~Secret Note~

Description

Foreword

Me pregunto, como sería este lugar en los tiempos de mi abuelo. Hace más de sesenta años, que mi familia es la encargada de la biblioteca y librería central, de este, otrora pequeño pueblo, hoy convertido en una ciudad que va rápido en las vías de modernizarse, hasta quedar totalmente irreconocible a como estuvo en los años cuando apenas era una bebé.

 

Con todo, la calle no ha sufrido grandes cambios…

 

No, a quien quiero engañar. Solo la biblioteca sigue como antaño. Un alto edificio color ocre de cuatro plantas; tenemos muchísimo material en nuestros estantes, y todavía hay varios más que están guardados en el sótano y la bodega, a unos quince minutos de aquí.  Y algunos más en el ático de la casa de mi padre. Yo vivo a un par de cuadras de la biblioteca; justo encima de una cafetería, que está junto a una floristería y una tienda de hierbas medicinales, que parece salida de algún cuento sobre asuntos mágicos.

 

-Hey, Hyomin, saldré por algo de comer, ¿quieres que traiga algo?

-Ahmm quizás un jugo de manzana.- Le respondo a mi compañera, desde hace casi cinco años que le conozco; y ahora la considero como parte de la familia. Ella toma su bolso y se acomoda el blazer azul marino que trae puesto. Normalmente vamos juntas mientras Boram y JiHyun se quedan aquí, pero hoy JiHyun no vino y Boram aún no regresa.

-¿Solo eso?- Asiento levemente, mientras termino de pegar un par de etiquetas a los libros que llegaron esta semana. –Vale pues, regreso en una hora, más o menos.

-Ve con cuidado y no te quedes coqueteando por allí, eh, Ham Eunjung?- le digo a lo que ella solo rie y me golpe el brazo al pasar junto a mi antes de salir, haciendo que sonara la campanilla.

Solo hay tres personas en la sala, tres jóvenes universitarios, en la primera planta que es la que está destinada más que nada a fungir como sala de lectura. Como sea, es viernes; y realmente no hay mucha gente el día de hoy. Todo mundo aprovecha el comienzo del fin de semana para botar los deberes y esas cosas; para salir de fiesta. O simplemente para dormir como osos perezosos.

Y yo lo aprovecho para clasificar el material de la biblioteca. Ham se estaba encargando de checar los paquetes recién llegados; para el área de librería, que también está focalizada en el primer piso. Apenas estamos implementando este servicio, y todo por idea de JiHyun; chica brillante a decir verdad; que hoy había dicho que saldría a visitar a su tía que estaba enferma desde el mes pasado; pero, yo sé que en realidad, estaba por allí en algún café con su nuevo pretendiente; un chico bastante callado pero buena persona.

La campanilla volvió a sonar. Pero no levanté la vista. Eran dos chicas que no recordaba que estaban aquí. Visitantes frecuentes, aunque acababan de salir, logré escuchar un fragmento de su conversación

-Ya, Soyeonnie, no le des más vueltas, te digo que le cocines y punto.

-¿Y si a Jong Hyuk no le gusta como cocino? Quiero algo especial, es nuestro aniversario.

-Pues no tendrá más remedio que comerlo, si te ama, se lo comerá; así pueda morir en el intento-

Y un golpe seco seguido de un…

-Auch! Soyeon! No me pegues- una suave risa, se notaba una persona de personalidad alegre, o al menos eso me transmitió- Él es un buen tipo. Y… sabes que es lo más importante…? Que te ama, sin importar qué prepares para su aniversario.

No escuché el resto, pues las jóvenes comenzaron a alejarse por la calle. Quizás subieron a algún vehículo, que se yo.

La campanilla sonó una vez más; esta vez era mi amiga de corta estatura, Boram -Se ha nublado. Comenzará a hacer frio y yo no traje mi abrigo!- me informa, mientras le observo. Hace un mohín que me saca unas sonrisa, quien la viera diría que es mucho menor que yo, JiHyun o Ham, pero no es asi. Boram es nuestra “hermana mayor”.

-Anda sube a tu puesto, ya salieron dos chicas, acomoda de una vez los libros, quizás nos vayamos temprano hoy.

-Ok, ok…. ¿Y Ham?

-Ya se fue a comer…

-Oh! Lo siento… si me he tardado, pero te juro que no fue mi culpa, verás es que…

-Nada, nada, anda ve. Ya después me cuentas.

Entonces, su cara comenzó a perder el color lentamente.

-¡Olvide mi carpeta en la mesa!

-¿Tu carpeta de diseños… en cuál mesa?

-¡En el negocio donde trabaja Ji Won!

-¿El de la señora Song?

-Si… Minnie…

-Ni lo digas, anda, ve; seguro que si Ji Won la vio, la guardo, pero ve de todas formas.

Y desapareció.

Yo sé que tan preciado es ese objeto para ella. Solté un suspiro; eso significaba que tendría que ir yo para acomodar los libros. Pero primero tendría que terminar de llenar algunas formas que nos dejaron esta mañana.

 

Media hora después, Ham llegó.

-Solo faltan los de la caja marcada con naranja… ah… olvidé que hay otra caja, allá arriba… ¿podrías ir por ella? Para ponerles su clasificación de una vez.

-¿Y qué hay de los que se tienen que restaurar?

-Esos Boram tenía que apartarlos, si mal no recuerdo.

-Espera a que llegue, no debe tardar.

-¿No se supone que ya debería estar aquí?

-Pues… de hecho si, ya se tardó.- Queda a unos veinte minutos el lugar donde fue, miro el reloj y ya hace bastante tiempo que fue -¿Y si le paso algo?

-No creo… esas cosas se saben de inmediato

-Llámale.

-Ok, ok ya lo hago, mientras ve por la caja que te digo.

Eunjung fue entonces, sin decir nada, mientras yo desde mi móvil, marcaba el número de Boram.

Y me mando a buzón de inmediato.

Mi ceño se frunció. Ella no es así de apagar el móvil, o no responder. Así que intenté de nuevo.

