Prologo

La primera vez que la vi, creí haber visto un ángel caído del cielo, esos grandes ojos que reflejaban una pureza que ninguna otra persona podía reflejar, esa sonrisa quizá no tan femenina pero sin duda hermosa, esa piel blanca casi como de porcelana le daban un efecto casi como de muñeca de porcelana, la primera vez que la vi me di cuenta de que Im Yoona era la creación más perfecta que Dios ha creado.

La segunda vez que la vi solo sirvió para convencerme de mi último estamento, aunque me di cuenta de que era bastante torpe como para ser un ángel, ¿Pero a quien vamos a engañar? Dios no la pudo haber hecho tan perfecta. Cuando la vi atravesar mi patio rompiendo mis rosas que habían costado meses de esfuerzo para lograr tenerlas tan hermosas, me di cuenta de lo frágil que era, sus brazos tenían pequeños puntos con sangre tras las espinas de las rosas, un dolor se hundió en mi pecho, sentí como si alguien hubiera quebrado el objeto más preciado del mundo, luego la escuche hablar y fue ahí cuando mi corazón cayó al suelo y volvió a su lugar o al menos fue eso lo que sentí.

Pero sin más decir, nuestro segundo encuentro fue como una predicción del futuro, Im Yoona era un ángel y yo las espinas que quebraron su hermoso ser. Yo Jessica Jung, viví el verano más hermoso de mi vida junto a ella, la mujer que más amo en mi vida.