capitulo 5-fin

MIA

— ¡Sí!—Tiffany lanzó un puñetazo al aire, eufórica por haber pasado el primer nivel del último juego de taeyeon.

En realidad, el juego era de ella: su prometida lo había diseñado especialmente para ella.

«Las aventuras de Tiffany» era una pasada aunque eso no le sorprendía.

Taeyeon era una genio y cada videojuego que había creado resultaba especial. No era de extrañar que siempre se enganchara a todo lo que la morena creaba.

Acarició la pantalla del ordenador con la mano y suspiró.

¿Qué persona dedicaría un sinfín de horas a diseñar un videojuego exclusivo para ella, un juego que no pensaba sacar jamás al mercado?

«Solo taeyeon, mi taeyeon».

Se recostó en la silla para mirar el reloj.

« ¡Huy!».

Se había metido tanto en el juego que llevaba en la sala de informática más tiempo del que se había propuesto.

Pero es que le encantaba, ¡era tan adictivo!

Taeyeon se lo había regalado por San Valentín, entre otras muchas cosas.

Para ella siempre sería un regalo muy especial porque lo había hecho su coreana y porque probablemente había dedicado semanas enteras de su inexistente tiempo libre diseñándolo con el único objetivo de que ella se lo pasara bien.

Su prometida la había guiado hasta la habitación hacía más de una hora para darle la sorpresa.

Se había marchado con una sonrisa de oreja a oreja cuando ella se había sentado frente al ordenador impaciente por dominar otra de sus creaciones.

Tiffany apagó el ordenador entusiasmada, deseando ir a buscar a taeyeon para darle las gracias como se merecía.

El diamante que llevaba en la mano izquierda reflejó la abundante luz que había en la sala y, al verlo brillar con tanta intensidad, sintió que el corazón se le contraía.

Taeyeon es mía. Vamos a casarnos y a tener un bebé».

La tristeza y las dudas se habían evaporado como por arte de magia.

Tiffany volvía a sentirse como siempre con taeyeon. Se había dado cuenta de que todos esos miedos irracionales se debían a que había sospechado que estaba embarazada y no había querido aceptarlo por miedo a la reacción de taeyeon.

¿Cómo había podido ser tan tonta?

¿Cuándo la había defraudado la mujer de la que estaba enamorada?

En todo caso, estaba más protectora de lo necesario, pero esa era su forma de ser y a ella le encantaba tal y como era, aunque le cabreara que a veces se pusiera en plan déspota.

Tiffany sonrió al recordar que le había prometido intentar no ser tan dominante y controladora.

Se había portado muy bien durante toda la tarde: atendiéndola y haciéndole el amor con cuidado, como si se fuera a romper por estar embarazada.

A decir verdad, después de las últimas semanas, en las que había estado tan alterada emocionalmente, necesitaba justo eso y esa íntima ternura le había reconfortado.

Sin embargo..., había llegado el momento de despertar a su taeyeon desatada.

No es que Tiffany disfrutara cuando taeyeon se ponía en plan dominante en la cama, es que la volvía loca de placer.

Taeyeon era mitad ternura, mitad hormonas. Y ya era hora de que su faceta cavernícola viniera a jugar con ella.

Se detuvo para ajustarse la bata de seda roja que se había puesto.

Era raro que llevara más de una hora sin ver a taeyeon. Normalmente se sentaba a su lado y trabajaba en algún juego mientras ella se entretenía en el ordenador de pruebas de la sala de informática.

Como iba descalza, no hizo ruido alguno al bajar las escaleras enmoquetadas. Sus uñas recién pintadas asomaban por debajo de la bata a cada peldaño que descendía.

Se miró los dedos al bajar el último escalón y decidió que igual se volvía a hacer la pedicura en el futuro.

Tenía los pies suaves como la piel de un bebé y la experiencia había sido muy relajante.

Podía ir con Yuri antes de la boda.

De su boda.

Taeyeon iba a ser su esposa.

