“No puedo…” Gimió MinSeok contra la boca de LuHan, el cual estaba sobre él besando su cuello como si no hubiera un mañana. Los labios de LuHan, húmedos y tibios rozaban intensamente la blanca piel del menor, pequeños besos mariposa iban dibujándose sobre su piel, dejando rastros de temblores a medida que continuaba. Las manos de MinSeok yacían sobre los hombros de LuHan, aferrándose a ellos e incluso incrustando sus uñas sobre la tela de su camiseta. El momento era tan caliente, tan intenso, podía sentir cómo sus mejillas no sólo ardían por el calor que hacía dentro de aquel pequeño cuarto, sino por ese terrible ardor que nacía dentro suyo por estar cerca del menor. ¿Sería que en serio MinSeok estaba enamorado? Lo único que sabía era que por LuHan sería todo, ya que significaba el mundo para él, sabía… que había encontrado en él un algo que nunca había pensado encontrar.

“¿Mh?” Preguntó LuHan sacando su lengua y suavemente lamiendo su cuello, como si le estuviera dando una pincelada. Con una media sonrisa en sus labios se mordió el labio inferior y arrugando su nariz, el muchacho de largas pestañas lentamente abrió el botón del pantalón de MinSeok, suavemente rodándolo hacia abajo. Pero MinSeok a pesar de lo caliente que estaba, no iba a permitir que la calentura primara por sobre su razón, con los ojos sumamente abiertos y la respiración más que agitada, sostuvo su pantalón fuertemente para que el menor no lo bajara.

“No.” Susurró jadeando por la boca y con los ojos ligeramente cristalinos por el deseo. “Aún no.” Dijo en baja voz. Tal vez MinSeok aún no estaba listo para esa clase de… ¿Cosas? Probablemente, y LuHan entendía por completo. Cerró sus ojos y suavemente se acercó otra vez a esos delgados y rosados labios, besándolos parsimoniosamente con el fin de tranquilizarlo.

“Entiendo.” Susurró LuHan contra sus labios y permitiendo que sus manos rodaran a sus lados, acariciando su cadera por ambos lados, e incluso atreviéndose a colocar sus manos en su trasero por encima de su ropa.

“A-Argh…” Gimió MinSeok nuevamente con los ojos cerrados y abriendo su boca para encontrarse con la lengua de LuHan. “¿Por qué me haces estoooo?” Cuestionó cual pequeño niño malcriado y con las mejillas tan rojas que hasta parecían una especie de tomates. Sus almendrados ojos se abrieron y LuHan no pudo evitar morderse el labio inferior al verlo así, tan hermoso… tan ruborizado.

“Me encanta hacerte gemir…” Susurró con delicadeza el más alto, pero antes de que pudiera continuar su frase, algo lo tomó por sorpresa. MinSeok lo había quedado mirando fijamente con los ojos entrecerrados, al parecer al mayor no le daban gracia los jugueteos de LuHan, y oh ¡Vaya! ¿A quién le gustaría que su recién novio le toqueteara así para hacerte caer? Pues en particular a nadie ¿No? Porque MinSeok también lo quería, lo anhelaba, mas debía de controlarse, y se lo estaba dejando claro a LuHan. De acuerdo, LuHan entendía, pero ¡Pero era tan bonito ver a MinSeok ruborizado y quejumbroso que simplemente no podía controlarse! “Ya ya.” Continuó LuHan suspirando profundamente y negando con la cabeza. “No me pasaré.”

Por su lado, MinSeok sonrió de lado y alzó sus cejas, y a LuHan no le gustó para nada esa expresión, era como si estuviera tramando algo ¿Alguna vez no les había pasado que conocían a alguien tan bien que incluso a pesar de haber pasado tan poco tiempo juntos, sabían lo que pensaban y lo que sentían y hasta podría decirse que lo conocían de años? Bueno, eso le pasaba a LuHan, MinSeok era especial para él. MinSeok era esa pieza de su rompecabezas que andaba perdida, era ese muchacho que no había esperado ni buscado pero que había aparecido en su vida y le había brindado un refugio con su sonrisa. Era el chico que le había hecho sentir que podía soñar, que lo elevaba hasta el cielo con una mirada, haciéndole sentir que podía tocar el cielo.

