capitulo 17

A mi profesora con amor

“Los sueños se hacen realidad. Sin esa posibilidad, la naturaleza no nos incitaría a tenerlos”.

John Updike

 

Taeyeon

Mi acogedora casa, de dos dormitorios y estilo bungaló se hallaba en medio de una calle con árboles en los patios delanteros y los juguetes de los niños en la parte trasera. La versión de la clase media del sueño americano. Este era el primer lugar en el que había vivido sola, el primer lugar en el que había vivido lejos de mis padres. Aquí gané mi libertad. En las primeras semanas de la mudanza, había estado un poco salvaje. Bueno, mi versión de salvaje, de todos modos. Pinté las paredes de colores locos como mandarina y turquesa. Compré toallas y cubiertos que no coincidían para nada. Incluso fui a comprar una botella de vino para celebrar. Si tan solo mis padres me hubiesen visto en ese entonces... Pero esa es exactamente la razón por la cual lo hice, porque sabía que lo desaprobarían. Bueno, eso y porque me encantaban esos colores y también mi colección de cosas incompatibles, además tenía muchas ganas de hacer algo conmemorativo para celebrar. Era una rebelión pequeña, pero lo bastante grande para mí. Al vivir sola, apreciaba cada cosita independiente que tenía que hacer. Entonces, ¿leer en la bañera? Oh, lo hacía en cada oportunidad que tenía. En los cuatro meses que residí en Ellamore, esto se había convertido en mi ritual de la mañana del sábado. Además, esta mañana necesitaba algo que me levantara el ánimo. Me sentía deprimida desde el martes, cuando me alejé de Forbidden —y Tiffany— para siempre. Todas mis velas de aromaterapia con aroma a lavanda se encontraban alrededor del borde de la bañera e iluminaban, lanzando un ligero toque de calidez a través de las paredes de mi baño, mientras que la niebla del agua caliente empañaba mis espejos y provocaba que mis poros gotearan con la transpiración. Mis pies descansaban junto al desagüe, la espalda, contra el otro extremo, y la toalla que usé para envolver el pelo mojado también funcionaba como un buen amortiguador para mi nuca. Eché la mayor parte de las burbujas a mis pies porque habían estado metiéndose con mi libro de bolsillo —burbujas malas— pero ahora que me encontraba en una parte bastante intensa y tremendamente física de la historia, de repente me sentí muy consciente de mi pecho flotando justo por debajo de la superficie del agua. Deslicé mi muslo por encima del otro y me moví, mientras el calor húmedo lamía mi cuerpo al mismo tiempo que la lengua del héroe rodaba sobre la piel de la protagonista. Poniéndome cada vez más inquieta, giré una página, ansiosa por saber lo que iba a hacerle a continuación, ya que tenía que decir que el hombre era ingenioso con algunas de las cosas que le gustaba lamer. Me recordó a la lengua de Tiffany Hwang y cómo la había deslizado al otro lado de la clavícula antes de que mordisqueara una peca con sus dientes. Tragué cuando mis pezones comenzaron a sentir un hormigueo, volví a mover las piernas y las froté para aliviar algo de la tensión que aumentaba entre ellas. Pero eso agravó la situación mucho más. En la novela, la mano del protagonista vagó por su estómago tenso y luego entre los muslos suaves, y tuve que apretar los míos en respuesta.

—Ahora eres mía, Isabelle —gruñó en su oído, con voz áspera pero dedos tiernos.

Maldita sea, ¿por qué nadie podía decirme ese tipo de mierda cursi? Pero entonces, un eco de la voz de Tiffany pasó por mi memoria: ¿Quieres saber un secreto? Quedé completamente loca por ti ese primer día de clases.

