POV Clau

«Finge ser mi novia durante dos semanas»

Aún seguía pensando en la propuesta que me había hecho Hongbin hace un par de días, no le dado una respuesta definitiva, aquel día sólo hui con la excusa de que se me hacía tarde para una reunión.

¿Por qué me lo pedía a mí?, es decir, se llevaba bien con otras chicas y estoy cien por ciento segura de que ellas estarían más que dispuesta por fingir ser su novia e incluso más allá. 

Estaba sentada en las bancas del parque cercano a la compañía, mi mirada se encontraba perdida observando las hojas de los árboles, no me di cuenta de que él ya se encuentra sentado junto a mí y me distrajo cuando dijo:

-¿Qué estás mirando? – Me preguntó en un suave y amable tono. 
-¿Huh? – Dirijí la mirada hacia donde él se encuentra y lo saludé con media sonrisa.

Señalé con el dedo las hojas sobre los árboles y le indico que hay un nido de pajaritos sobre una de las ramas. Hongbin me sonríe y despeina mi cabello aunque sabe que eso me molesta.

-Yah ¿Cuántos años tienes? – Lo regaño y acomodo mi cabello
-Lo siento – Dice aun riéndose – Solo que creo que es divertido cuando esto se frunce – Su dedo índice toca mi frente 

Quito su mano y no puedo evitar reírme. Le pregunté qué está haciendo ahí y me contesta que me ha estado buscando, me imagino la razón por lo que intento desviar el tema.

-¿Por qué me lo pides a mí? – Le pregunté por curiosidad antes de dar una respuesta – Lo que quiero decir es que, van a ir muchas chicas a parte de mí, te llevas bien con ellas, son bonitas y talentosas…
-Por qué no – Me contesta antes de que pueda terminar de enumerar todas las virtudes de mis compañeras – No puedo hacer esto con ellas porque tu… tu eres mi amiga. Confío en ti

«¿Amiga?»

Nos quedamos en silencio por varios segundos después de lo que él dijo. 
Entonces es así como Hongbin me ve, una amiga. No es incómodo, se siente bien (o eso es lo que quiero creer).

-Está bien – Le digo – Si es tan importante para ti, lo haré. Sólo que tengo una condición – Entrecierro los ojos y fijo la mirada sobre él – Está prohíbo que te enamores de mí – Siempre había querido decir eso alguna vez en mi vida.

Nos reímos como un par de tontos haciendo que las personas en el tranquilo parque nos miren con desaprobación. 

Solo serían dos semanas ¿Qué podría pasar? Pensé.

En menos de dos días estaremos viajando a la ciudad de Seúl, a pesar de que Hongbin conoce la historia de mi amor no correspondido lo que realmente no sabe es que no he salido con nadie, ¡que no he tenido un novio en toda mi vida! Es vergonzoso admitir eso a mi edad.
Después de nuestro último ensayo he decidido confesárselo, esperando que no le sorprenda demasiado. Siempre somos los últimos en salir, él está acomodando sus partituras en el piano mientras que yo termino de acomodar mi violín en su estuche. Cuando termino me acercó a él y aún insegura de lo que debo decir empiezo a hablar.

-Hay algo que quiero decir – Se nota la inquietud en mi voz – No sé cómo debo decírtelo 
-¡No! – Me contesta antes de que yo terminara de hablar – Si quieres cambiar tu decisión ahora es demasiado tarde, ya he hablado con mi madre…
-No se trata de eso – También lo interrumpo – Es sólo que… Alguna vez te dije que me enamoré de alguien, que fue mi primer amor y que realmente lo quise mucho pero que al final solo fue un amor no correspondido

Pasan varios segundos después de lo que he dicho y continúo diciendo:

-La verdad es que no he salido con nadie – Confieso finalmente

Miro tímidamente su rostro esperando una respuesta pero no ocurre nada, termino sintiéndome tonta por habérselo dicho. 

-Oh – Finalmente dice algo

Sonríe pero lo hace de una forma diferente, no sé qué puede estar pensando es difícil leer su rostro.

-Siempre pensé que había algo que te hacía diferente de las otras chicas – Hongbin se levanta del banquito frente al piano y da un par de pasos hacia mí

Pienso que lo que dice me hace sentir extraña pero no de una forma especial. Bajo la mirada hacia mis manos y él continua hablando.

-Creí que sólo era yo pero ese “algo” en ti es lo que te hace especial

No me he dado cuenta de que se acercó lo suficiente a mí para levantar mi rostro con sus manos, y mis ojos se abren un poco más de lo normal cuando mi mirada se cruza con la de él, ojos brillantes y rasgados me observan con detenimiento. 

