Adios amor

Adios

Recuerdo que ese día amaneció particularmente nublado, la verdad no me sorprendió ya que el planeta sufre cambios constantes. Unos días llueven, otros días hacen sol pero bueno ese no es el punto, tal vez aquella mañana el cielo me envió una señal de lo que estaba por venir el cual ignore por completo.

 

Es extraño como damos las cosas por sentado. Como si las personas que están a nuestro alrededor nunca se fueran a ir, como si del un día para el otro no fueran a morir, como un día tienes a alguien y al siguiente ya no. Ese fue mi error pensar que lo tenía todo, pero la vida y el tiempo me arrebato a la persona que yo amaba. Fue demasiado tarde cuando me di cuenta de mis sentimientos, nunca le pude decir cuánto la quería, que amaba su frialdad, su pequeña sonrisa, esos gestos cuando se ponía enojada, la forma en cómo me trataba. Fui egoísta si tan solo se lo hubiera dicho.

 

Pues ese día en particular, era el día de mi boda. Que irónica es la vida yo tan feliz y dichosa. Tú en cambio sufrías en silencio, nunca fuiste capaz de decirme lo que sentías. Tal vez tenías miedo a mi respuesta. Debiste decírmelo, hoy mi conciencia me castiga.

 

Siempre guardabas tus sentimientos para ti, seré honesta no te puse toda la atención que necesitabas. Fui yo quien te alejo de mí, fui yo la causante de que hoy no estés aquí. No sabes cuánto me arrepiento. No debí ser cobarde, tú lo hubieras dado todo por mí.

 

Nunca te importaban las opiniones de los demás. Confiabas en ti y en tu capacidad para resolver las cosas. Siempre fuiste independiente. No sé en qué momento me perdí un instante de tu vida. Si tan solo te hubiera escuchado, tus ojos eran las ventanas de tu vida, pero extrañamente ese día no pude divisar nada. Cuanto me arrepiento.

 

Recuerdo que me alistaba, sentía que algo no andaba bien. Debí hacer caso a mi to sentido pero sin embargo decidí ignorarlo. Pensé que todo era normal, los nervios porque nada saliera mal o que mi supuesto prometido no me dejara plantada y me hiciera pasar vergüenza no me dejo ver las señales que me enviaba la vida. Y por eso yo te perdí.

 

No esperaba que tú estuvieras presente en mi boda, nunca lo vi venir. Eso me sorprendió de sobremanera, recuerdo que me puse muy feliz por tu presencia. Te veías bien o eso aparentabas ahora me crees lo que te digo no vi ninguna señal suelo ser muy despistada. Cariño no sabes cuánto me arrepiento.

 

Tu sonrisa no era la misma pero nunca te pregunte cual era la razón de tu tristeza. Estaba feliz mi corazón latió como loco ese día que te vi. Me saludaste como siempre lo sabías hacer, tal vez por eso no note que ese sería el último día que te vería.

 

El abrazo duro más de lo que debía pero eso no me importo tu cercanía hacia que tuviera paz. Recuerdo perfectamente tus palabras. Amor cuánto daño te hice. Perdóname.

-Hola Hwang – me saludaste por mi apellido. Sabias que eso me molestaba pero aquel día no me importo. Otra vez había escuchado tu voz.

 

-Tae – grite por la emoción. Pensé que era por la amistad que supuestamente sentía y no por el real amor que te tenía.

 

-Estás hermosa – dijiste mientras miraba tus ojitos negros que estaban dilatados. Y tú cara lucia aun más pálida de lo que podía recordar.

 

-Gracias Tae – dije un tanto sonrojada. Tú siempre habías logrado ese efecto en mí. Que ciega fui hasta el día en que te perdí.

 

-Stephanie – tú nunca habías dicho mi nombre completo. – Quiero pedirte algo – dijiste viéndome a los ojos.

 

-Si Tae dime – fue lo que dije. Tal vez quería escuchar que me amabas y que no me casara con él. Pero lo que me dijiste realmente fue extraño para mí. Pero igual acepte.

 

-Baila conmigo y obséquiame tus últimos minutos de soltería – tu sonrisa no llegaban a tus ojos. Realmente debí prestarte más atención. Lo lamento corazón.

 

Sacaste de tu chaqueta tu celular. Pude distinguir el ritmo de nuestra canción. Te acercaste a mí lentamente. No sé porque no me di cuenta del rápido palpitar de mi corazón por tu cercanía. Fui demasiado egoísta. Lo siento amor.

 

-Gracias – dijiste separándote de mí. – Se feliz Tiffany, solo dile a ese idiota de mi parte que si te hace daño se las verá conmigo y no importa donde me encuentre le daré su merecido.

 

Lo único que hice fue reírme de tu comentario. No pensé que no te fuera a ver nunca más. Dios como que arrepiento de todo mi amor.

 

-No te quedaras para mi boda – tenía un extraño presentimiento. Quería que te quedaras a mi lado. Debí ser más persistente. Debí retenerte un poco más... debí.

 

-No lo siento, me voy del país por un trabajo – esa era una clara señal de que te ibas para siempre y yo egoístamente te deje marchar.

 

-Bien – fue mi corta respuesta. Me enoje contigo no quería verte más, no sabía que mis palabras se hicieran realidad. Tú no dijiste nada y lentamente te separaste de mí. Tomaste tu chaqueta, mientras me dabas unas pequeñas miradas.

 

No debí ser tan tonta y caprichosa. Perdóname amor, perdóname por lo que paso.

[...]

 

La ceremonia había comenzado ya, me encontraba tan ansiosa. Sabía que algo no andaba bien. Fui tan tonta por no ver la señal. Solo el grito ahogado de mi corazón termino con mi prisión.

 

Todo el tiempo tuve mi celular, esa fue mi iniciativa. Cuando te fuiste me sentí tan intraquila. Por eso lo mantuve conmigo.

 

De repente comenzó a sonar mi celular y ese era el final. No podía creerlo te habías marchado ya dejando este mundo, y sin tu sonrisa ya. Fui egoísta perdón amor.

 

Han pasado cinco años y no te dejo de llorar. Fui cobarde, egoísta y este fue el final.

 

Lo siento amor. Fue demasiado tarde.

 

 

 

 

 

 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
No comments yet