Era mi primer día de trabajo. Me habían contratado para ser la secretaria y asistente de un Abogado. Tuve suerte de conseguir el trabajo gracias a una amiga que estaba en el oficio, ella me ayudó a conseguirlo.

Yo hace un par de meses había tenido que dejar mi otro trabajo para mudarme de ciudad porque mi mamá estaba enferma. Era una oportunidad que no podía desperdiciar. Y necesitaba el dinero para mí y para poder pagar los gastos de mi mamá en el hospital.

La paga era muy buena. El Abogado era una persona conocida en su rubro. Su nombre era Park Bo Gum. Yo no lo conocía personalmente, pero me había dicho que era un abogado despiadado e inteligente. Siempre ganaba sus casos.

Llegué al edificio a las 10 am. Era un antiguo edificio completamente restaurado, impecable. Subí por el moderno  ascensor, tenía que llegar al piso 14.

Cuando se abrieron las puertas me encontré directamente con una recepción. Había unos sillones de cuero en blanco, y enfrente un escritorio, todo muy armoniozamente decorado. Era un lugar con espacio y mucha luz.

En el escritorio se encontraba una chica sentada.

Me saludó y me dijo que ese era mi puesto ahora. Y me empezó a explicar cómo era el sistema de la computadora entre otras cosas. Yo igual tenía experiencia.

-El abogado hoy va a llegar a las 12, así que te da tiempo para que te organices. A veces puede ser estricto, pero se perseverante.- me dijo la muchacha. Tendría unos treinta y algo de años. Era muy linda y muy amable.

-Bueno yo ya me retiro, espero que te haya ayudado. Tal vez nos crucemos más adelante. Suerte!-

-Gracias por tu ayuda!- le dije agradecida.

Se fue. Me quedé sola en esa habitación. Me estaba poniendo nerviosa. Ya iba siendo la hora de que el Abogado llegue.

A las 12 en punto se abrieron las puertas del ascensor. Un esbelto hombre, alto y completamente apuesto apareció todo de traje, con un maletín en la mano.

Era impecable de la cabeza a los pies.

Caminando elegantemente se acercó a mí. Yo me paré d