“MinSeok… ¿Qué estás pensando?” Preguntó con algo de miedo entrecerrando los ojos.

“Me amas.” Dijo el mayor con clara voz y con una sonrisa que poco a poco se fue ensanchando tanto que pudo denotar una de esas sonrisitas chuecas que tanto lo caracterizaban. “Tú me amas. No me quieres, me amas.”

LuHan sintió su rostro enrojecer. De acuerdo, claramente no había esperado aquello. Tragó saliva por la sorpresa no sabiendo exactamente qué decir. Recordaba que en tercero de primaria, SeHun le había dicho a LuHan que su rostro era como una especie de puerta a su alma porque era sumamente fácil el leerlo, pero la verdad era que al parecer su rostro era una puerta a su alma que ni siquiera él podía ver. ¿Amaba a MinSeok? ¿Acaso eso era lo que reflejaba y ni siquiera él lo sabía?.

“¿Qu-qué?” Preguntó pestañeando un par de veces y sintiendo un frío recorrer su espalda.

“Me amas.” Dijo MinSeok emocionado y dejando que una risita aguda rompiera el silencio de la habitación nuevamente. “Oh Dios, LuHan ¡Me amas!” Exclamó poniéndose a reír más fuerte mientras el menor se alejaba, se sentaba para atrás sobre la cama e intentaba no sonrojarse fallidamente.

“¡¿EH?! ¡¿Por qué dices eso?! ¡Y-Yo no he dicho nada!” Exclamó por poco gritando mientras MinSeok lentamente apoyaba sus antebrazos sobre el colchón y lo miraba con una sonrisa divertida en los labios.

“No necesitas decirlo para hacerme ver que lo haces ¿Sabes?” Cuestionó riendo aún más y sentándose por completo, cara a cara con LuHan, permitiendo que el rojo de sus mejillas se expandiera. “Dios, recién me doy cuenta, vaya que soy un tonto por no haberme fijado.”

“No entiendo cómo es que estás saltando a esas conclusiones.” Murmuró LuHan mirando a otro lado y aclarándose la garganta apenado, frunciendo el ceño y haciéndose el desentendido. ¿Sería que realmente amaba a MinSeok?.

“Te preocupas por mí.” Susurró MinSeok bajando lentamente su mirada a la mano de LuHan y luego de dudar un poco atreviéndose a tomarla suavemente. “Te importa cómo me sienta, me escuchas… me perdonas. Me amas. ¿No es así?” Dijo en casi un suspiro, haciendo que los ojos de LuHan lo miraran fijamente.

LuHan se relamió los labios y no retiró su mirada de él luego de lo último dicho por MinSeok.

“Te amo”

Oh Dios mío. Amaba a MinSeok. LuHan amaba a Kim MinSeok. No había necesitado conocerlo de mucho para encantarle MinSeok, con sus defectos y sus flaquezas lo amaba, amaba todo de él…

MinSeok bajó la mirada, apretando los labios en una línea y entrelazando sus dedos con los de LuHan.

“Yo… nunca he siquiera querido a alguien de ésta manera ¿Sabes?... Me es algo difícil explicar en palabras lo que siento por ti, LuHan.” Murmuró lentamente, mirando el rostro del muchacho y riendo un poco antes de volver a bajar el rostro, avergonzado. “Yo… creo que también lo hago… Pero necesito tiempo. Quiero saber si me lo darías.” Susurró volviendo a verlo.

