capitulo 3

Con el tiempo...

Dicen que la gente cambia a medida que crece, que quieren diferentes cosas y que no deseas lo mismo cuando tienes seis, que cuando tienes dieciséis, y en parte es verdad.

 

Por ejemplo ella, Kim Taeyeon, a los siete años quería ser artista de circo, a los ocho pilotar aviones, a los nueve ser astronauta y hasta los dieciocho no se decidió finalmente.

 

Cada año quería ser algo distinto, le gustaba una música diferente, cada año cambiaba de sabor de helado favorito y los posters de su pared pero siempre había querido estar con Tiffany, por encima de todos los cambios superficiales, Tiffany había sido una constante en su vida.

 

Primero como su mejor amiga y después como mucho más y sabía que a la castaña le había pasado lo mismo con ella y habían crecido juntas queriendo seguir juntas, a través de cambios de todo, lo único que ninguna de las dos quería modificar jamás eran ellas.

 

A un nivel muy básico siempre habían sido la una de la otra.

 

Al principio se enfadaban si la otra hacia más caso a otros niños, como aquel día que a Tiffany se le ocurrió jugar a la plastilina con Jimin. ¡Con Jimin! ¿Hwang donde tenías la cabeza? Taeyeon estuvo todo el recreo sin hablarle porque había preferido jugar con aquella loca mezcla plastilina que con ella.

 

Celos, celos porque eran las mejores amigas y nadie podía meterse en medio de aquello.

 

Al principio celos de mejor amiga…más adelante celos peores, de esos que te comen por dentro y no te dejan dormir, ni comer, ni siquiera respirar sin que te duela un poquito.

 

Y nunca le había gustado que otra gente mirara a Tiffany más de la cuenta, y lo hacían, oh si, lo hacían mucho. Tanto chicos como chicas, la miraban cuando caminaban por la calle, la miraban si estaban tomando algo en un bar, en cualquier sitio. ¿Y podía culparles? ¡Si, si podía! Y de hecho lo hacía y les dedicaba miradas asesinas hasta que se daban por aludidos y dejaban de desgastarle a la novia.

 

Tiffany ni siquiera se daba cuenta de la expectación que causaba no se daba cuenta de lo increíble y absolutamente preciosa que era. Y si se daba cuenta prefería obviarlo. Así era Tiffany, la chica a la que conocía desde siempre. Sus vidas eran una, en serio, los mismos recuerdos, las mismas experiencias.

 

Siempre juntas.

 

“SIETE AÑOS”

 

Era domingo por la tarde y llevaban allí mucho rato, en el rincón más apartado del enorme jardín de la casa de Tiffany.

 

Taeyeon había convencido a su amiga para que le ayudara a buscar botellas. Botellas de lo que fuera. Botellas vacías.

 

Tiffany había accedido fácilmente aún sin saber qué objetivo perseguía la rubia con aquella recolección.

 

Así que Taeyeon, Tiffany y Prince se habían pasado media tarde buscando por los alrededores. Vale, no habían encontrado muchas y por eso habían entrado en casa de los Hwang y habían vaciado unas cuantas de las que encontraron en la nevera aprovechada que sus madres estaban ocupadas en el salón.

 

Taeyeon se había bebido una Coca Cola, Tiffany un zumo de naranja y habían llenado el bebedero de Prince de zumo de manzana vaciaron dos cervezas tirando su contenido por el fregadero y ya estaban listas. Listas para llevar a cabo lo que la rubia tuviera en mente.

 

Afinar su puntería, eso quería Taeyeon y la castaña llevaba casi una hora sentada en el suelo con Prince, tras su amiga, observando cómo les tiraba piedras a las latas con un tirachinas, trataba de derribarlas pero no siempre lo conseguía. Vale, casi nunca lo conseguía, pero ella le aplaudía muy fuerte cada vez que una de las latas caía abatida. Apoyo moral.

 

Prince por su parte corría hasta el lugar del derribo para juguetear con la lata o la botella hasta que se cansaba y volvía junto a la castaña.

 

- No creo que puedas trabajar en el circo- opinó Tiffany mientras jugueteaba con un hierbajo entre sus dedos.

 

- Sí, sí que podré trabajar en el circo y te dejaré entrar gratis- insistió Taeyeon cerrando un ojo y sacando la lengua mientras trataba de apuntar con precisión a una lata de Pepsi- Seré equilibrista- sentenció.

 

- No. No quiero que seas equilibrista- negó Tiffany- ¿Y si te caes y te mueres?- inquirió preocupada.

 

- Vale. Pues seré domadora de leones y de tigres- decidió entonces.

 

- No. Podrían comerte- lo vetó también la castaña- Te dejo solo que seas maga- le informó y Taeyeon disparó la piedra fallando el tiro.

