Capítulo 35 - Estoy aquí
I've been there.
Capítulo 35
Jongdae había estado casado hace cinco años. Estuvo casado por cinco años, su esposa estuvo enferma por cinco años y el beta había desarrollado una aversión por el número cinco. Hoy, 5 de Agosto, sabía que podía ser un mal día.
Dahye, hermosa y efímera, había cosido a Jongdae parte por parte. Le enseñó a aceptar aquello que no podía cambiar y finalmente lo amo con fuerza, la suficiente para dejar que Jongdae estuviera a su lado cuando el cáncer se la llevó, un cinco de Octubre, cinco años atrás.
Los cítricos y el vino eran combinaciones que evitaba, porque le recordaban el pasado, así que cuando percibió sus distintivos aromas en el pasillo deseó por un instante que no fuera esa persona, porque le costó mucho borrar sus palabras y recuperar su confianza.
Jongdae odiaba el número cinco.
-Hablar, vengo a hablar.-
De todas las formas que imagino volver a ver a Junmyeon, en jeans y sudadera no era una de ellas. Tomó más altura parándose derecho y pensó que decir, pero estaba en blanco.- Ha pasado mucho tiempo.- comentó lo obvio.- ¿De qué quieres hablar?...-
No quería verse enfadado, en realidad no lo estaba, aunque Jongdae recordaba aún después de tantos años. Era una parte de su vida que nunca podría borrar.-
-¿Te soy sincero??.- Jongdae no respondió nada, Junmyeon siguió hablando, ahora sin mirarlo.- Solo quería verte, pensé en muchas cosas para decirte y ahora….- tragó saliva, estaba tan nervioso que Jongdae no podía dar cabida.- Te he extrañado muchísimo en estos días.-
Toda la plática estaba tornándose incómoda, Jongdae se obligó a no externar su sentir.
-No, en realidad…. Te he extrañado por años.- su voz se quebró.- Quería verte desde hace tanto… no podía entenderlo, Jongdae.-
Lo miró directo a la cara y Jongdae quedó clavado al piso, Junmyeon lloraba, jamás lo había visto llorar, ni siquiera en ese corto pero intenso periodo de sus vidas que estuvieron juntos.
-Lo siento. Por todo lo que dije y como te hice sentir .- Junmyeon no se molestó en secar sus lágrimas, ellas resbalaron libremente hasta caer al piso mientras el omega sorbía y hacia intentos de hablar en oraciones completas.- No supe cuidarte, ni como tu mejor amigo o como ser humano. Dije tonterías y no me importaban porque pensaba que tenía razón.- sonrió un poco, lastimeramente.- Jongdae, perdóname… -
El corazón de Jongdae bombeaba muy fuerte y lastimaba con su andar errático, por dentro su cuerpo estaba abochornado, confundido y desorientado. Tenía muchas preguntas para el omega.- Junmyeon no te entiendo…- cuestionó con firmeza.
Junmyeon dio tres pasos al frente, quedando mucho más cerca de Jongdae y a su aroma de vino de buena calidad, más fuerte si era posible, sus pulmones se rehidrataron cuando el beta entró en ellos y aunque estaba al borde de un colapso, Junmyeon sentía que esto era lo correcto, hasta las emociones más corrosivas que estaban quemando su cuello y ojos.
-¡Es que no tiene sentido!- movió las manos para enfatizar, como si las pusiera sobre una mesa invisible.- Tuve un extraño y loco sueño hace semanas, mi hermano estaba ahí y había adoptado un cachorro, yo era un recolector de basura y mis compañeros de trabajo no se sacaban las manos de encima uno del otro. Tu estabas ahí y lo único que decías era todo estará bien, todo estará bien, todo estará bien como un disco rayado, vivíamos en la pobreza pero, Jongdae, era perfecto.- estiró la mano porque el deseo de tocarlo era muy fuerte, pero se hizo para atrás cuando vio la reacción de Jongdae, ya no era tímida pena ajena, sino completo rechazo a las tonterías de Junmyeon.- Era perfecto porque estábamos juntos y no necesitábamos nada más. Trabajabas de contador y eras excelente padre y un gran, GRAN esposo. Hasta Taemin estaba ahí y era mi amigo. ¿Te imaginas eso? ¡Taemin, MI amigo!.- ya las manos le temblaban, el rechazo crecía y crecía en la cara de Jongdae.- Sé que solo fue un largo y tonto sueño, pero me hizo ver cuánto te extraño y cuanto añoraba ser parte de tu vida, volver el tiempo atrás y arreglar lo que hice mal. Pero todo lo que puedo hacer es pararme aquí y hablar tonterías hasta que me tengas la suficiente lástima como para…- tragó el llanto y secó las lágrimas corriendo por su cara.- darme otra oportunidad. Solo te pido un poco de tu tiempo, volver a ser amigos…¡Tengamos una cena y hablemos!- No importaba no estar con el, Junmyeon podía vivir con ese instante que duró casi un año, podía vivir con los pudo ser, pero no con el nunca será.- Por favor, Jongdae….-
Jongdae escuchó en silencio y hasta el final. Toda la escena era bizarra, aunque no tanto como la falta de aire en su pecho. Tocó la marca de Dahye en su cuello (que se difuminaba con los años) y se abstuvo de mirar a Junmyeon a la cara, no podía soportar sus emociones, simplemente porque no las quería.
