Con sus primeros rayos que se colaban por entre las cortinas, la luz del sol acariciaba los cabellos de Moonbyul haciéndolo brillar en destellos de color dorado. Recostadas una al lado de la otra se miraban entre sí expresando por medio de miradas el genuino amor que se sentían. Solar deslizaba sus dedos entre el cabello de la menor en un movimiento descendente, mientras que no dejaba de recorrer con su mirada cada pulgada del cuerpo de su novia, Moonbyul avergonzada presionó la sabana entre sus dedos y la hizo ascender para cubrir su rostro. La mayor tiró de la sabana para debelar la cara de Byul, pero la menor sin gemir palabra se resistía moviendo su cabeza hacia ambos lados negándose a bajar la sabana.

Solar: Hey, déjame verte.

La cabeza de Moonbyul continuaba oscilando de un lado a otro bajo la sabana, sin embargo encontrando un mejor modo de esconder su pudor, ocultando en el pecho de su compañera su ruborizado rostro se acercó abrazándola.

Solar: ¿De dónde viene esa timidez ahora? –Preguntaba sonriendo. –

Sin decir nada la menor presionaba más fuerte su cuerpo contra en de Solar. Luego de estar abrazadas estrechamente por largos minutos, Byul de pronto comenzó a hablar.

Moonbyul: Puedo escuchar tu corazón.

Solar: ¿Y cómo suena?

Moonbyul: Como si estuviese diciendo algo.

Solar: ¿A si? ¿Y qué dice? –Sonrió. –

Moonbyul: Creo que… está diciendo mi nombre.

Solar: ¿En serio? –Cuestionó riendo. –

Moonbyul: Si, pero es un poco decepcionante.

Solar: ¿Por qué?

Moonbyul: Porque preferiría haberlo escuchado primero de tu boca.

Solar: Mírame. –Pidió a la menor con una entonación de seriedad. –

Separándose un poco de su novia para poder subir la mirada, Moonbyul se dispuso a escuchar lo que su mayor tenía para decir.

Solar: Te amo Yi Moon Byul.

Nuevamente sonrojada la menor volvió a bajar la vista.

Solar: ¿Qué? ¿Acaso te reservaste el derecho de ser la única que puede ser cursi en esta relación?

Callando los reparos de su mayor que buscaban increparle, Moonbyul le interrumpió con un beso.

Moonbyul: Yo también te amo.

Solar respondía a sus besos sin disimular entre ellos su sonrisa, hasta que Moonbyul se distanció con el seño fruncido demostrándose algo afligida.

Solar: ¿Qué ocurre?

Moonbyul: Tengo sueño. –Dijo rezongando. –

Solar: Condujiste por la carretera prácticamente toda la noche, y yo tampoco dejé que descansaras, lo que a decir verdad no me hace sentir culpa…

Levantando una de sus cejas y con mirada sugerente, la menor rió ante sus palabras.

Solar: Esta bien, podemos dormir un par de horas y luego levantarnos a desayunar.

Alcanzando su teléfono sobre el velador a un lado de la cama, la mayor activó la alarma para que se despertaran luego de tres horas, alrededor de las diez de la mañana. El reloj comenzó a avanzar, pasaron las ocho de la mañana, las nueve, y las diez y la carga en batería del celular de Solar no fue lo suficientemente duradera para resistir hasta la hora de la alarma, apagándose antes de poder sonar, así pasaron las once de la mañana y cuando ya llegaba casi a marcar el medio día Moonbyul naturalmente comenzó a despertar.

Ya más repuesta y sin saber cuánto tiempo había pasado desde que cerró los ojos, la menor se quedó por unos segundos mirando el techo absorta en la nada, comenzó de pronto a sentir algo irregular, al ver que la intensidad de la luz que entraba por la ventana era mucho mayor de la que era cuando se quedaron dormidas, para luego reaccionar de golpe y preguntarle a Solar si estaba despierta. Solar despertó algo exaltada, con los ojos muy abiertos, como si se hubiese quedado dormida para ir a trabajar.

Moonbyul: Tranquila. –Le calmó sonriendo. –

Solar: ¿Por qué me despiertas? Aun no ha sonado el despertador. –Se quejó volteando su cabeza sobre la almohada. –

Moonbyul: Tengo la sensación de que dormimos más de lo que planeamos.

Solar: Eso es imposible, dejé aquí en mi celular la alarma del despertador programada.

