Presentaciones ( Parte 1)

No debiste enamorarme.

– ¡Jennie mueve el culo!

Gritaba su madre ya exasperada por su tardanza.

– ¡Llevas una hora arreglándote!

Jennie se contemplaba en el espejo de su cuarto, se daba algunos retoques en los labios para disipar el exceso de labial que había quedado en su boca, el resto del maquillaje se encontraba bien.

Llevaba puesta una falda blanca corta con rayas negras. (O negra con rayas blancas, como sea) una blusa a juego que permitía ver parte de su tonificado abdomen, calzaba unos tacones negros de plataforma alta, un par de pulseras en sus manos por supuesto de oro puro, ella no era para nada recatada.

Cuando terminó por fin de retocarse se examinó detenidamente en el espejo con su cabeza ligeramente inclinada hacia la derecha y soltó – Soy divina y estoy simplemente comestible -con una sonrisa.

– ¡Maldita sea Jennie me voy!

Jennie rodó sus ojos y dejó escapar un bufido cuando su madre empezó a gritarla de nuevo, tomó su bolsa la puso en su hombro y caminó a paso apresurado para salir de su habitación, si no lo hacia su madre era capaz de largarse y dejarla sin el privilegio de llegar a la escuela en un Lamborghini Veneno.

– JENNIEEEE!!!

– ¡Ay!, mamá ya deja de gritar, debiste haber despertado a todo el vecindario. -Dijo mientras bajaba las escaleras con cuidado de no tropezar debido a sus zapatos altos.

– ¿Por qué carajos eres tan lenta?, ¿Qué tanto tienes que arreglarte? —Le escupió Margo furiosa

– ¿Dis –cul- pa? —Dijo sílaba por sílaba mientras se tocaba el pecho delicadamente, parecía una diva. –Por si no lo sabes soy la chica más atractiva de la escuela y debo mantener mi reputación, en el instituto me aman, no hay nadie que pueda resistirse a mis encantos, todos caen, hombres, mujeres, profesores, ancianos, niños....

– Bueno ya no exageres Femme Fatale —Habló Margo rodando los ojos. – Más bien mueve el culo y sube al auto por tu culpa llegaré tarde a la reunión de la empresa.

– Mami eres la dueña puedes llegar a la hora que quieras.

– Que muevas el culo, ouh cierto, tu llegaste tarde a la repartición de traseros. –Soltó Margo y luego una carcajada salió de su boca.

Esta vez Jennie no dijo nada simplemente la mató con la mirada y salió de la casa y subió al auto dando un portazo. (Pobre Lamborghini).

"¿Por qué olvido lo del trasero, siempre funciona"? —Pensó Margo mientras entraba al carro y observaba a Jennie quien estaba cruzada de piernas y brazos mirando hacia el frente.

– ¿Qué pasó con la Femme Fatale?. —Dijo Margo burlona.

– Arranca el puto auto de una buena vez. ¿Quieres?

– Está bien destraserada.

– ¡!!!!MAMÁ!!!!

Todas las personas que estaban afuera del instituto teniendo charlas amenas mientras esperaban el toque del timbre quedaron perplejas al ver como un Lamborghini Veneno se estacionaba al frente del edificio con una maniobra perfecta por parte del conductor. Jennie estaba preparada, todo el camino hacia la escuela había imaginado como salir del carro así que una vez detenidas tomó su bolsa y se miró al espejo una última vez antes de salir del auto. – "Estoy perfecta, hora del show." —Pensó mientras se revolvía el cabello con su mano derecha y alzaba una ceja a la par, su madre la miraba extraño.

Jennie y su ego salieron del auto, justo en aquel momento una leve brisa pasó en su dirección haciendo que su cabello se elevara un poco y su gabán negro Channel también. Simplemente estaba candente. Sentía como las mujeres la observaban y murmuraban, los hombres prácticamente botaban saliva al piso, incluso el calvo del profesor Bernad que recién llegaba en ese momento hizo una pausa para rascarse la "entrepierna".

Jennie rió por lo bajo al ver la reacción de todos, volteó hacia el auto y se despidió de su madre con un beso por la ventanilla, el auto arrancó y Jennie empezó a caminar con su clásico contoneo de caderas en busca de su "grupito" de amigas dentro de la multitud de estudiantes que se encontraban afuera de la escuela.

