POV Minzy

Mi  reloj biológico me despierta, abro los ojos y parpadeo un par de veces para aclarar mi vista. Asomo la cabeza de entre las sábanas blancas y me doy cuenta de mi cuerpo desnudo y la cama vacía. Me cubro y miro a mi alrededor, mi vestido está acomodado sobre un sofá lejano a la cama y no veo la ropa de Chunji por ningún lado. «¿Se habrá ido?» me asusta pensar eso y me levanto de la cama. 
Escucho la puerta de baño abrirse y Chunji sale de ahí. Parece sorprendido al verme y sonríe mientras se acerca.

-Buenos días ¿dormiste bien? – Pregunta y me abraza.

Sus brazos rodean mi cuerpo cubierto únicamente con la sabana. Estoy un poco avergonzada, puedo asegurar mi terrible aspecto matutino, en cambio él se ve tan apuesto y atractivo.

-Mh – Con un suave sonido vocal le contesto.

Sus manos acarician y peinan  mi cabello, lo llevan a un lado y su mentón  se acomoda sobre mi hombro descubierto. Siento su aliento tibio y suave sobre mi cuello, erizando mi piel, poniéndome nerviosa y abrumándome.

-¿Tienes idea de lo hermosa que te ves esta mañana?

Sus palabras sólo aumentan mi nerviosismo y emoción, mis piernas están temblando y a mi cuerpo vuelve esa electrizante y adictiva sensación. No le contesto y me refugio en su pecho disfrutando de la masculina colonia que hay sobre su cuerpo. Sus brazos me estrechan más contra su cuerpo y se acorta la distancia entre nosotros, debido a la diferencia de alturas mi cuerpo se arquea para adaptarse a él.
Resopla mi nombre sobre mi cuello y es suficiente para enloquecerme.

-Aun no puedo creer que estés de nuevo conmigo, que puedo abrazarte y sentir tu cuerpo – Susurra en mi oído y me abraza con fuerza 

Mis manos se dirigen lentamente hacia su espalda y lo abrazo.

-Siempre supe que había algo que hacía falta en mi vida – Le digo – Cada vez que lo intentaba más y más, no lograba ser feliz. Me engañaron y me obligaron a vivir una vida que no me pertenecía – Me invade la tristeza y mi voz se quiebra fácilmente – Me alejaron de mi felicidad, de mi hija, de ti, mi familia…

Rompo en llanto al darme cuenta de que me arrebataron la ilusión de ver crecer a mi hija durante sus primeros años de vida. Habían robado tres años de mi vida. 

Chunji se aleja ligeramente, me mira y trata de limpiar las lágrimas sobre mis mejillas pero es imposible, no puedo detenerlas. Vuelve a abrazarme y me deja llorar sobre su hombro. Se lo agradezco porque es la única forma de liberar el dolor y sufrimiento que se esconde en mi pecho.

Cuando estoy más calmada Chunji me dice que ha preparado el baño para mí. 

Me lleva de la mano al cuarto de baño, el vapor y un delicioso aroma de flores de jazmín nos envuelven. La tina está llena, cubierta con pétalos de rosa y la tenue luz de las velas alrededor ilumina la habitación. Chunji está detrás de mí y me ayuda con la sabana que resbala sobre mi cuerpo hasta llegar al suelo. Entro en la tina y la temperatura del agua es perfecta.  
Chunji me dice que disfrute el baño y que me esperará a fuera. Antes de que dé media vuelta lo detengo. Con timidez le pido que se quede y que entre conmigo al agua. 
Sonríe de una forma adorable, se despoja de la toalla de baño que cae al suelo y muestra su atractivo y perfecto cuerpo. Se acomoda detrás de mi espalda, sus piernas rodean mis caderas y tengo la sensación de haber hecho esto antes.

-¿En qué piensas? – Me pregunta ya que han pasado varios segundos de silencio
-¿Huh? – Salgo del trance del que intentaba rescatar aquel recuerdo – En nada, es sólo que siento un deja vu
-Mh, así que es eso – Contesta y acerca su cuerpo aún más, lo suficiente para que mi espalda se recargue sobre su pecho - ¿Deberíamos ayudar a tu memoria? – Susurra de una forma sugerente en mi oído 

Sus brazos rodean mi cintura y hace que mi piel se erice. Mi cuerpo se tensa y mis mejillas se acaloran. Sus manos recorren suavemente mi cuerpo, hasta que llegan a mi cabello, lo peinan con paciencia haciendo una coleta en mi nuca. Mis hombros quedan descubiertos y accesibles a él. Siento sus labios besar mi piel. Inclino la cabeza y cierro los ojos. Deja un camino de besos largos sobre mis hombros, llegan a mi cuello e incluso puedo sentir el cosquilleo que provocan sus dientes sobre mi piel sensible.
Sus labios buscan ávidamente los míos, me besa lento y cuidadoso. Se toma el tiempo para disfrutar cada centímetro de mi boca, sus labios suaves y húmedos aprisionan mi labio inferior, su lengua acaricia tímida pero constantemente la mía, que sale en busca de él. 
Tenemos que detenernos después de varios segundos, nos falta el aliento. Abrimos los ojos simultáneamente y nos miramos. 
Me fascinan sus ojos brillantes y rasgados, tiene esa mirada que por alguna razón me hace sentir especial y única. Sonríe de una forma casi angelical que mi pecho burbujea con solo mirarlo.

Después del baño me siento frente al tocador, cubierta con una suave bata empiezo a secar mi cabello. Estoy perdida en mis pensamientos hasta que miro a Chunji en el reflejo del espejo, está observándome atentamente. Doy media vuelta y mis ojos se encuentran con los de él. Le pregunto por qué me mira tanto y sin que dé respuesta me sorprende con un beso, únicamente une sus labios a los míos y nada más, un tierno beso. 

