Estaba cansada y nerviosa, pero sobre todo cansada. Ese día tenía que hacer la mudanza de mis cosas de la antigua pensión donde vivía a la nueva donde esperaba vivir por un buen tiempo al menos. Mi padre me había hecho el favor de venir hasta la ciudad para ayudarme a hacer el tedioso y molesto tramite, mire por última vez la pensión donde hasta hace unas horas me alojaba y suspire, tendría que pasar por el "¿de dónde eres? ¿Qué estudias? ¿Cómo te llamas? me lo olvide" nuevamente y volver a aparentar que me sabia los nombres de mis nuevas compañeras, cuando recién los aprendería casi al mes o más de haber estado viviendo allí. Iba a extrañar este lugar, sinceramente, fueron dos años viviendo allí. Pero por azares del destino la dueña había fallecido y debíamos marcharnos.

Cargamos todas mis cajas y bolsos en la camioneta y nos dirigimos hacia la otra pensión donde sería mi nuevo hogar. Esta se encontraba bastante lejos de donde vivía actualmente, pero considerablemente más cerca de la universidad, lo que me hizo decidirme por ella. Llegamos y le envié un mensaje a quien sería mi compañera de cuarto, aun no la conocía pero el dueño me había facilitado su número para poder coordinarnos y que así me entregue las llaves de la casa. Le envié un mensaje pero no marcaba como leído, así que luego de unos minutos la llame. Me atendió luego del segundo pitido y note como su voz estaba algo adormilada, antes me había dicho que seguro iba a estar durmiendo y acertó.

A los minutos ella bajo y sonriente me abrió la reja, me entrego la copia de las llaves y me indico cual era mi habitación. Era algo más baja que yo, tenía lentes al igual que yo, con el pelo castaño claro lacio hasta los hombros y los ojos claros, cuando hablo su voz me llamo inmediatamente la atención, era profunda y dulce a la vez, parecía voz de locutora de radio o algo así, su voz me gusto al instante en que la escuche.

Cuando termine de bajar todo y despedí a mi padre dándole las gracias por el favor y por haber viajado más de 100 km para ayudarme en esto,comenze a acomodar las cosas en el placard.

-¿te llamas Johana o Lucia?- me pregunto mi compañera entrando al dormitorio mientras yo aún acomodaba mis cosas.

-cualquiera de los dos.- le conteste

-ah! por que Daniel me hablaba de Johana y cuando me mandaste mensaje dijiste Lucia. Entonces no entendía bien.- dijo sonriendo.

-es que como primero me contacte con Daniel por Facebook el vio mi primer nombre, pero casi todo el mundo me llama por Lucia, es como vos quieras.- le dije sonriendo también, podía decir con seguridad que esta chica me iba  a caer bien.

Ella asintió y salió del cuarto dejándome sola mientras termine de hacer mis cosas. La habitación era algo pequeña pero nos podíamos acomodar bien entre las dos, había una cama marinera frente a la puerta, y al lado de esta un placard dentro de la pared, en la otra pared una ventana y debajo de esta una pequeña mesa con dos sillas para estudiar. En la pared detrás de la cabecera de la cama una ventana que por alguna razón no abría y según me dijo Maria Paz el dueño, Daniel había dicho que la arreglaría hace como dos años.

Fui hasta la planta baja y le pregunte a Maria Paz por algún supermercado cerca que estuviera abierto, ya que era domingo y casi todo estaba cerrado. Amablemente y con una sonrisa me contesto, su sonrisa realmente me llamo la atención, la hacía ver aún más linda. Aquellos pensamientos no me llamaron la atención pues siempre fui de apreciar la belleza de las mujeres, pues teniendo en cuenta que yo no lo era tanto, me gustaba ver a mujeres hermosas, ojala algún día yo pudiera cambiar mi aspecto totalmente e irradiar esa luz que sentía que irradiaba mi nueva compañera de cuarto.

Cuando volví de hacer las compras indispensables para al menos tener algo que almorzar, subí al cuarto y comenze a devorar mi yogurt con cereales como muerta de hambre, mientras revisaba mis redes sociales. Mi celular empezó a sonar y atendió sonriendo. Era mi novio, aquel con el que estaba desde hace casi cuatro años. Me pregunto cómo había llegado y como había sido la mudanza, que tal mis compañeras, pero solo le pude comentar por Maria Paz, pues a las demás aun no las había visto.

