No oigas la voz de las sirenas

Freedom

Volver a sentir el viento en el rostro le hizo bien. El aire no estaba enviciado como en la frontera, que parecía estar sumida en una realidad en la que el tiempo no pasaba. Inspiró y se relajó, apoyándose en el nido. Tras unos minutos escuchó el crujir de los obenques y enseguida alguien se le unió.

-¿Cómo ha sido la experiencia del despegue, príncipe?-Zico se apoyó a su lado.

-Liberadora diría yo ¿Quién pilota ahora?

-Kyung.

-¿Y eso es seguro?

-Aprendió antes que yo, no te digo más…Aunque parezca que te miento, el tío es un cerebrito.

-Lo disimula bien.-intentó reprimir una sonrisa.

-Oye, no te metas con mi amigo o te tiro a la cubierta y haces un ángel de sangre.-hizo amago de tirarlo, pero el otro se le agarró con fuerza a la muñeca.

Se quedaron unos momentos en silencio. Zico hurgó en sus bolsillos y sacó algo, tendiéndole la mano cerrada a Yukwon. El príncipe lo miró curioso y extendió el brazo, entonces el otro dejó caer un anillo en la palma. Reconoció el sello real y que era una de las joyas que les dio a cambio de quedarse.

-¿Qué hacemos con esto, príncipe?

Yukwon miró unos instantes el anillo, pesado en su mano. Ni siquiera sabía de cuántos quilates era, pero muchos seguramente. El sello real, sobre un fondo rojo, parecía devolverle la mirada y frunció el ceño, furioso. Echó el brazo atrás para coger impulso y lo lanzó al océano que se extendía bajo ellos, haciendo que los golpes del costillar le dieran una punzada.

Zico se quedó mirando al punto del paisaje donde lo había lanzado, boquiabierto.

-¡Podría haberlo vendido y sacado un montón de pasta!-fue a darle un golpe en la nuca, pero respiró hondo y se contuvo.- Joder, príncipe, me estás volviendo loco…-se llevó las manos a la cabeza, apoyándose de nuevo en la madera, como si se planteara su existencia.- Con decir que no lo querías bastaba.

-Lo quería bien lejos.

-Lo podría haber guardado yo, bien lejos.

Al de unos minutos en los que el cielo empezaba a tener una tonalidad que Yukwon no había visto antes, Zico le dio unas palmadas en la espalda; como era costumbre, al parecer.

-Cuando estemos atravesando las últimas capas esto va a balancearse mucho. Te recomiendo que bajes.-empezó a bajar hacia cubierta.

-¿Corro peligro si no lo hago?-miró por encima de su hombro.

-No, pero abajo segurísimo que no te pasa nada. Es un consejo que te doy.

-Vale, entonces te sigo.-estaban bajando por el palo mayor.- Oye, capitán ¿Qué pasa cuando hay un accidente o algo?

-¿Un accidente?-enarcó una ceja.

-Sí, si alguno os caéis por la borda u os golpeáis contra algo.

-Ah, bueno, tenemos unos protocolos ¿No te los he mencionado antes?

-No, si así fuera no hubiera preguntado.

Zico imitó su voz y el tono que había empleado, con una mueca.

-Pues avisa a todos de que hay reunión una vez estemos en el espacio. Que así los repasamos. Hará como tres meses desde la última vez…

Yukwon contempló desde cubierta cómo iba cambiando todo a su alrededor, la forma en la que el horizonte se curvaba y oscurecía, hasta parecer que sobrevolaban una burbuja en la que no era consciente que había estado hasta entonces. El espacio era oscuro, como un cielo infinito. Parecía casi que estuvieran navegando por un mar donde agua y cielo eran lo mismo. No había ni arriba ni abajo. Una capa protectora alrededor del barco hacía las veces de atmósfera y en caso de que esta fallara, tenían unos trajes preparados, escafandras y tanques de oxígeno en las entrañas del barco. Tuvo que pausar su momento de contemplación y estudio para ir a por ropa de abrigo, a pesar del acondicionamiento que proporcionaba esa especie de atmósfera.

Una vez se reunieron y le explicaron los protocolos a seguir en caso de diferentes situaciones, como incendio, hombre al agua o al espacio, avería en la capa protectora, fallo de motores…Y después Kyung le enseñó cómo funcionaban los lastres.