Tiffany kim-hwang era un nombre que siempre llevaría con orgullo, a sabiendas de lo mucho que se habían sacrificado las dos hermanas para alcanzar su posición social.

— ¿Tae?—la llamó al entrar en la cocina.

Se quedó atónita al no encontrarla ahí.

Dormida seguro que no estaba, jamás se iba a la cama sin ella.

— ¡Ven al dormitorio!—exigió taeyeon con su voz ronca.

Esbozó una sonrisilla mientras avanzaba hacia el cuarto.

Taeyeon no pedía; daba órdenes y Tiffany la obedecía cuando le apetecía y en ese momento se sintió tentada a seguir sus instrucciones.

Avanzó por el pasillo con curiosidad. La puerta del dormitorio estaba entornada y se abrió de par en par sin hacer el menor ruido cuando Tiffany apoyó una mano en la madera y empujó con suavidad.

Se le cortó la respiración al posar los ojos en taeyeon: estaba atada a la cama y lo único que llevaba puesto era la cadena de oro con el penique de la suerte y la ropa interior de seda decorados con corazones y diablillos.

Con el pulso acelerado corrió hacia la cama:

—Pero ¡qué haces, tae!

Tiffany había estado atada varias veces: la primera vez porque era la única manera en que taeyeon  podía hacerlo al principio y las demás porque les resultaba erótico y y.

Teniendo en cuenta lo que le había ocurrido a taeyeon, Tiffany no daba crédito a lo que veían sus ojos.

Parpadeó y volvió a parpadear.

Taeyeon abrió el puño para enseñarle uno de los corazones de cartón que ella le regalaba en todas las celebraciones; un diminuto corazón canjeable por un deseo, por cualquier cosa que quisiera de ella.

El papelillo revoloteó sobre la palma de su mano atada.

—Deseo que te des cuenta de que confío en ti al cien por cien.

—No, tae. No—subió a la cama y tiró de las vendas presa del pánico, pero no logró desatarlas. Se sintió frustrada al no ser capaz de liberarlo y le rogó—Dime cómo se desata esto—empezó a tirar con todas sus fuerzas de una de las vendas que le sujetaban el brazo.

Necesitaba soltarla como fuera.

No soportaba verla así de indefensa.

Estar así tenía que estar matándola.

« ¡Maldita taeyeon!».

¿Había algo que no estuviera dispuesta a hacer para demostrarle su fe en ella?

—No hacía falta que hicieras esto. Ya confío en ti al cien por cien.

—Quieta. Para o te harás daño—el tono severo la hizo frenar en seco.

Tiffany nunca la había oído tan seria.

Con un tono más relajado añadió:

—No estoy incómoda. Bueno..., excepto porque tengo cierta humedad en una parte de mi cuerpo...

Tiffany posó la mano sobre su corazón acelerado y, por primera vez desde que había entrado en el dormitorio, miró a taeyeon a la cara: estaba sonriendo.

Al ver que tenía una sonrisa de oreja a oreja se relajó un poco y analizó la situación.

¡Madre del amor hermoso, la mujer estaba como un tren!

Tenía atadas las cuatro extremidades y lo único que había en la cama era una sábana de seda negra bajo su cuerpo. La ropa interior negra eran nuevas, uno de los muchos regalos que le había hecho ella por San Valentín, y se amoldaban perfectamente a sus curvas.

¿Estaba húmeda?

¿Excitada?

¿Cómo era eso posible?

Después de las cosas que le habían ocurrido en el pasado, ¿cómo podía hacer esto sin sentirse angustiada o afligida?

Buscó alguna señal de molestia en el rostro de taeyeon. Pero no encontró ninguna.

La devoraba con una mirada apasionada, sin rastro alguno de malestar.

— ¿Cómo lo has hecho? ¿Cómo has logrado atarte a ti misma?

A juzgar por lo poco que habían cedido las vendas cuando Tiffany había tratado de desatarlo los nudos estaban muy apretados.