-¿Podría ser que aquella vez en la piscina fue tu primer beso? – Susurra y me quedo inmóvil sintiendo su respiración sobre mí. Él sonríe como siempre lo hace con sus labios rosados que se acercan peligrosamente a mí, por reflejo cierro los ojos por algunos segundos.
Resopla y se aleja. Abro lentamente los ojos para darme cuenta de que ya se encuentra a varios centímetros lejos de mí, mi corazón había estado y sigue latiendo como loco, imploro para que no se haya dado cuenta e intento actuar con indiferencia a lo ocurrido hace un momento.

-¿De qué hablas? – Le digo sonando lo más calmada posible

Es cuando recuerdo la fiesta y aquel incidente con el gato que hizo que yo tropezara y cayera al agua. Pero aquella vez eso no contaba como un beso o ¿sí?

-Ese no fue mi primer beso – Murmuro y eso llama su atención 

Él me mira sorprendido, quizás, y parece estar esperando a que continúe hablando sobre el tema pero no lo hago. Es extraño, Jonghyun ha sido mi primer amor, me enamoré sin que él demostrara algún sentimiento por mí, siempre fue tan indiferente y frío, mi amor no fue lo suficiente para llegar a él. En cambio fue Hoya quien me dio mi primer beso. Mi vida amorosa no es como las historias de las novelas románticas, en donde tu persona destinada te da tu primer beso de amor. 
Nunca nos besamos, nunca nos abrazamos y nunca nos tomamos de las manos.
«Quizás mi destino no está unido a él» A veces me asusta pensar eso porqué tal vez es verdad.

-No te preocupes, no será necesario el contacto físico entre nosotros – Comenta Hongbin ante el silencio que hay en la habitación.

Lo miro sorprendida y confusa porque no logro explicar su comportamiento de hace un momento. Sólo espero que las próximas semanas pasen rápidamente y que no ocurra nada de lo que me estoy imaginando.

No me vuelvo a encontrar con Hongbin hasta el día que tenemos que tomar nuestro vuelo. No recuerdo con exactitud las horas que pasamos en el avión pero llegamos a la ciudad por la tarde. Bajamos junto al grupo de la compañía y recogemos nuestro equipaje. El director, el padre de Hongbin llegará en un vuelo por la noche por lo que nos vamos al hotel donde nos hospedaremos por tres días.
Cuando caminamos hacia la salida del aeropuerto Hongbin me toma de la mano, es algo que me sorprende y mi rostro lo refleja.

-Desde hoy y durante dos semanas eres mi novia – Explica y entrelaza nuestras manos – Esto es algo común que hacen los novio ¿no crees?

Sonrío y consiento la acción. 
Salimos del aeropuerto y una camioneta ha llegado para recogernos, estoy a punto de subirme pero me detiene, inmediatamente le pregunto por qué.

-Nosotros nos quedaremos en casa de mi madre – Lo dice muy tranquilo y no recuerdo que me lo haya dicho antes 

Un hombre en traje negro se nos acerca y nos saluda y notifica que ha venido a recogernos. Hongbin lo reconoce inmediatamente al hombre y lo sigue, no tengo nada que hacer más que seguirlo porque la camioneta que se dirige al hotel se ha ido.
Es un auto lujoso y al igual que el traje del hombre, es negro. El chofer “Park” como lo llama Hongbin nos abre la puerta trasera y entramos en el auto. 
Cuando estamos en marcha todo está silencioso y me acerco a Hongbin para susurrarle por qué omitía ese grandísimo detalle de nos quedarnos en casa de su madre. No me contesta y en cambio le hace una pregunta al Sr. Park.

-¿Y cómo ha estado mi madre?
-La Sra. ha estado muy bien joven amo – Contesta el hombre con formalidad en sus palabras

El rostro de Hongbin parece preocupado y pensativo. Tal parece que la relación con su madre no ha sido buena y me siento culpable ya que tal vez con mi presencia poco ayude a la mejoría del vínculo madre-hijo.
Cuando el auto se detiene el Sr. Park sale antes para abrir la puerta, salgo del auto y miro impresionada la casa. Hongbin también sale y me toma de la mano.

