Londres 15:01

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No podía dejar de lado ese pensamiento, llevaba días sintiéndose vigilado. Había considerado tanto el no salir de su apartamento pero por alguna razón eso lo hacía sentir más sofocado, he ahí el por qué trataba de salir constantemente y era en esos momento cuando más se sentía observado, de tal manera que incluso habían ocasiones en las que escuchaba pasos siguiéndole en algunas partes de la ciudad y el sonido del flash de unas cámaras pero, siempre se decía a sí mismo que eran turistas retratando la belleza de Londres por que... No era posible que lo hubieran encontrado tan rápido ¿cierto? Es decir, no tendría sentido el por qué sería el primero si podía escapar en cualquier momento…desaparecer en instantes. A pesar de haber llegado a Londres hace un mes no quería tener que irse tan rápido, era lo más que había permanecido en un solo lugar, transportándose solo cuando lo sentía verdaderamente necesario. Sabía que no debería de ser tan descuidado e irresponsable, si Suho se enterara lo reprendería con la autoridad tan característica  de una madre no como el de un padre sino una madre.

 Podría decirse que Jongin fue sin duda el primero en recordar todo, es más dudaba que en algún momento hubiera perdido sus recuerdos. Desde que llegaron a la tierra…lo recordaba todo. Como era lo que una vez llamó “hogar”, su familia, lo difícil que habían sido sus entrenamientos, el sentimiento de terror por sobrevivir, el arrepentimiento de haber confiado en las personas equivocadas, la crueldad que puede existir en los corazones de los humanos y por sobre todo… la pérdida de dejar atrás aquello que más amaba.

 Fue de los que consideró que la idea de Suho de separarse era lo peor que podría habérsele ocurrido a su líder. Todos estaban bajo su “custodia” y éste sabía que darían la vida para protegerse entre ellos pues compartían un lazo más fuerte que el de cualquier otro, no habían sido obligados a aceptar a los demás sino que se comportaban como una familia, pero fue eso lo que los hizo un blanco demasiado fácil.

 Jongin sabía que esas personas aún iban detrás de ellos, por eso tenían que huir de nuevo…he ahí el por qué se encontraba solo….aunque daría lo que fuera, incluso sus poderes solo por estar con esa persona de nuevo. Esperaba el día en que tuvieran que encontrarse pero no quería que la situación se viera forzada por el terror de ser atrapados como ratas de laboratorio.

 El simple hecho de pensarlo le generaba escalofríos, la mayor parte de personas podrían creer que por su actitud o incluso por su aspecto físico era una persona fuerte y fría cuando en realidad era todo lo contrario, sabía que en un mundo tan erso como éste no podía bajar la guardia. A Jongin le gustaba tanto viajar, conocer nuevos lugares y todo lo que estos ofrecían pero, debía tener mucho cuidado. No podía permanecer mucho tiempo en un solo sitio, eso era claro pues debía mantenerse siempre en movimiento, con la esperanza de encontrar algún rostro conocido en alguno de los lugares que visitaba…pero hasta el momento había sido imposible. Consideraba que era tonto el pensarlo, el mundo tiene una gran cantidad de países habitado por millones de personas y solamente andaba en busca de 9 en específico. A pesar de su habilidad él sabía que esto traía riesgos, no solamente porque era algo diferente a los humanos sino por la misma energía que ésta consumía.

 Aunque con el paso del tiempo y su entrenamiento consideraba que podía manejarlo muy bien…aun cuando sabía que no era del todo cierto, habían cosas que Jongin no podía controlar y eso aún le aterraba, en especial porque incluso en el pasado ni siquiera sus instructores sabían los límites de su habilidad y solo quedaba en él descubrirlas del todo. No podía obedecer las últimas reglas de su líder, “Mantener al mínimo el uso de sus habilidades” pues al menos en el caso de Jongin era como una necesidad. Si no usaba sus poderes en un tiempo determinado podía sentir la cantidad de energía correr por sus venas como un exceso y no siempre traía buenos resultados.

Es por ello que la única solución era mantenerse en constante movimiento. Pero es ahí donde su terquedad aparece, amaba Londres, el hecho de encontrarse en un lugar desconocido le daba la oportunidad de explorarlo como algo nuevo inimaginable, la verdadera belleza de Londres. Además de la comida, el clima perfecto para pasársela durmiendo plácidamente por horas rodeándolo con el constante sentimiento de seguridad…hubo un momento en el que creyó que la razón de ello era que en Londres el verano no era muy notorio, siempre con nubes presentes en el cielo sin mencionar las –a veces permanentes- lluvias, las cuáles le recordaban a Suho, le hacían pensar que el líder lo estaba cuidando a pesar de no tener la menor idea de dónde se encontraba.

