**** Entre mi sueño empiezo a escuchar algunos sonidos, primero a un lado de mi, alguien intentando levantarse con mucho cuidado, seguido de pasos por toda aquella habitación junto con el sonido de un objeto impactando con suelo acompañado de un "shhh" y una pequeña risa.

Los movimientos y ruidos acallados provocaron que el sueño en mi se esfumase, perezosamente abro mis ojos  mientras estiro mi cuerpo que se queja por las actividades hechas horas atrás, imágenes que me hacen sonreír.

Me enderezo una vez que mis ojos se han acostumbrado a la luz que ilumina este "cuarto" y enfrente de mi obtengo la mejor vista del mundo... ella frente a mi, vistiéndose ... así que sin perder la , empiezo a recorrer su cuerpo con mi mirada, llevando mis ojos desde su cabello negro  algo revuelto siguiendo por la línea de sus hombros notando como los músculos de su espalda se contraen por la tarea que realiza, continuo mi viaje por sus piernas largas y torneadas que al llegar a sus tobillos mis ojos suben junto con la prenda que se desliza por su piel, sin pasar desapercibido el pequeño baile que hace al subirse el pantalón  tratando de no caer al suelo, y esa pequeña escena  la que obliga a mis labios dejar escapar una pequeña risa, la cual llama su atención pero el espectáculo que me estaba brindando me tenía hipnotizada, además de que era divertido ver como ella llevaba a cabo tareas tan cotidianas de una forma única y especial, luciendo increíblemente y.

-hola- digo tontamente brindándole mi mejor sonrisa esa que marcaba el hoyuelo en mi mejilla y la cuál sabía a ella le encantaba.

-hola- responde ella tímidamente pasando su blusa por sus hombros para después quedar frente a mi mientras sus dedos abotonaban su prenda.

-perdón si te desperté- habla  tomando asiento en una esquina del colchón para colocarse sus tacones.

-no te preocupes, no lo hiciste - le aseguro gateando hasta posicionarme detrás de ella, apartando el cabello de su cuello, para después llevar mis labios hasta ese lugar.

-ya te vas- pregunto como en un susurro sin dejar de basarla, subiendo con cada beso hasta atrapar el lóbulo de su oreja entre mis labios.

-Tae...para mph- me pide con dificultad.

Pero no era capaz de hacerlo me había hecho adicta a ella y a su cuerpo desde la primera vez que bese sus labios, recorrí  cada línea de su cuerpo, y me sentí dentro de ella.

-no me pidas eso, no cuando te tengo aquí - le pedí adentrando mis manos debajo de su blusa acariciando sus costados y su abdomen, subiendo lentamente hasta llegar a su pecho, los cuáles tome entre mis manos dándoles un pequeño apretón.

-mmph- dejo escapar ladeando su cuello, brindándome más espacio.

Incentivándome más a continuar con mis caricias a su cuerpo, dejando que la pasión se apoderara de nosotros otra vez, retomando así las actividades de la noche anterior.

Y es que tenerla entre mis brazos sólo ocurría dentro de este edificio, dejando de testigo las cuatro paredes a nuestro alrededor, en donde dábamos rienda suelta a nuestras bajas pasiones y en donde yo la podía reclamar como mía ... solamente mía, pues fuera de esta habitación, de esta burbuja perfecta que creábamos para nosotras mismas no éramos más que amigas.

Esto, admito tenía sus ventajas pero la más importante es que nadie sospechaba de nuestra pequeña aventura, aparentar era lo que hacíamos, o al menos eso era lo que ella me decía y la verdad no me importaba, me fascinaba la idea de lo prohibido al igual que adoraba  ser la única persona que la conocía en la intimidad, me hacía sentir especial el hecho de ser yo quien recorría su cuerpo, ser quien la había hecho sentir por primera vez el o y que ella fuera exclusivamente mía... o al menos eso creía.

Pero una noche, todo cambio.

Siempre quedábamos de vernos en este edificio abandonado en su campus, -que con el tiempo adaptamos a nuestro gusto y necesidades- pues a ambas nos quedaba más accesible encontrarnos ahí que hacer el recorrido hasta el dormitorio de la otra pues nuestras habitaciones quedan de un extremo al otro del campus, hoy no era la excepción, habiendo acordando encontrarnos a las 10:00 esa noche.

A sí que ahí me encontraba yo esperando por ella en esa habitación del tercer piso cuando mi celular suena indicando un mensaje de ella

De: fany

Para: Taeyeon

 >>disculpa hoy no podré llegar, había olvidado que mañana tengo un examen final para el cual tengo estudiar... perdóname, prometo que te compensare ~^.^ te amo

Dejándome con una sonrisa tonta por su mensaje y ante su insinuación –contestando el mensaje al momento-..

Me levanto de la cama en la que estaba y me dirijo hasta mi casa deteniéndome antes en un pequeño restaurante para comprar mi cena... pero grande fue mi sorpresa cuando al estar por entrar al lugar mis ojos encuentran una escena que me dejo con mi cuerpo helado y mi corazón hecho pedazo. ¿Por qué? Porque ella estaba ahí, Sentada en la mesa del centro con un hombre realmente guapo y elegante quien en el preciso momento en el que entre se hinco ante ella sostenido entre sus manos una pequeña cajita rosa mencionando -"¿te casarías conmigo?"- esas palabras que yo solo había soñado con preguntarle  a ella y que para mi mala fortuna ella sin dudar y con gran emoción ella le dijo que sí.

Me quede observando, viendo como él le colocaba el anillo perdiendo los estribos cuando ella lo beso efusivamente, salí del lugar decidiendo había tenido suficiente, concluyendo en mi mente que si ella quería que fuera de esta manera así lo iba a ser.

Contuve durante todo el trayecto las ganas inmensa