—Ha sido jessica—respondió contrariada—Creo que la muy cabrona me ha atada demasiado fuerte.

Tiffany se llevó una mano a la boca para intentar reprimir la risa..., pero la carcajada se le escapó igualmente de los labios.

— ¿Ha sido tu hermana?

—Esto me lo va a estar recordando toda la vida. Yo quería estar desnuda, pero insistió en que al menos me tapara mis partes...como si no tuviera lo mismo que yo—respondió taeyeon malhumorada.

Madre mía, Tiffany hubiera dado cualquier cosa por ver ese momento, pero tenía que conformarse con imaginarse a jessica atando a su hermana a la cama e insistiéndole en que se tapara sus partes.

Como jessica no conocía todos los secretos de taeyeon, lo más probable es que, en lugar de alarmarse con la situación, se lo hubiera tomado como una extravagancia, con la que podría estar vacilando a su hermana pequeña eternamente.

—No puedo creerme que hayas hecho esto—cogió el corazón de cartón de la mano de taeyeon, lo rompió en pedazos y lanzó los trocitos hacia el techo—Deseo concedido. Pero ya confiaba en ti al cien por cien. Ya te he dicho que fue por culpa de las hormonas. Además, he estado pensando y ahora entiendo que hayas podido interpretar mi comportamiento como una muestra de rechazo o de vacilación, pero todo han sido paranoias mías, no tiene nada que ver contigo.

—Quería asegurarme de que confiabas en mí, pero tócame de una vez o me va a dar un síncope—exigió con sus ojos oscuros.

Tiffany se detuvo a mirarla y se le cortó la respiración al asimilar lo que tenía ante sus ojos: estaba ahí tendida a su merced.

Taeyeon era como un tigre encadenado listo para atacar y le resultaba embriagador y tremendamente erótico tenerla inmovilizada.

Aquel cuerpo era una promesa de placer y Tiffany se moría por acariciar hasta el último centímetro de su  piel.

—Eres la persona más y del planeta—afirmó con una voz seductora cargada de deseo.

—Creo que tienes que ir a que te revisen la vista. Siempre lo he pensado. Estoy llena de cicatrices, cariño, y son muy feas.

Sí.

Taeyeon tenía cicatrices, un testimonio de su fuerza y de su valentía. A Tiffany jamás le parecerían feas o desagradables.

—Como una guerrera, la héroe de mis sueños—estiró el brazo desabrocharle el sujetador y quitárselo, luego le acaricio el pecho con la palma de la mano y repasó con el dedo cada una de sus cicatrices antes de inclinarse para lamerlas con la lengua.

—Estás loca—gimió tirando de las vendas que le ataban los brazos.

—Tú me vuelves loca—replicó riéndose sin dejar de lamerle el pecho. Le mordisqueó un pezón con cuidado mientras le masajeaba el o por encima de la seda.

Tener a taeyeon a su merced era algo completamente nuevo y tentador.

Se arrodilló para quitarse la bata. Tenía tantas ganas de tocarla que casi se olvida de la sorpresa que le había preparado.

— ¡Madre de Dios! ¿Qué llevas puesto?—preguntó atormentada.

Tiffany le dedicó una sonrisa traviesa y seductora.

—Otro regalo de San Valentín para ti.

Era el conjunto más picante que se había puesto jamás y eso era mucho decir porque a taeyeon le encantaba la lencería y; si bien el interés en la ropa le duraba muy poco, ya que no tardaba en quitársela, a mordiscos si era necesario.

El vestidito rojo estaba reducido a su mínima expresión: tenía unos tirantes muy finos, la parte de arriba apenas le tapaba los pezones y las delgadas tiras de tela que tenía junto a la tripa eran transparentes.

La braguita era ínfima y dejaba al descubierto el trasero y gran parte del o.

—Obviamente me he tenido que depilar. Del todo. Esta braguita no tapa gran cosa.

Taeyeon tragó saliva mientras recorría con ojos apasionados su cuerpo deseando hacerlo suyo.