 Caminando por las calles de Londres, sumergido en sus propios pensamientos no se percató que había caminado por más de media hora y se encontraba en un lugar muy concurrido, la plaza central. A pesar del clima, los Londinenses estaban acostumbrados a ello, he ahí el por qué no se preocupaban y vivían como un día normal.

 Pasó cerca de unas exhibiciones de un mercado callejero que abarcaba casi tres cuadras enteras, pero hubo algo que llamó su atención. En uno de los puestos podía ver diferentes tipos de artefactos con símbolos extraños que le resultaban familiares, que mientras unos podían encontrarlos interesantes otros simplemente los veían astrales a su gusto, pareciendo un puesto de antigüedades con artículos que no tenían nada en común entre ellos.

 -¿Encontró algo que llamó su atención, Joven?- preguntó uno de los mercaderes.

-…La verdad sí, es sólo que su puesto es diferente, la mayoría de los artículos que vende son…diferentes.-

 -Ahhh eso es porque aquí, puedes encontrar lo que tu corazón desea- Por alguna razón esas palabras hicieron que Jongin se sintiera inseguro, levantando la vista de los artefactos que previamente observaba, hacia la persona que tenía frente a él. Estaba seguro que jamás lo había visto antes pero había algo en sus ojos que lo hacía ver desconcertantemente familiar. – Sólo las personas que realmente lo necesitan se ven atraída a los artefactos que ofrezco.- agregó el hombre y fue al decir esas palabras que Jongin vio lo que el vendedor sostenía en sus manos, eran unas esferas de ¿platino? …parecidas a… justo en el momento en que se debatía sobre la familiaridad de ellas un fuerte dolor de cabeza lo interrumpió, uno que según el tiempo avanzaba no hacía más que escalar, siendo cada vez más fuerte, sin poder comprender lo que sucedía inconscientemente dio un paso atrás, presionando su sien con una mano temblorosa esperando que el súbito dolor lo abandonara sin percatarse de la pequeña sonrisa que aparecía en el rostro del vendedor.

 -¿Te encuentras bien…..Kai?- Esa última palabra fue lo que bastó para que el corazón de Jongin diera un vuelco olvidándose por unos segundos del punzante dolor en su cabeza, dando otro pasa atrás mientras observaba la cara maliciosa del hombre frente a él, no tenía mucho tiempo, tenía que actuar rápido. Miró a su alrededor porque seguramente no estaba solo pero no pudo contener su histeria y no le importó que el resto de personas lo viera, tenía que huir lo más rápido posible, por lo que sin pensarlo dos veces corrió. Corrió lo más rápido que sus piernas se lo permitían manteniendo la vista alerta, sintiendo como cada par de ojos se fijaba en él aun cuando sabía que eso no era posible, sentía como su respiración se agitaba y no pudo contenerlo más, sucumbió ante el pánico y desapareció del lugar.

 Debido a que todo fue muy repentino y no podía pensar con claridad apareció en la azotea de un edificio a 3 cuadras del mercado. Comenzó a caminar frenéticamente por la azotea tratando de controlar su respiración, Dijo Kai…. estaba 100% seguro que dijo Kai…nadie lo llamaba así además de… Londres ya no era seguro, tenía que huir y encontrar a los demás, no le importaba lo que Suho había dicho con anterioridad. Estaban moviéndose de nuevo y no lograrían nada por sí solos ya lo habían comprobado en el pasado y definitivamente no quería más sacrificios, por lo que tenía que encontrarlos de nuevo. Pero había un solo problema: no sabía por dónde comenzar a buscar.

 No podía perder mucho tiempo, seguramente ya iban detrás de él. El pánico comenzó a afectarle, sintiéndose frustrado pasó su mano despeinando su cabello justo en el momento en que su celular vibró, notificándole de un nuevo mensaje. Era extraño…no había nadie que pudiera contactarle. Se apresuró a verificar y en efecto era de un número desconocido, pero el mensaje solo contenía una palabra:

Barcelona

¿Qué es esto? Seguramente número equivocado…. O es que acaso… aunque también podría ser una trampa, y sea lo que sea terminaría dando vueltas en un laberinto pensado para él. Esto hizo que recordara la infinidad de paredes, corredores sin salida, los gritos constantes que escuchaba en cada esquina, esas habitaciones horribles y lo más importante…Kyungsoo. No podía darse el lujo de dudar...tenía que encontrarlos, es por eso que sin pensarlo más, desapareció con un pensamiento como rumbo en su cabeza, por suerte seguía siendo Europa.

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Comments

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spreadloveyeah
#1
♥️ Remember you are loved, please always be happy♥️