LuHan se sintió algo fuera de lugar, esperaba un también te amo, cásate conmigo y tengamos 4 hijos, dos niños y dos niñas, pero no, no era un cuento de hadas, debía de ser realista, y MinSeok lo estaba siendo, estaba siendo sincero con él. Se mordió el interior de su mejilla, algo decepcionado con la respuesta pero… esperen… MinSeok sonreía bajando la mirada avergonzado y completamente apenado. ¿Acaso no era lindo? LuHan asintió con la cabeza dejando que en su mente se imprimiera aquella imagen de MinSeok.

“Te daré todo el tiempo que necesites, MinSeok.” Susurró LuHan, y en ese momento MinSeok, estirando sus brazos, lo tomó del cuello de la camiseta y lo jaló contra su cuerpo, haciendo que ambos labios colisionaran firmemente.

“Por eso estoy enamorado de ti, LuHan.” LuHan se puso a reír cayendo a un lado echado al lado de su… ¿Novio? Sí, novio, abrazándolo por la cintura mientras MinSeok era ahora el que ingresaba salvajemente su lengua dentro de la boca de LuHan y una de sus manos iban jalando hacia abajo el cuello de su camiseta. “Mgh…”

“No gimas así, me vas a volver loco, MinSeok.” Suspiró LuHan cerrando los ojos y sintiendo la agresiva lengua de su mayor dentro de su boca, explorando cada uno de sus dientes y jugando con el húmedo músculo propio. Ah… Joder. Podía sentirlo, su entrepierna estaba volviendo a despertar, el calor había vuelto, no podía creerlo, MinSeok podía prenderlo y apagarlo a su gusto. “¿Me estás entrenando?”

“Tal vez…” Susurró el mayor, dejando que lentamente sus manos bajaran a los pantalones de LuHan, el cual abrió ampliamente los ojos y sostuvo las muñecas de MinSeok deteniéndolo.

“¡¿Estás loco?! ¡Pediste que no te lo hiciera!”

“Sí pero ¿Quién dijo que vamos a hacerlo?” Preguntó con una media sonrisa alzando una ceja y luego de ello colocándose sobre LuHan, sentándose en su regazo pero abriéndole el pantalón. “Juguemos.” Susurró suavemente presionando su parte trasera contra el paquete de su menor. “A-Ah.” Gimió MinSeok y LuHan tiró la cabeza hacia atrás respirando por la boca necesitadamente e incluso temblando. “ D-Dios… E-Eres un sucio, MinSeok.” Susurró cerrando fuertemente los ojos.

Por su parte, MinSeok no podía evitar el reír, era tan divertido ver a LuHan morir por él se notaba que le muchacho enloquecía, y MinSeok siendo el tease que era, obviamente se aprovecharía de eso, sacrificando una propia erección por hacerlo. De acuerdo, LuHan algún día se lo pagaría, y vaya que follaría a LuHan hasta dejarlo sin poder sentarse por un mes. Pero un paso a la vez, aún ninguno de los dos estaba listo. Lentamente se echó y con suavidad colocó sus manos en los muslos de LuHan abriéndolos y presionando sus labios contra su abultada entrepierna y WOW. Vaya que estaba abultada. LuHan se mordió el labio inferior gruñendo en chino alguna que otra palabra que MinSeok supondría que serían insultos, así que para darle un tinte algo más… caliente a la situación, MinSeok besó el bulto de LuHan, aspirándolo y luego suspirado sobre éste.

“A-Ah… V-Vas a matarme, M-MinSeok. M-Maldición, y-ya déjame hacértelo.” Susurró entre gemidos ya más intensos, haciendo que el mayor solamente riera y apoyara su mejilla contra dicha endurecida zona haciéndose el inocente.

“¿Eh? Pero yo no hago nada.” Canturreó abriéndole lentamente el cierre y luego de ello bajando su mirada hasta el miembro de LuHan.

Oh Dios… ¿Acaso MinSeok le haría… un oral…?

De acuerdo, LuHan no podía con su vida, esa sería la mejor noche de su vida, bueno, o por lo menos lo sería hasta que se casara con MinSeok y lo llevara Roma de luna de miel.