— ¿Depilada... del todo?—casi se atraganta al pronunciar la última palabra—Hace un momento no lo estabas.

Tiró la bata al suelo y se giró hacia su morena para rozarle con la yema del dedo su o húmedo.

—Me depilé cuando me puse el conjunto, justo antes de que me llevaras arriba a probar el nuevo juego. Estas muy húmeda, tae. Una auténtica pasada.

—Sí, lo sé, estoy más húmeda de lo normal—gruñó resoplando cada vez más fuerte.

— ¡Qué tonta! No me refería a tus partes, sino al juego—se echó a reír y, al bajarle el elástico de las bragas.

—Ahora mismo el juego ese me importa un comino—resolló.

En cuanto le puso la mano encima Tiffany también perdió todo el interés en el videojuego. Le agarró su suave o mientras se inclinaba para besarla rozando sus sensibles pezones contra los de ella.

Taeyeon le metió la lengua en la boca y reaccionó levantando las caderas cuando ella le agarró con fuerza el clítoris entre los dedos.

Taeyeon la besaba como si estuviera poseída y ella le contestaba con el mismo frenesí mientras le acariciaba la parte del cuerpo que se moría por tener juntas.

Pero eso podía esperar.

Taeyeon había hecho todo esto por ella y Tiffany estaba decidida a que gozara con la experiencia.

Y que gozara mucho.

Pensaba sacar a la cavernícola que llevaba dentro antes de centrarse en sus propias necesidades.

Le liberó la boca y se arrodilló junto a su coreana sin dejar de acariciar su húmedo o.

Sus manos recorrieron sin prisa alguna cada centímetro de su piel, ya que no sabía si se le volvería a presentar esta oportunidad y quería tocar su cuerpo entero.

—Tengo un antojo—le comentó con sensualidad antes de soltarla y bajarse de la cama.

—tiff, vuelve—suplicó con una voz insistente.

Se fue corriendo a la cocina y regresó con un bote de nata montada. Lo agitó con erotismo, inclinó la cabeza, abrió la boca y lanzó un chorro de crema entre sus labios.

—Mmmm..., está buenísimo!—se lamió los labios mientras tragaba la dulce espuma.

Taeyeon la contemplaba embelesada con una mirada de deseo amenazante que hizo estremecer a Tiffany.

—Solo hay una cosa que me sabría aún mejor si me estallara en la boca. Algo de lo que tengo antojo—avanzó a cuatro patas por la cama, entre las piernas atadas de taeyeon.

—tiff—le advirtió taeyeon, pero ella no le hizo caso.

Le echó la nata por el terso vientre, los muslos y su o húmedo.

Primero le lamió el vientre, recorriendo con la lengua deleitándose en el dulce sabor de la nata montada. Taeyeon se retorció lo que las vendas le permitieron y gruñó:

—Me las vas a pagar.

Tiffany sonrió lamiéndole el muslo.

—Cuento con ello, linda. Eres linda en todo. Ya me entiendes.

Su cuerpo entero no dejó de palpitar mientras ella se acercaba al otro muslo y empezaba a mordisquearlo y lamerlo hasta dejar una marca con los dientes en la dulce piel.

Cuando por fin se dirigió hacia su entrepierna, sintió que el o se le contraía y que empapaba la atrevida braguita.

Empezó a gemir al recorrer la entrepierna con la lengua, lamiendo la nata montada con lentitud y a conciencia.

—No voy a durar mucho. Maldita sea, tiff. Desátame—su voz se debatía entre la frustración y la excitación.

Tiffany levantó la cabeza para buscar en sus ojos marrones alguna señal que indicara que estaba incómodo en algún plano que no fuera el ual.

No la encontró.

A taeyeon le consumía el placer carnal, gozaba contemplándola y lo único que le frustraba era no ser capaz de compensarla con el mismo placer.

—Pensé que querías satisfacer todos mis antojos—le susurró con sensualidad—Tengo antojo de ti.