-Por ejemplo, hacen que podamos disparar los cañones por ambos lados al mismo tiempo. Un mal lastre podría hacer que el barco se diera la vuelta.

-¿Cómo se disparan?

Kyung meditó unos segundos, pensando en si era correcto enseñarle eso o no, pero finalmente asintió. Bajaron al nivel intermedio del interior de la nave, entre los camarotes y las bodegas. A los lados estaban los cañones que Yukwon ya había visto antes. Tenían incorporados unos asientos y una pantalla con un visor.

-Siéntate en uno.-el príncipe obedeció.- Bien, cuando tienen que ser usados, desde ese cuadro de controles de la entrada.-señaló a unos botones al lado de la puerta- se abren las escotillas que hay enfrente de cada uno. Los mandos que tienes enfrente de ti controlan la dirección del cañón. Como si pilotaras una pequeña nave. En el mando de la derecha hay un botón, que es lo que hace que disparen. Y con el que hay en la izquierda fijas el objetivo con visor que aparece en pantalla. Pero esperemos que no tengas que poner esto en práctica nunca.-le sonrió.

-¿Los habéis…usado alguna vez?-conocía la respuesta, pero lo que quería saber le era difícil de preguntar.

-Claro que sí.-le miró a los ojos, porque notó que quería decir algo más.

-Y…eh…¿Os habéis visto en circunstancias…?-titubeó.- ¿A punto de morir?

Kyung respiró hondo antes de contestar.

-Sí, una vez casi se nos muere Jihoon.-el otro le miró confuso.- P.O, su verdadero nombre es Jihoon.

-¿Qué pasó?-se revolvió en el asiento del cañón, como si la habitación fuera a cobrar vida.

-Se abrió un agujero allí.-señaló al otro lado de la habitación.- Y él estaba en el cañón de al lado. Unos centímetros más y no recogemos de él más que pedazos, si acaso. Salió herido, pero pudimos llevarlo rápidamente a un hospital.

-Vaya…No me imagino cómo tienes que sentirte en esos momentos.

-Horrible es decir poco.-alzó la mirada y le sonrió.- Anda, vámonos de aquí, que hoy toca colada. Vamos a ayudar.

Yukwon le siguió a la sala donde hacían la colada, que no resultó ser otra que la sala donde estaban las cámaras refrigeradoras. El príncipe vio entre la pila de ropa una prenda que le sonaba. Era la casaca de flores del capitán, que tenía manchas de sangre en el hombro. Cayó entonces que antes le había visto llevar una en tonos rojos y granates. Miró a Kyung, con una sombra de preocupación.

-¿Está herido?

-No ¿No recuerdas quiénes te trajeron al barco?-el otro negó con la cabeza.- Zico, Minhyuk y Taeil salieron en tu busca y el capitán cargó contigo. Es tu sangre.

Se llevó una mano a la frente. Reparó en las vendas de sus manos. No es que nadie hubiera hecho algo por él antes, al contrario; la gente de su alrededor no paraba de hacer cosas por él y ser amable. Pero nunca supo si era por ser quién era o porque realmente salía de sus corazones. Zico había demostrado desde el principio que no le gustaba su cargo, pero al margen de eso, como persona lo había tratado bien. No tenía el deber de hacer esas cosas y aun así las hizo, así que debían ser genuinas.

-Siempre aparece en el momento adecuado ¿verdad?

-Tiene más oro en el corazón del que podamos tener en nuestras arcas. Por eso es nuestro capitán. Ya te dije no somos mala gente, sólo piratas.

-No fue hace tanto y no lo comprendía, ahora empiezo a hacerlo.-suspiró.- ¿Por qué tengo la sensación de llevar aquí semanas?

-Porque, amigo mío…-le echó un brazo a los hombros.- Has vivido en dos días lo que no has hecho en el resto de tu vida y, reconozco, que no han sido fáciles. No intentes hacerte el duro, que tu familia te haga eso es una putada para cualquiera. Para nosotros son el rey, la reina y el príncipe heredero; pero para ti son tu padre, tu madre y tu hermano.

Yukwon apretó las mandíbulas.

-Yo no tengo de eso.-suavemente quitó el brazo del otro y siguió con la tarea.

