POV Minzy

La playa es iluminada por tenues luces de lámparas lejanas, se escucha el sonido de la marea que regresa y nuestras agitadas respiraciones después de juguetear en la playa. Terminamos agotados, recostados sobre la arena. Reímos como un par de tontos.

Mi vestido termina empapado así que Chunji decido que vayamos al hotel en el que se hospeda. Está sólo a unos metros de la playa por lo que caminamos por un rato. 

-¿Debería cargarte? – Pregunta Chunji ya que nota que batallo para caminar con mi vestido mojado, que ahora pesa.
-No, no es necesario – Le contesto, doy un par de pasos pero tropiezo

Chunji no vuelve a preguntar y fácilmente me levanta del suelo. Me sostiene entre sus brazos y me mira mientras dice:

-No hay nada de qué avergonzarse, ahora eres mi esposa, mi mujer

Me siento tan afortunada, mi esposo es todo un caballero.

En la recepción del hotel, es una joven y castaña chica la que nos atiende. Su uniforme es tan femenino y perfecto como su rostro. Obviamente su atención se fija totalmente en Chunji y no pierde la oportunidad para flirtear con él hasta que nota mi presencia. Me siento incómoda, no sólo por la despectiva mirada de la recepcionista, sino porque imagino mi aspecto en ese momento: despeinada por la brisa, con el maquillaje arruinado por el agua y un vestido empapado. 

Chunji me toma de la mano y me encamina hasta el ascensor. Miro con desdén el suelo esperando llegar al piso seleccionado.

-¿Hay algo mal? – Chunji pregunta 

Le sonrió y le digo que todo está bien, él parece no estar convencido, faltan algunos pisos para llegar y aprovecha para acorralarme contra una de las paredes del ascensor. Estoy sorprendida por lo que ha hecho y mi rostro lo refleja. Su dedo índice logra levantar mi rostro lo suficiente para encontrar mis ojos con los suyos, sonríe con encanto y dice:

-A mi alrededor siempre hay mujeres hermosas y atractivas, pero solo hay una a la que deseo, una mujer única que es capaz de hacerme estremecer cuando habla, cuando camina o simplemente cuando me mira. Incluso ahora me enloqueces al mirarme así y tus labios…

Su pulgar rosa la fisura de mis labios que palpitan y se enrojecen después de ser tocados. Sin perder un segundo me besa ávidamente. Es un beso lleno de pasión y deseo. 
Suena un timbre en el fondo del ascensor en señal de que hemos llegado. Chunji tarda algunos segundos en detenerse y con frustración se aleja de mí, resopla y ambos salimos hacia el pasillo.

En la puerta de la habitación, Chunji introduce la contraseña y enseguida se abre la puerta. Ni siquiera me da tiempo pensar cuando me vuelve a tomar entre sus brazos y me carga para entrar a la habitación.

-Ahora estamos de luna de miel – Dice con diversión 

No digo nada y solo me río con él.
Le pido que me baje para que pueda ir a cambiarme. Cuando estoy en el suelo le pregunto dónde está el baño, él me indica con una mirada la dirección y me dirijo ahí hasta que me atrapa por la cintura con sus brazos. Me abraza por la espalda y recarga la cabeza sobre mi hombro, me sujeta con la fuerza suficiente para no dejarme ir.

«Quiero quitarte ese vestido»
No es un susurro normal, es tan sugestivo y ardiente sobre la piel de mi hombro expuesto que inmediatamente mi cuerpo se tensa y se vuelve hipersensible a él. Asiento lentamente y comienza besarme. 
Deposita besos suaves y lentos en mis hombros hasta llegar a mi cuello. Una de sus manos me sigue sosteniendo y la otra se encuentra en mi cabello soltando los broches que sostienen mi peinado. Los besos continúan de un hombro al otro pasando por mi espalda. El cierre de vestido esta debajo de mi brazo derecho así que su mano se desliza desde mi abdomen pasando por mi pecho, en donde se detiene momentáneamente, enfoca totalmente su atención y lo acaricia a través de la tela, mis pezones se tensan bajo sus caricias, es imperceptible a la vista pero estoy segura de que lo percibe. Jadea impaciente contra mi cuello y comienza a bajar el cierre. El vestido cae de manera natural a través de mi cuerpo. Puedo sentir su mirada detrás de mí y me pone nerviosa, trato de controlar mis piernas que han empezado a temblar. Finalmente me hace girar y se toma varios segundos para mirarme por completo. 
Me toma de la mano y me ayuda a salir del vestido, mi cabello se suelta y rizos rubios caen sobre mis hombros. Acomoda mi cabello detrás de mi oreja «Si supieras lo y que eres…» Susurra y apenas puedo escucharlo. 
Enmarca mi rostro con sus manos y besa tiernamente mi frente. Sus manos comienzan a bajar por mis hombros hasta mi cintura, me abraza con fuerza y puedo percibir el masculino aroma de su colonia. Guía mis manos por su espalda, lo acaricio y puedo sentir su calor a través de la tela, libera mis manos en su cuello y lo rodeo abrazándome a él.
Nos quedamos así por un momento, disfrutando de la cercanía de nuestros cuerpos. 
Se aleja algunos centímetros, lo suficiente para mirarme. Su mirada es tan caliente que siento como si me quemara.