Deseaba pensar que no se trataba de rencor, pero tenía que ser sincero y aceptar que una pequeña parte de él nunca estaría lista para permitirle la entrada a Junmyeon de nuevo, ni a amistad, ni acercamiento. Esa parte estaba aferrada al recuerdo de Dahye y a los años que le siguieron…. No podía solo olvidar el dolor de despertar en medio de la noche y sentirse vacío, pensar que su lobo moría, que el mismo no podía respirar cuando recordaba a Junmyeon, que hablar con Dahye y reunir el coraje para invitarla a salir había sido tan complicado porque Dahye era una beta… y una parte de el aun sentía ira por convertirse en el maldito estereotipo de Junmyeon; al final Jongdae el beta se quedaría con Dahye la beta…..
Pero al final, haberla conocido y tener esos cinco años con ella fueron sus mejores…
Pensar en ella dolía más que cualquier cosa que Junmyeon pudiera decirle.
-¿De verdad me quieres en tu vida? Estuviste muy bien sin mi estos años, yo estuve bien. No todo fue perfecto, pero partimos caminos, Junmyeon, no miramos atrás. - apretó la mandíbula, sintiendo el arrepentimiento inmediato que sigue de decir verdades tan crudas.- Solo fue un sueño, olvídalo...No te hagas esto por un poco de remordimiento.- no podía confiar en Junmyeon, aún con su aroma gritando la complejidad de emociones que el omega sentía y no podía detener; arrepentimiento, tristeza y miedo amargo, Jongdae lo sentía tapándole la garganta.
Miró a Junmyeon a la cara, haciendo grandes esfuerzos para no mostrar cuan afectado estaba, aunque sentía que Junmyeon de todas formas lo sabría.
Junmyeon miró el suelo, con el rostro dirigido a él sin dejar de llorar y sin borrar la sonrisa.
-No es un poco de remordimiento… Te extraño tanto que me duele.- sabía que podía ser contraproducente decir las cosas sin pensarlas. No era la primera vez que hablaba sin filtro, la diferencia era que hoy decía exactamente lo que sentía, no se trataba de las palabras de Madre o los consejos de su hermano que podía repetir dormido, era puramente Junmyeon abriendo hasta la última puerta en el laberinto de su mente…..- Pero se que ya llevo demasiado tiempo aquí...- limpió su cara hasta dejarla roja y no lloró más. Mantuvo la sonrisa.- Gracias por escucharme, Jongdae.- miró los ojos negros que había visto tantas veces en aquel otro lugar, donde era feliz, donde lo tenía casi todo.- Y por si algún día quieres hablar o… cambias de opinión, o si necesitas cualquier cosa, Baekhyun tiene mi número… Te lo daría, pero…- solo estar parado ahí ya era suficientemente incómodo.-
Junmyeon dio la vuelta y buscó desesperadamente las escaleras con la vista, apenas logró llegar a ellas antes de perder fuerza en las manos y casi resbalarse por los escalones, sus sandalias no estaban hechas para esa superficie y la cara llena de lágrimas de Junmyeon no mejoraba nada.
Pudo llegar a su carro, ignorando al portero y todo ser humano que se cruzara por su camino, para sentarse en un asiento calentado por el sol donde se quemó las piernas.
Apretó el volante entre sus manos y dejo caer la cabeza en el sin presionar el claxon. Sabía que lloraba, el dolor en su garganta y los gemidos nunca llegaron, estaba mojando el cuero del volante y sus propias manos sosteniendo su cara, sentía que moría, pero el cuerpo de Junmyeon no lo exteriorizaba.
