1/1

Decidiste Dejarme

Inspirada en la canción de Camila bajo el mismo nombre. ¡Y con esto hago mi comeback después de tanto tiempo! ;)

Por favor léanlo mientras escuchan la canción que hizo posible la realización de este fanfic LOL Camila - Decidiste Dejarme 

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Me envenenaste el silencio 
Se fue mi aire detrás de ti 
Me arrebataste hasta el suelo 
Tiraste y me rompí

 

Otoño del 2006.

 

Acomodó con cuidado el pastel de fresas sobre el centro de la mesa. Le colocó las velas correspondientes y checó que todo estuviera en su lugar.

 

El espagueti con queso estaba en el horno, la vajilla tan reluciente que hasta casi podías ver tu reflejo en ella perfectamente colocada sobre la mesa de madera de roble. Las velas aromáticas le daban el último toque a todo.

 

Una tonta sonrisa se dibujó en su rostro al mirar todo su trabajo terminado. El sonido de la puerta de un auto cerrarse se escuchó a fuera.

 

Corrió hasta el espejo más próximo y se examinó a sí mismo en busca de alguna mancha o cabello fuera de lugar.

 

El tintineo de unas llaves y pronto la puerta principal del apartamento se abrió. Sintió la emoción correr por sus venas.

 

-Bienvenido a casa… -Soltó con dulzura.

 

No obtuvo respuesta. El hombre de cabellos rojizos frente a él simplemente lo miró y caminó lentamente hasta el comedor.

 

-¿Qué te parece, eh? ¡Feliz 1000 días! –Gritó. La sonrisa en su rostro pronto se desvaneció cuando el hombre frente a él se giró para verlo a la cara.

 

-Necesitamos hablar… -

 

-¿No podemos esperar un poco, Hyukkie? –Y sonriendo tontamente de nuevo se tiró a los brazos del otro.

 

-Donghae… -

 

-Anda, la cena está casi lista… -

 

-Donghae, yo… -

 

-Estuve todo el día preparándola, vamos te va a encantar… -

 

-Donghae, espera… -

 

-Hice el espagueti que tanto te encanta, Hyuk… -

 

-¡Donghae, detente! –Gritó el pelirrojo.

 

Fue separado bruscamente del otro; de no haber sido por su buen equilibrio hubiera terminado en el suelo. Los hombros de Hyukjae estaban tensos y tenía la mandíbula apretada también.

 

-Hyukkie… -Exclamó temeroso.

 

-Traté de hacerlo más simple y menos doloroso para ti Donghae, pero al parecer sigues sin poder callarte ni un minuto –

 

-¿Qué? –

 

-Se acabó Donghae… -

 

-¿Q-Qué? –Las lágrimas comenzaban a formarse.

 

Hyukjae soltó un suspiro de frustración y metió ambas manos en los bolsillos de su abrigo, mirándole a los ojos.

 

-Poniéndolo en palabras más simples que alguien como tú pueda comprender… Terminamos, es todo, se acabó, adios… -

 

-¿Por qué? –

 

La carcajada que soltó Hyukjae lo tomó por sorpresa.

 

-¿Por qué?... ¿por qué no Donghae? Cariño, debes saber que las personas como yo no están hechas para personas como tú… esto jamás funcionará… nunca lo hizo –Un áspero dedo eliminó la lágrimas que hacía su recorrido por su mejilla.

 

-Entonces… ¿esto jamás significó nada para ti? –su voz era entrecortada y aguda gracias al dolor que sentía.

 

Una media sonrisa se surcó en las facciones de Hyukjae.

 

-Al principio. Luego me di cuenta de que jamás jugaríamos en las mismas ligas Donghae… Lo siento Donghae, siento no haberme dado cuenta antes… -

 

-¡Vete a la mierda! ¡Tú, tu maldito dinero y tu estúpida clase social se pueden ir directo a la mierda, Lee Hyukjae! –

 

Explotó. Todas las emociones que estaba intentando reprimir salieron, contenidas en aquellas palabras ofensivas.

 

-Lo siento, pececito -

 

“Pececito”. Un ridículo apodo al cual se había acostumbrado a escucharlo de los labios de Lee Hyukjae; estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad de Seoul. Primogénito del Primer Ministro de Defensa Nacional y heredero único de una gran fortuna de dudosa procedencia.

 

-No me llames así… -Soltó con rudeza.

 

-Creí que adorabas que te llamara así… -Respondió con sorna Hyukjae.

 

-Largo de mi apartamento… ¡Lárgate y jamás vuelvas a buscarme, estúpido racista! –

 

-¿Racista? Oh Donghae, pero si hacía unas noches este racista te estaba haciendo pasar de puta madre en su apartamento de lujo… ¿Ya lo olvidaste? –

 

-¡Jodete Hyukjae! –E importándole poco, tomó un pedazo de aquel pastel y se lo arrojó, manchando el costoso abrigo de lana de crema batida y relleno de fresa.