Y la misma respuesta.

Me preocupé.

Lo intenté una tercera y hasta décima vez.

Eunjung estaba de regreso, cargando sin dificultad una caja realmente pesada. Ella es una chica fuerte. Me mira y por su seriedad, creo que la preocupación en mi rostro, es visible a miles de kilómetros.

-¿No responde? –me pregunta con voz débil. Yo solo afirmo sus palabras con un leve movimiento de cabeza.

-Vamos a buscarla.

-No podemos ir las dos. No podemos dejar así el lugar.

-Entonces… ve tú, eres mejor para estas cosas que yo.- me dice mordiéndose el labio inferior. La verdad que suele desesperarse… o más bien, entrar en pánico de manera más rápida que yo.

Asiento una vez más, y salgo a buscar a Rambo.

 

Un cuarto de hora, llego donde Ji Won, que acaba de terminar su turno y ahora se dispone a ir a sus clases de danza. Me ve antes de cruzar la calle para tomar el autobús y me espera.

-Hola Ji Won…. ¿Has… Has… visto a Boram…?

-Hola Minnie… ahmm si, regreso por su carpeta. Y se fue enseguida, que su hermana le llamo. Está con ella creo.

-Gracias Ji Won.

 

Dejé que la chica se fuera, y entonces, llamé a WooRam.

-¿Hyomin?

-¿Esta Boram contigo?

-Soy yo, tonta.

-¿Por qué contestas el celular de tu hermana y no el tuyo?- le pregunto con algo de molestia

-Porque el mío se quedó sin batería.

-¿Por qué no regresaste?

-Un… pequeño asunto familiar, lo siento, salió de improviso, sé que debí avisar… pero se me fue la cabeza.

-Ok, ok… ¿pero todo esta bien? –la enana suena sincera, y me preocupa más su bienestar- ¿Algo que podamos hacer por ti?

-No… no nada, todo bien. Mañana llego a primera hora y me quedo al cierre.

-Bueno pues. Te dejo. Saludos a tu hermana.

-Si, chao.

Regreso sobre mis pasos de manera lenta, parando a comprarme un par de galletas. Miro el estante, y no me decido por cuales. De nuez. Con chispas. ¿De dieta? Como fuera, terminé tomando dos paquetes de galletas con chispas. Y un café. Salí de la tienda, sorbiendo un poco, mirando los aparadores. Había una nueva tienda de ropa. Estaba embelesada mirando en dirección al otro lado de la calle, que al llegar a la esquina, no me detuve. Y choqué contra alguien. Yo por suerte no caí o se me derramó nada, pero aquella persona dejó caer una pequeña bolsa que llevaba. Por lo que pude ver, eran envases plásticos, de esos que la gente usa para llevar comida.

-Lo siento, perdón… venia distraída y yo no… -alcé la mirada, pues me había agachado para recoger en el acto las cosas de aquella chica; y me topé con una mirada enmarcada por delineado negro, que le daban a esas pupilas marrones, una profundidad bastante… perturbadora.

-Descuida- me dijo esbozando una sonrisa cortés- Yo venía de la misma manera. Gracias- me dijo tomando sus cosas de mis manos. Y sin una palabra más, se marchó. Me encogí de hombros y continúe con mi camino. Estaba segura de haber visto antes a esa joven. ¿Pero dónde?

No le tomé importancia y regrese al trabajo…

 

Donde encontré a Ham durmiendo sobre los libros. Y no pude evitar sacar mi teléfono y tomarle una fotografía. Después me acerque aún más y con mi dedo índice simulé picarle la nariz, mientras nos tomaba una fotografía a ambas, yo sonriendo maliciosamente, y ella durmiendo a pierna suelta.

-Hey Ham, que es esto de durmiendo en el trabajo eh?- le murmuré cerca del oído. Ella pegó un salto.

-No… no dormía solo… yo eh… eh… -sus mejillas se tiñeron de rojo-

-tengo evidencias, no intentes negarlo!-le muestro la foto que acabo de tomar y sus mejillas se intensifican de color.

-¡Borra eso!

-No

-¡Si, bórralo!

-No, me gusta como salí. ¡Y tú te ves adorable…!

-Es vergonzoso…- me dice haciendo un mohín.

-Eso deberías pensar antes de perderte de sueño en medio trabajo, mí querida Ham.

-No es justo, casi acaba de comer, y me dio sueño. Es inevitable. Por cierto, ¿hallaste a Boram?

-Si, está bien, no pasó nada. Emergencia familiar. Pero todo bien, al parecer.

-Ya veo…- muerde su lapicero, pensativa.

-¿No has acomodado los libros?- le pregunto. Aunque intuyo la respuesta.

-Eh…

-Ya voy yo, tú termina eso.

 

Y le dejo, para subir a las siguientes plantas. Tomo un carrito y voy metiendo los libros que dejaron sobre la mesita de libros consultados, para después ponerlos en su lugar. Una vez que los reuní todos, los ojeé un poco, verificando que no tuvieran marcas o algún daño. Y entonces, de un tomo más o menos pesado, cayó un pequeño papelito azul cielo. Lo recogí, seguramente, alguien había dejado una marca en aquel libro, señalando algo que le importase. Miré la tapa. “Historia de China, de Patricia Backley”. Entonces, cuando estaba por meterlo al azar de nuevo, me di cuenta, a contra luz, que tenía algo escrito. Quizás fueran notas que me ayudaran a medio encontrar la página señalada. Lo giré. Pero no eran notas.

 

“Hola Hyomin. Hoy te veías bastante bien.”

 

Eso me hizo sentir algo extraño. La letra era grande, redonda, casi como la de una niña. La tinta era rosa. Y tenía olor de fresa. No era una nota simple. Era… una nota dirigida a mí. ¿Era una broma? La guardé en mi bolsillo. Si, tal vez era una broma.

Volví con Eunjung y guardé aquella nota entre las hojas de mi agenda.