Porque reconoció lo que sentía, era lo mismo de antes, la pesadez, la incomodidad con su lobo, la pelea constante para no salir huyendo a buscar una manada en el bosque. Junmyeon sentía lo mismo que había sentido por los últimos 15 años, y si dolía, si había agua en sus ojos, era porque tuvo el fallo de añorar más.
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Junmyeon tuvo que hacer las paces consigo mismo un mes después, cuando Minseok le llevó su finiquito y lo miró aún en cama, con más basura de la que usualmente tenia. Él lo obligó a levantarse y darse una ducha, comer algo que no fuera ramyeon y salir para ver la luz del sol por al menos unos cuantos minutos mientras entraban y salían del restaurante.
-Te ves… poco saludable.- dijo Minseok a mitad de la cena, mientras Junmyeon picaba un corte de carne especialmente jugoso y suave, sin mencionar rojo y de fuerte aroma.-
Junmyeon no lo corrigió, dejó que siguiera hablando y escuchando pedazos de conversación aquí y allá, Minseok hablo de la empresa y de su divorcio, de lo curiosamente tranquilo que se sentía sabiendo la verdad. No sorprendió a Junmyeon para nada, lo que molestó a Minseok porque consideraba que, aunque no le dolió profundamente, si debía ser sufrido a plenitud, en especial por Junmyeon ¡¡¿Dónde estaba esa empatía de hermanos?!!
Junmyeon miró a Minseok por varios minutos mientras hablaba. Reconocía sus expresiones parcas y tranquilas, casi apáticas, pero el tono de voz lo delataba, había mucho temor y dolor, emociones que Junmyeon había olvidado que su hermano podía sentir.
Puso una mano sobre la de él y apretó.- Todo estará bien, Hyung. Mírate, llevas unas cuantas semanas de saber que tu esposo era infiel y ahora estás aquí tomando café y comiendo tiramisú. O eres emocionalmente constipado, o talvez no te dolió mucho…o hasta estás feliz de no estar con Kris….-
Minseok tenía un pedazo de tiramisú a pocos centímetros de llegar a su boca, y si Junmyeon creía que no iba a llegar a su destino estaba muy equivocado, Minseok masticó con una sonrisa, aún melancólica, pero sincera.- Nunca sabremos… Pero te creo lo de constipado.-
Junmyeon tomó aire y finalmente bebió un sorbo de su café.- al menos Madre parece estar tranquila.-
-Kris y su familia siguen teniendo lazos con nosotros, casi nada ha cambiado, pero Madre ya está preparándome más fotos…ahora vivo tu vida, Myeon.- el mayor de los Kim también tomó un sorbo de su café, el prefería la bebida caliente, no sabía porque Junmyeon tomaba de esa taza hace 10 minutos fría.- Por cierto, pasado mañana me iré a China por unas cuantas semanas para arreglar detalles con la sede en Beijín.- relamió sus labios, dijo toda esa oración en los pocos segundos que tomaba acomodar la taza y cucharita del café en el platito.-
A Junmyeon casi se le atora un pedacito de queso mascarpone en la garganta.- ¿Y me lo dices ahora?!- Hermanos.- ¿¡Necesitas que te lleve al aeropuerto?? ¿Ya tienes todo listo?...-
-¿Se te olvida con quién hablas??- tenía todo listo hace dos días, debía sacar su cepillo de dientes y volver a meterlo en la maleta cada noche.- Un taxi irá por mi, no tienes que desvelarte. Concéntrate en tu nuevo negocio y en conseguir más baratijas.-
-No. Son. Baratijas.- Ok, tal vez para algunas personas lo eran, pero para Junmyeon eran tesoros que necesitaban una pequeña ayuda nada más.- ¿Se te olvida con quien hablas??.- parafraseó, usando su famosa voz gangosa. Minseok se rio de esa boquita de conejo intentando burlarse, ya estaba viejo pero Junmyeon aún podía enternecerlo.-
Cuando recogieron los platos vacios, Minseok se limpió la garganta y puso a Junmyeon nervioso.- ¿Y… qué paso con el beta?....- si su estado del mes pasado era algún indicador, entonces nada bien, pero aún había mucho que Minseok necesitaba saber.-
Junmyeon levantó los hombros, sin separar la vista de la mesa, había una pequeña mancha del café de Junmyeon, si la tocaba podía mojar la yema de su dedo.- Nada que no esperara. Pero el y Chanyeol están bien...-
-¿Chanyeol?.-
-Su hijo, tiene 10 años…-
-Entonces tiene Pareja...-
-Creo que si, no estoy seguro, Jongdae solo olía a Jongdae.- no pudo preguntarle nada, y así era mejor, mientras menos supiera con menos intensidad sentiría la separación.- Aún es…..complicado, pero creo que si ellos están bien yo también lo estaré….-
-¿Estas seguro?...- tenía más ojeras, comía menos, y aunque había comprado ese pequeño lugar para hacer su tienda de bazar, Junmyeon no tenía prisa para empezar a trabajar en el.-
Junmyeon asintió.