 

-¿Acaso tienes una idea de cuánto vale este abrigo? ¡Ja! Sabía que no eras más que una puta… una muy buena Donghae… -

 

Y antes de que Donghae pudiera aventarle algún otro platillo y/o utensilio de cocina salió rápidamente del apartamento. Con las lágrimas brotándole de los ojos y en un arranque de ira, Donghae corrió hasta el horno, sacándolo rápidamente sin importarle que al día siguiente tuviera que vendarse las manos debido a las quemaduras que la temperatura del refractario le propinaran.

 

Corrió hasta el balcón abierto y cerciorándose de que no había nadie más… arrojó el refractario. El utensilio de porcelana se estrelló contra el asfalto, logrando impregnar al rubio que iba saliendo del edificio, bañándolo en salsa de queso y pasta hirviendo.

 

-¡Imbécil! –gritó Donghae de nuevo, cerrando la puerta corrediza de cristal con enojo.

 

Arrojó con ira todas las cosas sobre la mesa al suelo; quedando, al terminar, sollozando fuertemente recargado sobre ella.

 

Al final la vida pone a cada quien en su lugar 
Eso es lo que pasa cuando tratas de tocar el fuego

 

Invierno 2014.

 

Cerró la puerta del auto con fastidio. Le hizo un gesto con la mano a Youngwoon, su chofer y este encendió el auto, no sin antes decirle que lo llamara si necesitaba algo.

 

Se acomodó el abrigo y apretó la empuñadura de aquel maletín que portaba.

 

Se sentía frustrado y triste a la vez. Era la quinta vez que le regresaba cualquier tipo de presente y muy a su pesar, comenzaba a quedarse sin ideas.

 

Sí, había sido un imbécil pero, ya había pasado mucho tiempo, ¿no?

 

Suspiró pesadamente y se pasó una mano por el cabello, despeinando su corta cabellera rubia. Una vez más se acomodó el abrigo y emprendió su camino.

 

A pesar de querer quedarse en su apartamento y hundirse en la miseria, aún tenía trabajo que hacer, demasiado de hecho.

 

Empujó la enorme puerta de cristal y se adentró en el enorme edificio. Normalmente esperaría pacientemente a que la recepcionista le indicara que podía pasar pero hoy no, sabía de antemano que estaba desocupado y que lo recibiría inmediatamente. Tenía un contrato que firmar.

 

-¡Yah, Kyuhyun! ¿Terminemos con estos papeles de una vez, de acuerdo? –Soltó mientras abría rápidamente la puerta de aquella sala de conferencias.

 

Se detuvo en seco y abrió los ojos desmesuradamente al presenciar aquella escena frente a él.

 

-¡Oh, Hyukjae! –soltó casualmente Cho Kyuhyun, dueño de una de las empresas automotrices más reconocidas del país y con la cual firmaría un contrato para fabricar los autos del próximo gobierno.

 

No respondió, no podía.

 

Allí, sentado sobre el escritorio, justo frente a Kyuhyun, se encontraba Lee Donghae. Por la mirada que le envió éste y la pose que tenía: las piernas abiertas y una de sus manos tomando la corbata de Kyuhyun, estaba completamente seguro de que de haber llegado unos minutos más tarde, los habría encontrado en una escena mucho más comprometedora.

 

Justo a tiempo, Jessica, la asistente de Kyuhyun irrumpió en la sala, comunicándole que tenía a algún ejecutivo importante en la línea dos. Se excusó prometiendo volver lo más pronto posible y salió de la habitación, dejándolos a ambos solos.

 

Hyukjae se aproximó rápidamente hacia donde se encontraba Donghae, aún sentado sobre el escritorio.

 

-Nos volvemos a ver Donghae… -Y eso fue lo único coherente que pudo decir en esos momentos. Donghae había cambiado, mucho.

 

Se había teñido el cabello de negro con una parte de él en azul eléctrico, sus hermosos ojos cafés eran enmarcados por delineador negro y a pesar de que aún seguía siendo muy delgado, había comenzado a ir al gimnasio.

 

-¿Cómo demonios encontraste dónde vivía Hyukjae? –Preguntó amargamente Donghae.

 

-Tengo algunos contactos… -Donghae solo rodó los ojos ante aquél comentario y a la sonrisa “seductora” que ponía Hyukjae siempre que quería verse cool.

 

-¿Por qué haz regresado mis regalos? Creí que te gustaba que te hiciera regalos costosos… -

 

-Vete a la mierda Hyukjae… -

 

-Oh vamos pececito… ¿Después de tanto tiempo, aún no puedes perdonarme? Vamos, éramos solo unos críos de universidad… -Se acercó peligrosamente hasta Donghae, colocándose entre sus piernas y acercando su rostro hacia el de él.

 

-Ocho años Hyukjae… y aún sigues siendo un completo imbécil –Y de un empujón apartó al rubio frente a él, levantándose del escritorio.