-¿Estás lista? – Me pregunta

Estoy nerviosa y siento como mis pies entorpecen, de la mente se me borra todo lo que sabía del idioma y cultura coreana. Entramos por la gran puerta principal y pasamos por lo que parece ser el jardín. La puerta de la casa se abre, el interior es como en los dramas que alguna vez vi. Tan lujoso y deslumbrante, enseguida una mujer sale, esta vestida con total elegancia de pies a cabeza. Me siento tan simple y tímida con lo que traigo puesto. Dirige su mirada a Hongbin y casi de inmediato a mí que estoy detrás de él. 
Mi boca se seca y ya que estamos tomados de las manos hace que caminemos juntos. Hongbin saluda primero y ofrezco mis saludos inclinando mi cuerpo por más de 45 grados hacia a la mujer elegante, su madre.

-Al menos ella sabe saludar – Murmura su madre y enfoca su atención en su hijo.

Lo abraza y separo nuestras manos sintiéndome incomoda de estar ahí presenciando el recibimiento. Nos dirigimos a la sala, Hongbin me hala y me sienta junto a él. Una chica del servicio nos sirve algo de té y la madre de Hongbin observa detenidamente cada uno de mis movimientos. Estoy tan nerviosa de cometer algún error.

-Así que tú eres la nueva chica de mi hijo – La madre dice en lo que parece fue un insulto
-¡Mamá! – Hongbin reprende lo dicho por su madre
-Escuché que estas en la misma compañía ¿es eso cierto?

La pregunta va dirigida a mí, estoy un poco distraída y tardo algunos segundos en pensar y traducir mi respuesta.

-Sí, toco el violín desde que tengo uso de razón. Di mi primer concierto perteneciendo a la filarmónica juvenil de Liverpool cuando estaba en el instituto, mis padres me dejaron venir a estudiar Corea en mi primer año de universidad en Hanyang y me especialicé en música en Londres.

A pesar de no haber practicado coreano durante tres años aún lo seguía hablando tan fluidamente. Miro a la mujer y ella parece impresionada, eso en vez de tranquilizarme me pone más nerviosa.

La conversación se alarga por una hora más, hablo muy poco y Hongbin es quien da los detalles de nuestro “enamoramiento” a su madre.
El Sr. Park le avisa a la mamá de Hongbin sobre su reunión así que ella se despide de nosotros, dudo de que ella esté satisfecha conmigo.

Parece que en la casa nos quedamos únicamente nosotros dos y no estoy segura si eso es algo bueno o malo. 
Hongbin me indica mi habitación en la primera planta de la casa, una habitación en la que al igual que todo en este lugar está lleno de lujo. 

-¿Estás seguro que ella nos creerá? Lo que quiero decir es que estaremos en observación durante las 24 horas del día

Expreso mi preocupación.

-No te preocupes. Nadie estará observándonos las 24 horas, difícilmente ella está en casa – Lo dice para tranquilizarme pero no lo hace en lo más mínimo 

Después de ducharme y ponerme lo más formal que encontré bajo a cenar al comedor. 

-¿Vas a cenar con el presidente? – Hongbin interrumpe mis fantasiosos pensamientos

Lo miro un poco enojada mientras él sigue con esa sonrisa casi infantil en el rostro. 

-Sólo quiero estar visible para tu madre, ella es tan elegante…

Se me escapan esas últimas palabras. 

-Ella no vendrá a cenar y probablemente regrese hasta tarde – Su tono es serio e incluso suena resignado

La madre de Hongbin es la directora de un importante museo, no tengo idea de cuantas veces ella se salte las cenas con su hijo pero estoy segura que lo ha dejado pasar varias veces.
Después de la cena nos sentamos en la sala y vemos un rato la televisión. Hongbin se queda en la cocina un rato preparando algunos bocadillos mientras yo miro la televisión. En ese momento pasan un segmento sobre un grupo que conozco «Teen Top» susurro para mis adentros. En la nota hablan sobre el regreso del grupo de Japón después de lo que parece grabar su próximo MV. Verlo por televisión después de tres años de no tener alguna noticia sobre él provoca dolor en mi pecho, las lágrimas pican en mis ojos y sin darme cuenta ya se encuentran corriendo a través de mis mejillas.
No me doy cuenta y Hongbin llega con los bocadillos, enseguida limpio el líquido en mis ojos y me levanto. 

-Voy a la cama – Es lo que digo para excusarme y subo a mi habitación.

Hongbin va detrás de mí preguntando que me pasa, no le contesto y cierro la puerta frente a él.

Estoy molesta, triste y cansada de mi misma, de seguir sintiendo algo por él. Limpio mis ojos y no me permito llorar, me prometo que ya no lo hare más. Por mí, por mi salud. Estoy dispuesta a olvidarlo, me probaré a mí misma que puedo hacerlo.