 

- Vale. Seré maga- aceptó buscando otra piedra por el suelo.

 

Tiffany le miró aún no muy convencida del futuro profesional de Taeyeon. La rubia le observó por un momento. Parecía triste.

 

- ¿Qué te pasa? Ya te he dicho que seré maga- le recordó.

 

- Ya…pero el circo siempre está viajando y no te vería nunca- admitió la castaña mirando sus manos.

 

- Si me verías, tú tienes que trabajar en el circo conmigo. Ya lo había pensado, tú serás payasa…te sale muy bien- se burló de ella y Tiffany le pegó un manotazo en la pierna.

 

Taeyeon rio al haber conseguido molestarla y se metió otra piedra más en el bolsillo. Estaba encontrando bastante munición. Tiffany estaba demasiado callada, quería decir que estaba pensando en cómo decirle algo importante.

 

- Taeyeon…-ahí estaba.

 

- ¿Qué?- inquirió la pequeña rubia centrando en ella su atención.

 

- Vamos a ser mejores amigas para siempre ¿verdad que si?- le preguntó seriamente.

 

- Claro que si- aseguró la niña.

 

- Y vamos a vivir siempre en el mismo sitio ¿a qué si?- continuó.

 

- Ya te he dicho que vamos a ser vecinas- le tranquilizó Taeyeon- Nos podremos pasar juntas todo el día, trabajaremos en el circo y luego viviremos al lado- planeó.

 

- ¿Y si tu marido no quiere vivir aquí?- frunció el ceño la castaña.

 

- No me casaré con nadie que no quiera vivir donde vivas tu- se comprometió la rubia.

 

- ¿De verdad que no?- sonrió un poco su amiga.

 

- De verdad que no- le aseguró sentándose a su lado- Yo ya sé con quién vas a casarte tú- añadió mirándola y Tiffany frunció el ceño sin saber muy bien si quería continuar con aquella conversación.

 

- A ver… ¿con quién?- preguntó algo reticente.

 

- Con Nichkhun- le informó la rubia como si estuviera en su mano asegurar algo así.

 

- Aghhhhh… ¡no!- rio Tiffany contagiando a su amiga.

 

- Si, porque le gustas…me lo ha dicho Heechul- le picó Taeyeon.

 

-¡Pero se come los mocos!-le indicó Tiffany completamente disgustada.

 

- Mejor…así no le tendrás que hacer la comida- apuntó la rubia y rio aún más al ver como la cara de la castaña reflejaba más asco del que ninguna cara, ninguna, había reflejado antes- Le gustas Tiffany, te va a dar un beso- le reveló.

 

- ¡¿Qué?! ¡Yo no quiero que me de besos ese comecocos!- se lamentó.

 

Taeyeon se encogió de hombros, no había nada que ella pudiera hacer al respecto y lo sentía por su amiga, de verdad que sí.

 

- Pero le gustas y le ha dicho a Junho que te va a dar un beso. Me lo ha dicho Heechul- repitió.

 

- ¡Pero…!- empezó a protestar la castaña antes de que la voz de la señora Kim llamando a su hija las interrumpiera.

 

- ¡Taeyeon nos vamos a casa!- le informó la mujer desde el otro lado del jardín- Dile adiós a Tiffany y ven al coche- le pidió.

 

Taeyeon miró a su amiga suspirando. ¿Ya se había pasado la tarde? ¡Jolines! Demasiado pronto.

 

- Me tengo que ir- se disculpó levantándose y sacudiéndose los pantalones.

 

- ¡No dejes que me dé un beso Tae por favor! Se come los mocos- suplicó sujetándole por la pierna y a juzgar por su cara estaba realmente angustiada.

 

Buff…hubiera sido mejor no haberle dicho nada y que fuera una sorpresa.

 

- ¡Taeyeon!- volvió a escucharse la llamada de su madre. ¡Mamá por favor! Un poco de paciencia, estamos tratando asuntos vitales aquí…

 

- ¡Ya voy!- gritó a pleno pulmón antes de devolver su vista a la castaña- Ya sé lo que puedes hacer…puedes comerte una cebolla en el recreo. Darás tanto asco que nadie querrá darte un beso…-le sugirió.

 

- Pero no me gustan las cebollas…-puso pegas Tiffany.

 

- Pues ajos- le dio otra opción y su amiga arrugó la cara como signo de repulsión- Pues si no quieres comerte ni una cebolla ni un ajo… Nichkhun te va a dar un beso. Un beso de amooooo or…- le chinchó mientras se alejaba haciendo ruidos de besos.

 

- ¡Eres una tonta Taeyeon!- le dijo Tiffany aún sentada en el suelo mientras veía como la rubia se alejaba con ojos entornados.