 

-Un imbécil del que aún sigues enamorado… -

 

Donghae volteó bruscamente desde su lugar frente al enorme ventanal y le sonrió ampliamente.

 

-¿Qué te hace pensar que aún te amo? –

 

-No lo sé, soy muy popular últimamente… -

 

-Oh cariño, el número de ceros que tiene tu cuenta bancaria ya no me sorprende más… Puedes ir a buscar a otra ingenua que si lo haga –

 

La expresión de Hyukjae se endureció ante el tono burlón de Donghae.

 

-¿Qué?... ¿Ahora eres una perra de clase alta? –

 

Donghae soltó una carcajada y se inclinó a tomar el porta planos y la mochila que se encontraban junto al escritorio.

 

-Si a esto le llamas ser perra de clase alta… uhmm sí, lo soy –Y con una sonrisa sarcástica surcada en su rostro levantó el brazo izquierdo, colocando la mano a una distancia considerable, mostrándole la reluciente banda de plata que rodeaba su dedo anular.

 

Hyukjae no pudo contener su asombro esta vez. Los ojos casi se le salen de sus órbitas y la ira comenzaba a acumularse en su interior.

 

-¡¿Vas a casarte?!... ¡¿Con él?! –

 

Donghae jugueteó con el anillo y se acercó peligrosamente hacia Hyukjae, quedando a milímetros de distancia de su oído.

 

-Ya lo hice, Hyukkie… Otra vez llegaste tarde-Susurró con malicia.

 

Fue el turno de Hyukjae de empujarlo lejos de él.

 

-Y créeme… Cho Kyuhyun, es el mismísimo Diablo en la cama… mucho mejor que tú, Hyukkie… -Y sin más se alejó. No sin antes guiñarle un ojo con malicia, sabiendo que aquél último comentario había llegado directo al orgullo del rubio, quien siempre se enorgullecía de sus dotes en el arte del placer.

 

Kyuhyun emergió de la puerta principal, disculpándose por haber demorado tanto tiempo. Hyukjae era una bola completa de sentimientos encontrados y no pudo decir nada más que un simple “No hay problema”; Donghae en cambio fue más astuto y tomó su mano en un saludo lleno de profesionalismo.

 

-¡Fue un gusto conocerlo Senador Lee! Pero me temo que mi voto lo tendrá definitivamente otra persona… -Y sonriendo ampliamente se alejó de allí.

 

Hyukjae contempló como el peli azul se tiraba a los brazos del ejecutivo de cabellos negros.

 

-Lo siento, Hae pero debo cerrar este contrato hoy mismo… pero cuando termine, podemos ir a cenar a aquél restaurante que tanto te gusta y, no lo sé, tal vez después podamos terminar lo que comenzamos, ¿te parece?

 

Hyukjae se sintió morir al escuchar las palabras que su futuro socio le dedicaba al que alguna vez fue la única persona que de verdad lo amó y que él, estúpidamente, jamás valoró; al menos no hasta ahora… pero ya era demasiado tarde.

 

Observó como Donghae sonreía y asentía fervientemente al hombre frente a él.

 

-Te veré más tarde, Kyuhyunnie… Te amo –Y seguido de esto, conectó sus labios con los del otro en un beso apasionado, donde Hyukjae casi pierde la razón al notar la pasión y amor con la que el ejecutivo respondía a aquella muestra de afecto.

 

Segundos después ambos se separaron. Kyuhyun lo incitó a sentarse en una de las sillas frente al escritorio mientras que Donghae salía por aquella puerta, no sin antes dedicarle una sonrisa llena de satisfacción, sabiendo exactamente como se sentía ahora.

 

Una vez dentro del elevador, Donghae no pudo reprimir la carcajada que salió desde lo más profundo de su ser…

 

Y a pesar de que había sufrido demasiado los meses siguientes a la ruptura, y de que el nombre “Lee Hyukjae” aún ardía un poco en su interior, no se arrepentía de haberlo amado ciegamente…

 

Porque de no haberlo hecho, jamás habría conocido al hombre que desde hacía cinco años lo hacía completamente feliz, mucho más de lo que Hyukjae alguna vez lo había hecho…  

 

Porque al final había sido Lee Hyukjae quien había decidido dejarlo hacía ocho años atrás… Y Donghae no podía estar más agradecido por eso.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Espero que les haya gustado y por favor! comenten mucho, mucho porque de verdad amo leer cada uno de sus bonitos comentarios. Love u all!


pd. una vez más uno de mis favoritooos.

 

¡MUCHAS GRACIAS POR LEER!

-JEWELRNICORN (AKA CHERRYVAMPIRE)

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
Ana_jarpad #1
Chapter 1: Muero...!!!! *--* PERFECTO!!! *APLAUDIENDO COMO FOCA RETRASADA* No te conozco y ya te amo XD escribes tan bien, MADRE MIA. Tienes otros fics en algun otro lugar, Eunhae especialmente?