Kyung se le quedó mirando unos segundos, observándolo trabajar. El ceño y los labios fruncidos, la mandíbula en tensión…Negó con la cabeza y se le unió, haciendo una nota mental de hablar sobre el tema con el resto.

 

Fueron pasando los días, aunque no lo pareciera, ya que era como si estuvieran viviendo en una noche eterna. “Fíate de los relojes, no de tu cuerpo.” le dijo Zico. “Oblígate a ti mismo a beber agua a menudo, aquí te deshidratas antes.” le dijo Jaehyo. Las heridas y golpes estaban prácticamente curados y su cuerpo se estaba fortaleciendo de tanto trepar y colgarse por los cabos y palos de la nave. Disfrutaba de charlas con Taeil, ambos bocabajo y con Jihoon mirándolos como si estuvieran locos. De vez en cuando se entrenaba con Minhyuk en la cubierta del barco, porque le convenía ser capaz de defenderse y porque Zico seguía con su idea de las peleas callejeras. En una ocasión, aburridos a más no poder, Kyung lo tentó a atarse un cabo a los pies y saltar por la borda. El riesgo de quedarse flotando a la deriva en el espacio le agarrotó los músculos, pero saltó. Más de una vez.

-Príncipe.-el capitán lo llamó. Estaba al lado del timón, aunque no estuviera pilotando ahora, apoyado en él. - Ven aquí.

Yukwon caminó hasta él.

-¿Sí?

-¿Cómo van esas manos?

-Bien, curadas ¿Por qué?

Le hizo un gesto para que se acercara. Le cogió de las manos y las volteó para observar las palmas. Pasó los pulgares por donde habían estado las heridas y asintió.

-Toma el timón.

-No.

Zico frunció el ceño.

-Toma el jodido timón.

-Que no.

-¡¿Pero por qué no?!

-¡Porque seguro que nos mato!

-¡Estoy yo aquí! ¡¿Crees que voy a dejar que nos mates?!-lo cogió de una manga y le puso las manos al timón.- Joder ya…Eres cabezón ¿eh, príncipe?

-No tanto como tú, capitán.-le miró de lado.

-Es que yo siempre soy más.

-¿Siempre?-alzó una ceja y sonrió sutilmente.

-Siempre.

-¿Y el más feo?

-…Cállate y sujeta el puto timón.

-Seguro que me choco con algo.

-Mira a tu alrededor ¡No hay nada! ¡Las cosas están a años luz!

-¿Entonces si es tan fácil por qué es tan peligroso distraerse en el espacio?-estaba cogiéndole el gusto a vacilarle y devolverle las pullas.

-…Mira, yo te quería enseñar a pilotar un poco, pero me estás hinchando las pelotas.-le soltó las manos.

-¡No, no! Bromeaba, bromeaba…Quiero aprender todo lo que tengáis para enseñarme.

-Qué mal suena eso.

-No…No lo hace. Oye tú estás muy mal ¿eh?-volvió a sonreír.

Zico resopló.

-Se te está pegando lo nuestro demasiado bien.

-¿Y no te sientes orgulloso?

-¡Me cago en tus muelas, príncipe!

-Qué asco.

-Te voy a matar…-pero intentó reprimir una risa.

-Perdón, perdón, ya me callo ¿Cómo va esto?

-Vale, atento entonces.

Estaban ya por la mitad de la lección cuando Kyung llegó corriendo, sofocado. Llevaba en la mano un dispositivo con un mapa estelar y unos gráficos.

-Zico, tenemos un problema.

-Uno bien gordo y con título real.-miró a Yukwon.- ¿Qué ocurre?

-Sirenas.-le enseñó la pantalla del dispositivo que llevaba.

-Mierda…Avisa al resto.

Las “sirenas” eran unas ondas que inhabilitaban los radares y los sistemas de navegación de las naves. A diferencia de las tormentas solares, no podían ser previstas con antelación suficiente y se desconocía mucho sobre ellas; como por qué se originaban. Se llamaban así porque, como los seres mitológicos, hacían que las naves chocaran contra asteroides o quedaran a la deriva.

-Príncipe, lo has estado haciendo muy bien y todo eso, pero ahora es mi turno.-lo apartó del timón y lo tomó él.