 

En cuanto Taeyeon y su madre desaparecieron con el coche Tiffany se levantó junto con Prince y se apresuraron a entrar a su casa.

 

Tenía que decirle a su madre que tenía ochenta de fiebre y que, por supuesto, no podía ir al colegio al día siguiente.

 

Un beso de Nichkhun… ¡aggggghhhhhh! No iría al colegio al día siguiente, no iría al colegio en toda la semana. No, en todo el mes. No, no. ¡En el año entero!...

 

Al día siguiente en el colegio Tiffany miraba de reojo hacia el lugar donde estaba Nichkhun. ¡Los ojos de Nichkhun estaban fijos en ella! Oh…no. Le gustaría ser desmontable, así podría quitarse los labios durante aquel recreo y Nichkhun no podría darle un beso. Iuuuuu…cada vez que las palabras BESO y Nichkhun aparecían en su mente le sacudía un desagradable escalofrío.

 

Escuchó una risita a su lado. La idiota de Taeyeon. Todo aquello le parecía muy pero que muy divertido. ¡Y no tenía ninguna gracia! Le pegó un codazo provocando que se saliera del papel en el que estaba trabajando. Y con "trabajando" quería decir escribiendo con su letra casi ilegible una T un corazón y una N infinitas veces.

 

Decía que sería su regalo de bodas… ¡esa niña era tonta! No sabía porque seguía siendo su mejor amiga.

 

Y el momento más temido del día para la pequeña Tiffany llegó en forma de timbre sonando. Fin de las clases, podían salir al recreo.…

 

Taeyeon y ella habían conseguido hacerse con un par de columpios y se balanceaban de delante hacia atrás mientras degustaban sus almuerzos intercambiándoselos de vez en cuando.

 

Tiffany se quedó con el sándwich de Taeyeon a medio camino de su boca cuando vio como Nichkhun se acercaba a ellas seguido por un séquito de niños que cuchicheaban entre ellos.

 

- Hola Tiffany- saludó el pequeño metiendo sus manitas en los bolsillos de su abrigo y cambiando varias veces el peso de su cuerpo de pie.

 

- Hola Nichkhun- contestó la castaña. Sus padres no la habían criado para que fuese una maleducada. Ni siquiera con los niños que se comían los mocos y que querían darle besos.

 

El niño se quedó mirando el suelo fijamente y Taeyeon le dio un mordisquito a una de las galletas de Tiffany completamente entretenida por la escena que se desarrollaba ante sus ojos. Nichkhun parecía retrasado, más que de costumbre quería decir, se había quedado ahí parado como un tonto. Solo reaccionó cuando uno de los miembros de su séquito le empujó ligeramente susurrándole un "Díselo" acompañado de risitas del resto de los niños.

 

- Eres muy guapa- soltó por fin poniéndose rojo como un tomate acto seguido. Muy, muy rojo.

 

- Gracias- fue todo lo que pudo contestar la castaña.

 

Y entonces, en un movimiento extremadamente rápido, tomó la cara de Tiffany entre las manos y unió sus labios por unos segundos.

 

Uhhhhhh…para Taeyeon había dejado de tener gracia. No le gustó lo que vio. No señor. Nadie besaba a su mejor amiga sin ella quererlo. Nadie. Y si aquella sensación no era suficiente para hacerla reaccionar las protestas de la castaña hicieron el resto.

 

Saltó de su columpio y apartó a Nichkhun de un empujón haciéndole perder el equilibrio y caer de culo al suelo.

 

-¡A Tiffany no le gustas, déjala en paz!- le informó interponiéndose entre el niño y su mejor amiga.

 

Nichkhun ya se había echado a llorar y se levantó para desaparecer rápidamente de allí mientras sus amigos le seguían riéndose porque le había pegado una niña. Taeyeon se volvió hacia su amiga y sonrió un poco al ver la cara de desagrado que se le había quedado a la castaña.

 

- ¿Quieres que te acompañe al baño y haces gárgaras?- le propuso tendiéndole la mano. Tiffany asintió rápidamente aceptando la oferta de la rubia y siguiéndole aún con cara de disgusto. Probablemente no se le quitaría en días enteros.

 

Taeyeon le miró sonriendo mientras la castaña se aclaraba la boca una y otra vez y se restregaba los labios con su mano mojada. Se pasaron allí el resto del recreo y como aquella tarde los padres de Tiffany habían tenido que irse a hacer unos recados la castaña estaba en la casa de los Kim.

 

Más concretamente en el sillón del salón de los Kim dándole pequeños mordiscos al bocadillo que la madre de Taeyeon le había preparado hacía minutos.

 

Taeyeon masticaba el suyo junto a ella con los ojos fijos en la televisión.