Un gemido salió de mis labios y cerré mi libro de golpe. La gran palabra con “m” llenó mi cabeza. Para recuperarme del trauma de mi primer encuentro ual, mi terapeuta había sugerido el auto-placer para que yo pudiera aprender que el o también podría sentirse bien, no solo doloroso, aterrador y debilitante. Tenía quince años y me sentí totalmente mortificada por toda la conversación. Me tomó tres meses para mirarla a los ojos una vez más después de eso y luego otros tres años para considerar siquiera la idea. Las pocas veces que traté de darme placer, solo fueron incómodas y embarazosas. No me calentaba la idea del o en lo más mínimo. Lo único que funcionó había sido el tiempo y las novelas románticas. Pero esta vez, no me detendría como había hecho antes. Mi cuerpo ya estaba receptivo a la idea. Dejando mi libro de bolsillo a un lado, decidí que un intento más no podía hacer daño. Así que cerré mis pestañas y un rostro con ojos cafes y cabello castaño  azotado por el viento llenó mi cabeza. Desde que me fui del bar el martes, solo la vi una vez en clase. Y nuestras miradas se enfrentaron dos veces durante esa hora. Siempre, las dos desviamos la mirada, como si incluso un simple vistazo fuera demasiada tentación. Me rompía el corazón ni siquiera ser capaz de mirarla, porque Tiffany Hwang era arte, como si fuera la disculpa de Dios por todos las personas comunes en el mundo. Cuando mis dedos encontraron un lugar dulce, gemí y arqueé la espalda, alterando el agua junto con cada terminación nerviosa de mi cuerpo. Mientras que en mi mente, la vi, con la mejilla presionada contra mi almohada y ella acostada a mi lado, susurrándome sobre la forma en que la afecté la primera vez que me vio. Me vine en un jadeo, salpicando agua accidentalmente del lado de la bañera y arruinando todas las velas, así como empapando mi pobre libro. Pero valió la pena. Oh Dios, valió la pena. De acuerdo, nada valía la pena para dañar un libro sagrado, a pesar de que en este momento pensaba en: “Simplemente compraré otro”. Pero, en serio. Mi primer o. Se sentía bien. Increíble. Nunca me había relajado lo suficiente como para permitir que los dos chicos que no me forzaron me hicieran llegar al o, y siempre paraba antes de tiempo cuando lo intentaba yo misma. Pero con algo de estimulación de Tiffany Hwang y la edición de bolsillo empapada a mi lado, la vida era buena. Debía celebrar. Con helado. Tal vez un poco de chocolate. Y vino. Ooh, sí. El vino sonaba bien en estos momentos. Sintiéndome energizada en lugar de relajada como me deberían haber dejado mis velas de lavanda, saqué el tapón del desagüe con mis dedos de los pies y me levanté. El agua se deslizaba de mí, haciéndome sentir fresca y sensual. y. Mmm, me preguntaba si un buen o siempre hace sentir hermosa a una chica. Tarareando, sacudí la cabeza para aflojar la toalla envuelta alrededor de mi cabello y la usé para secarme. Y por una vez, no pensé en lo mucho que necesitaba endurecer el abdomen, o hacer algo por mis muslos flojos. Todos los pensamientos de autocrítica que por lo general aparecían cuando me veía desnuda se encontraban felizmente en silencio. Maldita sea, ¿por qué diablos había esperado tanto tiempo para hacer esto? Me reí en voz alta.

—Gracias, Tiffany Hwang.

En respuesta, el sonido sordo de mi puerta atravesó la partición cerrada de mi baño privado.

— ¡Mierda! —Se me cayó la toalla y me zambullí en busca de mi ropa, preguntándome quién diablos se encontraba al otro lado de mi puerta. Había encargado en línea unos zapatos nuevos, pero la información de seguimiento dijo que no llegarían hasta el lunes. Pero era el momento adecuado para que mi correo sea entregado. Y no era como si tuviera amigos ocasionales que se pasarían sin avisar. Podría ser un vendedor o los testigos de Jehová, pero pensé que era probable que fuera el hombre del correo. Sin esperar que quien sea que haya venido se quedara mucho tiempo, evité mi sujetador y me puse mis bragas de algodón antes de ponerme los pantalones cortos de color azul y una camisa de mangas largas y a rayas de color melocotón y crema que había dejado encima de mi ropa sucia. Con los pies desnudos y el pelo todavía mojado y despeinado, abrí la puerta del baño y corrí por toda la casa. Ni siquiera se me ocurrió comprobar la ventana antes de recibir a mi visitante. Simplemente desbloqueé todos los cerrojos y abrí la puerta, esperando la sonrisa de un repartidor. Cuando en su lugar vi a Tiffany, jadeé con sorpresa y salté hacia atrás, cubriendo mis pechos sin sujetador con las dos manos. El resplandor de mi o que estoy segura todavía manchaba mis mejillas, desapareció para ser sustituido por la vergüenza horrorizada. Pero, oh, Dios mío, ¿haberme tocado mientras pensaba en ella de alguna manera la atrajo a mi casa?