-¿Es peligroso?

-Digamos que no va a ser una travesía agradable. Ve con Kyung y Taeil a amarrar las cosas, porque esto se puede dar la vuelta y se nos va todo lo de cubierta a hacer puñetas. Que el resto se ocupe del interior.

-¿Y qué hay de nosotros?-le preguntó con el estómago pesado, asustado.

-Átate también.-le miró a los ojos.

Se mordió el interior de las mejillas y asintió con la cabeza antes de romper el contacto visual e ir a hacer lo que se le había dicho.

En unos minutos ya estaba todo sujeto y en el momento que los que estaban en cubierta se estaban colocando los arneses de emergencia, la nave dio unos tumbos y su travesía se paró. Se hizo un silencio entre ellos, expectantes. Entonces el barco crujió débilmente y empezó a darse la vuelta.

-¡Mierda! Se ha petado el sistema de navegación.-escuchó a Taeil.

Se apresuraron a terminar de colocarse los arneses y atarlos, pero el navío se estaba escorando demasiado rápido y casi tenían que correr cuesta arriba hacia el palo mayor. Por algún motivo Yukwon miró atrás, justo a tiempo para ver que Kyung estaba peligrosamente cerca de la borda para todo lo que estaba inclinando la nave. Todo pasó muy rápido. Los ojos del otro, abiertos como platos, mirándole y sus manos extendidas hacia él. Tenía que actuar rápido. Le lanzó el cabo de su arnés a Taeil y echó a correr.

 De pronto, Kyung cayó.

-¡En cuanto le tenga súbenos!

No miró a los lados, sólo se preparó. Cogió aire y saltó por la borda. Todas las veces que había saltado, jugando, tenían que haber servido de algo. Había saltado justo después de él, podría volver a cogerlo y que tiraran de ellos adentro de la capa protectora. Tenía que cogerlo. No podía dejar a Kyung flotando en el espacio. Todo aquello pasaba por su mente a la velocidad de la luz, mientras que el exterior parecía ir a cámara lenta.

-¡Hombre por la borda!-escuchó a sus espaldas.

Yukwon tan sólo podía ver el rostro de Kyung y los brazos extendidos hacia él. El momento en el que traspasó la atmósfera de la nave y la cuerda dio un tirón, consiguió coger a Kyung de las muñecas y este se agarró a sus brazos en el instante que tiraban de la cuerda desde cubierta.

Chocaron contra el casco y los arrastraron hacia arriba. No eran conscientes de si la nave estaba escorada o no ni cuando estuvieron en cubierta. Los arrastraron hasta el centro y enseguida les pusieron unas máscaras de oxígeno.

La nave debía estar ya derecha, porque Yukwon pudo distinguir las figuras del resto inclinándose sobre ellos. Estiró el cuello y vio a Kyung, en un estado de seminconsciencia, como él. Entonces respiró calmado y dejó que su cabeza cayera.

-Chaval, chaval, mírame.-Taeil había apoyado su cabeza sobre su regazo y le estaba dando unas palmadas en la mejilla para que no se durmiera.- ¿Estás mareado? ¿Te duele la cabeza?

Quiso responder que sí a lo primero y que no a lo último, pero sólo pudo gruñir y negar con la cabeza, sujetándole la muñeca con fuerza. Zico estaba haciendo lo mismo con Kyung, quien le respondió de una forma parecida.

Tras unos minutos se les fue pasando el mareo y se quitaron las mascarillas, pero las dejaron cerca, por si acaso.

-Hemos conseguido activar de nuevo el sistema de navegación. Por suerte no estaba roto.-dijo Minhyuk para que estuvieran tranquilos y supieran que estaban fuera de peligro.

Yukwon se sentó, con ayuda de Taeil. Kyung se acercó a él todo lo rápido que pudo y le abrazó.

-Me has salvado la vida. Gracias, gracias, gracias, gracias…-repetía una y otra vez.

Él también lo abrazó.

-Cómo no iba a hacerlo.

Zico tenía la mirada clavada en él.

-Te debo una.-le dijo con los ojos llenos de lágrimas, por el miedo a morir y el alivio de haberse salvado.

-Por Dios, no me debes nada. Somos amigos.

