Todos nos encontrábamos reunidos ante el gran árbol de navidad cuando de repente, el teléfono sonó arruinando la calma que nos rodeaba para luego escuchar como los gritos desesperados provenían de la Madre de mi novio.

— ¡No! ¡Dígame que es mentira! ¡No puedo creer que esto me esté sucediendo a pocas horas de Navidad!

Rápidamente todos los presentes nos ubicamos alrededor de mi suegra para así ver como esta se desplomaba en el suelo.

— ¡Eomma! — Grité mientras me acercaba a ella para así poder tomar delicadamente su cabeza y ubicarlo en mis piernas mientras con mi mano derecha intentaba crear algo de viento.

Appa tomó el auricular con apuro para escuchar lo que  Eomma no logró oír, vi como él apretaba su puño mientras escuchaba atento, mi cuñado fue en busca de medicinas mientras que su novia también se había agachado para ver cómo se encontraba nuestra suegra. Los nervios se apoderaban de mí mientras veía atentamente a Appa quien asentía mientras a la vez contestaba a todo lo que le decían, al momento de al parecer haber terminado la llamada, dejó el auricular en el lugar correspondiente y giró para vernos con sus ojos cristalinos.

— A-Appa… — Dije tenuemente al verlo.

Es la primera vez que veo a mi suegro de aquella manera y no evité en preocuparme mucho más de lo que estaba.

— Ti-Tiffany… Siwon… Siwon…

— ¿Qué Appa? ¿Qué pasó con él? — Pregunté totalmente preocupada.

— Él… él tuvo un accidente de tránsito y…

— A-Appa… — Mis ojos se tornaron cristalinos mientras ya suponía lo que me diría.

— Murió.

No basto muchas más cosas para que así, rompiera en llanto mientras que escuchaba como es que Appa también lloraba por primera vez, ante mí. La novia de mi cuñado, Irene, comenzó a acariciar mi espalda mientras me decía palabras alentadoras pero nada de eso podía calmarme ya que sabía que aquella persona que me hizo tan feliz ya nunca más podrá volver a hacerlo.

Esa es mi historia del porque es que yo ODIO la Navidad.