No le tomé importancia, hasta que, dos días después, nuevamente, mientras recogía los libros para acomodarlos –tarea que me tocaba ya prácticamente siempre a mí- volví a encontrar un papel azul con tinta rosa.

 

“Sabes, Hyomin, he pensado en tomar un curso de repostería. Casi siempre veo que te trae uno la señorita Ham, cuando vuelve de su tiempo para comer; así que supongo que te gustan las cosas dulces. Mi postre favorito es el tiramisú”.

 

Y eso me dejó aún más helada. Eran tan directos… Que no podía decir que fueran una casualidad.

 

“Antes, me gustaba quedarme en casa, cuando se trataba de hacer los deberes, pero, ahora, me gusta venir aquí. Solo para escuchar tú voz, aunque sea un instante, Hyomin”

 

Bien, esta persona estaba comenzando a asustarme. Un acosador o acosadora. Siempre en el mismo papel y tinta. Lo que sabía ahora, era que debía estar en edad escolar. Así que no debía ser mayor que yo. El problema, es que viene mucha gente en la semana. No tengo idea de quién puede ser.

 

“Espero no estar asustándote, Hyomin. Me partiría el corazón saber que te hago algo malo.”

 

Me dejo en la siguiente nota, como si hubiera leído mis pensamientos. Y siempre en distintos libros, libros que no aparecían en las consultas. Tomados al azar.

 

“Pintaré de nuevo las paredes de mi habitación; mientras iba a revisar los colores disponibles, me surgió una pregunta. Mi color favorito es el azul. ¿Y el tuyo, Minnie?”

 

Si fuera una persona acosadora, ¿no sabría ya esos detalles?

 

“No dormí nada en casa, así que vine a hacerlo aquí. Es un lugar tranquilo y con ambiente cálido. Ya veo por qué la señorita Ham siempre se queda dormida cuando tu sales a comer”.

 

Por alguna razón, seguí guardando nota tras nota. Con el pasar de las semanas, fueron acumulándose, tanto, que compré una pequeña libreta solo para ellas. Las pegaba en cada hoja, con cinta de colores brillantes. ¿No era algo malo, verdad?

 

“Estoy empezando a ir al gimnasio, mi hermana mayor, ha decido ponerse en forma; ahora que su novio le ha propuesto que se vayan a ejercitarse juntos. Pero ella no quiere ir. No hasta que gane condición física. Entonces, me arrastra a correr también en la madrugada con ella. Corro con los ojos cerrados. Mis piernas duelen muchísimo. ¿Cómo te mantienes con tan buen cuerpo? ¿Algún secreto? Quizás si me lo compartes, se lo diga a mi hermana. Así no deberé salir a correr en las frías mañanas. Pescaré un resfriado seguramente.”

 

Y esa semana, visito el lugar mucha gente enferma. Una de esas personas, era mi persona secreta.

 

“Llegaron dos alumnos nuevos a mi clase. Uno de ellos, no me quita la mirada de encima. Mis amigas dicen que le gusto. Pero… yo no tengo interés en él. No es mi tipo.”

 

¿Su tipo? Por alguna razón, me sentí importante. Era una nota curiosa.

 

“Hoy tampoco pude dormir. Mi vecina hizo fiesta con sus amigas. Todas de la edad de mi madre. Creo que ella también hubiera ido, pero está en este momento de viaje. Esas señoras… no les vendrían mal unas clases de canto. “

 

Cosas triviales, sencillas, que me hacían sentirme una… cosa extraña. Yo no podía contestar ninguna de esas misivas. No sabía para quien iba a dirigirlas.

 

“Falta una semana para tú cumpleaños.”

 

Y siete días después, mientras hacia mi recorrido de rutina para recoger los libros, hallé un pequeño paquete verde con moño rojo, con una nota pegada. “Hyomin”. Dentro había un pequeño colgante de plata con forma de mariposa. Tenía pequeñas piedrecillas de color morado. Era un dije bastante bonito. Abrí el broche de la cadena y me lo coloque.

 

No me lo quité desde entonces.

 

“Se ve realmente hermoso en ti. En cuanto lo ví, supe que era el regalo perfecto para ti. Aún no logro cocinar nada comestible.”

 

-Oye, Hyomin, andas rara. ¿Sigues con eso?

-¿Eh?- retiro mi vista de la ventana. Ya van varias semanas que recibo estas notas anónimas. Al principio, les reste importancia, después, comencé a juntarlas y cuidarlas. Coleccionarlas. Y la duda crece en mí. Son casi seis meses desde que encontré la primera. Y aun no tengo ni la más remota idea de quién es.

Quien las deja sin que nos demos cuenta. A los tres meses de recibirlas, decidí contarlo a mis compañeras. Pero ellas tampoco han logrado averiguarlo.

-Te tiene toda boba y ni siquiera sabes cómo se llama- apunta Boram con tono jocoso.

-O si quiera como es…-completa JiHyun.

Siento mis mejillas arder.

-Me gustaría saber qué clase de chica es. Sé que es menor que yo. Quizás me ve como… un modelo a seguir.

-Aja, si, claro, y Boram no sabe dibujar. –Dijo Ham- Por los dioses, Minnie, se ve que la chica siente algo por ti. Es como… como los amores de más antes…- suspira

-Si, esos donde guapos caballeros mandaban misivas con una prosa salida directamente del corazón- Apunta Boram.- Cartas llenas de pasión y entrega…. ¡quien fuera tú, para recibir tan bellos detalles en estos tiempos!

-Ya, pero como saben que es una chica? ¿O que es guapa? Quizás es solo un viejo rabo verde que intenta ganarse tu confianza disfrazándose de colegiala en esas notas, para algún día, tomarte por sorpresa y quien sabe qué cosa pueda pasarte.- Qri me mira de manera seria. –No bajes la guardia, Park.

-Ya sé, ya sé. Hasta ahora, no he respondido ni una sola de sus notas. Tampoco es como si pudiera hacerlo… no tengo idea de cómo hacer para que los halle. Si tan solo, siempre usara el mismo libro… Asi que, mientras no haga eso, creo que nunca le veré.