-Estás loco, no puedes saltar así…-dijo Jihoon, asustado.- Podríais haber muerto los dos.

-No estaba pensando en eso. Sólo pensaba en cogerle.

-Yo te voy a votar siempre.-bromeó Jaehyo para quitar hierro al momento.

-A los reyes no se les vota.-rio Yukwon.

-Da igual, yo te voto.

No fue hasta que se tumbó en la cubierta que notó su corazón aún latir rápidamente.

-Venga, id a descansar un poco a la cocina o a vuestra habitación.-les dijo Zico.- El resto vamos a encargarnos de que esté todo bien.

Kyung se puso en pie con la ayuda de Minhyuk y Jihoon. Yukwon se estaba poniendo de pies cuando se tambaleó un poco y alguien le sujetó del brazo. Pensó que era Taeil y se giró para darle las gracias, pero se encontró con un torso. Miró más alto y era Zico. Se incorporó del todo y asintió con la cabeza para enfatizar.

-Gracias.

-Has sido muy valiente, príncipe.

-Vosotros hubierais hecho lo mismo y lo sabes.

-Eso no quita que hayas sido valiente. Deja de quitarte méritos, que me dejas sin trabajo.-le sonrió.

-Pensé que me ibas a amonestar por saltarme el protocolo, capitán.

-El protocolo está para saltárselo en el momento apropiado ¿No eres un pirata acaso?

-Sí, lo soy.-sonrió, contento de que lo considerara uno de ellos.

-Por cierto, mañana atracaremos en algún planeta. No es bueno estar más de dos semanas en el espacio si no estás acostumbrado.-le echó un brazo a los hombros, mientras caminaban adentro de la nave.

-¿Cuánto es el máximo de tiempo que habéis estado sin pisar tierra?

-Sin pisar tierra hemos llegado a estar tres meses. Menos que una campaña de pesca en mares del norte. Pero si te refieres a estar en el espacio, un mes.

-Entonces me gustaría…-se aclaró la garganta, inseguro de lo que iba a decir.- Intentar aquello que dijiste de las peleas callejeras. Quiero algo de dinero.

-¿Para qué quieres tú dinero?-enarcó una ceja.

-Muchas noches no consigo dormir y he pensado en comprar algunos libros. Suena mejor que estar todo el día mirando la litera de Kyung o la pared.

-De acuerdo, pero yo tengo libros en mi camarote. Pásate luego y coges alguno que te llame la atención.

-¿Enserio? Gracias.-le volvió a sonreír.

-De nada.-le pellizcó suavemente una mejilla y le revolvió el pelo.

Yukwon se sonrojó, desacostumbrado a los gestos de cariño.

Kyung y él pasaron un buen rato en la cocina, bebiendo algo caliente y recuperándose. Los pocos segundos que habían estado fuera de la capa protectora los habían dejado exhaustos. Además, el cartógrafo no podía dejar de darle las gracias a Yukwon.

-Sois los únicos amigos que he tenido nunca ¿Enserio crees que iba a dejar que te murieras?

Lo decía enserio. Aquellos seis chicos y le daban ánimos para seguir cambiando hacia quien quería ser y los objetivos que quería cumplir. 

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Thank you!
sakuranbo_5
perdón, perdón, perdón y mil veces perdón. es que he estado muy ocupada / distraída con el nuevo trabajo en el que he empezado hace ya un mes y pico

Comments

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Aoli83 #1
Chapter 3: (Como cuando subiste la historia en amor- no pude ir comentándola como me hubiese gustado, lo hago ahora por que yo lo valgo XD)
Este capítulo me gusta especialmente, porque vas hilvanando muy bien el desarrollo de Ukwon adaptándose al barco con el shock que supone para él descubrir de qué material está hecho realmente su padre. Quizás le faltaría un poco de contar como Ukwon se va insensibilizando conforme pasa la mañana en el puerto de aquí para allá, pero el instante en el que descubre que tiene un doble y cómo reacciona después, está perfecto en mi opinión ^-^.
Ánimo y sigue subiéndolo, que aquí apenas hay fanfics en español y a la gente le costará encontrarlo al principio ;)
Cececarlon99 #2
Chapter 1: OMG tienes que seguir esta historia. Es fa-ci-nan-te. Me encanta. <3