POV Park Jung Soo

Walter había perdido completamente el juicio. Encontrar a Alice era la única solución para detener esa atroz decisión de regalar Pandai Corp. La hija de Walter había estado extraviada durante 9 años, el investigador no quería asegurarlo, pero lo más probable es que ella haya muerto. No parecía haber solución para esto, no podía hacer nada ante la implacable y necia palabra de Walter.
Había sido otra inútil noche en la que trataba de convencer a Walter de dejar Pandai en mis manos, el hombre se negó y debido a su delicada situación las enfermeras me echaban de la habitación. Junto al fiel secretario Jones salí de la habitación y me encaminaba hacia la salida cuando me distraje por unos gritos a través del pasillo. Era una chica en bata que estaba siendo arrastrada, los sollozos eran desgarradores y penetrantes, me detuve a mirar la escena. La chica era castaña, joven, unos 19 o 20 años quizás, pronto la calmaron y un par de enfermeras se la llevaron.

-Secretario Jones, investiga acerca de esa chica - Le dije al hombre que estaba junto a mí

Mi mirada siguió por breves instantes en ese pasillo. Esa chica me recordaba mucho a Alice ¿Podrá ser ella? ¿Al fin la había encontrado?
Mis preguntas serían resueltas después. Continué con mi camino hacia la salida del hospital hasta la acera hacia donde el chofer trajo el auto. Subí y regresé a casa. Fui a mi despacho y me senté  en el sofá junto al librero, ideaba alguna forma de persuadir a Walter y frenar su idea de ceder los derechos de la compañía. Mientras me relajaba, Jones tocó la puerta. El hombre entró a la oficina y entregaba un sobre.

-Aquí está la información sobre la señorita del hospital - Dijo entregándome los documentos

Abrí el sobre y leí con detenimiento los papeles. Al parecer la chica sufría algún tipo de amnesia, su caso era difícil, ella no podía recordar nada en lo absoluto, no sabía nada sobre su pasado e incluso desconocía su propio nombre.
¿Quién era ella? ¿Podría ser ella Alice?
Quería saber más sobre ella y aclarar mis dudas. No dormí en toda la noche, a la mañana siguiente me reuní con el médico que estaba llevando el caso de la chica. Antes me detuve para observarla en su habitación, las enfermeras no estaban cerca así que entré sin ser visto. La chica tomaba una siesta, sus rasgos eran similares a los de Alice, el cabello era lo único que la hacía diferente, Alice lo tenía ligeramente rubio y liso, la chica era castaña y era ligeramente rizado.

-¿Es usted familiar de la paciente? - Cuestionó el médico
-N-No - Eso era obvio, mis rasgos asiáticos me delataban - Es la hija del presidente de Pandai Corp, quien actualmente se encuentra internado en este hospital

Si era o no la verdadera Alice, no importaba, la chica guardaba un increíble parecido con Alice. Ella me ayudaría, por ahora, a frenar la desequilibrada decisión de Walter.

-Entiendo - Dijo el hombre ligeramente incrédulo de mis palabras

POV Minzy
Me desperté ya que entraron dos personas a mi habitación, uno de ellos vestía una impecable bata blanca, el otro era un hombre alrededor de los 30, sus ojos eran pequeños y rasgados.

-¿Reconoces a esta persona? - Decía quien parecía ser el doctor

Negué con la cabeza, no recordaba a ese hombre. No sabía quién era.
El hombre le susurró algo y el médico asintió.

-Alice - Dijo el hombre con una suave voz

Lo mire fijamente. ¿Alice? ¿Ese era mi nombre? ¿Él conocía mi identidad?

-¿A-Alice? - Mis labios temblaron cuando pronuncié el nombre - ¿Tu sabes quién soy? - Pregunté esperanzada
-Te hemos estado buscado todo este tiempo - Ofrecía su mano

De mis ojos salieron algunas lágrimas.

-No recuerdo nada - Dije amargamente con un nudo enorme en la garganta
-Está bien, todo estará bien - Decía aquel hombre de ojos rasgados que acarició mi cabello y me ofreció una sonrisa tranquilizadora que poco surtió efecto sobre mí

Quería saber más. Quería saber quién yo antes de este accidente. ¿Cómo era mi vida?

-¿Quién soy? ¿Cómo me ocurrió esto? Dime, dime por favor - Rogué con los ojos inundados en lágrimas
-Tranquila - Dijo el hombre en bata blanca - No te alteres demasiado. Será mejor que la dejemos descansar - Se refirió al otro hombre
-Por favor, ayúdame - Supliqué mientras lo tomaba del brazo - Esto es una pesadilla, no puedo recordar ni siquiera mi propio nombre…

Al final ambos salieron sin atender a mis suplicas. Caí a un lado de la cama, llorando, abracé mis piernas sintiéndome débil e insignificante. Lloré hasta que me quedé dormida en el suelo. Estaba teniendo un sueño extraño, era difuso y difícil de comprender, solo lograba percibir unos ojos, profundos ojos cafés que a pesar de ser rasgados eran enormes, no logré distinguir el rostro completo de la persona a quien le pertenecían dichos ojos ya que entraron un par de enfermeras que me despertaron de aquel sueño, llevaban la cena, la dejaron en una mesa junto a la cama. Una de ellas hizo algunas anotaciones al terminar de revisarme.