-Ya, pero si en una nota te cita en X lado, ¿irías?- me pregunta Boram, comiendo una manzana

-No. Al menos no sola.

 

Al día siguiente, encontré una nota más.

 

“No soy un personaje como el que dijo la señorita Lee. Yo jamás te haría daño. Todo lo contrario, si yo pudiera, te protegería de cualquier cosa que te quiera dañar. O persona. Quiero cuidar de ti. Perdón si he sido tan cobarde… para no presentarme delante de ti. Pero… tengo miedo.

 

Tras ese mensaje, una semana no encontré ninguno más. Y por alguna razón, me preocupe.

-Quizás ya sé canso de hacerlo. Era correr en círculos, no? Si no puedes ponerte en contacto con ella de todas formas. –Me dijo Eunjung mientras me pasaba un brazo por los hombros. Su abrazo me hizo sentir un poco mejor. Aun así, esa sensación de vacío no se fue.

 

“Tengo miedo, Hyomin. Estuve pensando todas estas noches y días. No he podido pegar ojo. Soyeon dice que incluso parece que perdí peso. Y que mi sonrisa no es la misma de antes. Sabe que algo me preocupa. Ella no sabe que te escribo. Ella no sabe… que este miedo es el que me consume. El miedo que se siente al rechazo.”

 

Mi teoría de que solo veía en mi un modelo a seguir, así como su hermana, comenzaba a quebrarse. Y sentí… También sentir esa sensación de estar perdida. Si tan solo supiera quien era la misteriosa dueña de aquella letra redonda, la autora de esas misivas de tinta perfumada.

 

 “Sabes… nunca he sentido que es el amor. Nunca antes lo sentí. Mi hermana siempre me responde, cuando le pregunto; que el amor es algo que no se puede poner en palabras estándar, como leyes de la física. Es algo que se expresa de manera diferente, para cada persona. Es algo que se siente. Quizás soy muy joven. Quizás soy una completa idiota. Pero cada nota que te he dejado, hasta este día… es la forma en que abro mi corazón hacia ti. No te pido respuestas. No te pido que me aceptes. No te pido nada. Solo… déjame seguir haciendo esto. Me conformo con ello.”

 

¿La chica estaba enamorada secretamente de mí? Mis mejillas se encendieron, podía sentir el calor quemar. Aunque lo intuía y las chicas me lo dijeron antes… no era lo mismo, a leerlo de su puño y letra. Paso casi una semana y media, que mi enamorada secreta, dejo de escribirme nuevamente.

Y por alguna razón, mi ánimo estaba por los suelos.

-Hey, animo Hyomin. Levanta esos ánimos. ¿Qué te parece si vamos a tomar algo saliendo, eh? Hago un par de llamadas y ya sabes… vale?

-No le preguntes, ira y punto.- Le corta JiHyun- Llama ya a todo el mundo que quieras, en el karaoke de siempre. Y de allí nos vamos a cenar y tomar algo. Creo que Ji won me comentó de un lugar bastante bueno, que es del hijo de la señora con la que trabaja. Buen ambiente.

Yo solo asentí. Y comencé con mi rutina. Tomé los libros, sin ánimo para revisarlos. Más tenía que hacerlo. Y allí, en un libro pequeño, de cuentos para niños, encontré una nota que decía.

 

“Por favor, sonríe. ¿Te preocupa algo, Minnie? ¿Puedo hacer algo por ti? Me duele verte con esa expresión. Ojala pudiera borrarla de alguna manera. “

 

Al día siguiente, llegué temprano para abrir el lugar, hacer algo de limpieza antes de que llegaran las demás chicas. Grande fue mi sorpresa al ver una pequeña canasta justo en la puerta.

-¿Qué es esto? – murmuré, mirando alerta en todas direcciones. Nada. La calle desierta. Era demasiado temprano. Me puse de cuclillas, y levanté la tapa.

No lo podía creer.

 

-¿Entonces te encontraste estas galletas afuera?

-Si. –Era al menos la doceava vez que respondía a esa pregunta. Ham seguía olfateándolas.

-Pues no tienen un olor desagradable… -Dice con el ceño fruncido.

-¿No tenían nota?- inquiere JiHyun

-No. Chicas, en serio, solo estaban allí.

-¿Puedo comer una?- Pregunta Boram con ojillos de cachorro.

-No, no puedes. No sabemos quién las dejo. ¿Y si quieren envenenarnos?

-No seas exagerada, Lee.

-No es ser exagerada, es ser precavida, Park.

-¿Entonces, puedo o no comer una? –interviene Boram. Sé que está sufriendo de tener algo enfrente de comida y no poder devorarla. Esa pequeña es una glotona aunque no lo parezca.

-Si quieres morir, adelante. –Le dice Qri con una de sus sonrisas maliciosas.

Boram le mira ahora con ojillos de cachorro asustado.

-¡Oww pero que linda te ves cuando haces esas caras!- Ham toma las mejillas de Boram y las estruja.

-Yah! Déjame Eunjung!- le dice con tono de reproche, pero la pelicorta hace caso omiso y le estrecha en un fuerte abrazo.

-Haber, ya, paren. –Interrumpo, a lo que Boram me mira de forma agradecida- Entonces. ¿Qué hacemos con las galletas? Son muchas… y se me hace un pecado tirarlas…

-Pues… que alguna de nosotras sea la valiente y pruebe una. Si no muere al instante, podemos comerlas. Dice JiHyun con tono pensativo.

-No lo soporto más. Se ven súper inofensivas- Boram se suelta de los brazos de Eunjung y toma una de las galletas, de chispas con forma de estrella. Y le da un gran mordisco. Todas la miramos de manera expectante.

Los segundos corren lentamente, como si estuviéramos atrapadas en una cinta que avanza cuadro a cuadro.

-¿Llamo a una ambulancia?- susurra Eunjung.