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Chanyeol terminó de escuchar la historia de su padre y guardó silencio. Sin saber que decir porque era asuntos complicados. Miró su vaso con un asientito de leche y el plato lleno de migajas de galletas.
-Papá…. –
-¿hmm….?-
Su padre apoyaba el rostro sobre su mano, lo miraba a la cara y parecía decir con su gesto que nada de lo que había dicho tenía importancia. Bueno, tal vez Chanyeol era muy joven para comprender ciertas cosas, pero no parecía falta de interés natural, su padre no olía a lo de siempre.
Su pregunta fue pequeña, quien era esa persona que llego en la tarde y porque olía diferente. El papa de Chanyeol era cuidadoso con los aromas que traía a casa, pero el de esa persona se quedó hasta que Chanyeol llegó de la escuela.
Era obvio y mitigante, también…melancólico, pero por asuntos de su padre, el ambiente que le sigue a una habitación llena de gente limpiándose las lágrimas al terminar de ver una película muy triste, el pequeño espacio entre la añoranza y el regreso a la realidad. Chanyeol no tenía idea como podía hacer esa asimilación….
-¿Odias a ese señor?.- preguntó.-
Jongdae cerró los ojos lentamente y se reacomodó en la silla del comedor, el departamento entero estaba en penumbras con la excepción de los focos de la cocina, donde Jongdae y su hijo cenaban. Chanyeol preguntó por Junmyeon y Jongdae no supo que responderle además de la verdad, era creyente de que no debía pensar en Chanyeol como ingenuo o incapaz de entender emociones, fue claro y le contó lo que sucedió con el y Junmyeon.
La mitad de sus recuerdos eran…
-No…. Nunca lo he odiado… ¿Recuerdas lo que decía tu madre de eso?...- preguntó, con el corazón tibio y una pequeña sonrisa triste. Jamás podría olvidar el dolor de perderla, solo bastaba mirar a su lado para recordar la soledad que dejó en el, porque debería estar ahí, ayudándolo a explicarle a su hijo la importancia de dejar ir el odio.
-¿El….odio nunca es bueno, mata el alma y la envenena?...-
Río tan fuerte que los vecinos subieron el volumen a su música, Jongdae no se lo tomó a mal, estaba acostumbrado
-Eso es la venganza, Yeollie.- desacomodó el cabello de su cachorro y besó su frente, aún llevaba el uniforme de la escuela, zancón y apretado, Jongdae hizo una nota mental de comprarle otro.- Tu madre decía que debemos saber dejar ir el odio….Siempre miraba con una sonrisa cuando hacías un berrinche.-
Chanyeol frunció el ceño y Jongdae aprovechó para picar el dobles entre sus cejas.- Decía mira mi lindo Yeollie, sabe poner todo lo malo atrás, si no tiene solución lo acepta y oohh no, ¡¡Se está comiendo sus mocos!!-
-¡Papá!!.- aunque parecía imposible Chanyeol profundizó su ceño fruncido, Jongdae volvió a reír y los vecinos le agregaron otra rayita al volumen.-
-Sabes que tu madre te amaba… - Jongdae apoyó la mita del cuerpo en el desayunador, miraba a Chanyeol desde abajo, contemplando el recuerdo más vívido que Dahye dejó de ella.- pero adoraba verte sonreír, lo hacías todos los días sin importar las rodillas que te rasparas…-
Chanyeol sonrió tímidamente mientras bajaba la vista, el recuerdo de su madre era tímido, a veces no podía remembrar sus abrazos o el color de su cabello, pero siempre estaba el tono de voz, cantando dulcemente para Chanyeol porque así dormía mejor…. Y Chanyeol había sido tan buen niño .- Papá… ¿Por qué no lo ves otra vez?....-
Jongdae se enderezó y tomó su pose de oficina, espalda recta y brazos al frente sobre la mesa.-
- No dijiste nada y…. el Sr. Kim tampoco… Deberían verse.-
Paso una mano por su cara, sin mirar a Chanyeol ¿de verdad no se habían dicho nada?.... El sentía que lo habían dicho todo, cerraron el círculo y, como Jongdae pidió, cada uno siguió con su vida.