Por la noche Mari, como prefería que le digan, y yo comenzamos a charlar mientras estábamos acostadas, yo en la cama de arriba y ella abajo. Me comento que había estudiado por un tiempo odontología pero que luego decidió estudiar medicina. Yo le comente que estudiaba Bioquímica y de donde venía. Ella era de una pueblo aún más lejos que el mío, a más de 400km de la capital, y así pasamos un buen rato, charlando , contándonos de nuestros noviazgos, ella había estado siete años de novia pero luego de venir a la ciudad había sido difícil, pues estar a tanta distancia de tu pareja lo hace más difícil todo. Por suerte mi novio aunque era de mí mismo pueblo, también estudiaba allí y vivía en un departamento con su hermana. Se había hecho algo tarde y debía levantarme temprano para ir a la facultad, me despedí con un "buenas noches" y ella contesto "que descanses". Sonreí, esa chica un año mayor que yo me caía bien.

Al día siguiente cuando volví de la facultad la encontré almorzando en la mesa del comedor, me prepare algo rápido y me senté a su lado, mientras comíamos llego otra de las chicas que vivía allí y yo aún no conocía, me dijo que se llama Camila y estudiaba biología, me pareció amigable, casi detrás de ella apareció una chica con aspecto algo rudo, tenía el ceño fruncido casi constantemente, pero aun así cuando le pregunte unas pequeñas cosas sobre el funcionamiento de la pensión, no dudo en contestarme más amablemente de lo que espere. Se llamaba Karina. Ya éramos cuatro y aún faltaban cinco más por conocer.

Los días pasaron y Mari me comento que estaba buscando un departamento cerca de su facultad y no tan caro para poder mudarse sola, así que planeaba estar solo unos dos o a lo sumo tres meses más allí, para ello estaba trabajando durante las noches en una cervecería, necesitaba juntar plata para el depósito y así poder alquilar. No le preste demasiada atención en ese momento al hecho de que quizás en unos meses tendría que despedir a mi compañera de cuarto.

La cursada en la universidad comenzó y para ello mi novio volvió a la ciudad, él estudiaba derecho y le era bastante fácil, no como a mí que me costaba horrores poder aprobar las materias de bioquímica, pero aun así lo seguía intentando, sabía que algún día me recibiría.

Estaba en mi cuarto con la notebook en el regazo leyendo un paper sobre la actividad física y las hormonas que comenzaban a liberarse durante el proceso de ejercitación, cuando Mari entro luego de bañarse, tenía puesto solo un short blanco y el sostén negro. El pelo mojado le chorreaba aun, mojando su espalda. Si antes pensaba que mi compañera era linda, ahora podía afirmarlo, me pareció hermosa.

-¿cual me pongo?- me dijo mostrándome dos remeras distintas, una era una musculosa azul algo común y la otra era una negra con la espalda casi al descubierto.

-¿para qué es?- le pregunte unos segundos después de mirar las prendas y a ella. Tenía más pechos de lo que había pensado que tenía.

- vamos a ir a cenar con mis compañeros de trabajo y luego quizás a bailar.- me contesto.

- mmmmm creo que la negra.- le conteste mientras ella se probaba la que yo había indicado y luego de mirarse al espejo me sonrió levantando su pulgar en señal de acuerdo. Mientras terminaba de arreglarse la observe más detenidamente de lo que lo había hecho antes, no tenía un cuerpo esbelto o delgado pero realmente era hermosa, cualquiera podría decirlo con solo verla.

Antes de irse me sonrió y me dijo adiós con las manos, mientras con los labios me lanzo un beso. "pásala lindo" le conteste mientras cerraba la puerta del cuarto y me volví a sonreír pensando en lo bien que me caía aquella chica.

Primer capitulo, y aunque no estoy segura de si alguien leera esto ya que no es un fanfic, espero que los que lo lean y les guste me apoyen por favor, dejando algun comentario. Gracias :)