-Y bien, Boram… ¿algún sabor anómalo?- le pregunta Qri.

La aludida negó suavemente, terminando la galleta. Y tomo otra y otra. Comió cerca de cinco mientras nosotras le mirábamos con duda todavía.

-Yah! Si no van a querer ustedes, me las comeré todas. Quien las hizo, realmente sabe cocinar. Se nota que le puso esmero. ¡Están buenísimas! Creo que me declaro fan de quien las haya hecho.

 

Y era verdad. Preparamos café y las terminamos antes del medio día.

 

“Espero que te hallan gustado las galletas. Por lo que ví, todas gustaron de ellas. La señorita Jeon, sobre todo. A veces me dan ganas de abrazarle de la misma manera en que lo hizo la señorita Ham esta mañana. Es tan adorable. Pero yo solo tengo ojos para alguien más…”

 

Por alguna razón, sonreí. Algo dentro de mí intuía que esta chica, era quien había dejado las galletas. Por eso no sentía tanta desconfianza, pero sé que las chicas quizás si. Y por lo que parece, siempre está cerca. Pendiente. ¿Si no como sabe todo lo que pasa alrededor? Pero de nuevo, no tengo ni idea de quién podrá ser.

 

Salí temprano, por que necesitaba realizar algunos pagos. Me llevé gran parte de la tarde en ello. Terminé tan cansada, que me quedé dormida apenas subí al autobús. Me perdí totalmente de sueño, tal y como Eunjung solía caer dormida.

 

Sentí que alguien me movía.

-No… no… aún no. Un ratito más.- murmuré

-Señorita, su parada se le pasara.- Era una voz que no reconocía. Entonces recordé donde estaba y me enderecé, parpadeando repetidas veces. Qué vergüenza.

-Gracias…- dirigí la vista hacia esa persona. De nuevo, esas pupilas chocolate. Algo en mi hizo click. Pero soy despistada  a morir… -Hey ¿cómo sabes que casi llego a mi destino? –

-Porque te he visto cerca del café, que está a unas cuadras de la biblioteca donde trabajas. El café se llamaba “Reminiscence”, verdad? –Me dice con un poco de timidez

-Si… - le miro entonces con desconfianza. Me es familiar, pero por más que lo intento no sé de dónde.- Vivo en el departamento que está encima, de hecho.- Y me reprendí mentalmente por dar aquella información. Ella pareció sorprendida ante tal revelación, pero no me dijo nada.

-Perdona si te incomode. Es solo que…

-Seguro has pasado por allí muchas veces cuando salgo o voy al trabajo, no?- le digo con un tono algo cortante. ¿O alerta?

-No… solo un par de veces pasé por allí, pero te vi. Te veo siempre… Bueno… yo… voy muy seguido a la biblioteca. Mi hermana va conmigo en la mayoría de las veces.- me dice de nuevo, bajado la mirada. Sus mejillas están teñidas de rojo. Clara señal de que está nerviosa.

-Va mucha gente, a veces no logro recordar a cada uno por su nombre…- le digo con un tono un poco más amable.

-Es mi hermana quien siempre pide los libros. Yo prefiero buscarlos por mi cuenta. Se lleva bastante bien con la joven Jeon.

Mi mente comienza a recordar. Creo que ya sé…

-¿Tu hermana se llama Soyeon? ¿Tiene un novio alto y de buen cuerpo, bastante y, debo admitir? –El chico viene de vez en cuando por préstamos a domicilio. Se ve que le gusta la lectura.

Ella asiente.

-¿Y tú eres su hermana menor? ¿Cómo te llamas? Ya me acordé de ti. Siempre te vas a sentar a alguna de las mesas, mientras tu hermana llena los formularios o nos pide las claves… ¿Te damos miedo, por eso no te acercas?

-No, no es… es… que me da un poco de pena… - y no se atreve a mirarme a los ojos.

….Miedo….

Y el autobús se frena de golpe. Si no fuera por mis súper reflejos, tal vez me hubiese golpeado con los asientos de adelante. La chica también logro sostenerse. Nos miramos en silencio, y escuchamos las voces quejosas de los demás pasajeros. Había sufrido un pequeño desperfecto.

-Rayos… - murmuré, mientras descendíamos. Me dolía un poco el cuello.

La chica seguía a mi lado, su semblante era algo pálido.

-Hey, tranquila, no pasó nada, afortunadamente. Mejor esperar el siguiente autobús… bueno yo caminaré, mi casa ya no está muy lejos de aquí.

-Tampoco… la mía… -susurra.

-Oh… entonces vamos, caminemos. –Le dije con una sonrisa. Comenzamos a caminar, entre nosotras, había un silencio denso. Ella estaba nerviosa. ¿Se había asustado? Decidí romper el hielo.

-¿Y cómo te llamas, chica? Yo… bueno, ya que frecuentas tanto la biblioteca, seguro sabes que me llamo Park Sun Young, pero que todo el mundo me llama Hyomin desde que tengo uso de razón.

-Park… Park Jiyeon- me dice con una sonrisa y enseguida una pequeña reverencia- por favor cuida de mi.- Y me sonríe. Sigue nerviosa.

-Sabes… está bien sentir temor. –No sé porque he dicho eso. Ella me mira de manera curiosa, sorprendida, acomodándose un mechón tras su oreja izquierda. – El temor que sentimos, ante cualquier tipo de circunstancia, puede ser moldeado, como la masa para hacer galletas, para darle la forma que nosotros queramos. Podemos tomar esos miedos, y convertirlos en la fuerza necesaria, para que se llamada valor. Pero no un valor de esos que te hacen hacer cosas estúpidas. No, el valor que nace del miedo, es uno que muchas veces, no digo que siempre; nace de algo que pensamos mucho más. Nos tomamos el tiempo para pensar en las razones que generan ese miedo. Y entonces, dejaremos de sentirlo de manera tan intensa. No sé… algo asi…- Ahora si que no tengo ni la más remota idea de qué demonios dije, pero ella bajo la mirada un momento sin perder la sonrisa. –Creo que no logro expresar mi punto con claridad. Perdona, soy algo…

-Descuida. Creo… que comprendo lo que quiere decir- me dice de nuevo con tono suave.

