Kwangya

Kwangya

Kwangya

Siempre han estado juntas. En todas las vidas. En todas las dimensiones. En todo tiempo y espacio desde que existen. Son una constante unida, una díada que trascendió la inmortalidad y la temporalidad.

Llegaron a una nueva nada, juntas porque no pueden existir sin estar conectadas. Era la primera vez que se encontraban en un espacio vacío. En su última forma habían sido criaturas nocturnas de alguna dimensión perdida. Antes que eso, habían sido estrellas de un lugar llamado FLAT.

Se sentía muy silencioso, extraño y con una sofocante sensación de entelequia corrompida. Sólo podían sentir la presencia de la otra, sólo podían reconocerse entre ellas. Seulgi deseó que hubieran más, Joohyun quería terminar con la nada.

Seulgi fue la arquitecta de la vida, su corazón anhelaba estar rodeada de seres vivientes que poblaran el espacio al.

Joohyun fue la creadora de las formas, del plano físico donde las nuevas vidas podrían existir.

Seulgi pensó que podrían hacer esta nueva realidad bajo el océano dimensional del FLAT. Joohyun pensó que podrían replicar las infraestructuras modernas del FLAT.

Se miraban, agarradas de manos, mientras construían todo juntas. Porque siempre estaban juntas.

Joohyun de forma exitosa pudo crear formas en este nuevo mundo. Seulgi no logró hacer nada más que una débil vegetación.

El corazón de Seulgi fue lacerado, Joohyun también lo sintió porque ella siempre siente lo que su perfecta semejante padece.

Ellas no eran deidades. Eran entes divinos, pero no eran deidades. La creación de la vida racional estaba entre sus limitaciones.

Repentinamente Joohyun sintió una agonía. Sus manos se separaban. Joohyun presagió que Seugi se iría de su lado.

"No tienes que hacer esto."

"Quiero hacer esto."

"¡No es necesario! Podemos vivir aquí las dos."

"De mis manos no salió la vida. Debo buscar cómo lograrlo."

"No te obsesiones con esto. Estamos aquí juntas, es lo que importa."

"Joohyun... Sientes el anhelo de mi corazón. Y no podré vivir este plano en armonía a tu lado si este pesar me golpea."

"Seulgi..."

"Quiero que haya vida en Kwangya."

"Y yo te quiero por siempre a mi lado."

"Nos volveremos a encontrar, siempre lo hacemos."

Por primera vez desde que existen, sus caminos se separaron.

La creadora de las formas del nuevo mundo quedó devastada. La dimensión atemporal siguió fluyendo, Seulgi no regresaba. No sentía la calidez que la había acompañado desde que su ser tomó conciencia, no había nada grato para sus ojos en ese vacío hueco con formas vanas.

En un momento sin exactitud, un cuerpo idéntico a Joohyun se manifestó frente a sí.

"¡¿Quién eres?!"

"Yo soy tú."

"No puedes ser yo. Mi único yo es Seulgi."

"Soy el tú que ha nacido de tu amargura."

"¿Qué quieres de mí?"

La forma se acercó con pasos lentos, su mirada detonando una oscuridad creciente.

"Lo mismo que quieres tú..."

Joohyun retrocedió abrumada ante la sonrisa maliciosa.

"Pero yo sí tengo el poder para traer a Seulgi con nosotras. Ven, vamos a unirnos."

La figura extendió su mano, Joohyun observaba la extremidad extendida.

"Seulgi regresará."

"No lo sabes..."

"¡Ella lo prometió!"

"Pero los dioses pueden ser mezquinos... ¿Y si pusieron ese penoso anhelo para romper los lazos que las unían?"

"No..."

"No lo sabes... Ni siquiera sabes por qué reencarnaron en este basurero vacío."

Joohyun empujó al otro cuerpo.

"¡No te vas a meter en mi cabeza!"

"Piensalo. Has perdido el sentido del tiempo que Seulgi se fue de tu lado. Ya no la sientes. Si sigue con vida, quizás hasta se dio cuenta que podía existir sin ti.Quizás fue atrapada en otro bucle sin ti."

La figura rozó la mejilla con petulancia de una consternada Joohyun.

"Puede y perezcas aquí sola, sin Seulgi o algo que merezca la pena... Sólo debes permitirme el control para que podamos traer a Seulgi a tu lado. ¿Eso no es todo lo que quieres?"

"¡Eres una víbora! ¡Deja de meterte en mi cabeza!"

La oscura Joohyun sonrió.

"Quizás en otra ocasión."

Desaparece. Y el ambiente se vuelve menos pesado para la solitaria creadora, aunque el alivio no llegó a su interior.

El concepto de noche y día es creado, Joohyun necesitaba algo con qué medir su tiempo de añoranza. Su maliciosa contraparte la visitó en cada ocasión en la que la consumía su desasosiego. Joohyun sentía como poco a poco su convicción iba cediendo.