¿Qué clase de mierda vudú había en esas velas?

Tenía que comprar más.

—Yo... —comenzó, abriendo la boca como si estuviera lista para dar una larga explicación de por qué se encontraba allí. Pero luego su mirada se desplazó hacia abajo y quedó con la boca abierta. No salió ninguna palabra. La apreciación en su mirada mientras viajaban por mis piernas desnudas y regresaban arriba, agitó a todos los órganos de mi cuerpo. Ahora que mi cuerpo sabía lo liberador y sorprendente que era el o, estaba listo para experimentar otro. Y esta vez, olvídate del recuerdo, ahora tenía a la auténtica: un Tiffany Hwang entregada a mi puerta principal. Lo cual estaba completa e increíblemente mal.

— ¿Qué demonios haces aquí? —exploté, apretando los brazos con más fuerza alrededor de mí porque a mis pezones no parecía importarles que la chica frente a mí podría condenar toda mi carrera. Apretados y posicionados en puntos duros, lo único que querían era sumergirse en la Gran O, Número Dos. Las perras egoístas.

—Yo... —intentó de nuevo, sin lograr mucho más en esta ocasión porque su mirada se congeló en mis brazos, donde la piel había empezado a ponerse de gallina—. Oh, joder. No estás usando un sostén, ¿verdad? —Miró por encima de mi cara antes de palidecer—. Y también acabas de salir de la ducha.

Manteniendo a mis chicas seguramente cubiertas con un brazo, liberé el otro, para poder apartar el pelo mojado de mi cara.

—Baño de burbujas —le corregí.

Gimió, literalmente. Alzando una mano como si fuera a darme órdenes para que no hablara más, se volvió hacia un costado para no enfrentarme directamente y luego se cubrió la boca con un puño.

—Jesús, eres el mal. Ahora te imagino desnuda, cubierta de burbujas y rodeada de velas y esas cosas mientras lees un libro. Maldición, era bueno.

—No te olvides de lo increíblemente mojada que estaba —dije porque, diablos, siempre le decía cosas a esta chica que sabía que no debía. ¿Por qué parar ahora? Me calló con una mirada incrédula.

—Estás tratando de matarme, ¿no es así? Retrocediendo, se hundió en la silla de mimbre frente a mi puerta, donde me sentaba en las mañanas de domingo y bebía mi capuchino mientras leo. Por lo general, me tragaba entera. Pero al soportar la gran complexión de Tiffany, parecía pequeña y ridículamente femenina.

— ¿Qué diablos hago aquí? —murmuró para sí mientras se cubría la cara con las manos.

Tragué saliva, sintiéndome cachonda y mal por lo que acababa de decirle y torturarla más de lo debido. Pero ella fue la que vino a mí; ella comenzó esto. Por mucho que quería despotricarla por alborotar el avispero de nuestra química, no podía dejar de pensar en cómo había estado conduciendo hasta aquí para verme mientras yo me corría con una imagen de ella en mi cabeza. La persona que había estado anhelando, también me quería. Todavía me quería. Fue emocionante y desgarrador y tan hermoso saberlo que me deslicé hacia abajo en la puerta abierta para sentarme y levanté las piernas hasta el pecho, abrazando mis rodillas mientras la veía luchar contra una batalla interna. Levantó la cara para mirarme y parecía desmoronarse.

—Dios, eres tan... —Negó con la cabeza. Un cálido resplandor enrojeció mi piel.

Nadie se mostró tan cautivada por mí. Era horrible que la primera persona en revelar una chispa tuviera que ser prohibida, pero de todas formas, me encantaba la sensación que provocó en mi ego.

Me miró por un segundo antes de sacudir la cabeza y decir

—: Pasa el día conmigo.