-Entonces… vives cerca también… eh?- Faltan como dos cuadras para que yo llegue a mi casa. Y es tarde, me da algo de cosa que se vaya sola. Se ve menor y me da… no sé es como la sensación que me produce Boram. ¿Ternurita?

-Vivo… a tres cuadras de la biblioteca, por el lado este. Enfrente de una tienda de comestibles. En la esquina hay un pequeño bar.

-Oh… vives con tu familia?

-Solo con Soyeon. Mis padres viajan muchísimo. Teníamos una gran casa en las afueras; pero como… era mucho el… ahmm… Soyeon y yo referimos rentar ese pequeño piso. Es mejor. Solo somos nosotras dos.

-Ya veo, ya veo… ¿Tienes buenas notas? Pasas bastante tiempo en la biblioteca…

-Ahmm algo asi. Yo… suelo leer bastante. Me gustan mucho las novelas clásicas. Soyeon es quien siempre tienen montones de deberes.

-Oh ya veo. Es raro en una jovencita como tú. Digo, eres bonita, seguro que eres bastante popular y tienes miles de pretendientes- le dedico una de mis miradas picaras.

Ella se sonroja- Gracias… Yo… en realidad, no soy…- suspira- No soy lo que se dice alguien popular. Soy una persona más bien… tímida. ¿Pretendientes? Yo…- se sonroja aún más.- No hay alguno que me atraiga; la mayoría solo quiere que les ayude con las tareas; o que les presente a mi hermana. Como si no supieran que tiene novio…

-Ya veo, ya veo.  Gente como esa hay donde quiera y es tan…- dejo escapar un pequeño bufido irritado.

Ella me regala una sonrisa más. Hasta el momento en que nos separamos. “Hasta mañana”- Me dice agitando su mano levemente.

 

 

Pero no le vi en al menos otra semana más.

Ese día, fue con su hermana, como de costumbre. Soyeon como siempre, se acercó y bromeó un poco con Boram. Y Jiyeon se acercó tímidamente, para saludarme.

Fue todo. Aunque de vez en cuando, le sorprendía mirando en mi dirección. Se sonrojaba y me sonreía. Salí a comer, y para cuando regresé, las hermanas ya no estaban. Ese día, al recoger los libros, encontré una nota.

 

“Volvimos a casa de nuestros padres, por eso me ausente días atrás”

 

Eso me hacía sentir aliviada, por alguna razón; más, al mismo tiempo, me producía desasosiego

 

“Mi familia quiere pasar las vacaciones de invierno en Sapporo, creo que tenemos parientes viviendo allí, seguro que serán semanas en las que no podré… verte.”

 

Ya había comprado la segunda libreta para seguir pegando aquellas pequeñas notas. Y alguna que otra cosilla, como prendedores. O envolturas de dulces que dejaba de vez en cuando; desde el último mes.

 

“No quiero ir a Japón. No quiero que terminen las clases. No quiero dejar de verte un solo día Hyomin.”

 

Pobre chiquilla. Comenzaba a sentir algo de pena por nuestra… por la situación en general. Tantos meses ya…

Y sentía que algo estaba pasándole. Algo le preocupaba. En las notas que dejaba, podía sentir. Aunque tenía que ver un poco más por mi propia salud. Comenzaba a sentirse el frio y pesqué un resfriado.

 

“Te veías algo enferma. Por favor, cuídate más.”

 

Encontré en esos días un juego de guantes, gorro y bufanda de color azul rey.

 

“Los tejí para ti. Espero te gusten”

 

 

-Vaya… ¿ella lo hizo para ti?-

-Si Eunjung. De verdad que no sé ya que… pensar que hacer…

-Pues tú sigue disfrutando de lo que suceda. Venga, quizás no quiere nada a cambio. Si quisiera salir contigo, porque demonios no te lo dice y ya? –Apunta JiHyun que anda jugando con el móvil, pero bien pendiente de la conversación. No sé cómo lo hace.

-Timidez a su máximo nivel. Yo sé que es eso. –Dice Boram con la cabeza gacha.

-Pues esa timidez no lleva  a nada bueno. Se pueden perder de muchas cosas asi- interviene Ham- ¿Por qué no te comunicas con ella, Minnie?

-Por… por… por que no sé cómo hacerlo. –Quizás suene estúpido que luego de todos estos ya meses, no haya pensado como llevar a cabo lo que dice Eunjung.

-¿Pero… acaso tú…. Sientes interés por ella?- Qri levanta la mirada de la pantalla para posarla en mí- Te recuerdo que hasta donde nos quedamos, ella es una completa desconocida. Y no sabemos del todo si es fiar.

-Ya, Qri, pero… la vida es mejor si corremos riesgos de vez en cuando- Ham me guiña un ojo- ¿Qué de divertido tiene seguir una perfecta línea recta? Crucemos por senderos pequeños, inventemos atajos que nos pierdan, para al final regresar a la vereda correcta. Y aun así, no quedarse solo con ella.

-Si haces eso, recibirás heridas.

-Eso es cierto, Boram, pero… Aunque sean cicatrices, tienen una historia que contar.- Eunjung le pasa un brazo por los hombros, mientras su mirada sigue posada en mí – Y es mejor, al final del día, tener esas narrativas, a no tener nada. Y quedarse siempre pensado en el “qué hubiese pasado si”.

-Bueno, eso es verdad – digo en un susurro.

-Entonces Hyomin; como harás para contactar a tu chica misteriosa?- Me pregunta JiHyun, con seriedad

-Pues…

 

 

 

 

“Envías misivas que no puedo responder. Cambiaré de dirección.

 ¿Quieres conocerla nueva? Envía al modo habitual.”

 

Justo debajo del mostrador.