“Voy a hacerte ver estrellas…” Susurró MinSeok… pero antes de que LuHan pudiera responder…

“¿A quién vas a hacer ver estrellas?” Se escuchó una voz desde afuera, la cual intentaba abrir la puerta. Era JongDae, perdón, Chen.

MinSeok se erizó por completo y se tiró sobre LuHan para cubrirle la boca, evitando que pudiera decir palabra alguna.

“SHHH.” Le susurró el menor a Luhan, haciéndole una señal de que se levantara de inmediato.

“¿MinSeok? Oye… sé que estás molesto conmigo, pero… ¿Puedes abrirme la puerta? Olvidé mis llaves y ya escuché que estás despierto, ven, tenemos que hablar.” Dijo Chen suspirando y apoyándose contra la puerta.

LuHan se puso a arreglarse, levantándose el pantalón a lo que se dejaba las zapatillas sin desamarrar y corría de un lado de la habitación viendo dónde esconderse.

“Ah… sí, claro. Creí que que te te quedarías con SuHo.” Dijo MinSeok tanteante, a lo que se arreglaba la camiseta y los cabellos y empujaba a LuHan por la ventana, obviamente logrando que LuHan moviera fuertemente la cabeza. No había forma que bajara cuatro pisos desde ahí.

“Oh, sí, iba a hacerlo pero quería arreglar las cosas entre nosotros dos. Siento que exploté antes y... no lo sé… ¿Podemos conversar luego de que hayas abierto la puerta o algo por el estilo? Porque te juro que no es bonito estar aquí afuera, siento que vendrá Chucky o algo así.” Respondió Chen.

“¡¿Quieres matarme?!” Susurró LuHan.

“¿Por qué querría matarte?” Preguntó Chen desde afuera, y MinSeok le puso la mano en la boca a LuHan.

“¡Entra ahora mismo al clóset!” Le dijo el mayor. LuHan por su lado sólo hizo una señal de desacuerdo pero antes de que pudiera decir algo, MinSeok lo interrumpió.

“Y prometo hacerte un oral en los cuartos de limpieza mañana.” Dijo por poco y suplicándole y LuHan simplemente no pudo resistirse, así que con una ridícula sonrisa –y una erección en los pantalones– se metió al clóset, cerrando la puerta. MinSeok corrió hacia la puerta de entrada y de un solo portazo la abrió, con las mejillas rojas y completamente agitado.

“Ya.” Dijo el mayor respirando por la boca, haciendo que Chen lo mirara de pies a cabeza.

“Amigo… ¿Qué diabl-”

“o.”

“Oh… eh… puedo ir a comprar a la máquina expendedo-

“Por favor.”

“Está bien.” Dijo Chen lentamente volteándose. De acuerdo… tal vez había sido demasiada información. El menor se fue caminando hasta la vuelta del pasillo para comprar de la máquina expendedora algunas bolsas de snacks que fueran a servir de banquete de reconciliación.

“¡Ya se fue, sal sal!” Exclamó MinSeok abriendo la puerta rápidamente y sacando a LuHan del clóset y empujándolo hacia la puerta.

“Wow me sacaste del clóset.” Dijo LuHan entre risitas y parándose en la puerta.

“¿Puedes ser más inmaduro?” Preguntó MinSeok rodando los ojos y empujándolo ahora de los hombros.

“Puedo intentarlo.”

“¡VE! ¡Chen ya va a volver!”

“No me iré sin un beso.” Dijo LuHan cerrando los ojos e inclinándose hacia adelante con una sonrisa puesta en los labios, esperando su beso.

Pero… MinSeok por otro lado, lo miró totalmente serio y… “Aquí está tu beso.” Dijo cerrándole la puerta en la cara.

LuHan sonrió dando un par de pasos hacia atrás cruzándose de brazos y asintiendo con la cabeza. “Sip. Me ama.” Dijo riendo y finalmente yéndose por el pasillo contrario al cual se había ido Chen.