 

- ¿Ya se te ha pasado el asco?- le preguntó de pronto mirándole y Tiffany negó con la cabeza aún con su vista en la pantalla Taeyeon se limitó a sonreír- ¿Tan asqueroso es?- curioseó mordiendo fuerte su bocadillo.

 

- Si tanto- confirmó la castaña- No voy a darle besos a nadie jamás.

 

- ¿Jamás?- frunció el ceño la rubia

 

- Jamás. Es lo más asqueroso que me ha pasado nunca- le confesó- Tu tampoco deberías dar besos a nadie jamás- le aconsejó.

 

- ¿Es más asqueroso que aquella vez que Prince se hizo caca y tú la pisaste con el pie descalzo?- quiso saber. Era lo más asqueroso en lo que podía pensar en aquellos momentos.

 

- Si, más asqueroso que eso. Dar besos es más asqueroso que pisar una cara de perro descalza- sentenció Tiffany llevándose el bocadillo a la boca de nuevo tras aquella categórica afirmación.

 

- Wow…entonces sí que no voy a dar besos a nadie nunca- decidió Taeyeon centrándose de nuevo en su propia merienda- Tiffany…-llamó su atención otra vez- Si es tan asqueroso…¿por qué los mayores se dan besos en las películas?- quiso saber.

 

- Porque les pagan mucho, mucho dinero para que lo hagan tonta- dijo como si fuera vox populi.

 

- Ah… ¿cuánto tendrían que pagarte a ti para que dieras otro beso?- curioseó.

 

- Buff…por lo menos mil dólares- decidió aquella cantidad pensando que era una cifra astronómica.

 

- Ala…-admiró Taeyeon el altísimo precio de los besos de su amiga.

 

Las dos continuaron viendo una de sus series de dibujos favoritas y cuando Tiffany se metió el último trozo de bocadillo en la boca se volvió hacia su mejor amiga.

 

- Gracias por hacer llorar a Nichkhun, eres la mejor amiga del mundo- le dijo mirándole con una sonrisa a pesar de tener la boca medio llena.

 

- Tu dijiste que las mejores amigas se tienen que defender- se encogió de hombros la rubia quitándole importancia- Y volveré a hacerle llorar si intenta darte otro beso- aseguró y Tiffany sonrió aún más acurrucándose contra ella en el sofá y apoyando su cabeza en su hombro.

 

Continuaron viendo la televisión hasta que el timbre sonó y los Hwang entraron a recoger a su única hija que reía junto a Taeyeon en el sofá a causa de una serie de dibujos divertidísima.

 

Como siempre Tiffany y Taeyeon protestaron por tener que separarse y como siempre no les sirvió de nada. ¡Que aguafiestas eran los mayores! ¿Por qué no podía Tiffany quedarse a dormir? Si, vale, tenían colegio al día siguiente pero su madre les podía llevar a las dos… Por mucho que lo intentó los padres de ambas se mostraron inflexibles.

 

Además decían que ya habían estado juntas todo el día… ¡todo el día era muy poco! Puf…que aburridos.

 

La castaña acabó rindiéndose y se levantó del sofá a regañadientes para seguir a sus progenitores fuera de la casa. Antes se despidió de Taeyeon con un beso en la mejilla.

 

- Eh…no tengo mil dólares Tiffany- le confesó la rubia y su amiga soltó una risita al oírle.

 

- Eso es para los demás…no me da asco darte besos a ti tonta- dijo como si fuera obvio antes de abandonar el salón correteando- ¡Hasta mañana Tae!- gritó ya desde la puerta.

 

- Hasta mañana- respondió la rubia algo decepcionada porque Tiffany se marchara.

 

Le encantaba cuando su amiga y ella dormían juntas porque se pasaban medias noches despiertas hablando y riéndose muy bajito para que los mayores no se enteraran de que aún no dormían.

 

Cuando estuvo en la cama bajo sus mantas solo pensó en que tenía que dormir bien, tenía que dormir muy bien porque tal vez al día siguiente tuviera que defender a Tiffany del comecocos de Nichkhun otra vez.

 

Menudo trabajo le daba su puesto de mejor amiga de Tiffany. Tenía que defenderla, tenía que compartir su almuerzo con ella y tenía que acompañarla a todos lados y a veces hasta ayudarle a recoger las cacas de prince de su jardín.

 

Si, era un trabajo agotador y le encantaba ser la mejor amiga de Tiffany Hwang.

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Comments

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Dianasnsd
#1
Chapter 22: Hace tiempo que buscaba la historia y no la encontraba, ya estaba pensando en adaptarla pero me alegro que lo hayas hecho tú, me encanta esta historia, gracias por adaptarla 🥰
jenrsun
#2
Chapter 1: Es una de mis favoritas historias..
gaby_tomala
#3
Chapter 1: <3 me encanta!!