A la mañana siguiente esperaba a que aquel hombre de ayer me visitara.
¿Tenía algo que ver mi sueño de la noche anterior con su visita?
Pasó toda la mañana y no recibía ninguna visita, excepto por las enfermeras que me hacían algunos chequeos de rutina.
Me había desesperado por completo, necesitaba salir y buscar información sobre mi identidad por mi propia cuenta antes de volverme completamente loca. Brinqué de la cama y corrí hacia la puerta, la cual inesperadamente se abrió antes de que yo pudiera tocar el picaporte dorado.

-¡Alice! -  Dijo aquel hombre aún desconocido

Me detuve enseguida y miré atenta sus movimientos. El hombre de pequeños ojos entró a la habitación, su expresión amable me decía que había alguna buena noticia que quería comunicarme.

-¿Te sientes mejor? - Preguntó en un suave tono

Moví tímidamente mi cabeza indicando positiva mi respuesta.

-¿Vas a darme más detalles sobre mi identidad? - Pregunté sinmás

Sus labios se curvearon en una suave línea a través de su rostro.

-Algo mejor, te llevaré con tu padre

Mi respiración se detuvo momentáneamente, me sentí algo abrumada por la revelación.

-¿M-Mi padre? - Mi voz titubeó

Park Jung Soo, era el nombre del desconocido. El hombre no me reveló muchos detalles sobre lo que como era mi vida antes del accidente, tampoco me dijo claramente como había llegado aquí. Me explicó la condición que tenía ¿mi padre? Y la razón por la cual se encontraba en el hospital.

Entré a la habitación y con lentitud me fui acercando a la cama donde un hombre yacía sobre ella, con algunos aparatos conectados a su cuerpo.

-Walter... - Dijo Jungsoo casi en un susurro para despertarlo

Él abrió enseguida pero lentamente los ojos, parpadeó varias veces para aclarar su vista que lentamente que posándose sobre mí. Sus ojos se abrieron completamente, se quitó la mascarilla de oxígeno que cubría parte de su rostro e intentó articular alguna palabra pero no dijo nada, sus labios temblaron y con dificultad se levantó de la cama. Jungsoo le ayudó a ponerse de pie y se acercaron a mí

-¿A-Alice...? - Dijo el hombre aproximando su mano a mí

El dorso de su mano acaricio mi cabello y enseguida mi mejilla.

-Alice... - Repitió con la voz temblorosa

Vi como algunas lágrimas se amontonaban en sus ojos, resbalando a través de sus mejillas.

-¿Eres tu...? ¿Eres mi Alice? ¿Este no es un sueño, verdad? - Miró incrédulo a Junsoo, quien se encontraba a su lado

Jungsoo movió la cabeza, haciendo negativa la respuesta.

-Es ella - Dijo Junsoo en un tono alentador - Es Alice

El hombre no tardó en abalanzarse sobre mí para abrazarme cálidamente. Sus brazos rodearon mis hombros y podía sentir los sollozos provenientes de sus labios. Me sentía extraña entre sus brazos, era como si hubiese olvidado lo que debía sentir, no sabía cómo corresponder así que me quede inmóvil.

-Mi pequeña, mi Alice - Decía el hombre al alejarme ligeramente de su agarre y mirar mi rostro

Sus lágrimas seguían corriendo por sus mejillas, pero sobre sus labios había una enorme sonrisa y sus cristalinos ojos color miel brillaban con intensidad.
Su respiración comenzó a fallar y le pedía a Jungsoo que lo llevara de regreso a la cama. Caminé cautelosamente a un lado de la cama, aproximó su mano para sostener la mía.

-Mi Alice… - Habló con dificultad - Mi pequeña, por fin te encontré… Ahora puedo morir en paz…
-No digas eso por favor - Me apresuré a corregir sus palabras

Sonrió ligeramente y escuchamos como su pulso fue descendiendo lentamente. En ese momento me asusté, su mirada cansada y marchita me miró por última vez.

-¡Walter! - Jungsoo me hizo a un lado y trató de hacerlo reaccionar

Enseguida un par de enfermeras entraron a la habitación. Hablaban entre ellas casi gritando los resultados de las pantallas y hablando en términos que desconocía.

