Nathan  Murphy  fue  encontrado  a  las  2  a.m.  No  pude  dormir,  y escuché el teléfono de Heechul sonar. Acercándome de puntillas hasta la puerta  de  mi  habitación,  escuché a Heechul hablando con alguien en el teléfono,  y  luego  escuché  el  piso  flotante  crujir  cuando  salió  de  la cama.

—¿Te desperté? — preguntó, viéndome en la puerta. — Te escuché hablando por teléfono.

Heechul aún lo tenía en su mano.

—Lo siento — dijo—. Encontraron a Nathan en el bosque.

Me  tensé.  ¿Cómo  pude  haberme  equivocado?  La  fecha  de  su muerte  había  estado  en  su  frente  igual  que  la de  todo  el  mundo. ¿Cómo  lo había malinterpretado? Heechul  bostezó  y  pasó  la  mano  por  su rostro.

—Está vivo, pero fue golpeado  lo  bastante  fuerte  en  la  cabeza  como  para  fracturarle  el cráneo.  Estaba  desorientado  y  luchando  contra  la  hipotermia  cuando alguien  de  las  casas  cercanas  lo  escuchó  gritar  por ayuda.  Lo  llevaron al  hospital,  pero  su  cerebro  está  comenzando  a  crecer  y  tuvieron  que ponerlo   en   un   coma   inducido.   Hablaba   con  Taecyeon.  Creyó que deberíamos  saber.

Me  di  cuenta  que  me  hallaba  aguantando  la  respiración,  y  dejé salir  el  aire  de  mis  pulmones  en  un  ajetreo.

—Sobrevivirá — le  aseguré  a Heechul, quien me sonrió a medias.

—Sí,  es  lo  que  Taecyeon le  ha  dicho  a  los  padres  de  Nathan.  Dice que piensa que su confianza está ayudándolos a calmarse.

Me  apoyé  contra  el  marco  de  la  puerta.

—Quiero  que  esto termine, Heechul.

—Todos,  pequeña.  Bajaré  para  conseguir  algo  del  pastel  de queso de la señora Im. ¿Quieres  ir conmigo o volverás a dormir?

Seguí  a  Heechul al  primer  piso,  y  nos  sentamos  por  el  resto  de  la noche  comiendo  pastel  de  queso  y  hablando  de  papá.  Heechul  me contó    las    mejores    historias    de    él    que    ya    había    escuchado anteriormente,    pero    de   todas   maneras   todavía   era   agradable escucharlas. A  las  seis y media,  Heechul le echó un vistazo al reloj sobre el marco de  la  chimenea  y  dijo—:  Te  he  tenido  despiert a toda la noche, y ahora tienes   que   ir   a   la   escuela   y   yo   tengo   que  hacer  muchas  cosas comenzando con sacar a Yul de la cárcel.

Fruncí  el  ceño.

—¿No  puedes  dejarme  faltar  a  la  escuela  de nuevo?  Heechul  ladeo  su  cabeza,  mirándome.

—¿Qué  pasa?  ¿Todavía  te están dando problemas?

Me  encogí  de  hombros. — No  precisamente,  pero  el  despido  del director  Lee   no   me   consiguió   votos   para   la   reina del   baile exactamente.

Heechul soltó  una  carcajada. — Tae,  todo  terminará  pronto.  Taecyeon y  Nichkhun atraparán  a  este  bastardo,  y  luego tú y  Yul serán absueltos y todo volverá a la normalidad.

—¿Qué se supone que haga hasta entonces? Heechul  acunó  mi  rostro con una mano.

—Hasta entonces, tendrás tu  cabeza  en  alto,  porque  eres  una  Kim,  y  es  lo  que  papá  te  hubiera aconsejado hacer. — Lo miré dudosamente, y asintió —: Y yo llamaré a la superintendente  y  le  diré  que  todavía  lo  estás  pasando mal.  Quizá puede hablar con tus profesores otra vez.

Asentí,  pero  no  me  esperancé  mucho.  Luego  pensé  en algo más.

—¿Qué pasa con mamá?

Heechul  alejó  su  mirada.

—Sí.  Eso.  Ayer  me  llamaron  diciéndome que  está  lo  bastante  bien  como  para  que  le  den  de  alta  hoy,  así  que después  que  lidie  con  Yul,  iré  a  ver  a  tu  mamá  y  hablaré  con  ella sobre  el  acuerdo  de  la  fiscalía.  Después  tengo  que  volver  a  la  ciudad para ocuparme del pago de mis clientes o  en  la  forma  que  mi  tío  no  me  miraba  cuando  habló  de mamá  me  molestó.

—¿Qué? —le  pregunté—.  ¿Qué  te  molesta  sobre hablar con mamá del acuerdo de la fiscalía?

Recogió  nuestros  platos  y  los  llevó  al  fregadero. — Quiero  que  tu mamá  te  escoja,  Tae.  Quiero  que  por  fin  encuentre  la  fuerza  para rehabilitarse y te escoja por sobre sus adicciones.

Sentí  algo  frágil  en  mi  interior  desmoronarse  un  poco. — No  crees que lo  haga.

Heechul miró  por  la  pequeña  ventana  sobre  el fregadero. — Puede que  ella  no  lo  haga,  pequeña.  Y  si  no  lo  hace,  entonces  tú  y  yo tendremos  una  seria  conversación  sobre  dónde  vivirás.  No  he  sacado tanto el tema como pude haberlo hecho antes porque vi la fecha de la muerte  de BoA  en  el  dibujo  que  hiciste  cuando  eras  una  niña,  y siempre  he  sabido  que  ambas  saben  que  no  tiene  tanto  tiempo  aquí, pero, Tae,  ya es  suficiente, y no te dejaré aquí arreglándotelas sola.

Lo   que   Heechul   no   se   daba   cuenta   es   que   ya   he   estado arreglándomelas solas  desde que papá murió. Después  del  colegio,  Heechul  llamó  para  decirme  que  llegaría tarde  a  casa,  pero  tenía  dos  not icias  buenas  para  mí: mamá  había aceptado   rehabilitarse,  y  que  Yul   fue   sacada  de  la  cárcel  al mediodía. Apenas  le  colgué  a  Heechul  salí  corriendo  por  la  puerta  hasta  la casa   de  Kwon.   Jadeando   con   fuerzas,   toqué   el   timbre   y me balanceé  de  un  pie  al