-Deberías ayudarme con esto – Señala con su mirada su camisa

Comienzo a desabrochar uno a uno los botones de su camisa y me pide que se la quite. Obedientemente hago lo que me pide y paso mis manos por sus hombros cuando le quito la camisa. Expongo la tersa piel de su torso y estoy fascinada con la vista.

-Tócame Minzy – Me pide

Mis manos suben por su abdomen trabajado hasta llegar a su pecho, su piel es suave y sedosa, pero su cuerpo es firme, atlético. Cuando mi mano se encuentra en su cuello la atrapa y deja un beso sobre ella. 
Me lleva a la cama y me recuesta lentamente sobre ella, recarga su cuerpo sobre el mío. Al parecer se da cuenta desde antes de que el broche de mi sostén está al frente. Sonríe agradecido y con ambas manos lo desabrocha. Mis senos quedan al descubierto, ante su ardiente mirada que tensa todo mi cuerpo. Ahora es él quien se deleita con la vista.

-Hermosos – Musita en voz baja

Sus manos los rodean y masajean lentamente. Su dedo índice dibuja círculos en mis pezones y siento el tibio aliento de su boca acercándose a ellos, deja pequeños besos en el valle entre mis pechos y lentamente su lengua empieza a recorrer el contorno. Solo puedo limitarme a morder mis labios y dejarme llevar.

-Chunji – Digo su nombre en una suplica

Su mano se dirige hacia el sur. Acaricia con sus dedos mi o húmedo y traza círculos sobre la tela, lentamente, pronuncio nuevamente su nombre cuando introduce uno de sus dedos en mí y luego dos. Mi cuerpo se ha vuelto más sensible y no puedo contenerme, se escapa de mis labios un gemido «Tómame» No estoy segura si lo digo o si permanece en mi mente.

-Lo voy a hacer, no sabes cuánto lo deseo – Chunji replica

Nuestras últimas prendas yacen en el suelo. 
Chunji se acomoda en medio de mis piernas y siento la punta de su erección en mi entrada, mis caderas se levantan en un reflejo y lentamente comienza a entrar en mí. Me quejo y le suplico que no se detenga, me aferro a sus hombros cuando lo miro, sus ojos marrones brillan con la luz de la habitación. Lo amo, no tengo duda. 
Me advierte con la mirada que está a punto de comenzar a moverse, y así lo hace, lento y suave, como si tuviera miedo de lastimarme. Me siento confiada y protegida. Mis caderas se alzan en busca de él cuando se levanta. La velocidad aumenta y la intensidad, también lo hace. Sus manos se apoyan sobre la cama, nos miramos y él busca mis labios, los aprisiona con fuerza, con el vaivén de nuestras caderas es imposible que se escapen sonidos de mi boca, jadeo y gimo contra sus labios. Eso parece excitarlo más, y me embiste con más fuerza. 
Mi cuerpo convulsiona debajo del suyo. Escucho mi nombre proveniente de sus labios, me pide que lleguemos juntos y así lo hago, Y por un momento solo somos nosotros dos y el calor de nuestros cuerpos. 
El movimiento de nuestras caderas se aligera hasta que se detienen. Nuestras agitadas respiraciones se combinan cuando nos besamos, saboreo sus deliciosos labios de cereza y no puedo evitar morderlos antes de que se alejen de mí.

Chunji me acomoda sobre su pecho y me cubre con las sábanas blancas de la cama. Nuestros corazones siguen latiendo con fuerza, puedo escuchar el suyo. Chunji me abraza y nos quedamos silenciosos por un momento. 
Lo miro a través de mis pestañas y me doy cuenta que él también me está mirando.

-Te amo Minzy 

Me aferro a él cuando escucho sus palabras. Levanto un poco la cabeza para poder encontrar sus ojos.

-Chan Hee-sshi, te amo – Le contesto con la voz más tierna que tengo

Sonríe ampliamente y me gira sobre la cama. Se sube sobre mí e inmoviliza mis manos. Me besa apasionadamente, su lengua entra en mi boca y se mueve hábilmente entre mis labios, y mi lengua se une a ella, imitando lo que hace.
Rosa mi labio inferior con sus dientes cuando se aleja por completo de mi rostro, abro los ojos abrumada y maravillada por su habilidad. 

-La próxima vez que combines mi nombre real con las palabras te amo no solo será un beso… - Es una promesa

Le sonrío ampliamente y paso mis manos por su cabello, lo atraigo hacia a mí y le doy un beso suave y lento «Te amo Chan Hee-sshi» murmuro contra sus labios. 

Nos reímos y repetimos la secuencia un par de veces más durante la noche.