Quería sonreír y suspirar, incluso cuando mis hombros cayeron.

—Tiffany, ya lo discutimos el martes.

—No, en realidad, no discutimos nada. Simplemente te fuiste y...

— Cuando abrí la boca para argumentar, levantó la mano.

—. Entiendo totalmente tus razones. Pero ha pasado algo desde entonces.

—Está bien. —Asentí, esperando que hubiese ocurrido un milagro y Ellamore haya cambiado su política escolar para permitir las relaciones entre alumnos y maestros.

—. ¿Qué pasó? No respondió de inmediato. Con el ceño fruncido después de un largo momento de silencio, abrí la boca para preguntarle si se encontraba bien, cuando dijo.

—: Acabo de salir del entrenamiento con pesas... y vine directo desde allí.

—De... acuerdo —dije lentamente. No lucía como si hubiera venido del entrenamiento. El otro día, había estado usando sus pantalones de chándal y tenía el pelo mojado. Hoy, vestía pantalones marrones oscuros y una camisa con mangas largas de color negro y gris a rayas, que moldeaba los contornos de sus pechos y le hacía lucir demasiado deliciosa para estar sentada en mi pórtico. Suspiró.

—El entrenador nos juntó a todos, y nos dio una pequeña charla.

—Por el tono ominoso de su voz, sabía que no me iba a gustar lo que había tenido que decirles su entrenador.

— Después del gran escándalo con el equipo de voleibol y la cantidad de atención de los medios que atrajo, decidió crear una nueva regla, en la que si alguien del equipo era atrapado con alguien del personal o miembro de la facultad en el campus de alguna manera inapropiada, seríamos expulsados inmediatamente del programa de basquetbol. Y ya que tengo una beca de basquetbol...

—Perderías tu financiación y tendrías que dejar Ellamore por completo —terminé por ella.

—Así es —dijo con el más leve temblor en su voz. Cerré los ojos.

—Bueno, te aseguro que no voy a ir a decirle a tu entrenador...

—Lo sé —murmuró, claramente irritada.

—. No es por eso que estoy aquí. Parpadeando, fruncí el ceño, confusa.

—Entonces, ¿por qué has venido?

—Porque... porque quería verte

—dijo las palabras con rapidez, como si de ese modo le daría el coraje de decirlas. Solté una sorprendida, nerviosa y confundida risa.

—Lo siento, pero... acabas de decirme que el riesgo para nosotras acaba de duplicarse. Ahora esto afectaría la vida de las dos, Tiffany, por no hablar de lo que le haría a tus hermanos, que cuentan contigo.

—Lo sé.

—Gimió y rechinó los dientes.

—. Tenías que mencionarlos, ¿no?

—Bueno, alguien tiene que hacerlo. Y como soy la que está en la posición de autoridad, debería ser yo la que asuma la responsabilidad y diga que no. Ya hemos ido demasiado lejos. Esto se termina aquí.

—No. Solo escúchame. Por favor.

—La desesperación en su voz me hizo pedazos. Odiaba saber que le causaba tristeza.

— El martes te dejé ir porque eras la única que pagarías las consecuencias si pasaba algo. No me gustaba eso. Pero ahora... ahora, las dos correríamos el mismo riesgo. Tengo tanto que perder como tú. Así que... estamos en las mismas condiciones.

Con una risa nerviosa, negué con la cabeza.

—Lo que dices no tiene sentido. ¿Cómo puedes sugerir...? Es decir, ¿después de que acabas de precisar las consecuencias para las dos?

—Porque sé las consecuencias. Sé exactamente lo que pasaría si empezamos algo y nos atrapan. Pero ahora... ahora quiero saber las consecuencias si no hacemos nada.

—Tiffany —le susurré.

Debió haber escuchado el rechazo de mi voz porque se apresuró a cortarme.

