Los miedos de Sooyoung.

Desde la ventana solo podía ver la mitad de su rostro, era una muñeca de porcelana dormida, entre aquellas maquinas milagrosas que le decian que aquella muñeca era realmente humana y estaba viva…

- Joy… ¡Joy!

-¿Necesitas algo?

-Que vuelvas a tu habitación, por un demonio.

-No, en un rato.

-Jo..

-Ahora no, por favor… Irene… Ahora no…

Los músculos de la espalda de Joy estaban tensos e Irene imagina sus ojos llenandose de lágrimas, ante la visión que esta detrás de aquella ventana. Sin argumentos, se volteó, alejandose despacio para no interrumpir la privacidad de sus dos amigas, aunque Seungwan estuviera en aquel estado, creía que podía sentir la presencia de Joy, sus ojos sobre su cuerpo inerte, vigilando, esperando que su chica despierte, que sea suya de nuevo y no de esas maquinas que la mantienen con vida.

*****

El café de la maquina del hospital era un sufrimiento innecesario en medio de toda aquella horrible experiencia, habian pasado dos semanas y Yeri habia decidido que su proyecto social se basaría en cambiar todas las maquinas de los hospitales, alegando que al menos una buena tasa de café es lo mínimo que merecen todos los que tienen a un familiar enfermo, apunto de morir en aquellos sitios.

-¿No te hizo caso?

-¿Tu qué crees?

Irene cayó en el pequeño mueblecillo en la habitación de Joy completamente agotada, echando su cabeza hacia atrás dejando el cuello de porcelanado expuesto, Yeri vio porque su unnie resultaba tan atractiva a muchos, siempre tan prolija en todo, tan en control, de aquellas personas que son una barrera contra tsunamis, Irene siempre cuido de ella como una madre pero ahora sentia que esa pequeña barrera no podía con más, allí como estaba, si mirabas mas de cerca veias las sombras debajo de sus ojos, la re sequedad en los labios. Una gotitas tmidas se deslizaban hacia las orejas de Irene y Yeri sintió como las suyas comenzaban a formarse.

El día del accidente de Seungwan ella fue la única en caer al vacío, pero todas sintieron el impacto.