Taeyeon gruñó y dejó caer la cabeza sobre la almohada mientras Tiffany le metía la lengua en el o y trazaba círculos con la lengua sobre el clítoris.

—Me vas a matar—jadeó mientras ella le pasaba el lengua por todo el o.

«De placer, HERMOSA».

Tiffany rodeo sus dientes con los labios y le mordió el clítoris y succionó, taeyeon empezó a bambolear las caderas, empujándolas contra su boca cada vez que ella presionaba hacia abajo. Tiffany levantó la mirada y vio cómo se tensaban los músculos de ese cuerpo perfecto y cómo se aferraban sus manos a las vendas que la mantenían atada.

Se quedó cautivada de la expresión que tenía taeyeon en ese momento: embriagada por la pasión, había perdido el control por completo y se había dejado llevar por el éxtasis.

—Tiff, cariño. Ahhhh... Dios mío. Síííí...

A medida que ella se movía más rápido y ejercía más presión su coreana empezó a gritar palabras sin ton ni son hasta que explotó con el cuerpo encharcado en sudor.

Su alivio inundó en forma de líquido caliente, Tiffany le paso la lengua gimiendo hasta dejarla limpia. Después de lamer hasta la última gota, gateó a cuatro patas hasta llegar a sus labios y la besó para que probara su propio sabor entre sus brazos.

Taeyeon se recreó en su boca, pero acabó apartando los labios de los suyos para exigir:

—Tu o depilado. Ahora—tiró de las vendas con desesperación deseando estar suelta.

Sí, era hora de liberar a su cavernícola.

—Ayúdame—le pidió ella, ya que no tenía ni idea de cómo soltarla.

Taeyeon le dio instrucciones concisas y ella logró liberar las manos. Entonces, sin dejar de jadear, se incorporó y desató ella misma los nudos que le sujetaban las piernas y, en un abrir y cerrar de ojos, su cuerpo sudoroso estaba encima de ella.

Taeyeon había encontrado a su presa y estaba desbocada.

Dios mío, Tiffany adoraba a esta mujer.

Le bastaron dos zarpazos para arrancarle la lencería, que cayó al suelo hecha pedazos. Tiffany suspiró cautivada por esa fuerza y por la facilidad con la que era capaz de desnudarla.

Hacía tiempo que había dejado de reprenderle cada vez que le destrozaba la ropa interior o al suya misma.

Ya compraría más.

Merecía la pena solo por ver cómo la pasión le hacía perder los estribos.

Como de costumbre, se puso como una fiera con la ropa, pero a ella no le hizo ningún daño.

—Dios mío, eres preciosa—jadeó mientras contemplaba su o depilado—Es hora de la revancha. ¿Querías jugar, rubia? Bueno prepárate.

Tiffany estaba más que preparada para el tipo de castigo que taeyeon  tenía en mente: un castigo que la dejaría sin respiración y que la haría gimotear y suplicar.

Gimió al sentir sus dedos acariciándole los pezones hinchados y con la sensibilidad a flor de piel.

Estaba más que lista.

—Por favor, tae.

—Por favor, ¿qué? ¿Qué es lo que quieres?—le preguntó con brusquedad.

—Hazme el amor, por favor.

—Creo que no. La que tiene un antojo ahora soy yo. Se me hace la boca agua pensando en tu miel. ¿Estás mojada, cariño?

¿Mojada?

Madre mía..., estaba empapada.

—Sí—bamboleó las caderas, pero fue incapaz de mover ni un milímetro el cuerpo duro como una roca que tenía encima.

Aunque estaban piel contra piel, su coreana apoyaba la mayor parte de su peso en sus brazos. Ella miró hacia arriba para encontrarse con sus intensos ojos oscuros y exigirle con el cuerpo que la hiciera suya.

—Vas a correrte para mí mientras te como entera—susurró con una voz áspera.

Enterró la cara entre su pelo antes de mordisquearle el cuello y empezar a descender hacia sus senos lamiéndole la piel.