Levantó un poco un rostro y miró hacia varios lados en búsqueda de sus amigas. Jennie era una maldita en toda la expresión de la palabra pero las quería, había estado con ellas desde que entró a la escuela primaria, así que eran sus hermanas prácticamente.

– ¡Jennie! — escuchó un grito desafinado y sintió que la tocaron por el hombro, no se asustó pues sabía perfectamente a quién pertenecía esa voz.

– ¡Rosie! — Gritó Jennie también, y se lanzó a sus brazos.

– ¿Por qué tanta emoción si nos vimos recién ayer? —Comenta Nayeon disipando la euforia.

– Siempre dañas los buenos momentos. —Dijo Jennie. - Ven dame un abrazo —Extendió sus brazos.

– Pero si nos vimos recién.... — No pudo terminar de hablar cuando Jennie ya la estaba apretujando entre sus brazos.

– Chicas faltan cinco minutos para que suene el timbre ya saben que debemos hacer. —Comentó Rosé levantado sus cejas sugestivamente.

Las tres chicas se miraron entre ellas con sonrisas y se posicionaron una al lado de la otra,  empezaron a andar en medio de la multitud con sus cabezas erguidas y con paso de modelaje sincronizado, pararon en frente del gran portón del edificio y esperaron allí los últimos minutos que faltaban para el timbre.

El tan anhelado sonido se pronunció al fin y se expandió por todos los rincones del lugar con más estruendo que el año pasado o al menos así lo sintió Jennie quien arrugó un poco la nariz por el alto volumen.

El director de la escuela abrió las puertas y se paró a un lado del marco, hizo un gesto  con su mano derecha,una leve inclinación acompañó el ademán dando señal a los estudiantes para que entraran a buscar sus salones para las respectivas clases pero nadie entraba, no hasta las princesas de la escuela lo hicieran. El director tocó su gran bigote y enrolló la larga punta de este en su dedo índice como señorita con su cabello, todos hicieron expresión de asco. Se lo estaba meditando muy seriamente pero ya estaba acostumbrado, todos los años era lo mismo así que optó por mirar a las tres chicas que estaban frente a él y les hizo el mismo gesto que había hecho unos segundos atrás, las chicas captaron el movimiento del director y entraron, detrás de ellas todos los estudiantes también lo hicieron y se dispersaron por los pasillos en busca de los salones.

Pasaron por lo menos cuarenta y cinco minutos  y todos se encontraban ya en clase. Jennie se vio obligada a separarse de sus amigas pues quedaron las tres con diferentes horarios a excepción de Biología donde coincidían, pero eso era solo los viernes.

Eso le afectaba, sin embargo estaba concentrada en su clase, era muy buena estudiante por no decir la mejor del instituto y eso se lo debía a que no se distraía con casi  nada mientras que sus compañeros  se entretenían viendo su lindo rostro toda la clase, por su parte no había nadie que le quitara el sueño, no se enamoraba pero tampoco era promiscua, ya había tenido su primer beso con un chico y no le gustó para nada fue en ese momento confirmó su ualidad, tiempo después su escuela, sus amigas y sus padres lo supieron, nadie puso problema era Jennie Kim, el hecho de que tuviera otras tendencias no la hacía menos atractiva. A sus amigas les dio igual y sus padres increíblemente también. Todos intentaban conquistarla sin importar su orientación y el anterior es el motivo por el que nadie prestaba atención en clase solo ella, sin embargo eso cambiaría con un ligero toque en la puerta que interrumpió el transcurso de la lección de Ciencias Sociales, todos se miraron extrañados, resultaba más que extraño aterrador que alguien llegase tarde a la clase, los colegas del instructor Ha- neul no se atrevían a tocar pues sabían de antemano del enejo que se producía en el cuándo lo hacían detenerse en medio de sus explicaciones, le costaba muchísimo concentrarse después de una distracción y ese constante toqueteo lo estaba volviendo loco, y fue ahí cuando todos temieron por la vida de la persona que se encontraba detrás de la puerta.

Ha – neul paró de hablar, removió las gafas de su rostro y miró hacia el piso con las manos en las caderas para finalmente observar la puerta y dirigirse a esta para abrirla de muy mala gana. Iba dispuesto a todo hasta que la vio, paró en seco, no podía creer lo que veía, era, era ella...

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Comments

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Jenchuu
#1
Chapter 1: Omg me encanta como va esta historia