Kwon Jiyong es el típico muchacho apuesto de la clase, de familia adinerada y buenas calificaciones, aquel galán por el que las chicas suspiran al pasar, su pareja, Lee Chaerin es todo lo contrario a él, una chica de belleza, familia y notas promedio; nadie hubiera pensado de que dos personas tan opuestas pudieran congeniar, pero hubo algo en especial que los unió, Jiyong estaba rodeado de personas falsas que de una u otra forma solo buscaban obtener algún beneficio de su adinerada familia, Chaerin por su lado, aquella chica tan promedio, era real, sincera y honesta, cualidades que le bastaron para hacerse amiga de Jiyong y poco a poco cautivar su corazón.

Parece un cuento de hadas ¿no? Lastima que todo cuento tiene un final, y el de este, no fue uno feliz. Una virgen y un playboy no suelen ser una gran combinación, pues tarde o temprano la lujuria y el deseo terminarían por afectar esa relación, ella quería esperar, él ya no podía aguantar, habiendo tantas mujeres deseándolo ¿por qué su novia debía ser la única que no quería acostarse con él? el matrimonio es algo anticuado, no es necesario esperar, ese fue su primer error, una amante exclusivamente para complacer su lujuria, un juguete con el cual esperar hasta que su novia estuviera lista.

Subestimar a las personas suele ser una equivocación, el segundo error que Jiyong cometió, fue creer que Chaerin no lo iba a descubrir, y peor aún, creer que si lo hacia ella lo iba a perdonar como si nada, sobra decir que no fue así. 

Un corazón roto, destrozado, quebrado, eso era lo que ahora tenía Lee Chaerin, nunca se había sentido hermosa en realidad, para los estándares de su narcisista país, ella era una chica fea, Jiyong la hacia sentir hermosa, ser engañada por no estar lista la destrozo, era dependiente de él, culpándose a si misma por no ser lo suficiente, entró en una desesperación enorme y no se sentía capaz ni de verlo a los ojos, como si el destino quisiera darle una mano, su madre consiguió una mejor oferta de empleo en otra ciudad, a seis horas de la anterior, lo cual logró darle algo de paz a Chaerin, sabia que ya no tendría que ver al chico que jugó con ella. Superar una ruptura amorosa para las personas con baja autoestima no suele ser nada fácil, Chaerin no fue la excepción, su madre, tenía el mismo problema que ella, su marido le estaba siendo infiel y eventualmente las abandonó, eso no ayudó a sanar su corazón, solo lo quebró aún mas, su debilidad y depresión terminaban afectando a su madre y su hermana, tenía un corazón roto que estaba quebrando otros dos.

Existe un dicho "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes" Jiyong nunca había creído eso, hasta la noche en que la perdió, se sintió muy mal, perdió a la mujer que amaba por una tontería, era un idiota y él lo sabía, sin embargo él siempre obtenía lo que quería, y lo que ahora quería era conseguir que cierta rubia lo perdonara y volviera a su lado, de los errores se aprende, o eso dicen.