Tiffany gimió mientras le lamía los pechos —primero uno y luego otro—, como si dispusiera de todo el tiempo del mundo para idolatrar aquellos pezones erectos.

Sintió que se estremecía por dentro cuando taeyeon se dirigió hacia la tripa, donde se detuvo para lamerle el ombligo y llenarle de besos húmedos y cálidos el vientre.

Por fin, justo antes de que empezara a gritar de frustración, taeyeon le separó las piernas y Tiffany se estremeció al sentir el cálido aliento de su prometido sobre su o al descubierto.

—Huelo tu excitación y veo lo empapada que estás—bramó acariciando la piel desnuda.

Tiffany echó la cabeza hacia atrás desesperada por que su boca la tocara.

—Por favor, tae. Te necesito.

Rozó con el dedo sus pliegues empapados, introduciéndolo cada vez más.

— ¿Así? —preguntó con exigencia.

—Más —le rogó.

Si no hacía que se corriera de inmediato, se iba a volver loca.

— ¿Así?—su dedo se deslizaba con facilidad sobre la piel resbaladiza y empezó a trazar círculos en el clítoris.

—Más. ¡Más!—su cuerpo lo deseaba tanto que estaba empezando a perder los papeles.

— ¿Así?—acercó la lengua hacia la mullida piel y le lamió la excitación con la lengua.

Ay, Dios.

Sí.

Sí.

Sí.

Levantó las caderas para que su lengua la penetrara aún más. Taeyeon separó los pliegues de su o con los pulgares y enterró la cabeza entre sus muslos para devorarla con un ansia sin paliativos.

Le frotó el clítoris mientras le comía hasta las entrañas emitiendo un sonido

Reverberante.

—Sí. Por favor, tae. Necesito correrme—metió los dedos entre sus cabellos para agarrarla de la cabeza y atraerla aún más hacia ella.

Gimió y balanceó las caderas mientras su coreana le daba todo el placer que su ardiente boca podía darle.

Taeyeon gruñó sobre su carne, lo que generó unas vibraciones que la arrastraron despacio hacia la locura. Siguió lamiendo hasta que Tiffany perdió el sentido y se dejó llevar por un clímax abrumador que la consumió por completo y que la hizo arder de pasión.

En lugar de sollozar aliviada, que es lo que tenía ganas de hacer, Tiffany gritó su nombre mientras continuas olas de placer le recorrían el cuerpo entero.

Después de haber exprimido hasta la última gota de satisfacción que podía ofrecerle con su increíble boca, taeyeon se quitó las bragas y trepó por el cuerpo de Tiffany, que abrió los ojos para ver a la mujer de la que estaba enamorada y que en ese momento se mostraba feroz y desbocada, tal como le gustaba a ella.

Tal como ella la amaba.

Aunque el cuerpo de Tiffany estaba satisfecho, la necesidad de unirse con su coreana en un solo ser era tan apremiante que la superaba.

—Hazme el amor, tae. Ahora.

Su o se acercó peligrosamente a su o, que aún no había dejado de estremecerse.

—Eres mía—rugió—Siempre lo serás.

—Sí. Siempre.

Taeyeon acomodo su empapado o junto al de Tiffany y las unió para que tuvieran un perfecto roce, dicho roce que la dejó sin respiración y le rodeó la cintura con las piernas y el cuello con los brazos, tratando de acercarse al máximo a su coreana.

La boca de taeyeon cubrió la suya insuflando calor en todo su cuerpo y arrastrándola a un lugar en el que solo existían ellas dos.

Se movían una y otra vez, retrocediendo las caderas sin llegar a sacarla del todo, mientras Tiffany se entregaba en cuerpo.

La estaba haciendo suya y ella quería que así fuera.

—Dime que eres mía. Te necesito. Te quiero. No me abandonarás en la vida—exigió taeyeon entre jadeos tras arrancar la boca de la de ella.

—Siempre seré tuya. Nada se interpondrá jamás entre nosotras. Te quiero.