Al presionar el botón de desbloqueo Solar se dio cuenta de que la pantalla no encendía.

Solar: Ay no, no enciende. –Dijo angustiada. –

Moonbyul: Debe ser la batería. –Indicó sonriendo. – Espera aquí.

Solar: ¿Dónde vas?

Moonbyul: A buscar mi reloj y mi celular que están en el baño.

Algo más precavida la menor había dejado su dispositivo conectado antes de entrar a la habitación la noche anterior, al darle luz a su pantalla y leer el reloj sonrió al confirmar que ya era más del medio día, tomó su ropa amontonada en una esquina del baño, al igual de aprovechar de tomar su ropa para ese día de la sala de estar y regresó a sentarse sobre la cama junto a su novia.

Moonbyul: Son las 12:15 p.m,

Solar: ¿Es una broma? –Preguntó descolocada. –

Moonbyul: No, mira. –Señaló dándole su reloj a la mayor. –

Solar: No… -Se lamentó llevándose ambas manos a la cara. –

Moonbyul: ¿Qué importa? Necesitábamos descansar.

Solar: Pero perdimos tiempo del día. –Dijo quejándose mientras ponía su brazo sobre la pierna de la menor que se encontraba a su lado atándose el cabello. –

Moonbyul: No te pongas triste. Yo tengo un plan.

Ante la idea Solar disipó la expresión afligida de su rostro para mostrar una suspicaz sonrisa.

Solar: ¿Qué quieres hacer?

Moonbyul: Primero tenemos que vestirnos, luego vamos a preparar algo de comer, y después de haber comido, voy a llevarte conmigo a un lugar al que quiero que me acompañes desde hace tiempo pero no habíamos tenido el tiempo de ir.

Solar abrió sus ojos en toda su extensión inquieta por saber del lugar al que Byul quería llevarla.

Moonbyul: No me veas así. No conseguirás que te diga nada.

Golpeando con su puño el costado de la cintura de Moonbyul Solar intento castigarla por siempre dejarla en el enigma, la menor le sujetó la muñeca para detenerla sin medir su fuerza generándole dolor.

Solar: ¿Por qué tienes que ser tan ruda? –Cuestionó sobando su antebrazo. –

Moonbyul: Lo siento.

Solar: No te perdonaré nada, a no ser que me digas a donde vamos a ir.

Moonbyul: Bueno, entonces no me perdones. –Sonrió. –

Solar: Hey!

Byul abandonó el dormitorio antes de que Yongsun pudiese seguir insistiendo. Fue hasta la cocina para revisar que provisiones encontraba para el desayuno y a pesar de hacer una exhaustiva búsqueda en cada uno de los estantes de la cocina, todos los muebles se encontraban vacios, lo único que halló fue una bolsa de galletas rancias que parecían haber quedado ahí desde el uso anterior de la casa. Al ver las galletas la rubia las olfateó y pensó “No parecen estar tan mal”, pero luego del primer bocado terminó por escupirla de inmediato.

Puso las galletas en el basurero y decidió que tendría que ir a la casona de la arrendadora para preguntarle donde conseguir comida en un lugar tan apartado, ya que en la casa no había ni medio kilo de arroz y el almacén más cercano estaba a 20 minutos de distancia.

Cuando regresó a la habitación para buscar su ropa sobre la cama, Solar aun estaba recostada, se había recogido el cabello pero su cuerpo aun estaba anclado al colchón.

Moonbyul: ¿No eras tú la que se quejaba de desperdiciar el tiempo?

Desde el bolsillo de su chaqueta Byul saco una paleta de caramelo y se la dio Yongsun, era la única que tenia y con lo único que la podía alimentarla por ahora.

Solar: Lo sé, pero es como si las sabanas fuesen un imán, por mucho esfuerzo que pongo en levantarme, no puedo hacerlo. ¡Ayúdame! -Pidió estirando sus brazos hacia la menor mientras abría y cerraba las palmas de sus manos. –

Byul afirmo los brazos de su mayor, pero Solar al contrario de ponerse de pie tiró de Moonbyul hasta lograr que cayera sobre la cama y en un rápido movimiento se puso sobre ella.

Solar: Y ahora ¿vas a decirme a donde me vas a llevar? –Acorraló a la menor posando suavemente su mano sobre su rostro. –

Moonbyul: ¿Por qué quieres arruinar la sorpresa?

