilla gradualmente apagándose en el corto césped.

Esperé, conteniendo la respiración, a ver qué haría después.

Entonces su papá llegó al borde del porche y le dijo algo a su hija. Vi los hombros de taeyeon tensarse y su cabeza moverse en dirección a su papá.

No podía descifrar lo que estaban diciendo, pero escuché claramente las voces elevadas, escuché a taeyeon responderle agresivamente a su papá en su nativo idioma. Su papá dejó caer la cabeza derrotada y volvió a la casa, claramente herido por algo que había dicho taeyeon.

Mientras el señor Kim se alejaba, taeyeon le enseñó el dedo medio a su espalda, solo dejándolo caer cuando la puerta de su casa se cerró.

Observe, rígida de sorpresa.

Vi como esta chica, una chica que una vez conocí de forma tan completa, se volvió una extraña ante mis ojos.

Decepción y tristeza me llenaron mientras taeyeon comenzó a caminar a través del césped entre nuestras casas.

Sus hombros estaban rígidos.

Casi podía sentir la furia irradiando de ella incluso desde este punto.

Mis peores miedos se habían realizado: la chica que conocí se había ido.

Entonces me congelé, quedándome quieta, mientras taeyeon dejaba de caminar y miraba a la ventana de mi dormitorio, justo debajo de donde estaba parada.

Una ráfaga de viento atravesó el patio, levantando el pelo de su rostro y, en ese segundo, pude ver un increíble dolor, severa añoranza, en sus ojos. La imagen de su torturado rostro, mientras miraba a mi ventana, me golpeó más fuerte que un tren.

En esa expresión perdida estaba mi taeyeon.

A esta chica, la reconocí.

Taeyeon dio un paso hacia mi ventana, y por un momento, pensé que trataría de trepar, de la manera en que lo hizo todos esos años. Pero, abruptamente, se detuvo y sus manos se apretaron en puños a sus costados. Sus ojos se cerraron y sus dientes se apretaron tanto que podía ver la tensión en su barbilla desde donde estaba.

Entonces, claramente cambiando de idea, taeyeon se dio la vuelta y camino decidido hacia su casa.

Me quedé en la ventana de la oficina, en las sombras. No podía moverme con la sorpresa de lo que acababa de presenciar.

La luz de la habitación de taeyeon se encendió. La vi caminar alrededor de su cuarto, luego moverse hacia la ventana y sentarse en la cornisa. La abrió. Encendió otro cigarro y soplo el humo por el espacio abierto.

Negué con la cabeza en incredulidad.

Entonces alguien entró a la oficina, y mi mamá vino a mi lado. Cuando se asomó por la ventana, supe que se había dado cuenta qué estaba haciendo.

Sentí mis mejillas encenderse con calor por ser atrapada. Finalmente, mi mamá habló:

-su madre dijo que ya no es la chica que conocíamos. Dijo que no les ha dado nada más que problemas desde que volvieron a Seúl. Su esposo está perdido y no tiene idea de qué hacer. Están en verdad contentos de que los trasladaran de regreso aquí. Querían a tae lejos de las malas amistades que tenía en allá.

Mi mirada cayó en taeyeon de nuevo.

Ella lanzó el cigarrillo desde la ventana, y apoyó la cabeza contra el cristal.

Sus ojos estaban enfocados en una cosa y solo una cosa... la ventana de mi habitación.

Mientras mi mamá se movía para dejar la oficina, puso su mano en mi hombro.

-Tal vez es algo bueno que hayas roto todo contacto, cariño. No estoy realmente segura de que ella pudiera haber manejado todo lo que has pasado, por lo que su mamá ha dicho.

Lágrimas llenaron mis ojos mientras me preguntaba qué la había convertido en esto.

En esta chica que no conocía.

Me había alejado deliberadamente del mundo, los pasados dos años, para salvarla del dolor.

Así podía tener una buena vida.

Porque saber que en Seúl estaba una chica cuyo corazón aún estaba lleno de luz hacía todo lo que estaba atravesando tolerable.

Pero esa fantasía fue rota cuando observé esta copia de taeyeon.

La luz de taeyeon era débil, ya no brillaba. Estaba oscurecida por sombras y llena de oscuridad. Era como si la chica que había amado hubiera sido intercambiada en Seúl.

El auto de SeoHyun estacionó en la entrada de la casa de taeyeon.

Vi el celular de taeyeon iluminarse en su mano, y lentamente caminó desde su cuarto hasta el porche. Caminó con una actitud descuidada hacia SeoHyun y Sooyoung, quienes saltaron del auto.

Los abrazo a ambas como saludo.

Entonces mi corazón se partió en dos.

Sunny salió del asiento trasero y abrazó fuerte a taeyeon. Estaba usando una falda corta y un top recortado, mostrando su figura perfecta. Pero taeyeon no le devolvió el abrazo, a pesar de que eso no hizo nada por disminuir mi dolor.

Porque sunny y taeyeon, parados lado a lado, lucían tan perfectas.

Ambas hermosas.

Todas se amontonaron en el auto. Taeyeon entró de última, tomando valor, y entonces condujeron lejos de nuestra calle y fuera de mi vista.

Suspiré mientras veía los faros desvanecerse en la noche.

Cuando miré de regreso a la casa Kim, vi al papá de taeyeon parado en el porche, sujetando la barandilla, mirando fijamente en la dirección en que se acababa de ir su hija. Entonces levantó su rostro a la ventana de la oficina, y una triste sonrisa atravesó sus labios.

Me había visto.

El señor Kim levantó su mano y me dio un pequeño saludo. Mientras se lo

Devolvía, vi una mirada de profunda tristeza en su cara.

Lucía cansado.

Lucía con el corazón roto.

Lucía como si extrañara a su hija.

Volví a mi habitación, me acosté en mi cama y tomé mi portarretrato favorito en mis manos.

Mientras miraba a la hermosa chica y la chica rubia embelesada devolviéndome la mirada, ambas tan enamoradas, me pregunté qué había pasado en los últimos dos años para hacer a taeyeon tan problemática y rebelde como parecía ser.

Entonces lloré.

Lloré por la chica que era mi sol.

Añoré a la chica que una vez ame con todo mí ser.

Añoré a tiffany y taeyeon, una pareja de extrema belleza y muerte aún más rápida.

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Comments

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Isisnsd #1
Chapter 20: Me encanto!!! No dejo de llorar! Jajaja
roguecr #2
Chapter 20: Yo tambien lo lei taengsin y me encanto y ahora que lo lei con taeny lo ame. Gracias por adaptarlo al Taeny .
diamond09
#3
Chapter 1: Este Fic lo he leído ya con TaengSic... me gusto demasiado... sera genial volverlo a leer ahora con Taeny