-No se mucho, papá. Pero no….- hizo un movimiento con la mano, pretendiendo llevar un aroma a su nariz.- hueles tranquilo- apenas comenzaba a diferenciar los niveles en el aroma y adjuntarle a cada uno una emoción, podía equivocarse pero si sabía esto, que su papa estaba raro….-
Jongdae tomó aire para suspirar. Chanyeol tenía razón, no estaba tranquilo y se debía a Junmyeon obviamente, porque no regresas luego de 15 años para soltar declaraciones de amor y preguntar si pueden ir a tomar café juntos, son modales básicos, uno NO hace eso…..
Excepto Junmyeon, la excepción a cada reglas que Jongdae conoce.- Entonces tu crees que debería hablar con el.-
Chanyeol asentó, tomando el último sorbo de leche. Jongdae no dejaba de sorprenderse por la sabiduría de un niño que se comió un pedazo de galleta que había estado en su ombligo…
Esa noche Chanyeol se fue a dormir temprano por orden de Jongdae. En su casa grande y silenciosa Jongdae estuvo hasta tarde haciendo arreglos de último minuto a unas notas que su cantante no pudo alcanzar, había un debate acalorado en kakaotalk sobre la cantidad de auto tune que Jongdae podía utilizar sin que las fans se sintieran agredidas….
Usaba su ropa de descanso, una pijama y pantuflas; usualmente eso era eficiente para ayudarlo a trabajar hasta la madrugada, pero hoy su ánimo era diferente, Jongdae no podía quitarse el estrés del cuerpo, ni con lavarse la cara o tomar un té caliente, algo que nunca hacía porque era fan del café….
Dio algunas vueltas en su sala y se detuvo frente a una pared del recibidor, había una foto de su esposa cuando estaba en sus mejores años, poco después de tener a Chanyeol y semanas antes de ser diagnosticada….
Acarició el vidrio con las yemas, suavemente para no manchar la superficie… dolía cuanto la extrañaba. ¿Qué habría dicho ella??....
Nunca iba a tener respuesta, lo sabía, le había hecho mil preguntas y jamás obtuvo respuesta, aunque quedaba el consuelo de pensar en ella. Si su corazón dolía Jongdae recordaba lo intenso de vivir… y también efímero, la felicidad y el dolor eran pasajeros, por eso existían los recuerdos, para no dejar ir las cosas que nos resuenan la violencia de existir….
Jongdae regresó a la sala, de vuelta a su silla y a los arreglos, pequeños demos para mostrárselo al equipo creativo.
Tal vez ver a Junmyeon era como los demos, una posibilidad abierta que bien podía o no ser escogida.
Si se encontraba con el omega, no estaba obligado a nada….
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Le mandó un mensaje a Baekhyun y el rufián tardó tres días en responderle. En el mensaje adjuntaba una foto de su actual pareja y el en Jeju, disfrutando sus vacaciones. Que no lo malinterpretaran, Jongdae sabía que Baekhyun no obró correctamente, pero se alegraba por él, se veía feliz y brillante.
Pudo enfadarse por que Baekhyun tardó eones, pero en sus manos el número tampoco sirvió de mucho porque no lo contactó.
Estaba sentado en su estudio, con los audífonos puestos y gesto adusto mientras repetía la canción por X vez y se preguntaba qué cosas escribirían las fans en redes sociales, porque eso era demasiado auto tune, la canción era muy buena… pero eso lo decía Jongdae que no pertenecía al club de fans de su cantante, él no se moría por escuchar su voz todo el día….
Puso los audífonos de regreso en la mesa, con cuidado de no tocar ninguna tecla de su mac por error, y estiró la espalda sin levantarse de la silla. Miró su reloj de pulsera y suspiró, cansado, Chanyeol estaba en casa, pasaba su hora de dormir, así que llamarlo estaba fuera de discusión; Jongdae tenía que estar con sus pensamientos a las dos de la mañana. Y en días recientes eso se traducía a recuerdos de Junmyeon en la universidad… la primera vez que vio a Dahye; buscando un puesto de trabajo en la misma empresa, joven y llena de ilusiones porque vivía sola por primera vez.