Fue luego de unos minutos que Chen regresó con unas bolsas de galletas de chocolates y otras de papas fritas con miel y canela para hacer las paces con MinSeok. Ingresó al lugar y con una sonrisa algo apenada, sentándose en su cama y esperando a que MinSeok saliera del baño completamente cambiado y con el rostro húmedo.

“Hey.” Le dijo Chen.

“Hey…” Murmuró MinSeok sonriendo de lado.

“Ven ven, siéntate.” Dijo Chen y haciéndole un espacio en su cama, indicándole que se sirviera lo que quisiera.

“Eh… Oye…” Dijo MinSeok haciendo lo que le indicaba su amigo y abriendo una bolsa de galletas. “Lamento lo de la tarde y también, creo que… debí de haberte contado por qué es que estoy-”

“No.” Le interrumpió Chen cerrando los ojos y negando con la cabeza. “Es totalmente mi culpa, yo fui el que te presionó antes de tiempo, y… confío en ti.” Dijo abriendo los ojos y arqueando las cejas con una sonrisa ligera pero algo apenada. “Y sé que cuando estés listo me contarás. No más sospechas ni nada, esperaré a que tú me lo cuentes.” Dijo Chen y MinSeok se sintió bendecido por tener un amigo como él en su vida.

“Eres lo mejor, Chennie.” Susurró MinSeok con una media sonrisa y luego e decir aquello, pasó a darle un golpe en su hombro de forma cariñosa. “Anda, vamos a dormir ya ¿Si?”

“Dale, mañana tengo clases temprano.” Dijo bostezando Chen y abriendo la bolsa de papas fritas.

“¿Y vas a comer ahora?”

“Hey, que tenga sueño no significa que no tenga hambre.” Dijo el menor riéndose al igual que MinSeok, el cual se alzó despeinándolo.

“Descansa.” Dijo finalmente yendo a su cama y pudiendo descansar tranquilo. Su amigo estaba en paz con él, tenía… novio ¿Acaso las cosas podrían ir mejor?

***

“Vuelve a decirlo y te juro que te golpearé.”

“Yo no necesito decir nada, Baekkie, el que está caminando raro eres tú.”

“Ok, suficiente. Nada de o por un mes entero, Park ChanYeol.” Sentenció BaekHyun mirando al frente a medida que se acercaba a la máquina expendedora cuando a lo lejos había visto a SuHo con Tao. Realmente el día de ayer había sido loco para ambos, luego de la declaración de amor de ChanYeol, el muchacho sólo recordaba haber ido al apartamento de ChanYeol y ahogarse en alcohol, risas y o. Realmente había sido el mejor o de la vida si le preguntaban a BaekHyun, y eso que él había salido con bastantes chicos. Y si bien se habían divertido, había una posibilidad de que tal vez se hubieran divertido demasiado, ok no, era un hecho que se habían pasado de la raya a la tercera vez aquella noche ¡Pero no era culpa de BaekHyun en lo absoluto! Había sido ChanYeol el que lo había despertado a las 3 am con dulces besos en la nuca, y bueno, el muchacho de los ojos tristes no pudo hacer más que gruñir entre dientes y voltearse para darle un enorme beso que terminó por escaldar a BaekHyun.

“Eres un injusto.” Susurró entre dientes ChanYeol, tomando la cintura a BaekHyun e ignorando las miradas extrañadas de las chicas y chicos que pasaban por los pasadizos de la universidad.

“¡SAL!” Gritó fuertemente Tao golpeando la máquina expendedora haciendo que SuHo colocara sus manos sobre los hombros del menor intentando calmarlo.

“Cariño, tranquilo, no la golpees.” Susurró SuHo queriendo calmar al chiquillo que gruñía encolerizado.

“¡Pero se comió mi moneda!”

“Sí sí, pero no hay por qué golpear la máq