-No puedo dejar de hacerlo, me atraes hacia ti como un imán – Murmura contra mis labios y vuelve a besarme y esta vez con mayor pasión 

Me levanta con facilidad y me lleva sobre el tocador. Empiezo a pensar que soy demasiado ligera para él. Se acomoda en medio de mis piernas y abandona mis labios para continuar besando mi cuello. Empieza a abrir la bata de baño y descubrir mis hombros, deposita pequeños besos sobre mi piel desnuda hasta que se detiene para deshacer el nudo de la bata. Su cuerpo se inclina para continuar besando desde donde se quedó, sus labios se deslizan hasta mis pechos, sus manos los acunan y acarician con delicadeza, su aliento tibio se acerca a ellos, aprisiona con sus labios mi pezón izquierdo y en conjunto con los círculos que dibuja con su dedo índice sobre el derecho provocan tensión sobre un área específica de mi cuerpo.  

Distingo el sonido de algún tipo de timbre, no presto atención a las primeras dos tonadas pero el sonido es constante. Pienso que es el celular de Chunji, le pido que se detenga y que vaya a revisar. No atiende a mi petición y continúa besándome algunos segundos más. Finalmente se detiene y me libera. Protesta en voz baja algo que no logro entender y sale a la habitación siguiendo lo que le había pedido. 
Bajo del tocador y cubro mi cuerpo frustrado. Salgo del cuarto de baño  y veo a Chunji hablando por su celular en el balcón de la habitación. 
Me doy cuenta que sobre la mesa de noche está la billetera de Chunji de donde sobresale una fotografía, mi subconsciente me reprende pero no le hago mucho caso y abro la billetera para ver la foto. Mi corazón se estruja y siento las lágrimas picando mis ojos. 
Soy yo la persona en esa foto, castaña y con el cabello rizado junto a mi hija. Estoy conmovida, mi corazón se sacude y pierdo el aliento por varios segundos.
Escucho los pasos de Chunji acercándose y regreso la fotografía a su lugar, retengo el líquido en mis ojos y me siento en la cama. Aunque no se lo pregunto él me explica que lo han llamado los integrantes de Teen Top, que lo han estado buscando desde hace un par de días. Sé que no era su intención pero me preocupo, le digo que tenemos que regresar a Seúl inmediatamente.
Me toma de los hombros y me dice que todo estará bien, que no me preocupe. Tiene la habilidad sorprendente de calmarme y decido creer en sus palabras.

Apenas noto que mi equipaje se quedó con Kevin, y no llevo más que un sucio vestido de novia conmigo.

-Estoy seguro que esto te quedará bien – Chunji me entrega una bolsa de una reconocida marca de ropa.

Curiosa reviso el interior. 

-Ve a cambiarte preciosa – Me dice y besa mi frente

Me levanto sobre las puntas de mis pies y logro alcanzar sus labios, lo beso tiernamente a manera de agradecimiento y ante su rostro de sorpresa huyo hacia el cuarto de baño. Saco el contenido de la bolsa. Un hermoso vestido azul y una pequeña caja que contenía ropa interior. 
Me pongo la ropa interior a juego y me doy cuenta que se ajustan perfectamente a mi medida. No imagino como es que sabe exactamente la talla de mi sostén. Me pruebo el vestido que al igual que lo anterior encaja perfectamente en mí.
Le sonrío a mi reflejo en el espejo. Termino de arreglar mi cabello y salgo hacia la habitación. Chunji está de espaldas mirando el mar a través del ventanal.  Camino para acercarme y sorprenderlo pero se da cuenta y voltea antes de que pueda cumplir mi objetivo. Aunque si logro sorprenderlo. Sus ojos me escanean de abajo hacia arriba. No puedo evitar sentirme nerviosa ante su mirada y mis mejillas rápidamente se  enrojecen. 
Él también se ha cambiado y mis ojos están maravillados aún más. Es perfecto y tan atractivo, su cabello, sus ojos… ÉL.

-Te ves hermosa – Se acerca y me toma de la cintura

Me río y oculto mi mirada de la suya. 

Salimos de la habitación tomados de la mano, entramos al ascensor y bajamos a la planta baja. Caminamos hacia la recepción en donde somos atendidos por una chica diferente a la de anoche, es más amable y natural. Chunji registra la salida y cuando estamos saliendo del hotel le pregunto a dónde vamos. Él me contesta con un tono divertido que iremos a desayunar. Vamos a un restaurante a unas calles del hotel.

Antes de partir hacia Seúl pasea la playa atesorando estos recuerdos.

Tengo miedo de regresar y enfrentar la verdad, pero cuando lo miro junto a mí, sé que debo hacerlo. Debo recuperar a mi familia, mi vida.

Cuando estamos de regreso en la ciudad, Chunji me sugiere de revelar la verdad antes con los integrantes de Teen Top. Acepto la idea y a nuestro regreso nos reunimos en la casa donde el grupo vive.
Antes de reunirme con ellos, recuerdo la fotografía en la cartera de Chunji. Mi cabello castaño y rizado, es así como quiero ser, mi antigua yo, MIVERDADERA YO. 
Voy a un salón y una simpática mujer me recibe, le explico lo que quiero que haga en mi cabello. Recibo un mensaje de texto de Chunji y le digo mi ubicación para que pase por mí, después de más de una hora la mujer termina con mi cabello.
Cuando me acerco al espejo y miro mi imagen me siento diferente. Rizos castaños caen de forma natural sobre mis hombros. 

«Minzy…»

Escucho el susurro en la voz de Chunji. Miro su reflejo detrás de mí y giro sobre mis pies para encontrar su rostro.

-He vuelto – Le digo, segura de mis palabras.