-Deben salir, por favor - Otra enfermera nos obligó a salir

Parpadee mirando hacia la cama donde se encontraba él, mis ojos se llenaron de lágrimas sin que yo me diera cuenta. El líquido atravesó mis mejillas mientras yo me negaba a salir de la habitación. Mientras era halada por un par de enfermeras, en mi mente se formaron algunas imágenes que me transportaron hacia algún momento, un recuerdo que me decía que esto ya lo había vivido, un deja vu.

Las imágenes eran más rápidas, volviéndose difusas y difíciles de distinguir. Un sentimiento extraño se apoderó de mi pecho haciéndolo sentir pesado. Las enfermeras me llevaron a mi habitación en donde lograron tranquilizarme y hacerme dormir con una inyección en el antebrazo.
A la mañana siguiente desperté, miré a mi alrededor ya que momentáneamente había olvidado en donde estaba. Lentamente los recuerdos de ayer volvían a mi mente. Salí de la cama y enseguida estaba caminando por el pasillo hacia aquella habitación.

-Alice… - Me encontraba de frente a Jungsoo
La cara de Jungsoo estaba tensa, presentí que algo malo había sucedido.

-¿Puedo verlo? - Pregunté señalando la habitación

Jungsoo apartó la mirada de la mía, sus ojos cayeron hasta el suelo buscando refugio en él.

-Alice, esto… - Se escuchaba preocupado - Anoche… - Levantó el rostro para mirarme fijamente - Anoche tu padre falleció

Al escuchar la noticia sabía que debía sentirme triste, que mis ojos debían derramar lágrimas, pero no ocurrió nada de eso. Sentí un enorme vació en el estómago y mis pensamientos se detuvieron por un largo rato.

***

-Es hora de ir a casa… ¿Estás lista? - Preguntó Jung Soo

Por fin me daban de alta en el hospital. Y con lo acontecido en los últimos días y debido a mi inestable condición, Jungsoo sería mi tutor mientras yo me recuperaba.
Había escuchado una conversación entre Jungsoo y el secretario Jones sobre la prolífera herencia que había dejado mi padre para mí, pero honestamente yo no estaba interesada en ella. Ni todo el dinero del mundo me ayudaría a recuperar mi memoria.

El secretario Jones me acompañó al auto mientras Jungsoo firmaba algunos documentos en la recepción. Después de algunos minutos Jungsoo llegó y también subió al auto. Estaba perdida en mis pensamientos cuando fui capturada por el enorme y hermoso palacio que debía llamar “casa”, estaba rodeado por hermosos jardines rodeaban y varias fuentes haciéndola ver de ensueño.

***

Por la tarde una pelirroja y amable joven llegó a mi habitación. Según ella, para encargarse de mi aspecto. Cargaba un par de maletas negras en ambas manos. En menos de dos minutos se instaló en la habitación. Aunque al principio me negué al final terminé cediendo, mi imagen estaba desaliñada, mi cabello estaba ligeramente maltratado y mis uñas eran un desastre.
Después de algunas horas, Cameron, ese era el nombre de la agradable pelirroja, terminó de teñir mi cabello. No me había permitido mirarme en el espejo antes de que terminara con “su magia”, como ella decía. El largo cabello rubio caía y cubría mis hombros, resaltaban aún más mis ojos, haciéndolos ver más claros. Apenas me había acostumbrado a mi imagen anterior y ahora era como ver a otra persona.

***

¿Esta era yo? ¿Esta era mi vida? Me pregunté al mirar mi reflejo en una de las finas vitrinas de la sala.  Suspiré con melancolía, a pesar de que vivía en un hermoso palacio al que llamaba casa, y rodeada de comodidades, mi vida se sentía completamente vacía.

“¿Quién era yo antes de este accidente?”

Era la pregunta que siempre le hacía a todos los que estaban a mí alrededor, pero nadie me daba una respuesta clara.
Seguía mirando a la desconocida reflejada en la vitrina hasta que la puerta principal atrajo mi atención, alguien había llegado.
Mis ojos se abrieron impresionados al encontrar su rostro. Por varios segundos contuve el aliento ¿Esto era real? Me pregunté mentalmente al ver sus ojos. Aquellos profundos y rasgados ojos cafés, casi idénticos a los que constantemente aparecían en mis sueños estos últimos días.

-¿A-Alice? - Dijo él mientras que una sonrisa empezaba a formarse en la esquina de sus labios

Dejó la maleta a un lado y lentamente se acercó. Seguí sus pasos hasta que se puso frente a mí. Sus profundos ojos me miraron y su sonrisa se amplió un poco más. El dorso de su mano rosó mi mejilla. Enseguida sus brazos me envolvieron provocándome este sentimiento que no pude descifrar con facilidad. Sus brazos eran cálidos y el aroma de su colonia llegó hasta mi nariz.

-He regresado - Susurró sobre mi oído