Dicen que cuando los ángeles son amigos o se quieren en el cielo. Al ser enviados a la tierra a vivir como nosotros, ellos no pueden olvidarse de esos recuerdos y se buscan para estar juntos. Los hilos rojos del destino, las almas gemelas que a pesar de todo están destinadas a encontrarse, a enamorarse.

¿Pero qué pasa cuando esas almas gemelas no perduran?, cuando encuentras tu alma gemela y está ya se ha enamorado de alguien más, cuando realmente ese lazo rojo se enredo con otro y tiras y tiras para soltarlo, pero no puedes… solo puedes quedarte viendo como tú amor es feliz con otra persona… ¿Qué pasa con el alma que quedo sola?. Duele, duele más de lo que puedes imaginar… elegir entre el amor y la amistad.

¿Acaso las almas gemelas y los hilos rojos son diferentes?, será que te pueden unir a otra personas que no es tu alma gemela... no lo sé, pero duele solo pensarlo.

GaEul lloraba en su salón de clases, era horrible sentirse tan sola… apretaba su corazón e intentaba dejar de llorar, pero sus lagrimas seguían aflorando. Se levanto mirando por la ventana… la única persona que ha amado en su vida ahora estaba rumbo a Suecia, se habían ido sin darle una respuesta clara, solo que a su regreso ella sería la primera persona a quien vería… pero eso no le daba ningún consuelo.

Mientras dos personas estaban estaba consolándose mutuamente en el aeropuerto, también se marchaba el gran heredero del grupo Shinwa, JanDi recibía los suaves toques de JiHoo que a pesar de haberla entregado a su amigo, aun sentía un profundo amor por ella… la amaba como no pensaba amar a nadie más. JiHoo levanto su rostro al cielo, su corazón se detenía con cada lagrima de ella, era un amor destinado a morir.