-¿Un cartel? ¿Es enserio? –Me dice Boram con expresión incrédula al ver el papel blanco, con aquellas letras en negro y un par de dibujos que hice junto con Ham antes de la hora de la comida.

-Es lo más simple y “secreto” que podemos hacer. La gente no ha reparado en él, por lo que he visto.- Comenta JiHyun mirando a un grupo de madres que lee a sus hijos.

-Esa persona lo verá. –Aseguro, aunque ciertamente, no tengo mucha confianza en ello. Pero…

 

-Vaya… ¿Es alguna promoción para un nuevo libro?

-eh… no.- Es Boram quien responde- Es…

-Es… ahmm…- Eunjung muerde su labio inferior sin saber que responder.

-Soyeon… dice mamá que…- La campanilla suena al tiempo que una joven entra. Es… Me mira durante un segundo y sonríe, antes de volver a mirar a su hermana- No demores mucho. Tenemos que terminar… de… ya sabes… de mudarnos- susurra esto último con expresión triste.

-Si, si como sea. – agita su mano y Jiyeon se queda a su lado en silencio.

-Asi yo venía a entregar estos.- deja sobre el mostrador tres libros, JiHyun le atiende, mientras Boram es llamada por una de las señoras del circulo de lectura y Ham atiende a otro joven.

-Hola Jiyeon- saludo a la joven con la mejor de mis sonrisas. Ella mira atentamente el papel. Temo que me pregunte sobre él, pues… no sé qué responder. Sonaría loco decir la verdad. Creo. Su expresión es algo…

-Ho… hola Hyomin… ¿Escribiste… tú… esto?- pregunta.

-Eh… si… yo... ahmm…

-¿Puedo darte un abrazo?- me pregunta de pronto, poniendo unos ojillos de cachorro a los que no pude negarme. Salí de detrás del mostrador y me coloqué a su lado. No sabía cómo reaccionar.

Ella me abrazo con fuerza. Podía notar como su cuerpo cálido, emanaba esa sutil sensación de que había más que solo ese contacto físico. Había…. Sentimientos. Estreche su cuerpo contra el mío un poco más. Dando un beso sobre su cabeza.

-Listo. Vámonos Jiyeon, ya sabes que a tu madre no le gusta esperar. –Interrumpe Soyeon. –Deja de asfixiar a la pobre de Hyomin. Ella se separa y mantiene la vista en el suelo. Puedo ver sus mejillas completamente enrojecidas. Su hermana se dirige de nuevo a mí. -Perdónala. Anda muy sensible. –suspira, mira como las demás están ocupadas y de nuevo, clava sus pupilas oscuras en mí. –Gracias por todo. Hasta pronto.- dice con una pequeña sonrisa. Jiyeon susurra un tímido “gracias” y se sujeta al brazo de su hermana mayor.

Las veo salir en silencio. Una vez cruzada la puerta, la joven vuelve la mirada. Y me dedica una sonrisa sumamente triste.

 

 

Una semana más, sin saber de “mi chica misterio”. Últimamente, se… espacian las notas.

¿Suena loco si confieso que a veces las leo antes de dormir?

¿Confesar, que quizás le he tomado afecto a esa persona?

 

 

-Quizás se intimido- Me dice Boram

-Tal vez no supo cómo reaccionar, la tomaste por sorpresa, es seguro.- Eunjung se encoge de hombros mientras escribe en el computador.

-Te dije que tal vez, no era la mejor de las ideas.- Tercia Qri, terminado de pintarse las uñas.

 Pero ese día corrí con suerte. Terminamos algo tarde. Faltaba un cuarto para las diez. Solo quedábamos Boram y yo. Esta vez, hallé un sobre pequeño.

 

“No puedo pedirte la nueva dirección, Hyomin. Sé que tu intención fue buena. Sé que quizás querías que nos conociéramos. Pero… sabes… si hemos cruzado palabras. Aquella noche que caminé junto a ti, fue realmente, mágica, aún si no fueron muchos minutos. Mientras tú lees esta carta, yo seguramente ya estoy pasando la última noche en casa de mis padres.

Mi última noche en esta ciudad. ¿Te acuerdas de los parientes de Sapporo? Pues, resulta, que iremos a vivir allí también; mi padre y sus hermanos, comenzaran un nuevo negocio familiar en esa ciudad.

Y no podemos quedarnos. Mi hermana y yo ya nos matriculamos en universidades de allá.

Hablando de mi hermana, ella corre con suerte. Su novio viene con nosotros.

Se casa a mitad de la primavera del año que viene.

Y ahora todo mundo no para de decirme, que cuando será el día en que yo lo haga.

¿Cuándo llevaré un novio a casa? Y no puedo responder esa pregunta.

Y pensar que mañana, mientras tú estés saliendo de casa para ir al trabajo, yo estaré ya dentro del avión que me arranca de este precioso lugar.

Echaré de menos oler el café que preparaban. El murmullo de los pasillos. El ver las travesuras que le hacían a la joven Ham. Extrañaré cocinar. Solo lo hacía para ti. El escuchar tu voz… el poder ver tu sonrisa. El imaginar que caminamos de las manos por estas calles salidas de un cuento.

Extrañaré muchas cosas, Hyomin.

Sobre todo… el anhelo de querer estar contigo. El anhelo de poder decirte que te amo.

Todos estos meses, me enamoré aún más de ti. Quizás quedé como una total loca y acosadora. Supongo que tirabas cada nota. Cada… cosa. Pero… Gracias por los recuerdos que… nacieron de la esperanza de que quizás, algún día…

Pudiera llevarte a ti a casa de mis padres.

A ti, la poseedora de tan maravilloso carisma. Y cálidos brazos.

Gracias por ser mi amor platónico.

Nunca he sido buena con las palabras.

Hasta siempre.

Park Jiyeon”

 

Leí la nota varias veces. Y…

-Hyomin, estas bien? –Es Boram que me mira preocupada.

-¿Sabes… donde viven las hermanas Park?