Apenas había salido aquel jadeo de su boca cuando sintió que el o se acercaba; entonces apretó con más fuerza las piernas alrededor de la cintura de taeyeon para responder a sus intensas embestidas, de modo que sus cuerpos empapados en sudor se fundieron en uno solo.

Tiffany sintió que el cuerpo se le hacía añicos entre temblores y, mientras su cavidad palpitaba, le clavó las uñas en la espalda. Gritó su nombre sin dejar de bambolear su cuerpo fogoso contra el de su morena hasta que alcanzó un éxtasis arrebatador que empapó a taeyeon y del que tardó un buen rato en sobreponerse.

—Tiff. Tiff...—susurró antes de correrse.

Cuando las cosas se calmaron Tiffany se quitó de encima sin soltarla, manteniéndola en el refugio de sus brazos. Mientras se le hinchaba y deshinchaba el pecho, preguntó:

— ¿Te he hecho daño?

Tiffany negó con la cabeza mientras su cuerpo entero seguía estremeciéndose.

—No—suspiró entre jadeos—Me has dado justo lo que necesitaba—Tiffany lo besó en la frente por haber saciado sus necesidades y después escondió el rostro en su cuello para tratar de recuperarse.

No tenía ni idea de cómo lo hacía, pero taeyeon siempre sabía lo que necesitaba en cada momento.

Esa noche, en su segundo San Valentín juntas, le había ofrecido una pasión desenfrenada y su amor incondicional.

Obviamente no tenía que atarse a la cama para demostrarle nada, pero el hecho de que hubiera querido hacerlo y que se hubiera puesto a su merced la emocionaba.

Tiffany suspiró preguntándose cómo podía ser tan afortunada de haberse cruzado con una persona como taeyeon, una mujer a quien podía entregarse por completo, ya que siempre trataría con cuidado su amor, su confianza y su alma.

—Te quiero. Feliz día de San Valentín—susurró junto a su cuello.

—Feliz día de San Valentín, cariño. Te querré siempre—murmuró taeyeon sobre su hombro, estrechándola entre los brazos con el mismo afán de protegerla que de poseerla.

Fueran cuales fueran los retos que les aguardaban, taeyeon y Tiffany se enfrentarían a ellas juntas.

—Siempre estaré a tu lado—musitó Tiffany adormilada.

—Lo sé, Tiff. Soy la mujer más afortunada del mundo—afirmó con orgullo.

Tiffany se durmió con una sonrisa en los labios por el nuevo apodo que le había puesto y con la satisfacción de saber que había encontrado el amor eterno.

Para una mujer que durante un tiempo había estado tan sola era el mejor regalo de San Valentín que podía recibir.

FIn

este fue el fin , 

hablando de yulsic disculpen no se si hay una continuacion... ( y no e adaptado de otra couple que no involucre a tae asi que perdon pero tal ves no lo busque)

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Comments

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LlamaAmerica #1
Chapter 31: Ahhhh que hermoso por fin están cómodas la una con la otra!!! *-* <3
Gracias por traernos estos fix TaeNy *-* <3
Skyth06
#2
Chapter 31: Amé el capítulo!!!
LlamaAmerica #3
Chapter 24: Alguien más está encantado con este cap? *-* <3 <3
Skyth06
#4
Chapter 24: Son tan awwwwwwww *-*
LlamaAmerica #5
Chapter 23: Haaaaay es que me llenan de amor estas dos!!! Ya que se casen mejor *-* <3
mv007842 #6
Chapter 23: Tan lindas y calientes que ya formen su familia siiiiii Tae es muy dulce me gusta esa personalidad fria pero por dentro con un corazon de dulce
Skyth06
#7
Chapter 23: Love. Love
LlamaAmerica #8
Chapter 22: Haaaaay pobrecita mi Tae :(
Me encanta esta historia *-* <3
Skyth06
#9
Chapter 22: Encantador *-*.
mv007842 #10
Siiiiii bolviste que bien sige porfa me gusta esta historia es super linda continua porfa no desaparescas