Ella fue quien lo convenció de regresar a la música, no solo con palabras bonitas, también con dinero y un tío que trabajaba en YG, lugar donde estaba ahora. Nunca debutó ni grabó discos, pero grababa la parte vocal de los demos y se aseguraba que tuviera ritmo y no hubiera desperfectos.
Jongdae aún cantaba, y de vez en cuando subía su música a SoundCloud, donde tenía unos pocos pero leales fans para los que Jongdae cantaba con todo su cariño. Era tonto, casi ingenuo, pero Jongdae se imaginaba estar en un bar con esas 20 o 30 personas que lo apoyaban y cantar solo para ellos…
Miró su teléfono en silencio, el reflejo cansado de sus treintas le regresó la mirada sobre la superficie negra y brillante. No quería reconocerlo, pero el internet tenía razón, Jongdae se hacía viejo y era cada vez más difícil conocer gente nueva….
Y la que ya conocía se iba….
Desbloqueó la pantalla y miró el número de Junmyeon, guardado en unas notas que mantenía abiertas gran parte del día, divido entre las ganas de llamar y borrarlo para siempre. No importaba si Jongdae lo había leído cien veces, podía olvidar los números en un par de días.
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Era un jueves cuando Junmyeon comenzó a barrer el local que compró, tenía mucha basura de un vidrio roto, la gente había metido desde pañales hasta paquetes de cigarros y botellas de cerveza, todo un arcoíris de falta de conciencia. Las esquinas tenían telarañas y el polvo se estancaba hasta que no podía ver el color del piso.
Usó su vieja ropa desgastada, un cubrebocas, una cubeta con agua y comenzó a barrer los dos pisos de baldosas, escaleras de caracol y ventanales que iban del piso al techo sin ayuda de nadie. Lo hizo todo lentamente, del amanecer hasta mucho después que el sol se puso.
Le dolían las rodillas de tanto subir y bajar y cuando se limpiaba la nariz la servilleta terminaba negra.
A las 10 de la noche se detuvo para mirar por las ventanas, no era la mejor zona, pero la gente podía estacionarse afuera y estaba en una de las calles principales, así que en términos de negocio, había hecho una apuesta 70-30. Descansaba sentado en el piso sobre un periódico, una botella de agua y un pan de la tienda más cercana a su lado.
No necesitaba nada más.
Sintió sus pantalones vibrar y sacó el teléfono, era una notificación de line, de su hyung.
Minseok Hyung
-Tengo al enfermero sentado al lado.
K. Junmyeon.
-¿A Luhan? “Dile hola de mi parte”
Minseok Hyung
-No.
Junmyeon frunció el ceño, iba a bloquear el celular cuando otra notificación brilló.
Minseok hyung
Está bien. Pero ya es incómodo.
Prefirió no responder nada más, si Minseok pensaba mucho las cosas se desanimaba para hacerlas. Bloqueó el teléfono y se permitió imaginar que tal vez si le diría hola. Tal vez si comenzarían a hablar… tal vez….
El teléfono volvió a vibrar y se le fueron las energías por la garganta. Minseok lo había pensado, no iba a decir nada… Ni quería desbloquear el teléfono, Hyung siempre lograba estresarlo y hacer que apretara los dientes. Tuvo que armarse de energías y volteó el teléfono.
3345 XXX XXXX (Número desconocido)
Baekhyun me pasó tu número. Se que es algo abrupto pero
¿Todavía está en pie la oferta de la cena?
-Jongdae.
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No puedo describir lo que siento al editar este último capítulo. Muchas gracias por haber estado conmigo durante este largo, largo viaje que duró ...creo que más de un año. Estoy muy agradecida por todas las personas que se tomaron los minutos para leer mi historia casi cada semana y a quienes esperaron para que actualizara.
Hay mucho que quiero decir pero creo que lo escribiré en el epílogo, este final me gusta porque se siente "real", pero yo soy muy tonta y me gusta imaginar cosas cada vez más irreales XD así que el epílogo solo será un bonus para quienes, como yo, desean algo más fantasioso y dulce.
Gracias nuevamente por leer y estar conmigo en este viaje, en el futuro, espero que al mismo tiempo del epílogo, pondré un link para dscargar el pdf si alguien lo quiere, contendrá el material extra que falto del Xiuhan y el epílogo, más las 180k+ palabras de estos 35 capítulos.
Nos vemos!!! (oh y no olviden reproducir y comprar el disco de exo don't mess up my tempo!!! ESTUVO BUENÍSIMO!!!!)
-Luna
PD: mi único arrepentimiento es no haber escrito más t jajaja
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