"Ya han pasado siglos desde que Seulgi se fue de tu lado. ¿No crees que es el tiempo de que hagas algo?"

"La seguiré esperando."

"¿Y si está atrapada? ¿Y si está esperando por ti y por tu cobardía no la socorres?"

La aflicción en su rostro deleitó internamente a la otra figura.

"Vamos... Déjame darte mi poder. Juntas podríamos buscarlas. Serás más poderosa para regresar a tu amada a este mundo. O al mundo que quieras. ¿A caso no extrañas su mano sobre la tuya? ¿La calidez de su presencia? ¿El acto de poder ser una en todos los sentidos existentes?'

"¡Basta! Ya, por favor... Ya basta."

Joohyun se quebró, de rodilla en el suelo y con sus manos en el rostro.

"Estás cansada. Lo sé. Sólo déjate ayudar."

La figura de de mirada ofidia extendió su mano a la mujer en el suelo. Con lento abatimiento, Joohyun respondió al contacto.

"Seulgi regresará... Confía en mí."

Una sombra inelástica cubrió todo el panorama de Kwangya.

Pasaron sólo unos cuantos soles cuando Seulgi pudo regresar al espacio donde la otra parte de sí.

Buscó con muchas ansias a Joohyun, no sintiéndola en el recorrido que hacía. Finalmente la encontró dándole la espalda en el exacto punto donde se habían separado.

"¡Joohyun!"

Corrió con regocijo, abrazándose a su espalda con mucha fuerza y añoranza.

"He tratado de entrar a este mundo por siglos, pero algo me lo impedía."

"Ya veo."

"Lamento haberte hecho esperar tanto, mi Joohyun... Pensé que el peor martirio que padecería mi corazón era no poder crear vida, pero no lo fue. El peor de los malestares fue el primer segundo en el que dejé de sentirte. Perdóname, vida mía."

El cuerpo inmóvil de Joohyun preocupó a Seulgi.

"¿Qué estás sintiendo? Temo que por mi error no he podido recuperar mi conexión contigo. Logré aprender a crear vida, logré entender el concepto para crear a nuestros hijos. Nuestros SYNK, tuyos y míos."

"Sí..."

"Joohyun... ¿Puedo mirarte a los ojos?"

La mujer relajó su cuerpo y volteó su cuerpo a la dirección de Seulgi. Con los ojos cerrados, sonrió y sostuvo el rostro de la más alta entre sus manos.

"Mi Seulgi, cuanto te extrañé."

Antes de poder soltar una palabra, la figura de Joohyun arrastró su rostro para encontrarse en un duro beso.

Al separarse, Joohyn refugió su cabeza en el cuello de Seulgi. Pasando sus manos en la espalda de la otra.

"Háblame de los SYNK."

Seulgi con mucho entusiasmo le contó todo lo que aprendió en su viaje, y le relató la forma en la que podrían crear esas vidas. Aunque tenía el presentimiento de que algo no estaba bien, se dejó llevar por las suaves caricias de la mujer en sus brazos.

"Y bien... ¿Por qué no los has hecho aún?"

"Porque estaba esperando a hacerlo a tu lado. Junto a ti. Porque serán nuestros hijos. Serán diferentes, no son como los humanos. Pero tendrán el corazón de los humanos, porque estarán conectados a ellos."

"No perdamos más el tiempo."

Con las manos unidas, pusieron toda su energía para crear vida.

En algún punto las miradas de ambas se encontraron.

"¡Seulgi!" - exclamó consternada, abrumada, asustada y agradecida.

"¿Joohyun?"

La más baja se acercó para darle un beso anhelante que Seulgi correspondió con el mismo sentimiento.

"¡Te vuelvo a sentir!"

Se abrazaron amorosamente mientras la vida se seguía creando a su alrededor.

Cuando todo acabó. Seulgi corrió a supervisar su exitoso desempeño. Mientras que Joohyun se quedó estática en su lugar.

"Te lo dije... La traje de vuelta."

Una voz en su cabeza retumbó.

"¿Qué me has hecho? ¿Por qué no me puedo mover?"

"Porque hicimos un trato... Yo tomaba el control, y ella estaría de regreso."

"¡Pero...!"

"Pero nada. Yo estoy en control ahora."

Seulgi notó que su compañera mantenía los ojos cerrados y no se movía del lugar en donde estaba. La llamó para que la acompañara.

"¡Estaré en un momento!"

Joohyun abrió los ojos. Pupilas completamente oscuras, con una sonrisa maliciosa al contemplar todo a su alrededor.

"Finalmente mi tiempo ha llegado."

Black Mamba estaba en completo control.

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Comments

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LlamaAmerica #1
Chapter 1: Woooow que buen comienzo!!! 🥺👍🏻…