Solar: Sabes que no me gusta esperar.

Moonbyul: No es nada especial, no te hagas muchas expectativas.

Solar: Todo lo que me muestras es bastante especial para mí. –Aclaró acercándose a ella de a poco. –

Moonbyul: No me beses, tengo sabor a galleta rancia.

Solar: ¿Qué? –Pregunto riendo. –

Moonbyul: Habían unas galletas en la cocina, estaban ahí desde hace un año al parecer y comí sin ver la fecha de caducidad, estaban asquerosas.

Solar: Cállate.

La mayor simplemente la besó sin escuchar una palabra más irrumpiendo en sus labios en movimiento. Al distanciarse Solar hizo un pequeña mueca.

Solar: Okay, si estaban en mal estado.

Moonbyul: Te lo dije.

Ambas comenzaron a reír por el sin sentido de la situación.

Moonbyul: Tengo que iré a vestirme y luego iré a la casa de la dueña para saber donde podemos encontrar comida.

Solar: Debes lavarte los dientes también.

Moonbyul: Lo sé.

Solar se volteo para dejar caer su espalda de nuevo sobre la cama mientras desahogaba un gran suspiro. Tomando su ropa, Moonbyul se dirigió al baño para asearse y terminar de vestirse. La mayor disfrutaba de su paleta de caramelo mientras jugaba deslizando sus dedos sobre las sabanas, recordando las cosas que había hecho esa madrugada, mientras sonreía y sus mejillas se enrojecían poco a poco. Sus ojos rodaban hacia arriba y se ocultaba el rostro con las manos con algo de pudor.

Con el pelo algo húmedo la menor salió del baño cuidando de haber dejado todo en orden.

Moonbyul: Ahora puedes entrar. –Indicó a Solar asomándose por la puerta de la habitación. – Traeré tu ropa.

La mayor asintió sonriendo y se levantó de la cama para entrar al baño. Una vez dentro del baño solar se topo con la imagen que la mostraba en el espejo, se sorprendió a si misma sonriendo, de alguna forma no podía dejar de sonreír y los hoyuelos bajo su sonrisa estaban ahí para quedarse, junto a Byul era natural para ella el ser feliz.

Moonbyul: Aquí esta. –Dijo al aparecer por la puerta del baño. –

Solar: Gracias.

Moonbyul: ¿Qué sucede? ¿Por qué me miras así?

Solar: ¿Mirarte cómo?

Moonbyul: No lo sé.

Solar: Debe ser porque es adorable ver cómo me atiendes… supongo.

Moonbyul: Lo dices como si nunca fuera atenta contigo. –Expresó algo resentida. –

Solar: ¡Uy! Está bien, lo siento. –Dijo mientras presionaba fuertemente un de las mejillas de la menor.

Moonbyul: Iré a la casa de la dueña, la más grande de aquí en frente, vuelvo en un momento.

Solar: Okay, no tardes mucho.

Moonbyul: Sii… -Respondió obediente. –

Sin mucho titubeo Moonbyul se dirigió a la gran casona a un costado del faro. Luego de haber tocado el timbre y esperar 5 minutos de pie a un lado de la puerta, estaba comenzando a impacientarse, lo que la hacía ir de un lado a otro asomándose por las pequeñas ventanas en los bordes del marco de la entrada, a punto de volver a tocar el timbre la punta de su dedo índice estaba sobre el botón, sin embargo la apertura de la puerta detuvo su impulso.

En el marco de la puerta se hizo presente la figura de una mujer de alrededor de 60 años de edad con el cabello corto, rizado y algo grisáceo, vestía una blusa lila, sobre la que colgaban unos gruesos anteojos y unos pantalones anchos de color blanco, nada muy costoso, ni llamativo. Al verle, la mujer se lanzo a abrazarle fuertemente y embargada en una gran emoción.

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Aquí termina el capitulo 23, disculpende por el HIATUS la tesis en la Universidad me colapsa >-<

Spoiler Alert: En el proximo capitulo (Atardecer Parte 2) sabremos a donde irán bajo los planes de Byul, se viene con canción y m{as hermosos fan arts para acompañar. Será liberado el 04.12

El el capitulo 25 habrá aparición de RED VELVET.

Recuerden que tambien pueden seguirla en wattpad: https://www.wattpad.com/341067971-convirti%C3%A9ndose-en-amanecer-amanecer