-¿Las hermanas Park? ¿Soyeon y Jiyeon? Pues, tenían un departamento cerca de aquí, pero después se mudaron de regreso con sus padres.

-¿pero te sabes la dirección? –le tomo por los hombros.

-Si… ¿pero para que quieres…?

-Es ella.

-¿Ella?

-La chica misteriosa

-Pero Soyeon tiene novio…- arquea una ceja, incrédula.

-¡No ella! Jiyeon

-¿La pequeña dinosauria? –ahora me mira con sorpresa. Yo afirmo vehemente con la cabeza. -Eso si que no me lo creo…- dice con una sonrisa y me mira con gesto escéptico.

-Pues créelo; la chica de las notas secretas, es Jiyeon. Anda, dame la dirección.

– Oh… oh… pero… Hyomin, ya es tarde, mejor ve otro dia. O espera a que venga.

-No Boram. Ella se ira. Ella y toda su familia. Se mudan

-¿De nuevo? Vamos, aún asi… ya después…

-¡Se van a Japón! A Sapporo, más exacto

-¡Que! ¿Cuándo?

-Mañana temprano.  A primera hora.

-¿Y qué piensas hacer?

-…ella me ama, Boram…

-¿y? ¿Tú también la amas? No creo…

-No. No creo amarla. Pero… todos estos meses… Creo… que… ¡Solo dame la dirección, el tiempo apremia, Rambo!

 

 

El frescor de la noche, me hace tiritar levemente, mientras recorro el trayecto hasta la casa de los Park. Tan lejos… Tan lúgubre el camino. Y yo saliendo a la desesperada. ¿Cómo presentarme a esas horas? Ya lo pensaría una vez que llegara a la puerta, pero no fue necesario.

Corrí al vislumbrar una silueta. Y adivinar de quien se trataba. Al parecer alguien no podía conciliar el sueño. Y salía a sentarse en el jardín a mirar el cielo. Sonreí de medio lado.

-¡Jiyeon!- le llame. Ella busco pronto en mi dirección y palideció. Lo percibí a pesar de la oscuridad.

Apenas recupero el aliento, apoyando mis manos sobre mis rodillas, y le pregunto si rodeos.

-¿Quieres, descubrir si podemos… crear más recuerdos?

-Hyomin…

-No puedo decir que sea amor. Es una forma rara y poco convencional la que tuviste para acercarte. Pero te equivocaste. No tiré nada de lo que me diste. Cada cosa, la tengo guardada con mucho cuidado. El misterio alrededor de ti, me hizo desear embarcarme en esa historia que me mostrabas. Que dibujabas para mi. No te mentiré. Quizás, hoy no sea amor, Jiyeon.

Ella bajo la mirada.

-No… tenías que corresponder… te…

-Si, lo dijiste como mil veces. Creo.

-en... entonces?- mantenía las manos dentro de los bolsillos de su abrigo. -¿Te ofendí? Perdóname… yo… no… te preocupes, me iré mañana… y… ya no…

-¡Yah! Para Park Jiyeon, déjame terminar.

Ella se quedó quieta al instante. Y yo me acerqué, despacio, paso a paso.

-Hoy puede no ser amor; pero, creo que si nos damos la oportunidad, de comenzar de frente las cosas… quizás, podamos forjar los recuerdos más hermosos.

Ella me mira con los ojos abiertos completamente. Ella no sabe que a pesar de no responder ninguna nota, le cogí cariño.

-¿Qué quieres decir con eso Hyomin? ¿Comenzar las cosas...?

-Que nos demos la oportunidad.

-¿No estás jugando conmigo?- mordía su labio inferior

- Creemos nuestra propia historia.

-Pero… yo me iré mañana mismo… Y…

-¿no dijiste que te gustaba leer?

-¿lo recuerdas?- me mira con las pupilas brillantes.

-Claro que lo recuerdo- le aseguro con una sonrisa- Entonces, Jiyeon ¿estarías dispuesta a correr una aventura conmigo?

-¿Aventura?

-No más notas secretas entre tú y yo. –Y ella se ruboriza

-Temí… tú sabes… mi familia… tu… el…

-Shhh- le puse un dedo sobre los labios

-No miremos atrás, hasta que el amanecer nos dé de lleno contra el rostro. No tengas miedo. Ven conmigo. -Le extendí mi mano. No sé qué pueda deparar el futuro inmediato, pero ¿Por qué no intentarlo?

Y ella, con algo de temor, miro mi mano. Y la tomó.

 

 

GRACIAS POR LEER,

 me gusta dejar los finales algo abiertos :3 

Comments

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chivis #1
Hay pequeños detalles q podrias mejorar y la practica es la mejor forma de hacerlo, asi que haz mucho mas historias!! nosotros estaremos esperando para leerlas ^_^ ... Buena historia, seria genial q hicieras una segunda parte :D
water_rid
#2
Gracias por esta historia romántica autor
Y gracias a google trans también...^_^
dregba21
#3
:'3 fue totalmente bello, esa manera tan peculiar que tienes al escribir es... es... tan detallada y llena de sentimientos... no es por nada pero cada una de las palabras fueron realmente perfectas. Adoro tus historias XP
TaeSeoSica
#4
Recién acabo de leerlo xP hay veces soy demasiada lenta para leer xDD Pero... AWWWW~ hiciste que vomitara arco iris y toda la cosa xDD! Me encanto!!! Dino fue tan.... cute~ me hizo amarla más *-* y Hyo~ :3 aww~ Sinceramente mi couple favorita de T-ara es el MinYeon e hiciste que las amara más!!! >.< enserio... ¡Te adoro! >.< estare esperando el próximo OS JeMin jejejeje -sip, te hago acordar xP-

Te leo luego ;) bye!!
ParkImNaLiz
#5
Oh por el amor de todos los dinos que hermosa historia dios me enamoran tus historias y créeme que si pudiera darle un voto a la historia lo haría T.T fue hermosa la historia :3 porfis has una de eunmin :3 anda sii! Una historia como solo tu sabes hacerla :)