—Me he estado volviendo loca, taeyeon. Mi hermana llama todos los días con un problema tras otro. Mi madre no ha estado en casa en semanas y me siento como una maldita culpable porque no estoy ahí para ellos. Mientras tanto, he estado matándome trabajando cada noche para hacer suficiente dinero para ayudarlos, mientras trato de mantener mis calificaciones y... y todo el mundo aquí tiene expectativas completamente diferentes de mí, pensando que soy una heroína despreocupada del basquetbol que no tiene nada de qué preocuparse, salvo el próximo partido o mantenerme en forma, o a qué chica voy a llevar a casa esta noche. Tú eres la única persona que lo entiende todo, mis dos lados. Y... siento cosas por ti, como si tuviera una conexión contigo. Yo... joder, no sé cómo decir esto. Ya sabes lo mucho que me cuesta expresarme.

Me abracé con más fuerza las rodillas contra mi pecho porque sentía como si mi corazón quisiera explotar de mis costillas. Diciéndome a mí misma que me mantuviera tranquila, le dije

—: Estás haciendo un buen trabajo hasta ahora.

Me miró y sus ojos se arremolinaron por la emoción mientras sus labios se inclinaron con placer.

—No es solo físico —dijo—. Es decir, claro, la química es explosiva. Pero… me gusta estar cerca de ti. Me gusta que me... conozcas. Y me gusta aprender de ti. Es que... quiero saber cómo sería estar juntas, qué nos perderíamos si no hacemos nada. Quiero saber si tal vez hay... más. Y si... joder, no sé. ¿Y si vale la pena arriesgar todo para estar juntas?

No parecía posible que alguien quisiera considerar un riesgo por mí. Rita, a quien quería como a una madre, desde luego, no tenía sentimientos tan fuertes por mí. Nunca arriesgó su carrera o su familia por mí. Así que escuchar lo que acababa de decir Tiffany, derritió por completo mis defensas. Indecisa, me mordí el labio y la miré. Y, maldita sea, sus ojos suplicaban.

—He tenido un par de semanas de mierda —dijo—. Estoy cansada y estresada, y este es el primer día libre que he tenido en mucho tiempo. Pero todo lo que quiero hacer es pasarlo contigo. —Levantando las manos en señal de rendición, negó con la cabeza—. No es nada deshonesto, te lo juro. Ni siquiera voy a hablar de o. Solo quiero estar cerca de ti. Vamos a mantenerlo completamente platónico.

Me dije que tenía que ser la chica más estúpida del planeta justo antes de preguntarle

—: ¿Qué tienes en mente? Su cuerpo se desplomó como si el alivio la hubiese dominado. Pero luego sonrió.

—Hay un parque cerca de un río al que uno de mis compañeros de equipo me llevó durante mi primer año. Está a una hora de aquí. Nadie nos reconocería y estaríamos al aire libre, por lo que no estaría tentada a intentar nada... inapropiado.

—Levantó las cejas y me envió una sonrisa traviesa.

— . Entonces, ¿qué dices? ¿Me das solo un día?

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Comments

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LlamaAmerica #1
Chapter 33: Bueno después de tanto pude terminar esta hermosa historia! Esta demás decir que siempre es un gusto leer tus adaptaciones más porque son de mi hermos TaeNy <3
JKS_lilhy #2
Chapter 33: Gracias por la historia, yo trabajo, estudio y soy mamá así ke leer este tipo de fic me encantan de verdad y más si son de mi pareja favorita taeny is real....
Skyth06
#3
Chapter 33: Fue hermoso gracias por compartirlo!!
2597611 #4
Chapter 33: Voy a llorar :'( .. no quería que acabe la historia pero buehhh .... Es una de mis favoritas !!
roguecr #5
Chapter 33: Hermosa historia gracias x compartirla y tienes razon los fics siempre son mejor con nuestro amado. Taeny
Skyth06
#6
Chapter 32: Porrr finnnn siiiiii
sakuratsukino #7
Chapter 32: es todo, yo esperaba un poco más en el final, pero no me mal entiendan la historia es muy buena, gracias autor por compartirla, extrañare leer las actualizaciones, espero exista un epilogo
roguecr #8
Chapter 32: Que bueno q tae regreso , al fin juntas. :)
2597611 #9
Chapter 32: Enserio es el final ??????
apsunbyung #10
Chapter 32: Bastante buena la idea del fic. Me gusto. Gracias por compartirlo (y adaptarlo claro)^^